Descubriendome con mi prima (2)

Después de nuestro primer encuentro, con mi prima decidimos explorar otros ámbitos de nuestra sexualidad.

Después de la noche en que hable con mi prima, sentí que muchas cosas entre ella y yo habían cambiado. Sin duda alguna el que dos personas que no se tuvieran mucha confianza antes, empezarán a comunicarse sin el mayor decoro, me lleno de muchas sensaciones. Al principio sentí mucha incertidumbre, como si aquella noche hubiese sido un sueño, como producto de la imaginación. Pasaron las semanas, y a decir verdad, no podía olvidar con facilidad lo ocurrido. Me llenaba de gran excitación el recordar lo ocurrido. Infortunadamente, mi prima no se volvió a conectar, por lo que mi anhelo de repetir alguna conversación similar, se vio disminuida. Mi ansiedad me llevaba a sensaciones opuestas. Quizás miedo por no saber que hacer si se conectará, pero a la vez una gran excitación al saber que podíamos repetir esa experiencia. Fue así como una noche en la que llegué muy agotado de la universidad, pude observar que ella estaba conectada. No habíamos cruzado palabra desde aquella vez, por lo que mis nervios estaban de punta. Como es usual por este medio, empezamos con esa charla vacía sobre como estábamos y sobre lo que estábamos haciendo. Ella me dijo que estaba terminando un trabajo con unos compañeros, por lo que supe que ese momento no era ni mucho menos el adecuado para hablar sobre lo que había pasado. Ya era bastante entrada la noche, cuando ella me dijo que sus compañeros se habían ido, por lo que sentí que la oportunidad se aproximaba. De manera casual le expresé lo extraño que había sido la charla que habíamos tenido ese día, pero que la había disfrutado bastante.

-Oye moni, dime, como te pareció lo que hablamos ese día, te gustó?

-Pues, si te soy sincera, si, me gustó mucho

-Has pensado en este tiempo sobre lo que hablamos ese día?

-Si, y tu?

-También, y que sientes cuando recuerdas lo que hablamos?

-Ehhhhh, pues, me excita un poco.

-Y, te has tocado pensando en eso?

-Si, la noche en que hablamos, no pude evitar excitarme al saber que te estabas masturbando, cuando me fui a acostar me toque.

-Y fue rico?

-Muy rico!!!

Al ver lo que decía mi prima, nuevamente se adueño de mi una excitación bestial, apoderándose de mi cuerpo, llevándome a la irracionalidad, por lo que sin pensar mucho en lo que estaba haciendo, decidí ser lo más osado que podía para la situación que me apremiaba en ese instante

-Moni, estas excitada?

-Siiiiiiiiiiiiiiii

-Estas mojadita?

-Siiiiiiiiiiiiiiii

-Tienes los pezones duros?

-Siiiiiiiiiiiiiiiiii, por fa Carlos, estoy muy caliente, hazme sentir rico, primoooooo

Ya la situación estaba fuera de sí. Mi prima estaba excitada, me lo estaba diciendo, y probablemente se estaba tocando. A la vez que leía sus mensajes, no pude evitar empezar a pegarme una paja en honor a la situación. Mi verga crecía en tamaño por la gran excitación que tenía.

-Primo, estas excitado?

-Siiiiiiiiiiiiiiiiiii

-La tienes dura?

-Siiiiiiiii, moni, y como quieres que te haga sentir rico?

-Cuéntame sobre algo de lo que hablamos la vez pasado.

Acto seguido, procedí a contarle alguna experiencia de las que tenía en el tintero. Para darle más morbo al asunto le pregunte sobre como estaba vestida, a la que me contestó que tenía un jean y una blusa ajustada, y que su ropa interior era de color blanco.

-Moni te estas tocando?

-Siiiiiiiiiiiiiiiiiiii

-Que rico!!!!!!

-Y tu?

-También!!!!!!!!

Ya completamente descontrolado, saqué mi verga del pantalón y me empecé a hacer una monumental paja con mi prima como artífice. No duré mucho en venirme, y se que ella tampoco.

-Ayyyyyyy moni, me vengo!!!!!

-Yo también, ahhhhhhhh

Mi prima se había corrido casi a la vez que yo lo había hecho (por obvias razones mi corrida es de la única que puedo dar fe). Ya era muy tarde en la noche, por lo que ambos después de nuestro encuentro de esa noche, nos despedimos y nos fuimos a dormir. Sin duda la relación con mi prima es cada vez más cercana, y hemos acordado que cada vez que podamos aprovecharemos para satisfacer estas necesidades, aunque nuestros encuentros se remiten a recordar nuestras experiencias y gozar compartiéndolas. Pronto eso iba cambiar, pero eso es otra historia.