Descubriéndome Gay
¿Nacemos o nos formamos (¿o deformamos?) en el camino producto de una serie de vivencias? No existe consenso al respecto, los especialistas que han escrito sobre ello no son gays, así que, imposible que lo sepan solo con base en un marco teórico esta es mi reflexión al respecto.
Tendría algo así como 12 años cuando por primera vez descubrí que no eran las niñas, sino que los hombres los que me atraían. No fue en la clase de educación física, sino que en la calle, caminaba con mi madre cuando lo vi, era el hombre mas exquisito que hubiese visto, como niño, en un segundo quede perdidamente encantado con él. ¿Quién era él? Un simple transeúnte, simplemente un macho que en ese momento me llamo profundamente la atención. Descubrí ese día que había incluso un prototipo de hombre que me gustaba. Vestido de terno, corbata, y zapatos grandes, negros y brillantes. Hasta hoy ese sigue siendo el tipo de hombre al que miro en la calle, pero claro, para la cama me da lo mismo si usa o no corbata. No es mucho lo que me gusta ver a un hombre vestido.
Pero fue a los 15 años que tuve mi primera experiencia homosexual, en el ínter tanto simplemente me dedicaba a mirar hombres según mi opinión, machos ricos. Un día mi madre me había mandado al centro de la ciudad a hacer unos tramites, los hice y como buen joven que busca su identidad a esa edad, pase por unas disqueras en donde podía encontrar la música que en aquella época escuchaba, no se rían, en esos días escuchaba música punk, trash, música de artistas chilenos y por supuesto algo de pop, la diversidad fue siempre lo mío. Estaba en una vitrina, vestido con mi uniforme, que en esos años se usaba en Chile, y un tipo se me quedo viendo en el reflejo de la vitrina.
Era un tipo de terno y corbata, eso hizo que inmediatamente lo quedase mirando y bueno con esa cercanía simplemente me quede helado viendo que pasaba, mentiría si dijese que intente algo, fue él quien en un momento simplemente se acerco a mi lado, se adelanto a mi y puso tímida y casualmente su mano sobre mi entrepierna, ante la intrusión mi pene simplemente despertó con furia bajo mi pantalón, para mi sorpresa, el perfecto desconocido acaricio mis partes intimas sobre el pantalón y la caricia me gusto mucho. Lo mire y simplemente me dijo "sígueme", después de un segundo de evaluación, mas que mal, podía ser un depravado que quisiese violarme o un secuestrador de jóvenes incautos, como fuese, mi tercer punto de vista fue el vencedor, que perdía con negarme, en ese momento me tenia bajo su dominio, su caricia podía abrirme las puertas a unas sensaciones desconocidas para mi. Le seguí y me pregunto si le acompañaba a un lugar mas tranquilo en donde podríamos estar solos y hacer "cosas ricas", termine de convencerme que era lo que había esperado por varios años, le seguí hasta la plaza de armas de la ciudad y subimos hasta un piso 6º de un edificio ubicado frente a la plaza. Me dijo que lo esperara cerca de la escalera y así lo hice, dos minutos después regreso con una llave en la mano y me invito a pasar a un departamento ubicado un piso mas arriba, en la escalera me dio otro agarrón y puso mi mano en su culo, se sentía duro y grande y a esa altura mi pene estaba como una roca bajo mi pantalón.
Entramos al departamento y simplemente se abalanzo sobre mi, me beso y por primera vez pude sentir el beso de un hombre en mi labios, que maravilla, sentí que por fin mis sueños se veían cumplidos y me dispuse a pasarlo lo mejor posible. Mi compañero comenzó a desvestirme dejándome solo con los calcetines, me tiro sobre la cama y se lanzo sobre mi entrepierna, pese a que había tenido experiencias heterosexuales, ninguna me lo había chupado. Él fue el primero y vaya que lo hizo bien, quizás sea que fue el primero en hacerlo, pero aun de recordarlo me éxito como ese día, cuando ese tipo, enfundado en su terno y sin haberse siquiera desabrochado el nudo de la corbata, me mamo el pene por primera vez. Lo hizo lenta y pausadamente, se sorprendía de que para mis tiernos 15 tuviese un pene de tamaño superior a la media. Me vaticino que cuando adulto tendría mucho éxito con las mujeres y más aun con los hombres.
Después de un largo rato procedió a levantarse y comenzar a desvestirse, era peludo, de cuerpo definido y un culo que hoy creo que es uno de los mejores que he visto en mi vida, era mi sueño hecho realidad, luego continuo chupándome el pene y me pregunto si quería chupárselo yo a el, la verdad es que estaba tan rica su mamada que no quise perder tiempo haciendo una labor que desconocía por completo y preferí no comenzar ese día. Le dije que no y luego de un rato chupando, me pidió que lo penetrara. Con ese culo yo mismo lo hubiese exigido, había tenido charlas de sexo seguro y tenia claro que sin condón ni cagando.
Me enfundo uno y lo penetre con todas las ganas que tenia en ese momento, sin lubricante, sin haberlo dilatado, sin haberlo siquiera dedeado un rato, simplemente se lo "mande a guardar" hasta el fondo, el tipo simplemente mordió la almohada, me abrazo hacia atrás y me indico que me quedara quieto, pasaron un par de minutos hasta que soltó la almohada y me pregunto si era la primera vez que penetraba a un hombre, le conteste que si y que disculpara mi evidente desconocimiento de lo mínimo necesario para penetrar a alguien sin provocar mas dolor del necesario. Comenzó a moverse y yo con él, inicie así, mi primera enculada a un macho de verdad. De su nombre no me acuerdo, ni de su cara tampoco, recuerdo haberlo visto retorciéndose sobre la cama en cuatro patas, patitas al hombro y dándome su tarjeta para que lo llamase cuando quisiera, me agradeció el polvo que le había dado.
Ese día puedo decir que fue mi estreno en el sexo gay. Un recuerdo que conservo con cariño, que difuso por el paso de los años aun conservo. Nunca lo llame y, temiendo involucrarme, simplemente bote su tarjeta en la micro de regreso a mi casa.