Descubriendo las diferencias

Antes de mi encuentro con Lázaro, pensé que el sexo con hombres era coger, mamar y ser penetrado, jmaás me imaginé que algo tan bello como el amor pudiese florecer entre dos hombres..... esta experiencia, modificó totalmente mis esquemas.... formó parte de mi vida, siete años..... y aún le extraño....

DESCUBRIENDO LAS DIFERENCIAS

Fue hace ya muy buen tiempo, yo tenía 19 años y acostumbraba escaparme a los cines donde había "movimiento", es decir, donde había descubierto que hombres buscaban hombres y propinaban unas mamadas que te hacían ver el cielo. Yo buscaba esos sitios porque algo en mi naturaleza me impelía a buscar más y más experiencias que calmaran esa necesidad de sexo.... Mi experiencia anterior había sido con vecinitos que de alguna manera u otra me iniciaron en esta preferencia.

Así, un 18 de julio en el Cine Real de Monterrey, conocí a Lázaro, sin imaginarme la trascendencia que tendría su presencia en mi vida. La situación se dio de la manera más "normal" en sitios como aquel: Yo orinaba en la pileta común, salieron dos personas que me precedían y entonces Lázaro salió de uno de los gabinetes y llegó al lavamanos, refregó sus manos sin retirar su vista de mi verga, yo me di cuenta de la acción y empecé a jugar con mis atributos; él abría y cerraba el grifo, volvía a refregar sus manos y su vista a través de espejuelos seguía mis movimientos.... cuando entró otra persona, decidí salir, muy caliente, por cierto.

Fui a sentarme en una butaca situada a la derecha de la sala, pensé que todo había quedado en intento y fingí interesarme en la trama de la película. Por cierto el programa era doble: "La vida sigue igual" con Julio Iglesias y "Sandro", con Sandro de América. Ahora serían "churros" pero en esa época eran cintas de estreno y llamaban mucho público.

De pronto y pidiendo permiso para pasar llegó Lázaro a sentarse a mi izquierda. Se enfocó hacia la pantalla y su mano derecha, lenta, muy lentamente, llegó a su objetivo: mi verga durísima. Muy tiernamente la acarició, sin retirar su mano me dijo al oído que le gustaría platicar conmigo, pero en otro sitio. Yo era muy aventado y acepté. Él me sugirió salir primero y luego seguirlo hasta la esquina.

Nos encontramos en la calle, serían las 8 de la noche, caminamos unas cuadras, inmediatamente se identificó, me dijo que tenía 34 años, que era soltero, que recién había llegado de Chicago y que estaba en casa de una hermana en una colonia de alto nivel en mi ciudad. Me dijo que no tuviera miedo, que era buena persona, pero que venía a Monterrey dispuesto a encontrar el amor de su vida. Yo, sinceramente, pensé "Este tipo está loco".

Me invitó a unas cervezas y llegamos al Kloster, un salón cerveza hoy por hoy paraíso de los gays de esta ciudad. Conservo una foto de esa noche. Me sugirió tomar sólo tres cervezas para charlar y luego me preguntó si podía faltar esa noche a mi casa para pasarla juntos en un hotel. Yo era libre totalmente, estaba en una pensión, venía a estudiar en veranos, así que no opuse resistencia.

Compró seis cervezas más para llevar y nos encaminamos al hotel, yo iba nervioso, porque en realidad, sería mi primera noche en un lugar así, pero la calentura pudo más que todo. Una vez instalados me pidió que le acompañara al baño, me desnudó pacientemente y luego lo hizo él, preparó el baño en la tina, dispuso burbujas, nos metimos y entonces fue cuando me dio el primer beso, un beso nada lujurioso, sino tierno, amoroso, paternal.

Me dijo expresiones como "Eres un encanto de niño", "Tú y yo vamos a ser muy felices". El televisor había quedado encendido en la habitación y se escuchaba una melodía de Agustín Lara, "Azul", me preguntó si me gustaba, yo asentí y me preguntó qué otras canciones de ese compositor me gustaban, las enumeré y me prometió regalarme varios discos.... seguimos disfrutando del tibio y perfumado baño sin mencionar sexo para nada, hablamos de música, de teatro, de "revista", es decir, teatro carpero mexicano, me preguntó si me gustaba el ballet clásico, a todo respondí afirmativamente y entonces me dijo que era el hombre que esperaba, un joven culto, estudioso y dispuesto a darle felicidad.

Terminamos el baño, salimos, me secó cuidadosamente, me bañó de colonia cortesía del hotel, hizo lo propio con su cuerpo y cuando yo intenté envolverme en la toalla me dijo: "No, papá, si eres hermoso y te quiero disfrutar".... abrió dos cervezas, nos sentamos en dos mullidos sillones contiguos, él también permanecía desnudo y pude ver que si bien sus testículos eran de considerable tamaño, su verguita no lo era tanto.

Tomando y platicando me tomó la verga con su mano, empezó a acariciarla y como es natural reaccioné.... cuando retrajo totalmente mi prepucio lanzó un silbido y dijo: "Esto es maravilloso, papacito, mi niño, qué rico estás". Yo me sentía en el séptimo cielo.

Terminamos las cervezas, él también se erectó y vi entonces que sus dimensiones eran, si mucho, 14 cm. y muy delgadita, sobre unos testículos que parecían aguacates. Me recostó en la cama, me besó totalmente, desde el cabello hasta los dedos de los pies y los talones, dejó mi tranca para el final y entonces, empezó a lamerla lenta y tranquilamente, logró que mi erección llegara al máximo, por primera vez alguien me acarició el culo con un dedo, pero no hizo ni el menor intento por penetrarme.... me hizo correr en su boca, succionó hasta la última gota de mi néctar, me pidió que no me moviera, fue al baño, trajo una toalla húmeda y perfumada, me aseó parsimoniosamente y luego fue a lavarse la boca.

Regresó a mi lado, me colmó de besos y me dijo: "Mi muchachito", debo cuidarte mucho, mimarte, eres mi niño, yo haré que llegues a quererme".

Eso fue todo por la noche. Ya en la mañana, me despertó con besos en la frente, en la nariz y en los labios, no volvió a tocarme sexualmente. Nos duchamos, salimos y me llevó a desayunar a un sitio de muy buena factura. Fue espléndido, de allí nos fuimos a una tienda departamental, me compró ¡15 discos LP! (aquellos de pasta, de 33 revoluciones por minuto), luego dos camisas tipo polo y al salir, me preguntó si podía verme al día siguiente, a las cinco de la tarde. Acepté y en un taxi fue a dejarme al lugar que le indiqué. Yo no me atreví a darle mi domicilio, aunque él sí me dio su teléfono particular y su domicilio. Me dijo que le hablara con toda confianza.

A la tarde siguiente nos encontramos, fuimos a tomar café, charlamos, le dije que estaba sorprendido, que yo había ido al cine buscando sexo furtivo, callejero, que no conocía otra forma de hacerlo, que me identificaba como diferente al resto de los jóvenes de mi edad, pero que lo que estaba viviendo con él era totalmente diferente a lo vivido.

Me dijo que si estaba contento con su compañía, me dejara guiar, que nunca me haría daño, que de él dependería mi seguridad y mi bienestar mientras yo lo aceptara, que las cosas del amor no son forzadas de ninguna manera. Yo boquiabierto ante esa vida nueva y diferente, asentí siempre.

A las ocho de la noche me dijo que me tenía una sorpresa: Dos entradas para el Ballet Clásico de Riga y entonces disfruté por primera vez de un espectáculo de ese nivel: El Lago de los Cisnes, Carmen y La Traviata, todo en un solo paquete, ah, hermosos recuerdos del Teatro Florida de Monterrey....... noche deliciosa. Pero no había terminado el festín.

Saliendo fuimos a un bar exclusivo, tomamos unas copas y comentamos sobre el espectáculo, me dijo que si bien poseía yo algo de cultura, bastante aceptable, con él iba a cultivarme como no lo había imaginado. He olvidado decir que Lázaro es de ascendencia oriental, japonés, aunque nacido en México. Era como todos los orientales tierno, cariñoso, meticuloso, pulcro, detallista, muy propio en todas sus acciones.

Esa noche no hubo sexo. Nos citamos para el día siguiente.

Yo no sabía al día siguiente si aquello que estaba viviendo era realidad, era un sueño, o era algo que deseaba..... estaba aturdido..... pero lo que sí pude concebir fue que conforme se acercaba la tarde, el tiempo transcurría más lento y entonces fue cuando pensé que estaba experimentando el amor...... el amor a un hombre, algo que jamás pasó por mi mente.... no creí que existiera. Yo cogía con hombres, pero mi idea era casarme con una mujer, ser padre de familia, seguir siendo "muy macho", estaba seguro que tenía con qué, como si la verga y los huevos fueran los elementos indispensables para ser HOMBRE. Estaba muy equivocado.

Llegó la tarde y yo era presa de la emoción, me vestí con una de las camisas que me obsequió, puse especial cuidado en mi arreglo personal y...... le llevé un verso que escribí para él. Esa es otra de mis facetas que con él tuvo su auge..... siempre me ha gustado expresarme poéticamente, aunque en mis relatos actuales parezca todo lo contrario por el lenguaje soez que acostumbro utilizar.

Se emocionó tanto con mi verso que me dijo que le hubiese gustado que se lo entregase en un sitio íntimo para poderme corresponder con mil besos.....

Fuimos de nuevo al bar, ahora a La Ópera, un bar discreto y propio de gays.... yo no frecuentaba esos lugares, pero me gustaron. Hablamos de mil cosas y me atreví a decirle que me había gustado mucho lo de la noche del hotel, pero que me había sorprendido que no hubiera pasado nada más, fue cuando me dijo que su filosofía era que el amor es como los perfumes finos.... viene en envases pequeños y debe administrarse en gotas que permitan sentir su presencia para desear la repetición.... me dijo que él llevaba mi savia en su sangre, que si sabía que el semen se incrusta en el torrente sanguíneo y entonces ambos formamos parte de esa corriente vital..... hablaba de un modo que me dejaba patidifuso y prefería no insistir, pero yo estaba caliente.

Yo iba con cierto nerviosismo esa tarde, y algo de tristeza, ya le había comentado que al día siguiente terminaba mi curso y regresaría a Monclova, mi ciudad de origen, entonces él fue quien tomó el tema: "¿En realidad debes irte a Monclova mañana mismo?". Mi respuesta fue afirmativa, aclarando que sí porque el pago de la pensión terminaba justo ese día y el dinero que yo tenía sería para sobrevivir hasta quince días después que debía regresar a mi trabajo.

Entonces me dijo: "Si ese es el problema, entonces no hay problema"... ¿Qué te parece un viaje a la ciudad de México?, le aclaré que no tenía suficiente dinero para algo así y entonces me aclaró que él me estaba invitando, que ya lo había pensado y decidido, entonces extrajo de la bolsa interior de su saco dos boletos de avión. Fiiiiiiuuuuu! Este hombre pensaba en todo y en realidad, yo añoraba unas vacaciones de ese tipo..... Acepté encantado.

Las 24 horas que mediaron entre ese acuerdo y la salida de nuestro vuelo fueron un martirio. Yo estaba súper emocionado.....

Nos encontramos en el lugar acordado, abordamos un coche de transportaciones aeropuerto y...... fue cuando me enseñó a tomar una copa en el bar del aeropuerto, tomar unos bocadillos ligeros, bueno cada experiencia con él era una lección..... se lo he agradecido inmensamente toda la vida.....

Ya en la Ciudad de México, instalados en un buen hotel, procedimos a bañarnos, él tuvo la delicadeza de humedecer mi rostro con toallas calientes, darme un masaje facial, afeitarme y luego ya listos los dos, salimos a cenar. Fue rico y saludable.

Regresamos al hotel, nos desnudamos, y entonces desbordó la pasión contenida: nos abrazamos, nos estrujamos, nos besamos, tirados en la cama tomamos posición de 69, nos excitamos al máximo, nos metimos los dedos en los culos y finalmente, él propuso cabalgarme, se ensartó mi verga gorda hasta la empuñadura, lanzaba gemidos y pujidos de placer y sin tocarse, su pequeña verga fue un vertedor de semen sobre mi peludo estómago..... fue delicioso. De allí al baño nuevamente, caricias, besos, ternura, amor..... en una palabra.

Nuestra estancia en la capital tuvo de todo: sexo, Teatro de Revista, vimos el Ballet Africano del Senegal, Amalia Hernández en el Palacio de Bellas Artes, fuimos a Xochimilco, Chapultepec, recorrimos el Bazar de los sábados en Coyoacán, tomamos café en muchos sitios, bebimos tragos y cerveza en diferentes lugares de buen nivel y como sucede siempre que las cosas son hermosas.... el viaje terminó.

Llegamos de regreso a Monterrey, fue a despedirme a la Central de Autobuses, hicimos planes para vernos mínimo una vez cada 15 días, estábamos a 200 km. de distancia....

Este fue el primer capítulo de esta deliciosa y romántica historia... sólo adelanto que nuestra relación duró: ¡7 años!, llegamos a vivir juntos, a realizar tantas y tantas cosas, a ser mutuamente maestro y alumno, pero... el resto lo contaré en otros relatos.

SÓLO QUIERO RECALCAR: Las relaciones homosexuales no son exclusivamente sexo..... éste es delicioso, pero combinado con ternura, amor, cultura, es algo excepcional.

Julián

Espero sus comentarios, como siempre:

Hermes_2003@hotmail.com