Descubrimiento (2)

Continuación del despertar sexual de la niña.-

DESCUBRIMIENTO II

Hola!, antes dé comenzar le sugiero que lean mi primera historia DESCUBRIMIENTO I , para entender mi inicio en la relación con mi hermoso perro Freddy.-

Pero, para los que no pueden. Me llamo Marcela, Marce para mis amigos y soy de Buenos Aires, Argentina.-

Tengo 18 años y estoy en el primer año de la universidad de veterinaria, tengo 1.73 de estatura, pelo negro, ojos grandes color café, mis pechos no son muy grandes pero tienen una particularidad, mis pezones, una vez excitados son bastantes grandes y duritos, durante el invierno llamar la atención. Mi fuerte era y son mis caderas y principalmente mi cola, dura y parada, un amigo le dice "la insolente". -

Soy hija única y lógicamente, caprichosa o mal criada.-

Mi historia comienza cuando tenía 12 años, en el inicio del desarrollo físico y de la curiosidad por el sexual.-

Bueno. Después de mi primera encuentro sexual con mi Freddy, mi vínculo con él volvió a la normalidad. De pasar a dormir conmigo a no hacerlo, pase a ¡¿Cómo, no vas a dormir conmigo?!. También cambio el interés por sus necesidades. ¡No solamente "ese". Si no, que empecé a preocuparme, comida, salud y fundamentalmente, higiene. Supongo que las repeticiones de toda madre "Báñate, lávate las manos, etc. Para no enfermarte", finalmente había prendido.

También, ahora que lo pienso después de tantos años, creo que jugaba, a la mamá y al papá.-

Por otra parte, comencé a buscar más y más información sobre el sexo. Un libro por aquí, una pregunta por allá, ir al veterinario.-

Estúpidamente, me preocupaba quedar embarazada de Freddy. ¡Y aun no tenía mi periodo y la única relación que habíamos tenido fue anal!.-

Ahora que, sí me preocupaba enfermarme de algo.-

Mi interés, no paso desapercibido por mi madre, al punto que consideró que había llegado el momento de la famosa charla, de proyecto de mujer a mujer.-

Entre lo averiguado con amigas, particularmente con mi mejor amiga y que también tenía un perro, pero no como Freddy, si no más grande, libros y la famosa charla, logre armar más el misterioso sexo, y quedarme relativamente tranquila, lo que equivalía a "¡Voy por más, que no hay problema".-

Freddy también cambió, era más posesivo y exigente conmigo. Gruñía si algún amigo (entiéndase macho) se acercaba o no le prestaba a suficiente atención, o cuando quería tener relaciones no se lo permitía. Para ser sincera, eso solo pasaba cuando no podíamos, creo que yo estaba más interesada o en caliente que él.-

Lógicamente, que con la practica íbamos afinado las relaciones, él sabía que primero debía hacer trabajar su encantadora lengüita para que después le permitiera atacarme la cola. ¡Yo era un proyecto de mujer, pero mujer al fin!.-

Había aprendido a relajarme y que la entrada de la bola de Freddy no me doliera o cuando debía controlar mi boca, para que los gritos orgasmicos no despertaran a todo el edificio, principalmente a mis padres, mi mayor terror.-

Evitar esto implicaba tener que esperar y confirmar que estuvieran dormidos, paradójicamente, la vigilancia aportaría más datos sobre el sexo.-

Me acuerdo que una noche de vigilancia, descubrí las relaciones, digamos, normales.- A esa edad nunca me había puesto a pensar que mis padres tuvieran las mismas necesidades que Freddy y yo, pues, esa noche descubrí lo equivocada que estaba y de donde heredé mi ardor sexual.-

Con extremo cuidado abría la puerta del dormitorio de mis padres, cuando la sombra del cuerpo de mamá se destacó en el ventanal. Ella suavemente tomó las cobijas, destapando a papá, se dirigió a la entrepierna, le tomaba él pené y delicadamente se lo llevaba a la boca.-

Y yo pensé. ¡Eso no me lo había explicado mi mamá!.

La cabeza subía y bajaba, una y otra vez, mi padre gimió y su mano prendió la luz del velador mientras mi madre giraba, empujaba las cobijas con pie y quedaba entres las piernas de él con el miembro profundamente en la boca.-

¡Y qué pedazo de miembro! ¡El de Freddy era insignificante!. ¡Debía mediar fácil 20 o 22 centímetros por seis o siete de grosos! Pude compararlo porque mi madre había apoyado el mentón en la base y a la cabezota le faltaba poco para cruzar toda su frente.-

La expresión de placer con que miraba a mi madre mientras esta seguía atendiendo el pedazo era sublime. Finalmente, mi madre le dio un pequeño beso en la punta, se paró, caminó hacia la cabecera dejando el cuerpo de papá entre sus piernas y una vez a la altura del rostro se saco el camisón lentamente, mostrando su espléndido cuerpo y sacudiendo su cabellera, bajó el rostro mirándolo directamente.-

Esa noche descubrí dos cosas, la primera que era una digna hija de mi madre, ya que era ella quien manejaba la situación y con suma maestría. La segunda, que me estaba excitando, mis pezones se endurecieron como roca y mi vagina comenzó a palpitar, y pensaba en Freddy.-

Mi madre fue descendiendo hasta que su vulva cubrió el rostro de papá, y en unos instantes escuche el primer gemido de mamá, pero yo no podía apartar mis ojos del pené erguido, desafiante. Mi madre tomó los cabellos de papá y casi con violencia comenzó a refregarse contra el rostro, después, tenso los brazos y enderezó la espalda y acabó.-

En ese momento, me esta acariciando el clítoris sin perder detalle.-

Mamá, sosteniéndose con los brazos fue retrocediendo refregando su vagina el pecho de mi padre, y para mi asombro, dejando una brillante estela de lubricación. Se detuvo abrazando el miembro con los sus muslos y contra su vulva, apoyo todo su peso sobro mi papá y luego lentamente comenzó a mover las caderas de arriba hacia abajo, haciendo que su vagina recorría a todo lo largo él pené, subía lentamente hasta llegar a la cima, parecía como si lo acomodará con cuidadoso y pequeños giros de las caderas y baja para volver a comenzar.-

A juzgar por sus expresiones, el juego alucinante los volvía loco, ambos se miraban con suma intensidad, hasta que mi padre no aguantó más, tomo las piernas de mi madre abriéndolas y después acomodo su impresionante miembro, y por el gemido de mamá la penetro de una estocada.-

¡Mi excitación se disparó y también me penetre mientras me debatía entre atacar a Freddy y continuar descubriendo!.

Las rodillas de mi mamá se adelantaron hasta quedar sentada con la espalda bien recta, apoyo sus manos en el pecho de papá y se acomodo, se agarro las tetas levantándolas y con la punta de su lengua humedecerse un pezón y luego el otro.-

Mi dedo hacia círculos en mi interior y con el anular presionaba mi ano.-

Por poco me pierdo el segundo orgasmo de mamá, pero lo más interesante fue que cuando mi padre dio muestras de acabar, ella malvadamente se levanta, y rápidamente toma el miembro masturbándolo con mano y boca. En tres oportunidades se detuvo apretando la base del pené estudiando a papá y en cada oportunidad mi padre se retorcía tomándose de la cabecera de la cama. La tercera vez, mi padre la tomó de los pelos y la aparto, se levanto camino hacia los pies de la cama mientras ellas se acostaba boca abajo mirándolo y principalmente sonriendo. Me asuste, porque pude percibir el enojo de papá, pero mamá no estaba asustada ni se molestó cuando bruscamente la tomo de las caderas hasta dejarla en la posición del perrito, simplemente, ella sacudió su melena y hundió la cintura y separó las piernas mostrándose más, mirándolo con esa sonrisa provocativa. Solo modificó su expresión cuando el pedazo penetro con furia, ella abrió la boca y hundió su rostro en la cama mientras sus nudillos se pusieron blancos de aferrarse a la sabana.-

Hay me di cuenta que el poder había cambiado de dueño, de mamá a papá.-

Ahora era mi padre quien torturaba, sus caderas se tensaban penetrando todo lo posible para luego retirase casi sacando el pené y en cada oportunidad mamá sacudía la cabeza rápidamente en muda protesta.-

Súbitamente, papá rompió el contacto intimo, observé su miembro suspendido y brillando de lubricación esperando ante la invitadora vagina que intentaba acercarse.-

Con lentitud, mi padre tomo su miembro y se acerco mientras mi madre se abría las nalgas. Por el gesto de mamá y el esfuerzo de papá me di cuenta que se la estaba metiendo en el ano.-

La revelación provoco que todo mi cuerpo comenzó a temblar mientras mis dedos entraban profundamente en mi vagina y ano, me tuve que morder el labio para no gritar.-

No pude calcular que tiempo paso, pero nuevamente papá salió y ella giró hacia tomando el hinchado miembro comenzó a masturbarlo. El primer chorro de esperma la sorprendió y me sorprendió la abundancia, pego de lleno en el rostro de mamá que se apresuró a introducirlo en su boca mientras continuaba con el ordeñe. El rostro de mi padre estaba desfigurado y de la comisura de los labios de mamá brotaba esperma que se recorría su mentón y pecho.-

Tambaleándome volvía a mi dormitorio. Freddy me esperaba acostado, camine hacia él, lo tomé y girándolo le abrí las patas, mire el miembro fijamente y, sin vacilación me lo metí en la boca. Buscaba endurecerlo, necesitaba enloquecerlo como había visto.-

Cuando lo sentí crecer, mis labios se adaptaron y mi lengua lo rodeo hasta percibir el peso, la textura y el calor.-

Lo deje para poder mirarlo, la punta, el cuerpo hinchado lleno de venas, la bola. Todo lo que había sentido en mis entrañas estaba ante mí, lo tome, sacudí y lo volvía a rodearlo con mis labios y comencé a subir y bajar.-

No podía evitar que mi saliva se escurriera de mi boca y francamente no me importaba, quería más y aumente la velocidad. Freddy me tocaba la cabeza con sus patas y en un momento presiono para que lo dejara pero no lo solté hasta que se hincho y estallo. El primer chorro de esperma penetro en mi garganta casi sin darme cuenta, el segundo choco contra mi paladar y los siguientes también. El esperma se mezclo con mi saliva y pude saborearlo y trague sin sentir asco, todo lo contrario.-

Lo trague con sumo placer ya que, lo había logrado.-

CONTINUARA.-