Descubriendo el placer (3: La elección)
Saga de relatos que cuentan mi historia con un chico. Relatos llenos de pasion, erotismo y sexo.
Este relato es la continuación de una seria que empece hace tiempo pero que por motivos personales no he podido terminar por ello ahora os pongo la tercera parte de la saga. Espero que lo disfruteis mucho y dejeis vuestras criticas tanto buenas como malas para mejorar en futuros relatos.
Habían pasado 4 meses desde mí ultimo encuentro con el chico protagonista de mis relatos. Durante este tiempo había estado con el pero no habíamos llegado a consumar y también estuve con otros chicos.
De nuevo un sábado noche esta vez en el mes de abril del 2005 me volví a encontrar con el chico de mis fantasías. Lo encontré y simplemente nos saludamos. Después mis amigas y yo nos dirigimos hacia otro pub de la zona y me lo volví a encontrar. Allí el se me acerco y empezamos a hablar. Yo como siempre le tire indirectas pues me moría de ganas por estar con él. Es mi chico perfecto.
Bueno habrá que hacer algo para matar el tiempo le dije.
Pues igual si respondió no muy convencido.
Yo me quede un poco cortada y creí que no había posibilidades pues no le vi muy por la labor de modo que después de hablar un poco mas con el corte la conversación. Mientras hablaba con él teníamos enfrente a un chico con quien había estado el fin de semana anterior.
Se trataba de un chico que también me gustaba bastante. Tenia muy buen cuerpo de gimnasio delgadito con los abdominales y los brazos marcados, no demasiado alto (para mi altura suficiente) y vestía con pantalones vaqueros ajustados y camiseta justa blanca. También tenia pendiente en ambas orejas y un tatuaje en su brazo derecho. Era castaño y el único defecto que yo le encontraba, porque era súper simpático y se le notaba muy interesado en mi pues no dejaba de mirarme y tontear conmigo, era su edad. El chico en cuestión tenia 29 años y la diferencia era de 12 años.
El fin de semana anterior yo había estado con mis amigas como otro fin de semana mas y a mediados de la noche me había encontrado con este chico a quien llamare Javi por motivos de privacidad. Me saludo y estuvimos hablando un rato y yo me lance.
Oye te diría que si te vienes a dar una vuelta conmigo, pero no sé si vas a querer
Se lo dije poniendo mi mejor pose, temerosa de la respuesta que podía estar a punto de recibir. El chico me miro muy sorprendido, evidentemente no se esperaba eso por mi parte y solo acertó a decirme:
¿Para que?
Para lo que tu quieras le respondí yo sin quitar mi pose.
¿Vamos en coche? pregunto.
Vale
Con las mismas salimos del pub y nos dirigimos hablando hacia su coche. Fuimos hasta un polígono industrial a las afueras y allí a la luz de una farola aparco el coche. Me pregunto si nos sentábamos atrás y nos pasamos para atrás. Después de charlar un buen rato el chico me beso. Era un beso muy esperado para mí pues llevaba tiempo gustándome, incluso había creído sustituir a "mi chico" por este. Rápidamente sus manos corrieron por mi cuerpo. Me senté a horcajadas encima de el mientras no cesábamos de besarnos. Yo le mordía el cuello mientras el no dejaba de recorrer mi cuerpo con sus manos. Se quito los pantalones y pude ver su verga. Era de un tamaño normal. Se la comencé a tocar, estaba muy dura. Mi mano recorría su polla de arriba abajo mientras él me comía con la mirada. Sus manos fueron directas a levantarme el niki para alcanzarme las tetas. Se ve que al chico le gustaban mucho mis pechos pues en todo momento fueron su fijación. Yo para echarle una mano me quite el niki y el sujetador. Él siguió masajeándome las tetas lentamente. Se le veía ya muy excitado. Me senté a su lado, sin dejar de besarnos y me agache sobre su polla para introducirla en mi boca. La metí lentamente en mi boca, chupando desde la punta hasta la base y luego metiendola y sacándola de mi boca mientras me ayudaba con mi mano. La postura no era muy cómoda por lo que pronto me canse y le bese. Sus besos hicieron poco a poco que yo me fuese echando hacia atrás hasta quedar completamente tumbada en el asiento trasero de su coche y él encima de mí. Bajo besando mi cuello hasta mis pechos y los acaricio con su lengua, los succionó, mordisqueo...yo ya estaba súper excitada y el también. De vez en cuando me preguntaba si me gustaba lo que me estaba haciendo, como un padre que se preocupa por su hija. Entonces nos sentamos uno al lado del otro y su mano se dirigió a mi coño aun tapado por mis pantalones. Me le estuvo tocando por fuera pero yo estaba súper excitada y me disponía a quitarme los pantalones cuando me agarro de la mano y me dijo que no lo hiciésemos. Aun desconozco el motivo. Así que con las mismas nos volvimos.
La verdad que ambos chicos son muy similares en su forma de vestir, de ser...ambos me gustan. Mientras hablaba con uno y veía al otro yo no sabia que hacer. Por un momento hacia unos meses llegue a pensar que Javi me gustaba y que por fin había olvidado al otro chico, pero después de tener allí a los dos juntos, mi elección estaba hecha.
Me acerque a "mi chico" cuando yo salía del bar y le susurre al oído.
Si quieres que hagamos algo vente.
Quedamos donde siempre
Salí del pub tras coger mi chaqueta y le espere fuera hablando con unos amigos que me encontré. Fuimos juntos hasta las obras donde siempre nos lo montamos. Después de recorrer hasta la fondo los bajos subterráneos del edificio llegamos a una habitación donde solo había unas escaleras y un gran bloque de ladrillos precintado. Allí sin mas me pregunto:
¿Qué tal todo?
Me agarro por la cintura me acerco a el y me beso. Entonces mis dudas se disiparon por completo, seguía enamorada de el. Sus manos recorrieron mi cuerpo a toda velocidad para detenerse en mi culo. Yo hice lo mismo. Sentía su cuerpo muy pegado al mío, su olor, se me agitaban todos los sentidos. Acto seguido me desabrocho los pantalones e introdujo su juguetona mano para acariciar mi coño. El roce de su mano hay abajo me hizo sentir una vibración que me recorrió de arriba abajo. Mientras él me masturbaba yo saque su verga de los pantalones y comencé a pajearle sin dejar de besarnos. Con la mano que tenia libre, él me levanto mi niki negro y comenzó a tocarme los pechos. Su boca se detuvo sobre mis pezones que ya estaban duros y los comenzó a mordisquear y absorber. Yo estaba súper excitada, hasta me temblaban las piernas. Tras un largo rato masturbándonos:
Chupamela que me encanta como lo haces me susurro al oído si me la chupas te follo.
Escuchar esas palabras para mí fue como una orden. Dependo tanto de el que haría cualquier cosa que me pidiese y además me encanta que alaben mis técnicas.
Me agache en cuclillas delante de el aun apoyada en la pila de ladrillos y vi como su polla me apuntaba directamente. Le mire a los ojos y la engullí de un bocado. La comencé a meter y sacar rápidamente de mi boca deteniéndome cuando la sacaba en la punta para absorberla y lamerla con suavidad. Estábamos en lo mejor cuando a el le sonó el móvil. Yo me detuve y vi antes mis ojos como poco a poco su polla se iba relajando ante mis ojos.
Colgó el móvil, me incorpore y volvió a besarme. Su polla enseguida volvió a pararse. Sentía el roce en mi sexo de modo que los dos estábamos de nuevo excitadísimos. Levanto mi pierna derecha y me la metió de un golpe. Sentirle dentro de mí era la mejor de las sensaciones que podía tener y ver su cara de placer frente a mí lo mejoraba aun más. Tras unas cuantas metidas me acorde de los condones. Nos dirigimos a las escaleras (donde estaba mi bolso) yo me senté frente a el con las piernas para la parte de afuera de las escaleras ya que no había barandilla y abrí mis piernas. En cuanto se coloco el condón me beso y volvió a penetrarme. Sus embestidas eran muy fuertes, era un maestro en el arte del sexo, con solo una caricia haría estremecer a cualquier chica. Mi orgasmo llego enseguida. Fue uno de los mejores que había tenido hasta el momento ya que aun lo recuerdo después de un año.
Él me dijo que se nos había roto el condón pero saque otro se le coloco y seguimos. Enseguida vino mi segundo orgasmo unido al suyo. Es como si fuésemos dos piezas de un puzzle que encajan perfectamente. Seguimos besándonos con el aun dentro de mí y mirándonos a los ojos.
Cuando terminamos de vestirnos nos quedamos un rato hablando mientras nos fumábamos un cigarrito y nos volvimos juntos hasta un pub para seguir por ahí de fiesta.