Descubriendo el sexo con Marta y su tía Elena
Es mi primera vivencia en el mundo sexual, nunca pensé que sería con dos mujeres. No sé si publicarlo en sexo con maduras, amir filial o lesbianas. Porque hay sexo entre familia, entre mujeres. Espero lo disfruten mucho. Gracias por animarme a escribir, espero no haberlo hecho tan mal.
Soy una fiel lectora de esta página, hace ya algunos años. La descubrí, gracias a una amiga y desde ese momento, no he parado de leer todo tipo de relatos, aunque hay algunos que no leo.
Ahora me presentaré, por si alguna mujer, se identifica conmigo, por la edad, situación de pareja o historias vividas. Soy una mujer de 59 años, separada hace ya tres años, con dos hijas ya fuera del hogar, mido 1´75, rellenita, rubia teñida, media melena, con unas buenas caderas y un mejor busto, grande y muy sensible. Mi nombre es Carmela.
Después de haber leído muchos relatos y hablar conm alguno de los escritores de la página, me he decidido a contar una de mis historias. He de pedir disculpas, si no está bien escrito, ya que no soy escritora, pero contaré, tal y como ha pasado.
Corrían los años 70, era una época muy distinta a la que vivimos actualmente. Soy una mujer de pueblo, donde nos conocíamos todos.
Cursaba ya el último curso, era Diciembre, en un viaje que habíamos ido a un zoológico, una de mis mejores amigas, tuvo un lío con un chico de otro colegio. Se escaparon y estuvieron un buen rato juntos. De esa relación, ella quedó embarazada. Os podéis imaginar lo que dijo su familia, que era muy católica. Tanto fue el lío, que su madre la envío a casa de su tía, para que tuviera el niño, ya que abortar era imposible en aquellos años.
Perdí a mi amiga durante un año, por supuesto, dejó de estudiar. Nos escribíamos cada semana, me contaba como su tripa crecía, como sus pechos eran muy grandes ya, las incomodidades de su barriga, para dormir, para ducharse, las mujeres que habéis sido madres, conocéis lo que es eso.
Al finalizar el curso, pude ir a visitarla, ya que su madre me llevó y me pude quedar con ella todo el verano. Al llegar a casa de su tía, salí del coche y mi amiga Marta, apareció y nos dimos un abrazo, bueno, lo que pudimos acercarnos debido a su estado de gestación. Estaba embarazada de casi 7 meses, su panza era enorme, pero lo que más me llamó la atención, fueron sus pechos, eran más grandes que los míos y eso era difícil, ya que de siempre fui muy tetona.
Nos fuimos a pasear por el prado, llegamos a una zona alta, dónde se podía ver el mar. Nos sentamos a la sombra de un árbol. En ese preciso momento, Marta dijo que no aguantaba más, tenía que orinar. Ni corta ni perzosa, se levantó el vestido, se bajó las bragas y se puso a orinar en cuclillas, pude ver que no tenía ni un solo pelo en su vagina, algo que me extrañó, ya que no me había dicho nada. Me quedé hipnotizada viendo como orinaba, hasta tal punto, que Marta, soltó una carcajada y dijo:
-Que pasa, nunca has visto a una chica orinar?.
-Perdón, estaba pensando, si me habías contado que no tienes ni un pelo en tu vagina.
-No te lo he contado, poprque sabía que ibas a venir y quería contártelo en persona, ya que lo hice gracias a mi tía, para las visitas al médico y al tener que orinar tan seguido sea más higiénico.
Volvimos a casa de su tía, que era una mujer de 45 años, muy amable y muy buena persona, tenía un hijo y siempre fue la protectora de Marta, además de su madrina. Se llamaba Elena.
-Chicas, dormireis las dos juntas en la habitación, pero tendré que poner otra cama-dijo Elena.
-No hace falta, ya nos arreglamos con mi cama, es grande.-dijo Marta.
Elena, con una sonrisa en su boca, nos dijo que nos fuéramos a la habitación y nos pusiéramos cómodas. Subimos las escaleras y al llegar a la habitación, nos sentamos en la cama, pero no se iba de la cabeza, aquella sonrisa de Elena.
-Oye Marta, por qué se reía tu tía, cuando dijiste que dormiríamnos en la misma cama?-dije yo.
-Pues no sé, pero no hay problema, sabes como es ella.
Me metí en la ducha, estaba enjabonándome cuando de repente Marta abrió la puerta y se sentó en la taza del váter, empezando a orinar.
-Lo siento, pero no aguantaba más.
Decía esto, mientras no dejaba de mirarme, sus ojos subían y bajaban por mi cuerpo.
-Ahora te gustan las chicas, Marta?.
-Ja ja ja, no es eso, me fijé que tienes mucho pelo en tu vagina, por qué no te la dejas como yo?, te fijabas mucho cuando orinaba en el prado.
-Pues me gustaría hacerlo, pero me da miedo cortarme, además, no tengo con qué hacerlo.,
-No te preocupes, ahora traigo yo las cosas.
Salió del baño y tardó unos minutos, tiempo que dediqué a terminar de ducharme. Llegó Marta, venía con una maquinilla y un gel de afeitar, pero justo detrás, entraba Elena, que al verla, intenté cubrir mi cuerpo con las manos.
-Tranquila Carmela, no eres la primera mujer que veo desnuda, además, me da miedo que Marta te pueda lastimar, te afeitaré yo, si no te importa.
-Pues, no sé, me da un poco de vergüenza.
-No pasa nada Came, mi tía tiene muy buenas manos, verdad tía?-dijo Marta.
Así me llama mi amiga Marta, Came.
-Marta, dejanos solas, va a ser mejor.-dijo Elena.
-Jo tía, yo quiero ver como lo haces, sabes que..
-SShh, calla y vete fuera.
Marta, salió del baño protestando y cerró de un fuerte golpe la puerta.
-Perdona a tu amiga, con esto del embarazo, está hecha una caprichosa, pero de vez en cuando, hay que pararla. Ahora, te metes en la ducha para poder enjabonarte bien la zona.
Entré en la ducha y abrí el agua caliente, dirigí el chorro a mi vagina. Elena cogió el bote del gel, lo abrió, se echó en las manos y ante mi incrédula mirada, embadurnó todo mi pelamen con el gel. Se dió cuenta que me temblaban las piernas.
-Uy, perdón, pensé que era mejor que lo echara yo, para poder extenderlo bien-dijo Elena.
-Es que me pilló de sorpresa que lo hicieras, pero está bien.
Sus manos recorrieron toda mi vagina, era un gusto sentir sus manos, mi piel se erizó y sentí unos escalofríos, eran como descargas eléctricas, que iban desde mi espalda hasta mi clítoris, hasta mis pezones se pusieron duros como piedras, no quería que Elena se diera cuenta.
Con asombrosa maestría, terminó con todo m i pleo, para después, coger la ducha y dirigir el chorro a la zona, mientras una de sus manos, masajeba mi vagina, sus manos tocaron mi clítoris, mis labios , hasta noté que uno de sus dedosquería entrar en mi virginal vagina, eran unas caricias deliciosas, estaba en el séptimo cielo, pero..
-Ya está limpito, ahora te secas.
Elena salió del baño, con su cara roja y deprisa.
Realmente, fue delicioso, lo que hizo con la ducha y su masaje, si llega a seguir un poco más, no sé que hubiera pasado, ya que nunca había estado ni con chicos ni con chicas.
Aquella noche, me costó dormir, recordando la escena de la ducha, por mi cabeza iba y venía una loca idea, quería sentir aquellas caricias de nuevo, pero no me gustaban las chicas. Con la cabeza echa un lío, me levanté sin despertar a Marta y bajé a la cocina a beber un poco de agua. Abrí la nevera, cogí el agua y al cerrar la nevera, Elena, estaba de pie, con un pantalón corto y una camiseta de tirantes.
-Ahh, menudo susto me has dado Elena.
-Perdona, no podía dormir y bajaba a beber agua. Tú por qué no puedes dormir Carmela?.
-Pues..
-No será por dormir en la misma cama que Marta, verdad?
-Noo, es por que hay algo que ronda mi cabeza y no sé..
-Puedes contarme lo que quieras, intentaré ayudarte si es preciso y puedo.
Sentía mi cara arder, como decirle lo que había en mi cabeza, era complicado y podía molestarse.
-Es que sabes?, quizás es una mala idea que te lo cuente.
-Por qué?, Acaso no confías en mí?
-Claro que confío en tí, por eso te diré...esta mañana, en el baño, cuando tus manos..
-Vale, ya veo por donde vas, mis caricias, te han gustado.
-Realmente, fue una sensación muy placentera, pero nadie antes me había tocado.
-Tienes que disculparme, pero al verte desnuda no me pude contener, etu cuerpo es muy bonito, con unos pechos grandes y firmes.
Mientras decía esto, Elena, se iba a cercando a mi, su boca estaba muy cerca de la mía, me turbaba su presencia, mi vagina empezaba a destilar jugos..hasta que una de sus manos, se apoderó de mi pecho, apretándolo, masajeándolo, mientras sus labios entraban en contacto con los míos, era mi primer beso. Su lengua entró en mi boca para inicar un baile de lenguas.
Aquellos besos me pusieron muy caliente, así que quise tocarla yo tamnbién, mis manos se agarraron a sus poderosas tetas, con unas pezones ya muy duros. Al notar mis manos, Elena separó su boca de la mía para decir:
-Ummm, que bien me aprietas las tetas Carmela, sigue así...ohhh..son muy sensibles, me encanta que me las aprieten y que me las coman, quieres probarlas?
Sin esperar mi respuesta, se bajó la camiseta y pude ver unas tetas preciosas, con unas arerolas grandes, color café, coronadas por unos pezones enormes. Agarró mi cabeza y la llevó a sus tetas. Mis labios se hicieron dueños de aquellas tetas majestuosas, apreté sus pezones con mis dientes, cosa que le gustó.
-Ohh si, muerdelos y tira de ellos, así...siiii.
Tanta fue su placer, que una de sus manos, bajó a su coño y se tocaba, al darme cuenta, bajé la mirada y pude ver un coño sin pelos.
Un ruído, nos hizo parar, no fuera, que bajara alguien y nos pillara.
-Bueno Carmela, ya seguiremos esto en otro momento, pero ni una palabra a Marta, me oyes?
-Pero le cuento todo y ella a mí.
-Estás segura de eso?. No lo creo, mañana hablamos.
Me dió un beso en los labios y se fue a su habitación, yo hice lo mismo.
Al despertar, Marta no estaba en la cama, el Solo entraba por la ventana, me levanté y bajé a la cocina. Allí se encontraba Elena, con un delantal.
-Hola dormilona, es muy tarde ya. Estoy preparando la comida, pero aún tardará, puede comerte algo si quieres.
-Y Marta?
-Se fue con su tío a unos recados.
Me dirigí a la nevera, cogí la leche y bebí directamente de la botella. Un poco de leche me cayó por la comisura de los labios, cuando dejé de beber, Elena se acercó y con su lenuga, lamió la leche que caía por mi cuello.
-Anoche, me quedé con las ganas de probar tu coño, quieres seguir, lo que ayer empezamos?.
-Me encantaría Elena.
Dicho esto, nuestras bocas se unieron y nos besamos con gran pasión, nuestra ropas salieron por los aires, quedando las dos denudas del todo. Elena se acercó a mí y me tumbó en la mesa de la cocina, abrió mis piernas, situó mis pies al borde y su boca llegó hasta mi coño, lamió todo cuanto quiso, me arrancó dor orgasmos mientras mis manos, jugaban con mis tetas.
-Ohh, mmmm, sigue Elena, me gusta como lo haces.
Era el inicio del tercer orgasmo. Un placer muy intenso y antes desconocido para mí, con una boca en mi coño. Pero quería darle el mismo placer a Elena, así que la situé donde antes había estado yo e intenté hacer lo mismo, aunque era muy inexperta, dediqué mucho tiempo a lamer aquel coño tan delicioso, su clitorís era succionado por mis labios, cuando Elena..
-Mete dos dedos dentro de mi coño mientras lo chupas.
Dos dedos entraron en su coño, empezando un baibén al prinicpio lento, para pasar a un ritmo más intenso cuando Elena me lo pedía.
-Ahora más rápido, hasta el fondo, asi, asi ,asi..ohhhhh, me corro..
Una oleada de jugos inundaron mi boca, que sorbí con mucho placer, eran muy ricos, sabían muy bien, pero tuvimos que parar, ya que el ruido de un coche, nos asustó. Menos mal, que habíamos parado, porque en apenas unos minutos, Marta y su tío aparecieron por la puerta. Yo sentada en la mesa y Elena con la comida, así nos encontraron.
-Buenos días Came, como has dormido?.
-Pues no muy bien, la verdad.
-De eso quería hablarte, vamos a la habitación, ahora volvemos tía.
Mientras nos dirigíamos a la haitación, mi corazón palpitaba muy fuerte, estaba nerviosa, por saber que quería decirme, pronto esa intriga terminaría.
-Came, anoche, me desperté y no estabas en la cama.
-Verás Marta, no podía dormir y bajé a beber un vaso de agua, al terminar subí y me dormí.
-Estás segura que fue así como pasó?
-Por supuesto, por qué lo preguntas?
-Verás, conozco muy bien a mi tía, esta mañana al levantarme, cantaba en la cocina. Y eso sólo pasa, cuando tiene sexo la noche anterior.
-Pues sería con tu tío, digo yo.
-Ja ja ja, con mi tío?, lo dudo.
-Que cosas tienes Marta.
-Acaso me vas a negar que anoche no hablaste con mi tía en la cocina?
-Que no, bebí el agua y listo.
-Que mentirosa eres, Elena me dijo que también se había levantado de noche y coincidió en la cocina contigo.
-Bueno, es que yo..
-Sabes, entiendo que no quieras contarme nada de lo sucedido con mi tía esta noche, yo tampoco te he contado nada de lo que ella y yo hicimos.
-Que me estás diciendo?
-Pues que mi tía y yo, hemos tenido sexo, no te lo conté, por que tenía miedo de que dejaras de hablarme.
-Eso nunca pasará, puedes estar segura.
Nos dimos un abrazo, Marta lloraba y no se me ocurrió otra cosa que besarla. Lo cierto, es que me gustaba mucho y ahora estaba muy bella.
Marta me correspondió al beso, nuestras lenguas juguetearon todo lo que quisieron, nuestras manos tocaban los cuerpos de la otra, por encima de la ropa, pero teníamos que bajar a comer.
-Esta noche, disfrutaremos juntas.-dijo Marta.
-Estaré encantada de saborear todo tu cuerpo.
Comimos y nos fuimos a dar un paseo, nos sentamos a la sombra de un gran árbol y empezamos nuestra charla, Marta quería saber más de lo que sucedió con Elena.
-Ay Came, cuentame como pasó y que hicieron.
-Verás, yo te cuento lo mío y después cuentas tú, te parece?.
-Está bien, es justo, pero empieza ya.
-En la ducha, cuando me rasuró el coño, sus manos tocaron partes de mi, que antes nadie había tocado, lo disfruté mucho, me calenté tanto,m que eso me impedía dormir. Por eso me levanté a beber agua para así despejar mi mente, pero mi sorpresa, fue que apareció Elena. Su pijama corto, sus pezones erectos, no pude dejar de mirarla. Elena, se fue acercando a mí y me besó, era mi primer beso y con una mujer, nunca antes lo hubiera pensado. Me gustó una barbaridad.
-Y que mas hicieron, ay no pares, que noto mi rajita muy húmeda.
-Pues nos tocamos los pechos y nada más.
-Cómo que nada más?.
-En ese momento, no, por que un ruido nos alertó.
-Dices que en ese momento no, entonces cuando pasó algo más?.
-Antes de que tu tío y tú llegarais a casa, seguimos lo de la noche anterior, nos comimos los coños y hasta se corrió con mis dedos dentro.
-Por eso tenías la cara roja y mi tía estaba despeinada. He de decirte, que anoche, cuando te acostaste, yo estaba despierta y pude oler, tu excitación perfectamente, me puso muy caliente y me masturbé a tu lado, mientras dormías, incluso, llegué a tocar uno de tus pechos.
-Mira que eres, por qué no me despertaste?, hubiéramos jugado tú y yo.
-Yo que iba a saber que podría pasar algo entre nosotras!!
-Yo tampoco sabía que a tí te gustaría. Ahora te toca contarme lo que pasó entre tu tía y tú.
-Sucedió una mañana de Sábado, me levanté y al estar desayunando, me entraron unas ganas de orinar, corrí, pero no llegué al baño, me lo hice por mí. Desde hace unas semanas, apenas aguanto las ganas, mi tía vino detrás de mí. Llegué al baño, me desnudé por completo y me metí en la ducha. Mi tía traía una toalla entre las manos y al verme desnuda, se fijó que de mi entrepierna, salía una gran mata de pelo. Me dijo que para las revisiones del médico, sería mejor que me lo depilara, ella me ayudaba. Cogió las cosas para depilarme, se desnudó y se metió conmigo en la bañera.
-Que escena, me encantaría verla, ummm.
-Me depiló y me comió el coño, mientras mis manos agarraban sus pechos, después de ese día, hubo más encuentros, hasta la depilé a ella una mañana.
Imaginarme a Marta con su tía, hizo que mi entrepierna fuera una fuente d ejugos, mientras me estaba contando su aventura con Elena, mi mano, la tenía dentro d emi braga, al igual que Marta.
-Estoy caliente como una burra, quiero correrme y tú?-dijo Marta.
-También quiero correrme y disfrutar viendo como lo haces.
Nos bajamos las ropas y quedamos desnudas de cintura para abajo, yo jugaba con mi clítoris y Marta hacía lo mismo con el suyo, nuestras miradas se cruzaban, nos mirábamos con deseo, pero no tardamos mucho en corrernos, casí al unísono.
-Ay Marta, me viene, me viene,siiii.
-Came cariño, mira mi coño, me excita que me veas mientras me corro, sii, sii, siii, ohhh.
Un gran chorro salió de su coño, mojándo toda la hierba, parecía una fuente, después me enteré que se llamaba Squirt.
-Madre mía Marta, menuda meada, si que te has corrido d egusto.
-Y no veas como tengo el sujetador, mis pechos emanan un líquido cuando me corro.
Ciertamente, su vestido estaba mojado en donde sus pezones. Nos levantamos y fuimos para casa. Nada más llegar, subimos a la habitación, Marta se desnudó y pude ver la mancha en el sujetador.
-Mira Came, está mojado y mira como huele.
Decía esto acercando la prenda a mi nariz, lo cierto es que su aroma era embriagador. Así estábamos cuando se abrió la puerta y apareció Elena.
-Así que jugando sin invitarme, eh?. Os daré una zurra a las dos.
Se acercó a Marta y le dijo que ella sería la primera en recibir el castigo, la hizo ponerse en sus rodillas, pero con la barriga, tenía que ponerse boca arriba. Elena le levantó las piernas y empezó a darle pequeños golpes en su culo y en su coño, Narta gemía como una niña.
-No tía, no volveré a ser mala, ohhh, ummm, ayy.
-Cuando quieras jugar, sabes que me tienes que pedir permiso, o ya te olvidaste que eres mi mi esclava?
Me quedé helada, esclava de su tía?. Elen me vió la cara y me dijo:
-A que tampoco te lo ha contado?, es una guarrilla tu amiga, le gusta que la azoten y comer coños, aún no te lo ha comido?, lo hace de maravilla, ven y pónselo en la cara.
Me desnudñe del todo, me acerqué a Marta y deposité mi coño en su boca.
-Come guarra, hazselo bien a tu amiga, que se corra en tu boca.
En la posición en la cual me enciontraba, Elena, podía ver mi culo, donde lelgó a golpear una fuerte palmada, sonó en toda la habitación.
-Plafff, toma tú también por ser mala.
Y otra palmada, plaf, plaf, plaf, mi culo me ardía del dolor, pero al mismo tiempo, me gustaba. Ciertamnete, como comía me omía Marta mi coño, estaba que chorreaba.
-Carmela, date la vuelta, quiero saborera tus tetas.
Me dí la vuelta, pero posando de nuevo el coño en la boca de Marta, quería correrme en su cara. Elena se acercó a mis tetas y empezó a succionar, me apretaba los pezones con los dientes, dando pequeños mordiscos. Una de sus manos, se introdujo entre las piernas de Marta y empezó a tirar del clítoris, Marta gemía debajo de mí, otra de las manos de Elena, se fue a los pechos de Marta y apretó, unos chorros de líquido salían de aquellas masas de carne.
-Mira como disfruta la guarra, sus tetas sueltan el calostro, mientras se corre.
Marta abría y cerraba las piernas, síntoma de que estaba terminado su orgasmo, al verla, me llegó el mío.
-Ohh, si, comete mis jugos guarra, toma, todos para tí, en tu boca. OOhhhhh.
Elena, posó a Marta en la cama y dijo:
-Vosotras ya os habeis corrido, pero yo aún no, así que me desnudaré, me pondré entre las piernas de mi sobrina para saborear sus jugos y comerle el coño, y tú te comes el mío.- me dijo a mí.
Marta abierta de piernas, con su coño resplandeciente de jugos, Elena a cuatro patas entre las piernas de Marta y yo detrás de Elena, viendo su coño y su culo.
-A que esperas Carmela?, comete mi coño y mi culo.
Elena tenía un culo grande, con unas nalgas prominentes, así que lo primero que hice, fue darle una palmada, plafff.
-Ay cabrona, dame que me gudsta, pero comeme todo, siii..
Otra palmada, plafff y mi boca fue a su coño, para lamerlo y saborearlo, llegaba desde el clitoris hasta lamerle su ojete, así varias veces, hasta que Elena me dijo:
-Carmela, mete dos dedos en el culo y fóllame.
Ensalivé bien el culo y mis dedos entraron muy fácil.
-Ohh si, así follamelo duro, siii.
Elena hacía lo mismo en el coño de Marta, se lo follaba y la muy guarra se apretaba las tetas al mismo tiempo, menudo panorama, no podía dejar de tocarme, nuestros orgasmos, fueron numerosos, hasta caer rendidas.
Habíamos tenido una sesión de sexo, realmente morbosa, pero no sabía lo que me depararía esa noche.
Como este relato, se ha hecho muy largo, seguiré mi aventura, en el siguiente relato, que será muy pronto.
Espero les guste y me valoren, pudiendo dejar algún que otro comentario. Gracias por leerme, besos.