Descubriendo el sexo con mi mejor amigo

Yo estaba caliente porque nunca habia hecho nada y mi mejor amigo estaba igual que yo, asi que.

Descubriendo el sexo con mi mejor amigo

Este es mi primer relato, espero que les guste:

Empiezo describiéndome, tengo 18 años, cabello negro, ojos color negros, con una mirada muy penetrante y cautivadora (según dicen), soy bajito (mido 1.68m), soy de ... (otro día les cuento)creo que un chavo de lo más normal.

Quiero contarles como fue mi primera experiencia sexual, eso fue cuando yo tenía 14 años, tenía en ese entonces, un gran amigo, para evitar cualquier problema, se llamará en el relato Juan, pues con Juan pasábamos todos los días, juntos, estábamos de vacaciones del colegio, por lo que desde que amanecía, hasta muy entrada la noche, estábamos juntos, en ese entonces, yo me mataba mi tiempo libre en el baño echándome paja tras paja, me encantaba disfrutar del sexo a solas. Yo, sólo había tenido una novia, y a él, no le conocía ninguna chava, eso que el ya tenía 16 años.

Un día platicando de cualquier estupidez, como es costumbre entre hombres, salió a relucir el tema del sexo, que cuantas al día nos echábamos, que en quien pensábamos mientras nos la cascábamos, etc.

Entonces las cosas comenzaron a calentarse, sin embargo ese día no paso, yo tenía pensamientos encontrados, porque a mi me encantan las mujeres, sin embargo, ese día vi a Juan más atractivo de lo normal y me excitaba pensando en él. Llegue a mi casa, me encerré en mi cuarto, me desnude completamente, y me empecé a sobar todo el cuerpo, lentamente pasaba mis manos por todo mi cuerpo, sobaba mi culo y después pasaba a mis huevos y lentamente descubría la cabeza de mi verga. Mis pensamientos estaban centrados en Juan, me imaginaba como era desnudo, de que tamaño la tenía (a mí en aquella época me medía 14cm parada, lo comprobé con un metro) que saber tendría, etc. Así acabe en chorros y chorros de semen por todos lados, y eso que en la mañana mientras me bañaba ya me había echado una.

Otro día, nuevamente estábamos hablando de sexo, y el me contó que un día había visto a su hermano mayor desnudo en el baño con la verga en la mano meneándosela y con los ojos cerrados, y que otra vez, estaba en la playa con su primo y mientras se bañaban juntos, su primo le enseño como se debía pajear, yo haciéndome el estúpido, le dije que yo no sabía muy bien como se debía hacer, para obtener más placer, y entonces él me dijo que me enseñaba, pero que antes, jugaríamos algo.

Yo estaba más que caliente y con mi verga apuntando al cielo. Así que él saco unas cartas y empezamos a jugar al póquer, el juego consistía que el que perdía, tenía que tocar al otro, empezamos a jugar, y el fue el primero que perdió, entonces me dijo que esa no contaba, que era sólo una práctica, yo me moleste un poco, pero seguí jugando, la segunda vez, la perdí yo, entonces, alegue lo mismo y ya estábamos parejos, a la siguiente, volvía perder, así que me tocaba pagar, lentamente acerque mí mano, estaba temblando, no sé si porque tenía los nervios de punta, o por la gran excitación que me andaba echando. Llegué hasta su bulto, el cual ya era más que grande, y se lo empecé a sobar por encima del pantalón. El sólo cerró los ojos y a mí me encantaba la cara de placer que ponía, de repente deje de sobar y seguimos jugando, otra vez perdí yo, así que nuevamente tenía que pagar, solo que esta vez, también le sobe el culo (por encima del pantalón) y luego, yo con mi tan buena suerte, volví a perder, así que el se desabrochó el pantalón, y le empecé a sobar la verga por encima de su slip, no aguante más y le metí la mano, le baje el slip y por fin pude ver su verga, en realidad no era muy grande para su edad, era de mi tamaño exactamente, y casi no tenía vellos, se la empecé a sobar suavemente y le descubrí la cabeza, con la otra mano sobe sus huevos, yo estaba a reventar, ya me dolía mi verga, aprisionado entre mis pantalones, entonces el me desabrochó el pantalón, me bajo el bóxer y empezó a sobarme mi verga, me la apretaba, me pajeaba primero rápido y después despacio. Me encantaba como me pajeaba, entonces me dijo que me iba enseñar como tenía que hacerlo, me dio la vuelta, me colocó la verga entre el culo, pero no me penetró, y me empezó a sobar la verga despacio, yo me moría de tanto placer que me proporcionaba, y el se movía de adelante para atrás, como pajeandose entre mis nalgas, de pronto subía la velocidad, pero nuevamente la bajaba, con la otra mano, me sobaba todo el cuerpo y me pellizcaba deliciosamente los pezones, yo me moría, así estuvo como 15 minutos, entonces, me volteó, quedamos los dos de frente, yo estaba quieto, y el empezó a bajar, hasta quedar enfrente de mi verga, y le empezó a dar pequeños besos, casi acabo en ese momento, después se metió mis huevos a la boca y después le daba lengüetazos por toda mi verga, como si un helado estuviera lamiendo, desde la basa hasta la punta y de regreso.

Después se la metió en la boca, y entonces sentí delicioso, su boca era caliente y me soba el culo y los muslos, lo que me calentaba más, me empezó a pajear con su boca, se la sacaba y la volvía a meter, no sé si era la primera vez que chupaba una pija (me imaginó que no) pero lo hacía de forma exquisita, cerraba los ojos y desfrutaba de tener mi verga entre su boca, jugaba con la cabeza, me pasaba la lengua por todos los alrededores, hasta que se la sacó y me terminó de pajear, le acabe en la cara y en el pecho, después se la volvió a meter, hasta que se tragó el semen que quedaba en mi verga.

Entonces, yo para pagar tanto placer recibido me agache, y se la empecé a chupar también, tenía un olor fuerte, pero no desagradable, yo de una buena vez me la metía hasta el fondo, al principio me imaginó que no lo hacía nada bien, porque el me empezó a decir como lo tenía que hacer, pero como todo buen alumno, aprendía rápido, e incluso, empecé a jugar con su culo, se lo abrí e intente meterle un dedo, pero al principió me dio un poco de asco, sin embargo, lo hice, y el gritó en el momento que lo hice, sin embargó también empezó a gemir hasta que se me ocurrió, no sé porque, se la mordí, y en ese momento acabó, yo me hice para atrás, y escupí el semen que había caído en mi boca, y lo poco que me quedo en la lengua, en realidad no me gustó y me provocó nauseas.

Los dos habíamos disfrutado, pero queríamos más, a ninguno de los dos se le había bajado la erección, entonces seguimos acariciándonos, y el se dio vuelta, y me pidió que se la metiera, pero yo como no sabía que tenía que dilatarlo ni lubricarlo, en seco se la coloqué en la entrada y de un solo se la deje ir hasta el fondo, le dolió, pero no fue mucho, porque rápidamente me pidió que me lo cogiera hasta acabar, con una mano le agarre la verga y se la empecé a menear y con la otra le apretaba los huevos, empecé un vaivén espectacular, se la metía hasta el fondo y se la sacaba completamente, hasta meterla completa otra vez, así estuvimos un buen rato, hasta que yo acabé primero, entonces se la moví más rápido y el también acabo. Los dos acabamos rendidos, ese día el no me penetró, pero tuvimos otros encuentros, que luego se los contaré.

Atentamente,

El Mago

Comentarios a: elmago0353@hotmail.com