Descubriendo nuestra sexualidad (3)

Sexo entre hermanos.

Descubriendo nuestra sexualidad

III parte

La experiencia con mi hermana había sido fabulosa y no hallaba la hora que llegase el viernes, para que mi madre nos dejara nuevamente solos en casa. Ya cuando la vi comenzar a arreglarse, mi verga estaba a 100 esperando el divino momento que se acercaba.

Al fin mi madre entra a mi cuarto a despedirse y quedándome atrás de la puerta escucho cuando se va con la vecina a sus clases. Espere impaciente unos minutos, esperando para irme a cuarto de mi hermana. Afortunadamente espere, ya que mi madre, a los pocos minutos, se devuelve a buscar algo que se le había quedado. Pero ya sabia que no se devolvería otra vez, a si que Salí de mi cuarto y me fui donde mi hermana. Me encontré en el pasillo con ella, que venía a mi cuarto.

ya se fue mi mamá

si .. tenemos mucho rato

quieres hacerlo

si , tengo muchas ganas

yo también .. vamos a mi cuarto

Espera .. quiero proponerte otra cosa

¿Qué cosa’

Que lo hagamos en mi cama

¿ En tu cama?... ¿con luz?

Si

No se.. me da vergüenza que me veas

Vamos ven

No se … me da vergüenza

Si es lo mismo, pero con luz

Bueno

Entramos a mi cuarto, dejando la puerta abierta por cualquier cosa. Me acosté en la cama y mi hermana se daba vueltas, aun con ganas, sentía miedo de hacerlo con luz. La invite a acostarse a mi lado. Ambos acostados de espaldas comenzamos a tocarnos nuestras partes íntimas.

tenia muchas ganas

si .. se te nota

¿tu no?

Si .. también tenia ganas

Bájate los pantalones

Bueno , pero tu también

Claro

Nos desnudamos de la cintura para abajo y nos volvimos a acostar. Mi hermana con mi verga en su mano no dejaba de mirarla.

es la primera vez que veo uno

¿y te gusta?

Se siente raro

Me gusta mucho como me lo tocas

¿no te duele?

No.. al contrario

Se te calienta mucho

Tu me lo colocas así

¿Te gusta como te toco?

Mucho … ¿ y a ti?

A veces lo haces muy fuerte y no me gusta, pero a veces si

Tu tienes que decirme como te gusta

Así … como lo haces ahora, suavecito

Oye

Que

Te puedo ver ahí

Pero si me estas viendo

No, pero mas de cerca…. No te veo entera

Me da vergüenza

Déjame verte .. tu ya me viste

No se ..

Déjame ..

Baje y me puse entre las piernas de ella. AL principio no quería abrir las pero poco a poco logre que las abriera. No perdía detalle de cada forma, cada pliegue, era completamente distinta a como yo la imaginaba. Rosada, extraña, con suaves vellos solo en la parte superior. Ahí, mirándola comencé a tocarla y a preguntarle si le gustaba o como hacerlo. Ella sentía un poco de vergüenza al estar tan expuesta ante los ojos de su hermano, pero cunado comenzó a sentir mis dedos acariciándola como ella me pedía fue relajándose cada vez mas. Me coloque de boca entre sus piernas admirando su sexo más de cerca. Sentía el olor en mis narices y hasta podía ver la secreción de sus jugos al contacto con mis dedos. Le metí un dedo y cunado entro solo un poco, me dijo que la lastimaba y que se lo sacara. Sabía muy bien lo que era la virginidad de una mujer, y obviamente mi hermana estaba virgen. Me imaginaba que dentro de su sexo, habría alguna delgada tela de carne que seguramente fue lo que toque y lo que a ella le dolió. Solo me dejo estar ahí un minuto y luego un cerro las piernas y me volvió a colocar a su lado. Fue el turno de ella, se arrodillo a mi lado y mientras me la tocaba me analizo completamente con su mirada.

Yo sabía por chistes o por videos lo mucho que disfrutaban los hombres cuando una mujer se lo chupaba. Aun estando así, sentía vergüenza de pedírselo a mi hermana. Ella al igual que yo, sentía mucha curiosidad por lo que tenía en sus manos y recostándose a mi lado, con la cara a pocos centímetros de mi sexo, lo admiraba en todo su esplendor viendo como su mano lo acariciaba.

es raro … te gusta como lo hago

si … pero me gustaría que me hicieras otra cosa

¿Qué cosa?

Que me des un beso ahí

Quieres que te la chupe

Si .. me encantaría

Es verdad que a Uds. les encanta eso

Si .. bueno no se … nunca me han hecho eso ….

De verdad quieres que lo haga

Si .. házmelo por favor

Bueno .. yo también quiero saber que se siente.. pero no vayas acabar

No te preocupes ..

Mi hermana también sentía curiosidad y corriéndose el pelo hacia un lado se acerco más a mi y me la comenzó a chupar. Lejos se sentía mucho más rico que su mano, y me quede de espaldas sintiendo el placer que mi hermana me daba. Con todas mis fuerzas me trataba de aguantar para no acabar, pero el placer era demasiado y casi al final le avise que ya no aguantaba mas. Mi hermana rápidamente la saco de su boca, al mismo tiempo que sin soltármela y apretándomela fuerte veía a escasos centímetros como mi leche salía a borbotones. No dejo de tocarme. Cuando vio que no salía más, se levanto e instintivamente se llevo la mano a la boca para probarlo. No les gusto el sabor y se limpio con una toalla que estaba botada en el piso.

Yo ya estaba descargado, pero le tocaba a mi hermana. A si que le comencé a tocar su sexo suavemente, mientras ella cerraba los ojos y se dejaba tocar.

¿sabes que quiero hacer?

No quiero tener sexo contigo

No .. quiero besarte los pechos … ¿puedo?

Si

Ella misma se levanto su remera y dejo al descubierto sus pechos. Los mire detenidamente y se los comencé a tocar suavemente como ella me decía que lo hiciera. Acerqué mi cara a uno de ellos y se lo comencé a chupar, mientras no dejaba de tocarle entré sus piernas. Ella suavemente me decía que le gustaba sentir que yo la tocara y después de estar mucho rato me dijo que parara que ya había acabado.

Yo ni siquiera me había dado cuenta y mi brazo estaba un poco casado. Nos quedamos así, recostados uno al lado del otro describiendo lo que sentíamos cuando el otro nos tocaba. Me comentó que su amiga estando sola en su casa con otro muchacho del colegio, le había chupado la verga y que le había encantado. Que por eso lo había echo, que sentía mucha curiosidad, pero que no le había gustado el sabor de mi leche. También me comentó que lo que mas le gustaba era cunado yo le tocaba los pechos, que la encendía más que cuando le tocaba entre sus piernas. Lo otro que le gustaba, era sentir cunado yo acababa en sus mano, sentir como salía mi leche caliente, me decía que se sentía mujer al poder hacer acabar a un hombre.

Hicimos un solemne juramente de que esto no podía saberlo nadie, ni siquiera nuestros mejores amigos.

Alexander_5149@hotmail.com