Descubriendo el porno. (publicado)
Era Joven e inocente y de pronto se abrió ante mi, un nuevo mundo de excitación.
Descubriendo el porno.
Esto paso hace muchos años, iba ingresando a la univesidad, tenia 18 años y en aquel entonces todavia era una jovencita reltivamente inocente, digo relativemente porque ya habia tenido unos agarrones deliciosos con mi novio, ya había probado las delicias del sexo, pero nada comparado con lo que ahora conozco.
. Contrario a los que a muchos les pasa, yo no salí de casa al entrar a la universidad, seguia con mis padres. Así que mi rango de maniobra no era mucho, pero en aquel entonces con darme unos restregones de pie con mi novio y manosearnos rico me sentía satisfecha. Era delicioso restregarme en su pierna hasta el orgasmo y sentir su verga sobre mi pierna hasta que se vaciara. Nunca me había masturbado, al menos no hasta terminar. Pero como toda jovencita, tenía las hormonas a flor de piel.
Tengo un primo, Julio, con el que me llevo muy bien, él es mayor que yo unos años, y vive cerca de mi casa, estudió lo mismo que yo, administracion de empresas, asi que cuando comencé la escuela lo frecuentaba para que me orientara, luego lo frecuente por otras cosas, pero eso es aparte.
El día que el mundo comenzó a abrirse ante mis ojos, fue cuando busqué a Julio luego del primer mes de clases para que me orientara sobre los primeros examenes. Llegue a su casa y mi tia estaba en la cocina y Julio en su cuarto. Saludé y pasé sin más a la parte de arriba. Toqué la puerta y grité: “julio, soy yo”, entonces escuche mucho ruido, entre ello la tele apagarse, y cajones abrirse; total que se tardó mas de 5 minutos para abrir, un mundo de tiempo. Entré y estaba tan agitado que me asustó, - que inocente era- , y le dije : ¿te pasa algo?, estas agitado y sudando ¿te sientes bien?. Evadió mis preguntas con un “nada, estoy bien, es que me asustaste” y luego cambió el tema a lo que yo habia ido. Platicamos por casí una hora cuando mi tia lo llamó urgente: faltaban cosas para la cena y queria que mi primo se las trajera de la tienda, que porque si no no iba a haber cena, cosa irrelevante, pero así son las mamás. Total que se fue y yo me quedé leyendo los examenes viejos que me habia prestado. Luego de unos minutos el silencio me aburrió y quise prender la tele, y busque el control remoto para poner los canales. Como buena habitacion de hombre soltero, era un soberano desorden, así que comence a buscar el control por todos lados, entre las colchas, en el suelo, y al llegar a los cajones hice un gran descubrimiento: revistas y videos porno, puestos ahi a la carrera cuando llegué. Primero me asusté y luego me entró la curiosidad. Comence a hojear las revistas mientras sentia que mi cuerpo se humedecía. Más por la exitacion de ser encontrada viendo eso que por lo que veia. Mujeres desnudas, sólo eso, me exitaron, pero lo mejor estaba entre ellas: una revista porno duro, parejas, trios, clara penetraciónes, estaba tremendamente asustada, pero no podía dejar la revista. Estaba empapadisima. Sería muy exitante contarles que comence a masturbarme y que mi primo me encontró y luego cojimos delicioso, pero no fue así; guardé las revistas asustada y salí de ahí. Prácticamente salí corriendo, le dije a mi tia que me despidiera de Julio y le diera las gracias por los examenes y me fui directo a mi casa.
Esa noche no pude dormir, las imagenes daban vueltas en mi cabeza y me mantenian en ese estado de asustada y exitada. Ya cerca de la madrugada vencí toda resistencia, deje que mis manos siguieran sus instintos y me masturbé, deje que me fueran desnudando y reconociendo terreno conocido, pero con otros propósitos, mi mano recorria mi humeda concha y la otra apretaba mis pechos, comencé a sentir ese ardor delicioso y los toqueteos fueron cada vez más intensos, hasta que la electricidad recorrió mi cuerpo y disfruté de mi primer orgasmo en solitario. Luego el tormento terminó y dormí plácidamente. Las imagenes se repetieron en mi mente durante los días siguentes y fueron la fuente de inspiración durante muchas noches. La linea se había cruzado y no había retorno, conocí mi cuerpo, lo disfrutaba, cada noche saciaba lo que había faltado con mi novio. Ya no era sólo por las noches bajo las cobijas, era de día frente al espejo, comencé a disfrutar de ver mi cuerpo llenarse de placer. Había despertado la loba.
Luego vino lo mejor. Apenas un par de meses después de eso, descubrí la verdadera fuente del porno: el internet.
Tambien fue en casa de Julio, yo tení computadora, pero no internet. Alla por el 2005, no todas las casas podian tener internet, y mi tio era uno de los que sí podían, así que cuando necesitaba iba con mi primo. Julio, muy amablemente me creo una sesión diciendome que era para que yo tuviera solo lo que necesitaba, y no todo lo que él tenia que luego me iba a hacer bolas, etc... el caso es que normalmente entraba con mi sesión. Pero un día fuí, como cualquier día, a usar la computadora, y julio no estaba, claro que mi tia me dejo pasar y me dirigí a su habitación. La computadora estaba prendida, y estaba abierta su sesión, la habia dejado descargando videos. Comencé mis busquedas ahí mismo, cuando de pronto uno de los videos que se había terminado de descargar inició en automatico. ¡que maravillosa sorpresa! Un sentimiento de terror se apoderó de mi y fui hacia la puerta, nadie venia, ni por un momento me pasó por la mente cerrar el reproductor. Todavía recuerdo ese prímer video: Sin preambulo, sin tiempo para entrar en calor, una pareja en la cama gozando del sexo, él detras de ella le clavaba la verga de perrito, y ella viendo a la camara gritaba de placer, sus senos bailaban al ritmo de las embastidas mientras su verga entraba y salia violentemente, comence a tocarme, estaba perdiendo la conciencia y olvidando dónde estaba, afortunadamente la pelicula terminó a los 5 minutos, yo estaba mojadisima y mis manos tambien lo estaban, pero todavia sabía en donde me encontraba. Casi de manera automática comencé a guardar todos sus videos en mi memoria, en ese entonces no eran muy grandes (las memorias ni los videos), pero los que guardé se conviertieron en una especie de tesoro.
Durante casi un año fueron mi fuente de inspiración, muchas noches los veía y me masturbaba hasta dormir agotada. Mis manos y mi cuerpo se reencontraron de una manera que no lo había hecho antes, el miedo fue pasando y la culpa desapareciendo y mis orgasmos se convirtieron en una parte de mi vida. Las cojidas con mi novio hasta se fueron espaciando y el se quedaba con ganas, yo fingía culpa y el se excitaba más viendome como inocente. Nunca le confesé que lo que había disminuido mis ganas de él era yo misma. Me lo imaginaba en casa masturbandose despues de nuestros fajes, y me excitaba hasta correrme.