Descubriendo los jardines de Edimburgo

Viaje a Escocia con mi familia, pasé una semana maravillosa, y solo pensaba que me iban a gustar los paisajes, la arquitectura y su whiskey, pero descubrí que los escoceses esconden cosas maravillosas bajo las faldas escocesas

Perdonad que haya estado inactivo y no haber publicado nada desde hace casi un mes, pero he estado enfermo y he tenido algún que otro problema, pero he vuelto con este relato.

Las conversaciones que tuve y que os iré contando con los chicos y la gente en general, obviamente las tuve en inglés, pero para que os sea más cómodo las traduciré directamente al castellano.

Fuimos a Edimburgo en septiembre del año pasado, pasamos una semana genial. Siendo sincero, a la segunda mañana de estar allí, desayunamos en un pub y el camarero que llevaba una falda escocesa, ya me hizo preguntarme si llevaría algo debajo o si la llevaría al aire, porque estaba loco por probar a algun escoces y más si era pelirrojo.

Después de pasar unos días visitando la ciudad, viendo las tierras altas, montar en barco por el Lago Ness y visitar castillos, en los que debo confesar que no paré de fijarme en todos los tíos que pasaban por mi alrededor, ya nos quedaban 2 días para de volver, así que decidí que necesitaba encontrar a algún escoces para probar sabores nuevos.

Tras pasear y hacer algunas compras durante todo el día por la Royal Mail en el centro de la ciudad, decidimos dormir un rato en el hotel después de cenar para descansar un poco y luego ir a algún pub a escuchar gaitas escocesas y tomar whiskey. Yo sabía que esa era la única noche que iba a tener libre así que les dije que prefería quedarme en el hotel para descansar. Aproveché cuando todos se fueron a dormir un rato para coger el ordenador y sentarme en el comedor.

Estuve mirando sitios de ambiente y locales en la ciudad, busque algún bar discreto, encontré varios en la “New Town”. Esperé a que todos se marcharán y cuando ya era más de noche decidí ponerme unos suspensorios negros, un pantalón vaquero largo muy apretado, una camiseta y una bomber y fuí al bar más cercano que había.

El bar tenía luces muy tenues, había pista de baile, una barra y una puerta al final del local, que seguramente sería un cuarto oscuro, pero yo decidí ponerme a la barra a ver qué tíos había en el local, me pedí un gin tonic y empecé a mirar a todos, había tíos de toda clase: afeminados, machotes, neutros, drags… era una fantasía total.

Se acercaron dos chicos, uno de ellos era Michael; rubio, delgado, alto, con barba e iba vestido bastante cani, pero tenía su punto caliente, de unos 25 años y el otro era Edwin; moreno, altura media, bastante mono, con pendiente y chupa de cuero, de unos 25 también, estuvimos hablando la mayor parte de la noche y nos invitábamos mutuamente a copas mientras como si fuéramos un grupo de amigos de toda la vida hablábamos.

  • Yo: ¿Sois pareja o amigos?-

  • Michael: Depende del día, jaja.-

  • Edwin: Somos más bien buenos amigos.- (mientras le acariciaba el muslo)

  • Michael: ¿Y tú eres de aquí? tu acento suena más inglés que escoces.-

  • Yo: Estoy aquí de vacaciones, jaja, soy de España, y estaba buscando alguna aventura antes de volver a casa.-

  • Edwin: Nosotros solemos venir al bar a conocer gente nueva, y sino pues nos vamos a casa solos, jaja.

Mientras tomábamos copas y nos poniamos a bailar en la pista, Michael y Edwin se besaban entre ellos y yo con ya más que un punto de bebida, me uní al morreo y mientras meneábamos los culos en la pista los tres nos besábamos entre nosotros. El ambiente era perfecto y morboso para hacernos un trío en medio de la pista. Ellos se animaron a entrar en el cuarto oscuro, pero yo me quedé en la barra.

Después de que el camarero me invitara a una copa y charláramos ligeramente, al final de la barra con un par de tíos estaba el mejor tio de todo el local, Andrew; alto, musculado, pelirrojo, con barba, vestido con vaqueros y de cuero, de no más de 30 años, cuando miraba se veía que buscaba echar un polvo. Yo lo ví y me puse muy caliente, le miraba mientras jugaba con el vaso.

Él, que estaba hablando con sus amigos, se dio cuenta que le estaba mirando y yo como no apartaba la mirada de él, me miró también sonriendo. Empezamos a intercambiar miradas, mientras de vez en cuando yo pegaba un trago a la copa de manera exagerada para que él pudiera ver como chupaba la copa. Me imaginaba cómo sería tocar a ese pedazo de hombre sin ropa: ¿Estará mazado?, ¿Tendrá pelo por todo el cuerpo?, ¿Donde le gustará correrse?...

Después de intercambiar miradas, sonrisas, etc. durante un buen rato, se me acercó para hablar. Verle caminar y hablar con tanta seguridad y con esa valentía me daba a entender que era un tío bien puesto y que conseguía lo que quería. Se acercó a mí y se sentó enfrente mío girándome el taburete para estar cara a cara.

  • Andrew: Me estas mirando todo el rato, ¿que pasa?, ¿me estás analizando o es que te gusto?-

  • Yo: Bueno, estoy haciendo ambas cosas jaja, después de ver a todo el bar, sin duda tu eres de los mejores.

  • Andrew: Bueno eso tampoco es tan difícil, tu tampoco estas tan mal. Me gustan así, de tu estilo, universitarios buscando experimentados.

  • Yo: Pues sí, me encantan así un poco mayores que yo, y más si es un escoces que se le van a salir los brazos y lo que no son los brazos de la ropa.

  • Andrew: (se acercó a mí, rozándome el muslo) ¿Y bueno, tu que vienes buscando por aquí?, porque a este bar se viene o al cuarto oscuro, o para llevarse chicos a casa.

  • Yo: Yo soy más de ver a quien se la estoy comiendo, pero no me importaría salir del bar con un tío amarrado a mi culo, ¿no crees?-

Me anime a rozarle la entrepierna mientras nos mirábamos y yo no apartaba la mirada del paquete que iba marcando Andrew, yo estaba pensando en llevármelo al hotel, pero no podía por sí mi familia ya estaba en la habitación o por si llegaban mientras estábamos follando, pensé en comérsela en algún rincón del pub, pero había demasiada gente como para ponernos a follar allí.

  • Yo: ¿Oye que tal si nos vamos de aquí, a un lugar más… íntimo?-

  • Andres: Vamos, vamos-

Pague al camarero y cogimos los abrigos y salimos del pub, no había nadie por las calles salvo alguna persona, empezamos a caminar para cruzar Princes Street y llegar a la “Old Town”, le pregunté si él tenía sitio en su casa ya que en mi habitación de hotel no podíamos ir, el me dijo que no ya que compartía piso con dos amigos. Y mientras caminábamos por las oscuras calles de Edimburgo sobandonos el culo o agarrándonos de la cintura a Andrew se le ocurrió una idea.

  • Andrew: ¿Qué tal si vamos a un sitio donde yo se que podemos hacerlo?-

  • Yo: ¿Está muy lejos de aquí?-

  • Andrew: Nos pilla de camino a la Old Town.

Yo sin saber donde íbamos seguí caminando hasta que llegamos a Princess Street Parc, unos jardines que separan la “Old Town” de la “New Town”, seguí caminando cuando Andrew se paró.

  • Andrew: ¿A dónde vas?-

  • Yo: Nose, ¿donde esta el sitio que dices?-

  • Andrew: Es aquí.-

Estábamos delante de los baños de Princess Street Park, que estaban situados al borde de la acera y donde podía acceder cualquier persona.

  • Yo: ¿Estás loco?, ¿Cómo vamos a hacerlo aquí?, donde todo el mundo pasa.-

Él para animarme me cogió del brazo y me empujo contra él, pude notar como estaba con las ganas de entrar al baño y follar como dos pervertidos en su entrepierna, la tenía bastante dura y al notarsela ami tambien se me empezó a levantar.

Entramos en uno de los baños, pusimos el pestillo y nos quitamos las chaquetas, me empujo contra la pared del baño y me levanto las manos poniéndolas también contra la pared mientras me morreba por el cuello y me daba lametazos mientras con una mano se agarraba la polla y se la apretaba. Me quitó la camiseta y mientras me besaba los pezones yo le agarraba del pelo del gustazo que me daba al hacer eso.

  • Yo: ¿Lo has hecho con muchos aquí?-

  • Andrew: Cuando no tengo sitio a alguno me he traído aquí, en el mismo baño.-

  • Andrew: ¿Qué pasa? ¿Te molesta que me lo haga con otros en el mismo baño?-

  • Yo: ¿A mí?-

Le agarre del pecho por la camiseta y se la quite, tenia todo el abdomen y los brazos tatuados y musculados, venosos y marcando tableta, con pelo pelirrojo por todo el pecho y por la “V” al final del abdomen así que yo caliente como una perra me lanze a chuparle los pezones mientras no soltaba mis manos de su tableta y de su pecho mientras sus pelirrojos pelos se entrelazaban por mis dedos. Podía sentir como mi polla se me salía del suspensorio y quedaba suelta por el pantalón. Así que después de dejar babeado todo el abdomen me arrodille y le baje el pantalón, su polla estaba tiesa dentro de los boxers blancos en los que incluso podría ver el glande y las venas marcadas a través de ellos, la agarre y la chupe sin sacarla aún del boxer.

Se la saque, bien empalmada y con algo de precum en la punta, venosa, gruesa y llena de pelos pelirrojos la agarré las manos, la lamí de glande a huevos y me la metí en la boca, con la polla en la boca y haciendo movimientos con lengua le agarre las manos y se las puse en mi cabeza para que me controlada la mamada.

  • Andrew: ¿Te habías comido alguna vez una polla de estas?, producto cien por cien nacional, jaja.

Yo intentaba decir que no con la cabeza pero sus manos no paraban de movermela con rapidez haciendo que su polla me entrar y saliera de la boca a toda ostia, dioss.. qué pollon tenía.

Me tiro encima del váter y se puso encima de mí de manera que apoyándose en la pared me la metió en la boca y empezó a follármela, yo no podía aguantar tanta presión e intentaba gemir pero era imposible hacer ruido con la polla en la boca, me estaba poniendo rojo y mi saliba me caía por el cuello mientras él, lleno de rabia, me azotaba la cara para que abriera más la boca.

Se bajó de encima y se la sacó de mi boca.

  • Andrew: Venga, bájate los pantalones y ponte a cuatro en el váter.

  • Yo: Voy, voy.

Me bajé los pantalones dejando al aire mi culo con los suspensorios. Me agarró de una de las cintas de los suspensorios y me metió la lengua en el ojete, pegué un gemido que se podría haber oído desde a metros de distancia. Podía sentir como me comía el culo con rabia y con demasiada fuerza. Una vez ya me lo abrió y me lo lubrico, agarró un condón de su chaqueta y lo abrió con la boca, escupió el envoltorio con la boca y se lo puso en la polla, se escupió en la mano y se lo acomodo. Se la agitó un par de veces y me la azotó contra las nalgas, se apoyó en mi, dejando su polla entre mis nalgas y se acercó a mi oreja.

  • Andrew: ¿Que? ¿Estás listo para probar una follada escocesa?-

  • Yo: Mientras sea de un pollón como tu, todas las veces que quieras, venga dale…-

Se incorporó, me escupió en el ojete y empezó a hundir la polla, pude sentirla entrar mientras soltaba gemidos largos no muy altos, el al metermela soltó un gemido fuerte de alivio, como si hubiera estado mucho tiempo sin haberla metido en caliente. Me agarró de la camiseta y empezó a menearla a buen ritmo mientras yo apoyado en el váter podía sentirla, era demasiado gruesa, de las que me gustan.

Empezamos a follar con un ritmo rápido y fuerte, yo estaba gimiendo demasiado alto así que él me dijo que no gritará y al ver que yo no podía controlar mis gemidos me metió la mano en la boca, y mientras ahogaba mis gritos en su mano y sentía su polla entrar y salir de mi culo, empecé a lamer sus dedos y a darle mordiscos suaves. Cuando escuchaba algún coche pasar o alguien caminar me animaba a que se oyeran mis gritos, me quitaba la mano y me preguntaba.

  • Andrew: ¿Te gusta?-

  • Yo: (intentando no hacer ruido) Si…, mm.

  • Andrew: ¡No te oigo!-

  • Yo: Sí, me encanta.

  • Andrew: Dilo más alto joder, que se enteren todos.

  • Yo: ¡Sí!, ¡Joder Sííí!, ¡Me encanta cabrón, no pares!

Quería que alguien nos pillara porque me dejaba gritar y gemir cuando oía a alguien o algo cercarse, así que yo al ver que quería que nos pillara le aparte de mí y le dije que se sentara. Se sentó con la polla tiesa y bien dura y yo me apoyé en la pared dando de espaldas y empecé a cabalgar encima de su rabo. Podía notar como le gustaba en cada gemido que soltaba y cuando me agarraba de la cintura y me daba más fuerte para reventarme por dentro.

Estuvimos mucho tiempo follando en el baño hasta que el me agarro y me puso contra la pica del baño y dándome rabo a cuatro me agarro la cabeza y me la puso mirándome al espejo y ahí estábamos yo gimiendo y empañando el cristal y el agarrandome de la cabeza y de la cintura descargando toda su rabia sexual en mi culo, podía ver su cara de rabia mientra me daba lametazos en el cuello o me azotaba las nalgas.

  • Andrew: Pasame tu móvil.

  • Y: ¿Para que?- entre gemidos

  • Andrew: Tú dámelo y sigue abriendo el culo.- mientras me daba un azote

Le pasé mi móvil, él se sacó la polla y tiró el condón al suelo, abrió el móvil y empezó a grabar con una mano como se pajeaba y se corría con la otra mano, se la casco bien duro durante unos segundos, se puso rojo de la fuerza que hacía mientras gemía, soltó chorros de corrida encima de mi culo y de mi espalda, no dejo de pajearse hasta que soltó la última gota, apuntó la cámara al espejo donde se nos veía, cogió su corrida con la yema de los otros dedos y me la metió en la boca mientras yo me la comía. Dejó el móvil encima del váter, cogió su ropa, me dio un morreo y se despidió de mí.

  • Andrew: Ha sido increible guapo, ahí tienes el video y mis boxers de recuerdo.-

  • Yo: (entre gemidos y sonidos de estar exhausto) Muchas… Gracias tío.

Con su ropa en la mano, menos los boxers que me había dado, salió del baño poniéndose los pantalones.

Cerré la puerta, agarré el móvil y sus boxers y me los enrolles en la polla, me pusé el video en bucle hasta que conseguí correrme sentado en el váter, mi corrida cayó en el suelo, al lado del condón y otra parte cayó en los boxers blancos de Andrew.

Salí de ese baño con el culo babeando de lo fuerte que me había follado, con un video comiendome la corrida de Andrew en el móvil y con unos boxers blancos llenos de corrida que guardo en uno de los cajones de mi mesita de noche y volví al hotel dejando en el baño mi corrida y el condón en el suelo.