Desde el acantilado

erotismo y sensualidad. desde el acantilado contemplando un paisaje de luna se despierta la pasión-

DESDE EL ACANTILADO

La noche era estrellada ,el viento jugaba con mis cabellos, en mi rostro sentía la suave y dulce brisa marina como la caricia de un amante entregado.

El descapotable desafiaba las curvas de la carretera ,deslizándose como la lava de un volcán hacia el mar .El fular que rodeaba mi cuello batía al viento .Mi feliz y alocada risa se confundía con los ruidos del viento y de las olas del mar ...me sabía atractiva, bella, admirada deseada .

La presencia de Alberto, me excitaba, sus grandes ojos verdes ,su pelo con algunas canas ...un poco largo por el cogote... acentuaban aún más su aspecto de galán atractivo...Sus cabellos ondulados me incitaban a acariciarlos, me encantaba meter mis dedos entre ellos...mesar sus ondas y juguetear. Sus piernas eran fuertes y largas al mismo tiempo que musculosas. Sus manos huesudas , sus dedos largos y finos, de uñas bien cuidadas, parecían hechas para la caricia ..,eran cálidas, suaves, de piel tersa...se diría que eran hábiles para las artes amatorias .

Al otro lado de la carretera había un bosque lleno de árboles milenarios donde las familias iban a pasar los días estivales.

El paisaje muy incitante con la luna reflejándose en el mar ,parecía invitar al amor y la fantasía.

Para contemplarlo mejor, nos detuvimos al un lado de la carretera, desde allí, podíamos ver el acantilado. Las luces de un caserío y de algunas pequeñas aldeas, se divisaban al fondo..., se diría que eran como las pequeñas lucecitas de unas casitas de muñecas. .

Bajamos del coche , para poder contemplar mejor aquel paisaje.

El panorama que se contemplaba era alucinante .Alberto se acercó inesperadamente, y...de una forma dulce y entrañable ... me dijo desde aquí y en tu compañía...se diría que estamos más cerca del paraíso.

Tomo mi rostro con una de sus manos y clavando sus ojos en los míos , paso su dedo índice por los perfiles de mis labios y...dibujándolos. mimosamente ... los beso con mucha dulzura, provocándome una descarga que recorrió todo mi cuerpo, poniendo en alerta toda mi voluptuosidad. Mi corazón trotaba más que latía , le amaba, le deseaba, desde que nos conocimos, el deseo siempre estuvo presente en todos nuestros momentos. Sentíamos una atracción enorme el uno por el otro simplemente la proximidad de su cuerpo, y el olor a varón...ponían en marcha la lívido, la pasión, las ganas de tenerle de sentirme acariciada por sus varoniles manos.

Sabía que él me deseaba ...pero....me encantaba el juego, el coqueteo, volverle loco de deseo formaba parte de mi argucia y...sintiéndome inmersa es el juego increíble de la pasión...saque mi lengua húmeda y la pasé por sus labios ,como si se tratara de un suave pincel.

Me gustaba calentarle..,hacía como que quería morder su dedo, lo metía en mi boca y mirándole descaradamente a los ojos le hacía concebir otros deseos , este gesto coqueto le provocaba. ..era lo que en realidad yo quería..., envolverle en mi lujuria, en mi acalorado juego.

Estaba muy alterada ...una sensación de placer me invadía.

Satisfecha de mi juego, comprobé, como su bragueta se abultaba ¡había conseguido traerlo a mi terreno ¡

Percibía que su respiración era más agitada de lo normal .

Jugaba dando pequeños mordisquitos a mis labios, mi lengua mojada lamía su cara .

Besaba sus ojos ,mordía sus mejillas, su barbilla , sentía como me embriagaba de placer

.

Sentía el aroma de su piel, la suavidad de sus manos, la delicadeza de sus caricias todo esto producía como un elixir muy extraño, que me transportaba a un mundo casi irreal .

Me llevo hacia el asiento trasero del coche ...lo abatió...nos instalamos no era demasiado cómodo ,pero eso era lo de menos , comenzó a acariciarme primero abrió mi blusa y...acercando su boca a mis pezones... los chupaba con verdadero placer.

Abrí su camisa y ...recorrí su cuello con mis labios ,dejando pequeños besos ,suaves ,como toques de mariposas ,llegue a sus orejas mordiéndolas por la parte inferior ,respiraba dentro de ellas , introducía mi lengua. se retorcía de placer, le excitaba, en realidad lo que yo pretendía era encenderle, quería su lascivia ,sus deseos.

Bajé suavemente hacia su tronco, con mi lengua húmeda, mojaba todo su pecho. Jugaba con sus vellos ,tiraba de ellos provocándole a veces un ligero dolor mezclado con placer .

Le sentía entregado a mis caricias, notaba que su miembro cada vez estaba más duro y su calor se advertía a través de su pantalón .

Con su camisa abierta ...notaba su respiración agitada .El juego en el que estábamos inmersos cada vez era más fogoso. Las ganas de gozar se hicieron dueñas de la situación, sudábamos, nuestros cuerpos estaban salados, destilaban por todos los poros, emanaciones tórridas , los cabellos despeinados, mojados. Se diría que estábamos embriagados con los aromas que emanaban de nuestros cuerpos, caricias llenas de lujuria nos sacaban de la realidad . La pasión anulaba nuestras voluntades.

Al sentir el calor de sus manos suaves, como acariciaba entre mis piernas ....mi cueva del placer, se abría, se llenaba de humedad esperando la posesión de su miembro eréctil . Necesitaba sentirle cerca y excitado para apagar la calentura que me invadía .Busqué su miembro viril, lo toqué , lo chupe, lo acaricié ,lo lamía de una forma glotona como si se tratara de la más deliciosa de las golosinas.

Llevaba una minúscula minifalda, tableada, que al estar sentada dejaba ver muy espléndidamente, mis piernas bronceadas . Alberto, aprovechó lo minúsculo de la falda que le daba facilidad para poder deslizar sus manos.

Llegó al comienzo de mi tesoro y con uno de sus dedos ....retiró parte de la braguita, metiendo su dedo dentro ...apreciando que estaba muy mojada me miró y como con un susurro me dijo ... "estas muy mojada ...¡ me gusta ¡" y deslizó su dedo pulgar hacia el clítoris acariciándolo muy suavemente ...produciéndome un placer que me hizo abrazarme a él para poder controlar los movimientos casi convulsivos.

Alberto al verme gozar de esas formas, no pudo controlar su impulso y me sentó encima de sus rodillas, metió su miembro eréctil dentro de mi pequeña cueva . Su orgasmo fue muy fuerte y profundo derramando su semen en mi preciada cueva. Buscaba mi boca para beber en los labios que habían sido los inductores a esta pasión ...que aún dejaban rastro del gozo disfrutado.

Su respiración era de nuevo...diferente, de pronto metió su mano por debajo de mi blusa y...arrancó el sostén.... de nuevo quería jugar con mis pechos...mordiendo suavemente mis pezones ...acercó su boca y los lamió, le gustaba morderlos mi olor a hembra excitada , era como una embriaguez que le anulaba otro pensamiento que no fura el de gozar de nuevo, todo ese juego nos colocaba fuera de control.

Aunque no hacía ni media hora que habíamos gozado salvajemente, deje mi mano colocada encima de su bragueta .Alberto reaccionó de nuevo y volví a sentir el calor de su miembro y su dureza .

La excitación nos empujaba a la lujuria de nuevo .Sus labios buscaban los míos como poseído por un solo pensamiento ,la lívido estaba al máximo .

Cuando el noto mi mano sobre su bragueta se removió en su asiento y alargando su mano la deslizó por debajo de mi minúscula falda. .

Volví a acariciarle por encima de su pantalón abrió la cremallera del mismo y cogiendo mi mano .... la puso encima de su pene, con pasión me incline y la metí en mi boca, la chupaba, la lamía ...estábamos muy calientes . Abrió la puerta del coche, salió de el ,bajó sus pantalones...me quito las bragas ...sentándome encima de él metió su verga en mi pequeña cueva que...de nuevo...estaba caliente y mojada.

Empezamos a movernos a bombear para que el placer fuera pleno, lo sentía tan dentro que... casi me hacía daño, de nuevo note como derramaba su preciado líquido en mi preciada cueva de los deseos . Fundidos los dos en un mismo placer, alcanzamos un orgasmo pleno, donde nuestros cuerpos...habían gozado al máximo de la voluptuosidad de dos locos apasionados fundidos en un mismo orgasmo . Dejándose llevar por el hechizo que producía ,el rumor del viento ,mezclado con la espuma del mar.

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Nuestras miradas se encontraron y se hablaron sin palabras durante algunos segundos ...nos unimos en un apasionado beso .

Pusimos en orden nuestro aspecto.... nos vestimos, colocamos de nuevo los asientos en su forma correcta y nos deslizamos carretera abajo para incorporarnos a la civilización . Pero los dos éramos conscientes de que algo nuestro había quedado impregnado en ese lugar ,donde la noche la luna y el mar fueron cómplices de la pasión y voluptuosidad de una noche sobre el acantilado .

AUTORA

Carmen Torres.

23-5-08

CARY