Descubrimientos

Nunca es tarde para aprender y disfrutar...

El siguiente relato es real, se han cambiado nombres y lugares por motivos de privacidad.

Mi vida transcurría calmada y monótona en un pueblo del noroeste de España, si bien los inviernos eran bastante parados. Los fines de semana había bastante movimiento, cenar, ir de copas y hacer risas con amigos me sirvió durante un tiempo, pero con 50 y tantos, todavía me veía de buen ver, cuidaba la dieta y hacia ejercicio tanto al aire libre como en el gym, solo que ligar con chicas de más de 30 en un pueblo donde todos se conocen era complicado, así que elegí una ciudad donde vivían algunos amigos para hacer escapadas de fin de semana y tener donde dormir antes de volver a mi rutina diaria en el pueblo.

La ciudad era otra cosa y me volví a sentir listo para intentar “ligar” y pasar algún rato divertido con mujeres más de mi edad. Lo cierto es que estaba un poco oxidado pero pronto me puse las pilas y los acercamientos se iban produciendo, no tenía prisa, en serio lo pasaba muy bien tratando con mujeres con algo de conversación, siempre bordeando el doble sentido pero sin agobiar. Un día la vi, estaba bailando en un local de sesión de vermouth, un domingo por la tarde, no era especialmente guapa, ni voluptuosa a primera vista, tenía una cerveza en la mano y parecía algo perdida, pero tenía un gesto, una forma de moverse, una mirada, me atrajo desde el primer momento, era hipnótico, resulto ser amiga de una conocida común y nos presentó. Apenas acerté a dar mi nombre y decir hola, ella respondió con otro hola y una media sonrisa. Detrás de aquella sonrisa había tristeza, me choco y a pesar de todas las ganas que tenia de hablarle, apenas articule palabra, me limite a bailar cerca de ella, pasarlo bien.

No volví a saber de ella hasta un año después, resulta que en su momento le envié una petición de amistad en una red social y ella acepto, no publicaba mucho, pero yo si, a veces daba un like, pero no fue más allá, hasta el momento en que tuve un problema en la red, ella se interesó y chateamos durante unos minutos. Las conversaciones siguieron y nos fuimos contando cosas, llegaron conversaciones más comprometidas y la necesidad de hacerlo de viva voz, cambiamos teléfonos y empezamos a conversar diariamente, nos veíamos para tomar algo o cenar, hacíamos risas y empezó a existir una atracción innegable entre los dos.

Una noche quedamos para cenar y con unos amigos para copas y bailes varios, a medida que transcurrió la noche, los amigos se fueron yendo hasta quedar solos, íbamos bastante alegres y hasta que la música en aquel local a media luz se hizo más lenta y nuestro baile más pausado y cercano, la mire a los ojos y no pude evitar besarla, al separarme ella me miro con los ojos como platos y se avalanzó como una tigresa, me besaba profundamente muestras lenguas no paraban de luchar, fue un beso largo, mojado, caliente, profundo e interminable, al terminar de besarnos no podíamos dejar de mirarnos a los ojos pero de una manera tan intensa como jamás creí posible. Era tarde ella trabajaba al día siguiente y me pidió que la acercara a su casa, era finales de Julio hacía calor pero empezó a llover, muy suave, nos fuimos besando camino del coche. Nos encaminamos a su casa, nos mirábamos cada poco, me tocaba el brazo y conducía con una mano, no quería dejar el contacto. Llegamos cerca de su portal nos besamos, de nuevo increíble, no queríamos parar, empecé a explorar su cuerpo, llevaba un vestido ligero de verano, roce su pierna y dio un respingo, llegué a la altura de sus pechos, logre llegar al pezón de su teta derecha y empecé a jugar con el, empezó a gemir, me decía que parara pero ahogada entre sus gemidos, apreté el pezón más fuerte y lo retorcí un poco, abrió la boca y los ojos, dejando escapar un pequeño grito, la miraba mientras seguía apretando el pezón y le dije lenta y gravemente…

Yo– Abre las piernas

…obedeció casi automáticamente solté el pezón y subí mi mano suavemente por el interior de su muslo izquierdo me agarró la mano pero apenas sin fuerza, le dije…

Yo– Solo voy a comprobar algo

…cedió y llegue hasta la tela de su tanga, chorreaba, se había corrido mientras la estrujaba un pezón, me miraba con ojos incrédulos le enseñe mi dedo corazón mojado por sus jugos y me lo chupe despacio, el olor y el sabor eran especiales, muy dulces, me seguía mirando incrédula y su respiración agitada indicaba que aquello le estaba gustando más allá de lo que creía, había cierto temor en su mirada pero no se movía del coche hasta que reacciono…

Ella– Tengo que irme

…le agarre el brazo y la bese de nuevo profundamente y ella me abrazo muy fuerte, se me estaba echando encima, me estaba comiendo la cara a besos, pude poner mis manos en su culo y apretarlo firmemente mientras le comía el cuello detrás de la oreja y se puso tensa ahogando un grito en mi oreja, de nuevo se corrió y la humedad ya bajaba por sus piernas el pequeño tanga con salvaslip no podía aguantar más humedad y cedió como una presa rota, puso la mano en mi entrepierna y al notar mi más que notable erección a pesar del vaquero dijo…

Ella- Dios, no puedo, tengo que irme.

…se bajó del coche, abrió la puerta de su portal, miro hacia atrás me vio mirándola y se perdió subiendo las escaleras.

Mi cabeza daba vueltas y se llenó de preguntas de camino a casa, que había pasado? Llegue a casa y me fui a la cama con una erección de caballo que tuve que aliviar, hacía años que no me ocurría.

Después de varios mensajes a lo largo de un par de días, ella se mostraba sorprendida, nunca le había pasado con un hombre al que prácticamente acababa de conocer, ella no era así, nunca se entregó a nadie de esa manera, es como si yo conociera donde y como tocarla, tenía miedo de la forma en la que logre bajar sus defensas, yo quería verla, algo me impulsaba.

Nos vimos dos días después tomamos un vino y hablamos, primero de trivialidades y después de lo ocurrido esa noche, puso todos los peros posibles y los oí uno a uno…

Yo- Pero te gusto?

Ella- Si mucho

Yo- Te corriste al menos dos veces y lo digo por la mancha de humedad que dejaste en el asiento.

Ella- sí(avergonzada), nadie me toco con esa intensidad jamás

Yo- Nadie me beso con tal intensidad jamás

Ella- Cuando vi que te chupabas el dedo se me erizo la piel y tuve un escalofrío en la espalda

Yo- y cuando te retorcí el pezón?

Ella- UFFFF, para,…

Yo- Te estás mojando verdad?

Ella- Que creído eres, chulito

Yo- No has dicho que no

Ella- si estoy mojada pero es por tu voz, tu boca, no puedo pensar en otra cosa que en besarte

Yo- Vamos a cenar y hablamos tranquilamente

Fuimos a un pequeño restaurante que conozco a medio camino de mi casa, pedimos algo de picar, unos platos de pescado y un vino blanco, nos deleitamos de la comida y disfrutamos la bebida, ella me miraba con ojos retadores y media sonrisa, mientras sostenía la copa de vino, al terminar fuimos a por el coche, al abrir la puerta del copiloto la agarre del brazo y le di la vuelta, nuestros cuerpos estaban juntos.

Yo- Vamos a mi casa

Ella- No debo

Yo- Baila conmigo, solo eso, si en cualquier momento no te sientes a gusto te llevare de vuelta a tu casa, sana y salva.

Ella- No se, nos estamos metiendo en un jardín

Yo- Del cual puedes salir en el momento que tú quieras, pero sé que tu cabeza no para de preguntarse como seria… bailar juntos digo

Ella- Eres un chulito, crees que voy a caer a tus pies?

Yo- Es muy probable, pero ahora no es lo que busco, deseo bailar contigo lento y juntos

La bese suavemente y ella me abrazo mientras me exploraba la boca con su lengua

Ella- Vamos, pero a lo mejor cambio de idea al llegar a tu casa

Yo- Vale, aunque no creo que eso ocurra

Tardamos 15 minutos en llegar al portal de mi casa, pare el coche, eran las 11:30 de la noche y me gire para besarla, nos besamos abrazados

Yo- Venga sube

Ella- No se

Yo- Si sabes, solo que tratas de justificarte, pero tú sabes como yo que deseas subir

Ella- Serás chulito?

Yo- y te encanta

Sonrió, bajé del coche y ella bajo también, abrí el portal y le dije que fuera subiendo, yo iba detrás, fui admirando sus piernas por tres pisos de escaleras, llevaba un vestido de falda corta muy ligero y suave, con unos zapatos de tacón que le iban como anillo al dedo. Entramos y le enseñe la casa, puse algo de música, encendí unas velas y con esa luz empezamos a bailar, había puesto música lenta y nos abrazamos fundiéndonos al compás de grupos de los 80 y Frank Sinatra, Diana Krall,… bailamos por más de 20 minutos, nos besamos en repetidas ocasiones, nos mirábamos a los ojos muy profundamente, de repente ella se separó, dio dos pasos atrás y dejo caer el vestido, solo se dejó puestos los zapatos, desnuda se fue acercando con seguridad moviendo sus caderas, me miraba con deseo y yo estaba fotografiando mentalmente su cuerpo. Pelo rizado castaño claro hasta los hombros, ojos marrón claro, enormes, boca carnosa entreabierta, cuello estilizado, generosos pechos algo caídos con pezones desafiantes, algo de barriga, cintura y caderas armoniosas, piernas largas y estilizadas, un metro setenta y algo que con los zapatos superaban el metro ochenta, se acercó felinamente y me abrazo despacio por mi cuello y giro un poco la cabeza para besarnos mis manos que la habían sujetado por la cintura durante todo el baile no pudieron hacer otra cosa que aferrarse a sus nalgas suave pero firmemente, mientras el beso pasó a ser una nueva pelea de lenguas, más intensa, caliente y mojada. Sin dejar de besarnos sus manos me abrieron la camisa, soltaron el cinto y desabrocharon el pantalón, dejándolo caer, empezó a besar mi pecho y acariciar mi entrepierna por encima del bóxer, empezó a gemir al notar mi erección y metió su mano derecha hasta agarrarme la polla, no soy un atleta pero tengo un cuerpo trabajado, de pecho y brazos fuertes, algo de barriga y piernas musculadas, si bien mi pene es normal de largo, es bastante grueso, en plena erección no puedo cerrar mi mano a su alrededor y el glande en su corona es algo más grueso aun, al verlo ella abrió los ojos y empezó a empujarme hacia a la habitación.

Me tiró en la cama terminó de desnudarme y se abalanzó sobre mi devorándome literalmente, hicimos sitio echando la colcha y la sabana a un lado, pase a devorarla a ella, su cuello, sus pechos, su vientre, mientras mis manos acariciaban su costado, sus piernas, pase a saborear su sexo, de nuevo ese olor dulce y algo salado, ella echo la cabeza atrás y empecé a morrear su coño como si fuera su boca mientras amasaba sus tetas, primero respiraba agitadamente, después gemía hasta llegar a pequeños gritos, arqueaba su espalda, se retorcía me sujetaba la cabeza contra su entrepierna y comencé a lamer su clítoris fuerte con mi lengua y pequeños mordisquitos, entonces pare y cogí un pañuelo (se me ocurrió de repente), vende sus ojos, cogí un peluchito que tenía en la cómoda y empecé a pasarlo por su piel, cada vez que estaba a punto de llegar a una zona delicada cambiaba el sentido del movimiento, besaba sus pezones, lamia sus axilas, respiraba cálidamente a la altura de su cuello y orejas, ella estaba a 1000 y quería ver hasta donde llegaría, me acorde de un sable japonés que tengo y lo desenfunde a la altura de su cara despacio.

Yo- Estoy desenfundando una katana

Vi como se le puso la carne de gallina

Yo- Alguna vez has sentido el frio del acero en tu piel?

Negó con la cabeza

Yo- Hoy vas a sentirlo

Desenfunde la hoja totalmente y la acerque por el lado del lomo a la piel de sus pechos, dio un respingo y gimió, fui jugando con su piel y el frio acero pasándolo suavemente por sus tetas su tripa, sus pezones no podían estar más duros,

Yo- Abre las piernas

Las abrió obediente, la empuñadura de este sable es de metal y la fui acercando hasta su coño hasta posarla entre los labios exteriores, volvió a dar un respingo

Yo- Quiero que bautices esta espada con los jugos de tu coño

Empezó a restregar su sexo contra la fría empuñadura, hasta dejarla embadurnada por completo, los dedos de sus manos arrugaban la sabana, la respiración era entrecortada, retiré la espada me coloqué entre sus piernas y acerque la polla en la entrada de su coño, volvió a dar un pequeño grito la sentirla y empecé a penetrarla, le quite la venda, me miro con ojos desorbitados mientras seguía entrando despacio, notaba resistencia y algo le tenía que estar doliendo pero lejos de quejarse se aferró a mis brazos cerró los ojos y empecé a moverme con pequeños círculos, metiendo y sacando el capullo de la entrada de su raja, sus gemidos se transformaron en pequeños gritos que se ahogaron en un primer orgasmo explosivo, se relajó pero yo estaba muy lejos de relajarme, baje el ritmo de la acometida mientras me miraba a los ojos maravillada, aumenté la cadencia del movimiento, más profundo, más fuerte pero con parsimonia, se volvió a tensar, notaba como su coño manaba alrededor de mi polla, volvía a bajar el ritmo y otra vez a la carga, a partir de su décimo orgasmo deje de contar, quería seguir así toda la noche mis caderas se movían casi de forma espasmódica, me toco correrme lo hice muy dentro, desatado, casi descontrolado, note como si toda mi espina dorsal empujara y una corriente eléctrica la recorriera, lejos de aflojar, mi polla sorprendentemente estaba creciendo y poniéndose más dura, seguí embistiéndola, hasta que volvía a estallar amarrada mi cuerpo con los brazos, con las piernas, ella solo alcanzaba a decir…

Ella- Oh Dios! Oh Dios! Si

…entre gemidos y gritos ahogados y volví a desparramarme dentro de ella. Caí a su lado medio mareado, con el corazón a mil, sudando y respirando agitadamente, ella tenía una mano en el pecho, mirando al techo, se giró y me abrazo, no paraba de besarme y decir…

Ella- Dios!, Dios!

…eran las 2:30 de la madrugada, no me lo podía creer, habían pasado 2 horas desde que estábamos bailando, pero lo más sorprendente fue la forma en la que se estimuló ella, todo esto se arremolinaba en mi mente y nos quedamos dormidos, ella se quedó abrazada a mí.

Me desperté en la misma postura que me dormí, eran las 6 de la mañana, ella se había girado y me estaba dando la espalda, empecé a acariciarla con las yemas de mis dedos apenas rozándola muy despacio desde los hombros hasta sus caderas dibujando su contorno, después las subía por la espina dorsal hasta el cuello y empezó a moverse movió su cadera hacia mi cuerpo y una mano paso a acariciar su trasero mi boca a besar su cuello y la otra mano se hacia con uno de sus pechos, giro su cara me sonrió y me dio un pico en los labios, empecé a apretar el pezón y ella ronroneo como una gata, empezó a arquearse se giró para mirarme paso sus brazos por mi cuello y empezó a besarme, la cama estaba húmeda, se había corrido tan abundantemente que parecía que se hubiera orinado, pero hasta era demasiado para eso, era una mezcla de jugos y semen, su cuerpo su boca tan cerca, tan calientes, estaba de nuevo preparado, ella llevo su mano a mi polla…

Ella- Como está!!!

…me sonrió pícaramente pero con los ojos cerrados todavía…

Yo- Tienes la culpa, espero que sepas que hacer

Ella- Yo hice esto? No sé si podre, es muy gruesa, me has abierto entera

Yo- Haz la prueba súbete encima y a ver qué pasa

…se movió como una gata en celo despacio, sugerente, mimosa y con vicio, beso todo el recorrido que hizo en mi cuerpo brazos, pecho, vientre, cambio su mano por su boca y empezó a besar mi tiesa verga, todo  a lo largo, beso los huevos, se la metió en la boca apenas le cabía  el capullo e intento tragarla pero le fue imposible…

Yo- Monta encima

…se subió a horcajadas y fue bajando poco a poco, iba entrando y a medida que entraba abria los ojos, finalmente la metí entera con un golpe de cadera, grito y suspiro, agarre sus tetas, hecho la cabeza hacia atrás…

Ella- Siii, siii, dame, maaas

…apenas cabalgó dos minutos y se corrió de nuevo, fui moviéndome despacio debajo de ella metiendo y sacando un poco de cada vez, apreté sus pezones y se empezó a mover ella de adelanta atrás, como frotándose como mi verga dentro, cuanto más retorcía sus pezones más se movía, estaba desatada se corrió otra vez, estaba alucinando, solté uno de sus pezones y le metí tres dedos en la boca, empezó a lamerlos y saborearlos como si fueran pequeñas pollas, mientras me seguía moviendo debajo de ella, se volvió a correr, cada vez era más fuerte, cada vez cerraba más los ojos, se me ocurrió cogerle el cuello con la otra mano y apretarla con firmeza pero dejando respirar, aquí se volvió loca del todo, no se cortaba empezó a gritar…

Ella- Siiiii, siiiii, oh Dios, maaas, maaaaaasss, aaaaaaaah

…no tenía control de su cuerpo, se movía como en un ataque epiléptico y yo empecé a embestirla con golpes de cadera, en un momento la tenía botando sobre mi cuerpo con mi polla insertada, como si nos fuera la vida en ello, era una locura, se estaba corriendo seguido hasta que me llego el momento y ahí sí que me empecé a mover como loco con ella encima, grite…

Yo- Te gusta eh? Te gusta? Eres una zorra caliente verdad?

Ella- Siiiii, siiii, soy tu zorraaaaa, maaaas, damelo todo lo quiero todo, lléname aaaaaaah

…sentí como me inundaba se estaba derramando mientras seguíamos moviéndonos por inercia, me había mojado los muslos, las caderas, la tripa, la polla y los huevos estaban totalmente empapados sobretodo con sus jugos pero también mi leche, se sentía tan bien dentro entrando y saliendo, mientras bajábamos el ritmo ella se volvió a correr, me miro con una mezcla de satisfacción y vicio indescriptible, se salió de encima y se fue directa a por mi verga, empezó a succionar, lamer, acariciar, iba desde el capullo a los huevos, el perineo, el culo, me puso a mil, agarre su cabello y se la metí entera en la boca, hasta los huevos, le dieron arcadas, apenas podía respirar, sentí como llegaba de nuevo mi orgasmo y cuando dije que me iba a correr ella sigió mamando como un bebe hambriento, empecé a soltar leche directa a su garganta, uno, dos, tres chorros, no desperdicio nada, se relamió me dejó totalmente limpio…

Yo- Te gusta eh?

Ella- Me encanta, es deliciosa

Yo- Eres una hembra muy caliente, una zorra cachonda

Ella- Si que lo soy, ha sido UFFFFFF, jamás pensé que disfrutaría tanto

…había descubierto algo increíble es una sumisa y yo un amo, fascinante.

Continuará.