Descubriendo el pasado de mi hermana Marta

Una pausa para conocer más la vida de mi hermana

Este relato trata de mi hermana Marta y de lo que fue sus primeras experiencias sexuales. Aunque es una continuación del “relato/serie” La fiesta de mi hermana Marta, se puede leer sin necesidad de haber seguido dicha serie. Si no has seguido mi anterior historia y te apetece leerla antes o después de este relato, puedes visitar mi perfil donde encontraras todos los capítulos. No encontraras spoilers aquí, con lo cual el orden de lectura no afecta al resultado.

Estamos a 4 de septiembre, han pasado escasos días desde nuestro regreso de vacaciones, mientras Marta se pasa el día en la biblioteca estudiando para recuperar un par de asignaturas, yo dedico el tiempo a intentar sacarme la teórica de la licencia de conducir. A finales de mes empezare el primer año de universidad y quizás entonces me resulte más difícil dedicarle tiempo.

Son las 11 de la mañana y la impresora esta rebelde, no quiere imprimir unos test para hacerlos en la piscina tomando el sol. Voy a la habitación de mi hermana con intención de robarle su impresora, veo su ordenador encendido sin el bloqueo de contraseña, un programa de descargas se ha congelado y no ha dejado activar el bloqueo de cuando dejas varios minutos de inactividad. Cierro el programa y voy rápido a mi habitación para traer un pendrive con los test para imprimir.

Me siento delante de su ordenador y la impresora empieza a imprimir a toda máquina. Marta al igual que yo, somos muy celosos de la intimidad que guarda nuestro PC, es por lo que no puedo evitar empezar a cotillear sus carpetas. Intento encontrar contenido erótico, me mata la curiosidad por saber que le excita a Marta, pero no encuentro nada. Miro su historial de navegación, pero esta vacío, lo tiene configurado para que cada vez que cierra el programa este borre todas las contraseñas junto al historial. Empiezo a pensar que tanta precaución es debido a que oculta algo.

Sin rastro de algo me doy por vencido, recojo todas las hojas impresas y me dispongo a salir, al llegar a la puerta, recuerdo en que también tengo que pasar a limpio unos apuntes y regreso al ordenador. Abro el Word y me fijo que, en documentos recientes hay uno con el nombre “Mi diario, Agosto 20XX” ¿mi hermana tiene un diario?, sin dudar le doy “Abrir”. Efectivamente se trata de un diario, está todo lo “más importante” que según ella ha vivido durante ese mes, lo que me sorprende no es eso realmente, sino que explica con pelos y señales sus relaciones sexuales durante el mes de agosto.

Voy a la ubicación de dicho documento, allí encuentro muchos más, todos con su mes y año, el más antiguo es de cuando Marta tenía 16 años en un mes de julio. Empiezo a leer sus primeras frases…

“Querido diario, en pocas horas me iré de viaje con mis padres y mi hermano a un camping en los Pirineos franceses, vamos en la autocaravana y como siempre me tocara dormir con Marcos….bla bla bla….quiero en este viaje perder de una vez mi virginidad …”

Doy un pequeño brinco sobre la silla, voy bajando y bajando en el documento buscando los momentos más interesantes, no me podía creer lo que estaba leyendo. Decido copiar esa carpeta con todos sus documentos de diario a mi pendrive, sé que está mal por mi parte, pero con lo poco que he leído ha sido suficiente como para excitarme y que la sangre no llegue a mi cabeza para pensar con claridad.

Llego a mi habitación y vuelco el contenido en una carpeta que he creado especialmente para esconder esos documentos. Es hora de leer con calma todos los detalles de ese mes de julio cuando Marta quería perder su virginidad.

Os contare con mis palabras y desde mi persona como fue para ella ese momento de su vida que con tanto lujo de detalles ha relatado en su diario.

Empezamos...

Como decía anteriormente, ese mes de agosto nos íbamos unos días en autocaravana a un camping en medio de las montañas, Los Pirineos, una frontera imaginaria entre España y Francia. El lugar no estaba mal, naturaleza, aire puro, tranquilidad. El camping tenía una gran piscina, pistas de futbol, tenis, baloncesto… todo rodeado por un bosque al que no ves fin.

Nada más llegar, Marta ya se fijó en alguien, nuestro vecino de parcela. Un hombre de unos 40 años, alto, moreno, fuerte, como yo digo un armario empotrado. Era bombero con lo que no era de extrañar semejante físico. Tenía dos hijos, Juan de 17 años y José de 15. No solo mi hermana se fijó en el bombero, también en su hijo mayor.

Muy amablemente, el señor bombero nos ayudó a instalarnos en el lugar ante la atenta mirada de Marta, no le quitaba ojo, sobre todo cuando se enteró que estaba separado y estaba allí solo con sus dos hijos.

Mi madre quiso agradecer la ayuda recibida, invitando a Carlos, que era el nombre del vecino, y a sus hijos a cenar todos juntos esa noche. Mi hermana aprovechó para coquetear con Juan, el hijo mayor. Se ofreció voluntario para enseñar a Marta el camping y presentarle algunos de sus amigos. En realidad, lo que hicieron fue que, después de un paseo, se quedaron en una zona de césped besándose.

El coqueteo continuó la mañana siguiente en la piscina, pero no era lo único que empezaba a excitar a Marta, se sentía observada, cada paseo de la toalla al agua provocaba que muchas miradas fueran a su cuerpo. Un bonito bikini rojo que le hacia un pecho firme y un culo respingón, era lo que provocaba tal hecho. La tarde la dedicó a seguir conociendo todas las zonas del camping, y también seguir conociendo más la boca de Juan. Cualquier rincón con poca gente era ideal para besarse con él.

Por el momento todo iba bien para mi hermana, más perfecto no podía ser, solo le faltaba un lugar donde cometer el “crimen” y eso resultaba difícil. Fue Juan quien durante esa noche le insinuó ir la mañana siguiente a dar un paseo por el bosque que él conocía bien, un plan que a Marta le pareció ideal.

Sobre las 11 de la mañana, Marta se terminaba de preparar en la autocaravana, un bonito vestido playero sobre su piel desnuda, liberó su cuerpo de la ropa interior, salir a pasear sola con un chico por un bosque solitario… le hacía ponerse muy cachonda solo de pensarlo. Tocaron a la puerta, era Juan que venía a recogerla, los dos chicos se marcharon adentrándose entre los árboles.

Después de 20 minutos caminando…

-Marta: ¿Queda mucho?

-Juan: No, ¿mira ves todos aquellos arboles de allí?

-Marta: Si

-Juan: En medio de los arboles hay un pequeño claro donde estaremos tranquilos

Llegaron al lugar, el sitio era muy bonito y sobre todo pasaba desapercibido para cualquiera que pasara por el camino. Tomaron asiento a los pies de un gran árbol y usando su tronco como respaldo se sentaron y empezaron los besos. Marta se empezó a impacientar cuando pasados unos minutos, la cosa no pasaba a mayores. Por fin una mano en su rodilla que parecía ir subiendo a su entrepierna, pero quedó parada a mitad de su muslo.

Mi hermana decidió pasar al ataque, le puso una mano en su pantalón y fue subiendo hasta agarrar su verga, el chico dio un pequeño brinco y dejo de besarla.

-Marta: ¿Qué ocurre?

-Juan: Na… nada

-Marta: Te gusta que te toque aquí ¿no?

-Juan: Si mu… mucho

Siguió dando friegas en su paquete mientras le besaba el cuello a Juan, pero se percataba que el chico se había quedado muy bloqueado.

-Marta: Ven, dame tu mano… ¿quieres tocarme? No llevo braguitas…

Llevó su mano a la entrepierna para que disfrutara de su coñito y de lo mojado que estaba.

-Marta: Has visto como me tienes… esto ha sido culpa tuya…

-Juan: Si yo… yo también

-Marta: ¿Qué dices? Vamos relájate un poco, que aquí el mayor y con más experiencia eres tu

-Juan: Es que… que soy virgen

-Marta: ¿Qué dices… enserio? Bueno yo también

-Juan: Tu… tu… ¿también?

-Marta: Si… si quieres podemos estrenarnos juntos aquí y ahora

-Juan: No…no creo que sea buena idea

-Marta: Quizás si meto tu polla en mi boca… te hago cambiar de opinión

El chico ante semejante acoso y la mano de Marta en su pantalón, se corrió dejando una mancha muy aparatosa. Apartó su mano del interior del vestido, se levantó y se disponía a irse.

-Marta: Me estas tomando el pelo ¿no?

-Juan: No ha sido buena idea esto, yo… yo lo siento me voy

-Marta: Pero oye, ¡¡¡JUAN!!!

Cabreada y con un calentón entre sus piernas, Marta tuvo que volver sola al camping, no podía creer que ese chico un año mayor que ella y con pinta de ser un ligón con experiencia, le hubiera dejado así.

Mi hermana se pasó el resto del día muy mosqueada con lo que había pasado, incluso Juan le había evitado en la piscina y luego más tarde en la autocaravana también se le escapó, entró corriendo a su caravana. No podía perder el tiempo con un niñato así, los días pasan y tendrá que buscar a otro que la estrene.

Esa misma noche era incapaz de dormir, era la primera vez que sentía la mano de un chico en su sexo sin ropa de por medio que evitara el contacto directo. Estaba muy cachonda, hasta el punto de tener sus braguitas muy mojadas, pero no podía aliviarse porque a un escaso metro y en la misma cama estaba yo dormido como un angelito.

De forma inconsciente se llevó la mano a su rajita, empezó a tocarse, ¿pero que estoy haciendo? se preguntó. No podía evitarlo, continuaba sus tocamientos debajo de las sabanas mientras me observaba, rezaba porque mantuviera la misma postura girado hacia el lado contrario a ella. Con tres de sus dedos se frotaba fuerte, dejando el dedo corazón doblado para que se colara un poco entre su coñito a cada pasada. Por suerte estaba tan caliente que, en un par de minutos empezó a correrse, no se esperaba un orgasmo tan fuerte, su cuerpo dio algún ligero espasmo imposible de evitar, se giró hacia el lado contrario a mí para terminar de disfrutar.

“Espera espera espera, ¿se estuvo tocando esa noche en la misma cama que estaba yo? “

Buff solo de imaginar esa escena... mejor vamos a continuar.

La mañana siguiente transcurrió en la piscina, Marta miraba a Juan esperando una disculpa por su parte, pero no la hubo. Por la tarde también en la piscina, ni siquiera estuvo allí, fue entonces cuando empezó a fijarse en su hermano, José. Era solo unos meses más joven que ella, era guapo, con ese aspecto de surfista que tenía resultaba incluso sexy. Mi hermana se preguntaba que tal vez se había equivocado a la hora de elegir, el problema era los dos amigos del chico, Zipi y Zape, así los llamaba Marta.

Estos dos chicos eran primos, Zipi era de la misma edad que mi hermana, físicamente estaba bien, pero era muy tímido lo cual no le hubiera servido. Zape era todo lo contrario, la follaba solo con los ojos, se le veía muy descarado, pero era un crio.

Un momento en el que sus amigos se fueron al agua, Marta aprovecho para hablar con José.

-Marta: ¿Dónde está tu hermano?

-José: Creo que se ha ido a jugar al baloncesto con unos franceses

-Marta: ¿Con este calor? Curioso

-José: ¿Te puedo preguntar algo?

-Marta: Claro, dime

-José: Mi hermano y tu… ¿estáis juntos?

-Marta: Buena pregunta, creía que si, pero empiezo a pensar que no soy su tipo

-José: ¡Que dices! Lo que pasa es que mi hermano es muy rarito

-Marta: Me da igual, ya … no me interesa

-José: Oye… esta noche ponen una película en el pequeño cine de aquí … te… ¿quieres… venir conmigo?

-Marta: Tus amigos… ¿vendrán también?

-José: No, pero si quieres les digo que vengan

-Marta: No no no, mejor solos

-José: Vale, genial pues esta noche nos vemos

El chico un poco emocionado, se fue con sus amigos al agua, estos bromeaban con su cita de esa noche. Marta lo veía un poco infantil, sobre todo cuando estaba con sus amigos, pero se veía mucho más lanzado que su hermano, quizás esta vez…

Llego la noche y Marta se puso sus mejores trapitos, podía ser este el momento que lleva esperando desde hace unos días. Acompañada por su pareja llegó al cine, se sentaron en los últimos asientos, un buen sitio por si les apetece hacer manitas, empezó la película, pero algo no iba bien.

-Marta: Soy yo o … no entiendo el castellano de la película

-José: No es que… es en francés

-Marta: ¿Tu lo entiendes?

-José: No…

-Marta: Entonces… ¿que hacemos aquí?

-José: Es que pensaba que hoy era en castellano, supongo que será mañana y hoy toca en francés

-Marta: Y ¿que hacemos?

-José: Si quieres damos un paseo por el camping

-Marta: Eso… me gusta más, vamos

Salieron del cine y dieron un paseo, llegaron hasta una zona de césped donde había niños jugando y acabaron detrás de un edificio cerca. Allí escondidos empezaron a besarse. Marta enseguida apreció que José iba más lanzado, le agarró del culo y la acercaba hacia su paquete, notaba su erección bajo los pantalones y no pudo evitar rozar dicha zona. El chico respondió agarrando uno de sus pechos y chupándolo por encima de la ropa, sin duda se había equivocado de hermano se decía Marta. Por desgracia ese momento de pasión, duro poco, una de las madres de esos niños los vio allí y fue hacia ellos soltando algún improperio.

-José: Ya está, creo que no nos sigue

-Marta: jajaja aii dios

-José: ¿Que pasa?

-Marta: Es que en este camping es imposible tener algo de intimidad

-José: Si quieres… conozco un lugar en el bosque que…

-Marta: No me lo digas, muchos árboles y un claro en el centro donde estaremos tranquilos, ¿no?

-José: ¿Te ha llevado Juan?

-Marta: Si y me dejo allí tirada, se asustó y salió corriendo

-José: Tengo un hermano retrasado

-Marta: No le digas nada, no quiero que piense que lo voy diciendo por ahí

-José: No, tranquila. Si quieres vamos nosotros mañana, te aseguro que yo no saldré corriendo

-Marta: Estoy segura de que no, pero no se te ocurra traer a tus amigos

No resultó ser esa la noche esperada por Marta, pero todo apuntaba a que mañana sería el día que por fin alguien se moviera entre sus piernas. Durante la noche en la cama conmigo al lado dormido, le volvieron las ganas de tocarse pensando en como José le había estado tocando su culo y tetas hacia solo un rato. Una pena que yo esa noche estaba dormido girado en su dirección, y tuvo que optar por dormir.

Un nuevo día que prometía mucho para Marta, esa mañana en la piscina tonteaba mucho en el agua con José ante la atenta mirada de su padre, Carlos. Ambos se confesaban al oído las ganas de que llegara la tarde para su encuentro secreto en el bosque. Cuando se sentían a salvo de miradas, sus manos jugaban bajo el agua en busca de sus zonas sensibles, eran solo segundos, pero aumentaban sus ganas de intimidad.

Llegó la tarde y con ello el esperado momento, unos pantalones cortos de deporte y una camiseta estrecha ideal para marcar figura. De camino por el bosque, ya iba tan excitada que notaba su entrepierna palpitar, en parte también era culpa de José que a veces se entretenía con ella besando y agarrando su culo. Llegaron al lugar, extendieron un par de toallas y se tumbaron. Sus manos rápido empezaron a explorar sus cuerpos, el chico comenzó metiendo mano por debajo de la camiseta de Marta para acariciar sus tetas, ella agarraba su verga y empezaba a frotarla.

Mi hermana quería sentir la mano de su chico entre sus piernas, la llevó hasta su ombligo para que el siguiera el camino, sorprendida se quedó cuando este la metió directamente por dentro de su ropa, paso su mano por su vello púbico hasta llegar a su rajita la cual empezó a frotar como si se tratara de una lampara mágica. José estaba excitado, llevaba rato sufriendo la mano de Marta, que al igual que la suya, había pasado de tocar por encima de la ropa a tenerla metida por dentro. Empezó a correrse llenando la mano de leche, mi hermana saco su mano, se bajó su ropa hasta las rodillas y abrió bien sus piernas para que el chico pudiera seguir su cometido.

Tumbada sobre la toalla empezó a gemir mientras se restregaba sus pechos, el chico no tenía mucha experiencia, pero le ponía ganas y para ser la primera vez que la tocaban así no podía quejarse. Entre espasmos empezó a correrse atrapando la mano de José entre sus piernas, el chico la miraba atónito como se retorcía de placer.

Unas risas tras los arboles alertaron a Marta, eran Zipi y Zape que les habían estado espiando.

-Marta: Pero que cojones…

-José: Oye no seáis cerdos y no vengáis a espiar

-Zape: No te hagas el loco que nos has dicho que si queríamos mirar ….

-Marta: Eres un cabron, le has dicho a tus amigos que vengan a espiarnos

-José: No yo solo…

Muy cabreada se subió los pantalones con intención de irse, pero Zape le freno poniéndose delante y agarrando su culo, la acerco hacia el para que notara el bulto de sus pantalones.

-Marta: ¿Estas tonto? Déjame

-Zape: Por lo que hemos visto te gusta la marcha, podías ser una buena chica y pajearnos también a nosotros

-Marta: ¿Esta de coña? Ni lo sueñes, suéltame

-José: Deja a Marta o te giro la cara de un guantazo

-Zape: Joder, si seguro que le apetece jugar, lo que pasa es que quiere hacerse la estrecha

El otro chico, Zipi, estaba observando la escena, se fue hacia ellos colocando su paquete en el culo de Marta y agarrando sus tetas. Mi hermana no sabía que hacer, por un lado, quería dar un tortazo a cada uno de los 3 chicos y por otro empezaba a ponerse cachonda de nuevo al notar esas duras pollas que tenía tanto delante como detrás suyo. José estaba allí inmóvil sin decir nada, casi se diría que estaba disfrutando, Zape la soltó y se apartó un poco mientras su amigo seguía agarrándola por detrás, se bajó los pantalones y de allí salió una polla de grandes proporciones.

Lo de ese crio no era normal, su verga era más típica de un actor porno que de alguien de su edad, se frotaba ante la mirada de Marta la cual estaba hipnotizada.

-Zape: Te has quedado sin palabras ¿no?

Empezaron a reír los tres chicos, Marta se enfadó a un más viendo como José parecía disfrutar de como sus amigos la estaban tratando, quizás era hora de dar una lección a su pareja y de paso, disfrutar un poco más.

-Zape: Bueno que me dices, te apetece jugar con mi trabuco

-Marta: Claro, con el tuyo y con el de tu amigo, que me está haciendo polvo el culo

El chico la soltó, mi hermana fue hasta Zape y agachándose delante se la agarro, Marta no daba crédito, como se puede mantener eso y no caerse al suelo. Se hizo el silencio mientras empezó a masturbar, Zipi a unos metros de la escena, se sacó su miembro y se acercó para recibir también su premio. Por desgracia para ella, no era tan grande como la de su primo, pero si superaba en tamaño a la de José que atónito con la escena se sentó sobre las toallas.

-Zape: Joder que bien lo haces, seguro que tu lengua sabe hacerlo aún mejor

-Marta: ¿Que pasa, que quieres que te la chupe?

No dio tiempo a responder al chico, cuando Marta soltó la verga de Zipi, para llevarse a la boca la de Zape. Por momentos creía ahogarse, solo era capaz de tragarse hasta la mitad y forzando mucho, mientras con sus dos manos agarraba la otra mitad sin dejar de masturbarle. No tardo ni dos minutos en empezar a correrse, mi hermana intento sacar eso monstruo de su boca, pero el chico le agarró de la cabeza para impedirlo. Al terminar, empezó a escupir al suelo los restos de semen, gran parte se lo había tragado por accidente.

-Zape: Vaya mamada… joder como la chupa

-Marta: Que rapidito has sido, venga el siguiente

-José: Déjame a mi

-Marta: Ni de coña, tú ya estas servido

-José: ¿Se la vas a chupar a estos dos y a mí no?

-Marta: Así la próxima vez que hagas una promesa, la cumples

-Zape: Eso, tiene razón, ahora le toca a Zipi

Arrodillada delante de Zipi, empezó una nueva mamada, su boca agradecía el tamaño menor, Marta se estaba tomando la situación como si de unas prácticas de mamada se tratara. Con solo una mano le pajeaba mientras la chupaba a un ritmo generoso, el chico estaba casi a punto nada más empezar, pero no por eso disfruto menos al correrse en su boca, soltó menos cantidad lo cual mi hermana pudo evitar tragar por accidente su leche.

-Marta: Dos mamadas en 5 minutos, esto debe ser récord mundial

-Zape: Te has portado muy bien con nosotros Marta, te mereces que te hagamos disfrutar a ti ahora

-Marta: Si estás pensando en follar, olvídate, mi primera vez no va a ser con 3 críos

-Zape: No, no es eso, te iba a proponer que si quieres podemos comerte el coño entre los dos

-Marta: Mejor entre los 3, no quiero mirones

-Zape: Como tú mandes

Era increíble lo entregados que tenía mi hermana a esos chicos, una mamada de un par de minutos y matarían por ella. Se tumbo sobre la toalla y se quitó toda la ropa, ordenó a los 3 chicos hacer lo mismo. Allí ante sus ojos tenía 3 pollas duras queriendo complacer. Dio sus órdenes, Zape el niño polla, se colocaría a su lado para chupar una de sus tetas, Zipi al lado contrario con la otra y José debía de ser el encargado de chupar su rajita.

Con el pistoletazo de salida, 3 lenguas se posaban sobre su cuerpo disfrutando de él, pero quien realmente disfrutaba era Marta, sus pechos eran devorados, su rajita siendo lamida por José como si de un perrito se tratara. Estaba tan excitada que su orgasmo llego enseguida, los chicos sorprendidos por la reacción de mi hermana ante su momento de placer continuaron su labor poniendo más intensidad.

Marta necesitaba una polla, y eligió a Zipi, a Zape le hizo cambiar el puesto con José, aunque fuera el más pequeño parecía tener más experiencia, no se equivocaba. Notaba su lengua recorrer el interior de su rajita, como se movía y le hacía retorcerse de placer, ese crio promete pensaba ella. José a su lado comiendo una de sus tetas mientras ella chupaba la polla de Zipi, recorría su dureza con la lengua hasta la puntita, la cual saboreaba como si fuera un helado. Una vez mas no necesitó de mucho para que empezara a correrse entre su boca y su cara.

Se limpiaba la cara de leche cuando empezó a correrse con la lengua de Zape, el muy cabron casi le hace tocar el cielo. Puso su gran verga encima de su rajita, Marta asustada le miró, pero el chico solo quería frotarse con ella, José por su parte había dejado a un lado su labor de chupar una de sus tetas y se estaba masturbando a escasos centímetros de su cuerpo.

Notaba la verga de Zape frotarse fuerte con su coñito mojado, la sentía tan caliente, tan dura, que disfrutaba con cada movimiento. José empezó a correrse encima de las tetas de Marta, fue empujado por Zipi al notar que parte de la leche le fue a parar a su cabeza. Mi hermana se reía ante semejante escena, los chicos se apartaron y empezaron a discutir. Zape aprovechando que tenía a Marta para él solo, se puso a 4 patas dejando su polla a la altura de la boca de mi hermana, mientras el empezó a lamer su rajita una vez más con su lengua.

Era una postura del 69 en toda regla, Marta chupaba aquella polla interminable con fuerza que no tardó en llenar su boca. El chico se detuvo un instante a disfrutar de su orgasmo, al terminar, volvió con su lengua para terminar el trabajo, restregaba su miembro por la cara de Marta mientras no dejaba de chupar, succionar todo fluido del interior de su sexo, mi hermana empezó a llegar al climax, se volvía a retorcer de placer sobre las toallas y capturaba la polla de Zape para soportar mejor ese placer del que estaba disfrutando.

Los ánimos se calmaron, Marta limpio su cuerpo de restos de leche para volver a vestirse, los chicos sentados la miraban y babeaban por el rato que habían pasado, solo José parecía estar enfadado por ver el castigo recibido.  Al rato los 4 pusieron rumbo al camping, Zipi y Zape iban a cada lado de mi hermana como si fueran sus guardaespaldas, un poco más atrás iba el tercero en discordia que aun refunfuñaba.

Al llegar se despidió de los dos primos dando 2 besos en la mejilla a cada uno y un simple adiós a José casi sin mirarle a la cara. Que mejor venganza que ver como sus amigos habían disfrutado de mamadas mientras él se había quedado con una simple pajilla. Por supuesto tampoco iba a permitir que estos dos se fueran de rositas, tenía intención de pensar en algo épico, en algo que nunca podrían olvidar.

“Espera espera y espera un momento, menudos hijos de… con razón el Zape me dijo que mi hermana era la tía más cachonda que había conocido, no se refería a cachonda de graciosa sino, cachonda de gustarle el sexo por poner una definición suave.”

Alguien interrumpía mi lectura llamando a la puerta de mi habitación, lo más rápido que pude minimice el archivo de texto.

-Marta: ¿Que haces hermanito?

-Marcos: Nada nada aquí… con los test

-Marta: Por la cara que has puesto yo diría que estabas viendo porno

-Marcos: Bueno algunas definiciones en los test son muy …

-Marta: jajaja estas enfermo, ves sexo por todas partes. En fin, baja a comer que ya está la comida hecha

Durante la comida no podía dejar de imaginar a mi hermana en ese bosque rodeada de pollas, cada vez que se metía algo en la boca, no dejaba de pensar en el niño del trabuco. Al terminar de comer, acompañe a Marta en la piscina, a pesar de estar ya en septiembre el clima seguía siendo de verano.

Marta volvió a la biblioteca al rato, y me volvía a quedar solo para seguir con la historia sin ser interrumpido.

La mañana siguiente, el día amaneció con una ligera lluvia, estuvo conmigo y algunos amigos míos jugando en una sala habilitada de juegos, no le resultaba muy divertido, pero era eso o estar encerrada en la autocaravana.

La tarde fue todo lo contrario, volvía a brillar el sol, un poco de fresco que impedía bañarse en la piscina, pero una temperatura perfecta para estar tirada en el césped. Al poco de estar allí, aparecieron en escena “los 3 mosqueteros” se sentaron no muy lejos de Marta, pero al estar mi madre y yo con ella no le dijeron nada. Fue pasando el tiempo, mi hermana se levantó para ir a los baños de la piscina, entró y cuando iba a entrar en uno de los habitáculos unas manos rodearon su cintura.

-Zape: Que tal guapa, ¿me echabas de menos?

-Marta: Esto es el baño de chicas, haz el favor de salir

-Zape: Vaya genio, ayer no estabas así

-Marta: Bueno me vas a dejar mear o no

El chico soltó a Marta, pero cuando se disponía a cerrar la puerta, se metió dentro con ella.

-Marta: Enserio, eres muy pesado, déjame mear

-Zape: Hazlo, no te molesto

-Marta: Pues nada, disfruta de mi meada

Se bajó las braguitas del bikini y se sentó en el inodoro, el chico se agacho delante de ella observando su entrepierna

-Marta: ¿Que ocurre? Que nunca has visto a una chica mear

-Zape: No, ¿me dejas que mire?

-Marta: Si te digo que no, ¿te vas a ir?

-Zape: No…

“Empezó a caer el chorrito”

-Marta: ¿Qué? Pedazo de espectáculo eh

-Zape: Buff es que me encantó comerte el coño ayer

-Marta: Y que pasa… que ahora me lo quieres limpiar después de mear

-Zape: No me importaría

Un poco asqueada, Marta termino de mear y se dispuso a limpiarse un poco y subir su braguita, Zape se puso de pie sacándose la verga, tenía una erección bastante importante y se tocaba mientras la miraba.

-Marta: Chaval… estas muy salido

-Zape: Buff es que me pones muy duro

-Marta: Ya lo veo

-Zape: Porque no me la chupas

-Marta: jajaja si claro, ahora mismo

-Zape: Déjame entonces que te coma el coño, no hace falta que tu hagas nada

Debía estar loca pensaba Marta por aceptar la petición, pero la situación le empezaba a resultar excitante, a fin de cuentas, ella no tendría que chupar, solo disfrutar. Afirmó con la cabeza dando su consentimiento, Zape se agacho de nuevo, le bajo sus braguitas de un tirón, tan fuerte que casi las rompe, metió su cabeza entre las piernas de mi hermana, esta se apoya de espaldas a la pared abriéndose un poco para facilitar al chico el acceso a su coñito. Al igual que en el bosque, el niño manguera, empezó a meter su lengua por su rajita.

Le agarraba la cabeza mientras el chico no dejaba de saborear el interior de su sexo, a los pocos segundos empezaba a mojarse al notar la lengua pasar por su clítoris y jugar tímidamente con su vulva. Ese maldito crio como demonios era capaz de hacerla disfrutar así pensaba Marta mientras agarraba la cabeza de Zape. Notó la mano del chico pasar por su culo atravesando sus nalgas, un dedo se detuvo en su ano y tenía la intención de meterse dentro.

-Marta: Oye para ese dedo quieto o me voy

-Zape: ¿No te gusta? a una chica se lo hice y le encanto

-Marta: Felicidades para ella, pero conmigo olvídate

-Zape: No te dolerá, si lo mojo bien casi ni lo sentirás

-Marta: ¿Quieres que te lo meta yo?

-Zape: No me importaría, si quieres luego lo haces

-Marta: Creo que no, anda mejor sigue antes de que me enfrié

Se centró en su coñito de nuevo, quitó la mano de su ano y la llevó para ayudarse con ella, Marta le miraba y se notaba poderosa, tampoco podía evitar ver su verga que casi rozaba el suelo, le apetecía chuparla, pero no le iba a dar ese gusto al chico. Zape quiso repetir lo de la tarde anterior, se levantó para darle la vuelta a mi hermana y ponerla contra la pared. Marta estaba un poco a la expectativa de cuál sería el siguiente paso, notó su polla como recorría entre sus nalgas abriéndose paso hasta quedar encajada en la entrada de su sexo.

-Marta: Joder, no, ni se te ocurra

-Zape: Tranquila, solo me voy a frotar, te juro que no la meto

Notaba el glande entre sus labios vaginales, estaba tan caliente ese pedazo de carne al igual que ella, que incluso se le empezaba a pasar por la cabeza que se la follara allí mismo y dar por finalizada su misión en esas vacaciones. Zape saco su polla de esa zona para encajarla en el hueco entre sus muslos y la entrepierna, empezó a simular que la follaba a gran ritmo, rozando y presionando fuerte toda la zona, acabo corriéndose, agarrando fuerte las tetas de Marta y suspirando fuerte a su oído.

Mi hermana no pudo reprimirse ante el gozo de ese chico y capturo su polla con la mano para que siguiera rozándose mientras soltaba leche, ella también quería correrse y le obligaba a continuar, su cuerpo era golpeado contra la pared en cada embestida. Al final consiguió su momento esperado y empezó a correrse llevando el glande del chico a su entrada y frotándose fuerte con él.

No se demoró mucho en echar al chico del baño. Después de limpiar el estropicio que había provocado, salió de nuevo a la piscina para volver a tomar el sol en su toalla. Zape parecía estar contando a sus dos compinches lo sucedido en el baño con ella, al pasar por delante de ellos, José detiene a Marta para hablar con ella.

-José: Al final lo vas hacer con todo el mundo menos conmigo

-Marta: No hicimos nada, solo… me estuvo haciendo una limpieza de bajos

-José: ¿No me vas a perdonar no? al menos deja de jugar con mis amigos

-Marta: Eso debiste pensarlo antes de invitarlos a nuestro encuentro ¿no crees?

-José: Les intente echar

-Marta: Claro por eso me ayudaste a liberarme de ellos, era más gracioso reírle sus acciones

-José: Joder Marta…

-Marta: Ahh una última cosa, que sepas que estaba dispuesta a perder la virginidad contigo esa tarde, ya puedes ir a darle las gracias a tus amigos

Se alejó de José con una sonrisa en su cara, que mejor venganza que jugar con sus amigos y dar calabazas a él. Aun así, seguía pensando una venganza para esos primos que en un par de días se iban a ir del camping, no podía permitir que se fueran así.

Era casi la hora de la cena, cuando Carlos, el bombero, apareció corriendo sin camiseta, venía de hacer un poco de ejercicio, Marta se recreaba viendo a ese hombre, nuestro padre que salía autocaravana le llamó para preguntarle unas cosas, el hombre se acercó quedándose a escasos 2 metros de mi hermana. Mientras hablaban no le quitaba ojo a su paquete, se le marcaba bien en ese pantalón de deporte, empezaba a entender donde guardan la manguera los bomberos al terminar su jornada. Carlos se percató en como mi hermana le devoraba su entrepierna con sus ojos, se miraron y continuó la conversación con mi padre.

Resultó ser una noche tranquila, una vez más en la cama a mi lado mientras dormía yo como un angelito, empezó a tener ganas de tocarse. Volvía a darle vueltas a como Zape, podía tener semejante aparato, aprovechó que estaba dormido, para levantar las sabanas y con la poca luz que entraba por esa pequeña ventana mirar mi entrepierna. En ese momento tenía una pequeña erección o quizás eran las sombras, agarro mi pijama y lo estiro un poco para adivinar el tamaño de mi miembro por pura curiosidad, tal vez los críos de ahora nacen con 3 piernas, se reía mientras lo pensaba.

Joder… espera espera y espérate, ¿me estuvo trasteando el pijama para adivinar el tamaño de mi polla? ¿enserio? No me podía creer lo que tan claro explicaba en su diario, que tipo de curiosidad puede tener una hermana por querer saber algo así. Sin duda que estaba muy desesperada ese verano, pero bueno mejor seguir leyendo…

Un nuevo día y un plan, vengarse de los “Zipi y Zape” del camping, lo tenía todo perfectamente estudiado, con un poco de suerte todo saldría a pedir de boca. Por desgracia esa mañana ninguno apareció por la piscina. Se tiró al agua de cabeza, buceaba esquivando a los bañistas, pero unas piernas se pusieron en su camino provocando que chocara con ellas. Al salir del agua, accidentalmente rozó con su mano la verga de esa persona, era Carlos.

-Carlos: Menos mal que no era un tiburón sino te hubiera comido una oreja

-Marta: jajaja perdona, es que no pude esquivarte

-Carlos: Tranquila, no pasa nada

Muy acalorada por ese accidente salió del agua, fue solo un instante, pero suficiente como para notar lo dura que tenía la verga, se sentó en la toalla mientras le observaba, ese hombre era como un toro, no podía entender como una mujer puede dejar escapar a un tío así.

Después de comer Marta volvió a la piscina, a esa hora no suele a ver mucha gente, pero esta vez si estaban ese par de chicos, era hora de la venganza. Se tumbó en la toalla no muy lejos de ellos, los miraba con descaro, pasados unos minutos se metió en el agua confiando que ambos le siguieran. Dentro de la piscina, los dos chicos se tiraron de golpe y se acercaron a mi hermana.

-Marta: ¿Qué pasa, os veo muy alterados?

-Zape: Es por ti, nos tienes locos

-Marta: jajaja gracias… es un halago

-Zipi: ¿Te has enfadado con José?

-Marta: Es un estúpido, que tipo de persona es alguien que deja que sus amigos le espíen estando a solas con una chica

-Zape: Yo no le hubiera dejado, es un idiota olvídate de él

-Marta: Si… además vosotros… estáis mejor dotados

-Zape: Si, además de idiota, picha corta

-TODOS: jajaja

-Marta: No sé que me pasa… pero me estoy empezando a poner muy cachonda

-Zape: Si si yo también

-Marta: Ahora mismo tengo una fantasía que… no sé si os apetece ayudarme con ella

-Zipi: Si tu pide

-Marta: Me apetece mucho ir al baño de mujeres, encerrarnos en uno y …

-Zape: Joder pues vamos, antes de que empiece a llegar gente

-Marta: Pero tenéis que hacer lo que os diga eh, que la fantasía es mía

-Zipi: Claro haremos todo lo que nos pidas

Se fueron los tres hacia el baño de mujeres, entraron en uno de los habitáculos, los dos chicos empezaron a manosear a Marta, pero ella les freno rápido, si quieren continuar deben seguir sus instrucciones. Convenció a los chicos de que cada uno ocupara un habitáculo distinto. La idea era ir un rato con uno y luego con el otro, después se juntarían los tres en el mismo y apretujados allí continuar con su fantasía. Los chicos no parecían entender muy bien porque quería hacer eso, bastó con que Marta agarrara sus pollas y las frotara un poco para que aceptaran sin hacer más preguntas.

Uno de los chicos, Zipi el mas tímido, se fue dejándoles allí solos.

-Marta: Bueno y tu Zape… ¿no me vas a enseñar que tienes ahí bajo el bañador?

-Zape: Claro mira, lista para ser mamada

-Marta: Bufff me mojo las bragas solo de imaginar ese bicho en mi boca

-Zape: Es toda tuya…

-Marta: Dame tu bañador no quiero ver ropa por aquí

-Zape: Claro… toma todo tuyo, ¿te desnudas tú también?

-Marta: Aun no… si tengo que ir de un habitáculo a otro… no lo voy hacer desnuda, ¿no crees?

Con el bañador del chico en la mano, ya tenía una parte de su plan conseguido, se agachó delante de Zape y le dio algunos lametones con la lengua a su polla. Dejo allí sentado sobre el inodoro al chico completamente excitado, tanto que no se percató que se llevaba su bañador. Tiró el bañador a un rincón del baño y se disponía a entrar con Zipi al cual uso la misma táctica, con él fue mucho más fácil.

-Marta: Que pasa Zipi… por fin solos

-Zipi: Si

-Marta: Mira esta tetita lleva tu nombre ¿porque no te acercas y lo compruebas?

-Zipi: Va…vale… aii

-Marta: Vaya veo que la tienes muy dura

-Zipi: Si un poco

-Marta: Porque no me das tu bañador, te sientas ahí y dejas que le dé mimos a tu cosita

-Zipi: Claro… toma

-Marta: Sabes… aunque tu primo la tiene muy grande, la tuya me gusta más

-Zipi: Gracias

-Marta: Uhmmm que rica, porque no me esperas un momento y ahora vengo a por ti

-Zipi: Vale, te espero

En poder de los dos bañadores, ya podía poner en marcha la segunda parte de su plan, pero quiso improvisar algo más antes de pasar a la fase 2. Volvió con Zipi al cual agarrando de la mano lo saco de allí y lo llevo junto a Zape. Los 3 nuevamente en un mismo habitáculo, las manos de los chicos recorrían todo su cuerpo, Zape por delante le acariciaba su coño a todo ritmo, Zipi le estrujaba su culo a la vez que rozaba su polla por sus braguitas. Mi hermana también agarro con sus manos ambos miembros los cuales pajeaba alegremente.

-Marta: Chicos… chicos un momento

-Zape: ¿Qué pasa?

-Marta: Que me estoy meando, jajaja ahora vengo

-Zape: Hazlo aquí si quieres

-Marta: Si casi no cabemos, anda ahora vengo, no dejéis que vuestras pollas se vengan abajo

-Zape: Tranquila estarán a punto

-Marta: Eso espero porque en cuanto venga las voy a chupar tanto que os voy a dejar secos

-Zipi: Si, si nosotros te esperamos

Salió del habitáculo, agarró los bañadores que había dejado en un rincón y salió corriendo del baño de mujeres, se reía solo de pensar como este par de tontos no se han preocupado mucho de donde había dejado sus prendas. Marta iba corriendo hacia la garita del guardia de seguridad, se percató que en la piscina estaba llenándose de gente y que otra mucha iba en grupos también hacia allí. Echó los bañadores al cubo de la basura, se cruzó conmigo que a pesar de preguntar porque iba corriendo, no me hizo caso y siguió su camino. Llego donde la seguridad del camping.

-Marta: Hola,

-Seguridad: Hola

-Marta: Perdona, es que vengo corriendo de la piscina

-Seguridad: Tranquila, respira, ¿que ocurre?

-Marta: He entrado al baño de chicas y al abrir la puerta de un habitáculo había dos chicos tocándose

-Seguridad: ¿Tocándose?

-Marta: Si, desnudos, metiéndose mano y agarrándose sus… partes

-Seguridad: ¿No será una broma?

-Marta: Por dios vengo corriendo desde allí, crees que tengo cara de broma

-Seguridad: Esta bien, aviso a un compañero y vamos

-Marta: Gracias

-Seguridad: ¿Que edad tenían los chicos?

-Marta: De mi edad creo, si han empezado en la piscina, pero como ha empezado a llegar gente se debieron de ir al baño

El guardia de seguridad junto a un compañero, fueron corriendo con Marta que se iba quedando atrás, entraron al baño y se encontraron a los dos muchachos con la verga aun dura. Los sacaron de allí ante la mirada de toda la gente de la piscina, los chicos no decían nada, solo intentaban tapar sus partes. Un hombre preguntaba a los guardias que había pasado, al cual respondieron sin ningún tipo de pudor lo que Marta les había contado, se estaban liando en el baño. El hombre empezó a contar a todo aquel que preguntaba lo que el guardia le acababa de contar, mi hermana no podía creerlo, se iba a enterar todo el camping.

Los chicos fueron desnudos por la mitad del camping hasta las oficinas, llamaron a sus padres y del resto no se sabe nada. Las dos familias, avergonzadas por la actitud de sus hijos decidieron poner fin a sus vacaciones y volver a casa. Sorprendía a Marta que ninguno de los dos la culpara de lo sucedido, quizás era peor esa historia e imagino que la versión que dieron fue que algún tío les gasto una broma. La versión oficial de la gente era que este par de dos dieron rienda suelta a su pasión y la continuaron en el baño.

Al día siguiente, Marta se relamía de su venganza metida en el agua, que tranquilidad pensaba ella, pero por otro lado empezaba a pensar que había dedicado mucho esfuerzo tanto con sus vecinos como con estos dos chicos y el tiempo se le iba acabando.

Pasaron unos días y mi hermana empezaba a darse por vencida en su intento de perder la virginidad esas vacaciones. Una mañana nos disponíamos mis padres y yo a salir con otra gente del camping a pasar el día fuera de excursión, Marta prefirió quedarse, a pesar de que esa mañana nublada hacia fresco y la piscina no sería una opción con la que entretenerse. Se quedó sola, sentada fuera de la autocaravana, el vecino, estaba recogiendo su caravana, se iban a marchar ese mismo día. Sentada allí no le quitaba ojo, esos brazos musculosos, sus pantalones de deporte siempre tan ajustados marcando paquete, empezaba a excitarse viendo a ese hombre.

Era la primera vez que iba a tener la intimidad suficiente para tocarse, se fue adentro, se quitó el pantalón del pijama y las braguitas, se tumbó sobre la cama y empezó con su mano a jugar con su rajita. Escuchó a su vecino como seguía desmontando las cosas, se arrodilló sobre la cama y miró a través de la ventana, el hombre estaba agachado y no pudo evitar mirar su culo. Continuaba con su labor mientras miraba al vecino, gozaba como nunca solo de imaginar que ese bombero entraba para hacerle un poco de compañía, pero el hombre se giró y la vio allí asomada.

Marta de inmediato se dejó caer sobre la cama avergonzada, le había visto con una cara de placer que seguro tenía en ese momento. Allí tumbada se quedó inmóvil, el calentón se le estaba pasando, pero alguien empezaba a llamar a la puerta. Se levantó y se puso el pantalón del pijama, no había tiempo para sus braguitas, abrió la puerta y era Carlos.

-Carlos: Vecina, ¿me darías un poco de azúcar para el café? Es que me acabo de hacer uno y no nos queda nada

-Marta: Claro pasa

-Carlos: Y que, tú no te has ido de excursión

-Marta: No me apetecía, quería descansar un poco. Toma azúcar, sírvete tú mismo

-Carlos: Gracias. ¿Te he despertado entonces?

-Marta: No, solo estaba tumbada en la cama

-Carlos: Bueno, intentare no hacer mucho ruido para no molestar

-Marta: No te preocupes

-Carlos: Oye, ¿es que te has peleado con mis chicos?

-Marta: No… lo que pasa es que…

-Carlos: No me lo digas, han intentado ligar contigo y no supieron aceptar un “NO”

-Marta: Si, algo así

-Carlos: Estos chicos de hoy en día…

-Marta: Si son muy infantiles, por eso a mí me gustan más maduros

Se hizo un breve silencio ante la confesión de Marta

-Marta: Tus chicos necesitan una mujer que les ponga firmes

-Carlos: jajaja si estoy de acuerdo

-Marta: ¿Llevas mucho separado de tu mujer?

-Carlos: Casi un año, estas son las primeras vacaciones sin ella y se echa en falta algunas cosas

-Marta: El sexo ¿no?

-Carlos: El sexo es una de ellas, pero hay muchas más cosas

Un nuevo silencio, pero esta vez incomodaba más la situación ante esa palabra, Carlos se iba a marchar y Marta veía que su última oportunidad se disponía a salir por la puerta, tenía mucho que ganar y poco que perder. Si el hombre la rechazaba, no había problema, ese mismo día se iban a marchar y no le vería nunca más.

Se acerco a él y ante su inmovilidad le metió la mano por dentro de su pantalón para agarrar su verga, la tenía muy dura, buena señal de que tenía alguna posibilidad. Al notar su mano el hombre intentó sacarla de ahí, pero en lugar de conseguirlo mi hermana aun apretaba más fuerte y le empezaba a masturbar. Soltó la taza encima de la mesa que tenía cerca, Marta aprovechó ese pequeño despiste para besarlo.

Unos segundos y Carlos reaccionó, agarró a Marta del culo y la subió encima suyo mientras respondió a sus besos. La llevó hasta la cama, se quitó la camiseta mientras mi hermana se quitó su pijama, abrió ligeramente las piernas para mostrar su sexo a ese toro que iba a envestir en breve, el hombre con sus manos agarró sus piernas, las dejo bien abiertas y metió su cabeza. Le empezó a comer su coñito sin ninguna contemplación, su lengua se movía en su interior, sus dedos jugaban con sus labios vaginales que tan mojados estaban.

Marta no aguantó tal ataque y con una respiración entrecortada empezó a correrse agarrándose de las sabanas, la forma que tenía Carlos de manejar su lengua nada tenía que ver con la de Zape, fuertes espasmos y un grito de placer fue lo que puso punto y final a ese orgasmo.

Carlos se quedó allí arrodillado sin saber muy bien que había pasado, se disponía a irse de nuevo y evitar ir a más, pero Marta se levantó y se agacho delante de él, le bajó los pantalones dejando salir su polla, no era tan grande como la de Zape, curioso, y se la llevo a la boca para empezar una mamada. En estos días había hecho ya algunas mamadas, y puso en acción todo lo que había practicado, tampoco le supuso un problema su inexperiencia, un hombre que lleva sin sexo posiblemente desde hace meses cualquier cosa le valdría para correrse.

Le pasaba la lengua por debajo de su verga, se la metía en la boca y succionaba, su lengua iba a por el glande haciendo círculos sobre el, cualquier cosa que hubiera visto en alguna escena de cine X, pero sobre todo le miraba, veía como ese grandullón perdía el control de su cuerpo y empezaba a llenar su boca de leche, Carlos la saco de inmediato de allí, no quería hacerla tragar y continuó sacando leche, pero con su verga pegada a la mejilla.

Quedaron sentados en la cama, en silencio, sin mirarse, pero con Marta teniendo ganas de más.

-Carlos: Creo que será mejor que me vaya

-Marta: ¿Me vas a dejar así?

-Carlos: Esto no debería a ver pasado, mírame podría ser tu padre

-Marta: ¿No te ha gustado?

-Carlos: Por dios, claro que si, pero…

-Marta: Pues si te ha gustado… hazme un favor y termina lo empezado

El vecino se quedó allí incrédulo, le apetecía mucho, pero sabía que no estaba bien lo que había pasado, mucho menos lo que pretendía Marta que pasara después.

-Marta: Quiero que tú seas el primero

-Carlos: Un momento… ¿eres virgen?

-Marta: Si y tú eres el hombre perfecto

-Carlos: Para la primera vez tendrías que buscar a alguien especial y sobre todo de tu edad

-Marta: Así fue la primera vez de alguna de mis amigas y resulto ser una mierda todo

-Carlos: De verdad que no puede…

-Marta: ¿Quién mejor que tú? Eres una buena persona, se te nota, tienes experiencia y sabrás tratarme bien…

El hombre empezaba a ceder antes los motivos de Marta

Carlos: ¿Estas segura de lo que pides?

-Marta: Si, además cuantas chicas pueden decir que su primera vez fue con alguien como tú

El esperado momento llegó. Marta se tumbó en la cama con las piernas bien abiertas, él acercó su verga a la entrada de su coñito y empezó a meter poco a poco hasta dar con esa sensible barrera, cuando la rompiera mi hermana dejaría a un lado su virginidad.

-Carlos: ¿Estas lista? Esto te va a doler

-Marta: Si estoy liiis lista

De un solo golpe, se la metió hasta lo más hondo de su sexo, Marta gritó de dolor con sus manos en la boca, se quedaron quietos, inmóviles. Cuando mi hermana se relajó, empezó a sacar un poco su polla, empezó un mete saca muy suave entre los quejidos de dolor.

-Marta: Joder… como dueleee

-Carlos: Tranquila, iré despacio, pero entiende que esto será así la primera vez

-Marta: Aii joder

-Carlos: ¿Quieres que pare?

-Marta: No no no no, aguantare

Marta alzó su vista para ver como estaba siendo follada, se asustó al ver un poco de sangre en la verga de Carlos, este la tranquilizó e hizo algo que la dejaría sin palabras. Se llevó el dedo a su miembro para recoger un poco de ese líquido rojo y se lo llevó a la boca, asqueada, mi hermana prefirió no mirar a pesar de que Carlos parecía gustarle lo que estaba saboreando.

Cambiaron de postura, Carlos se tumbó boca arriba y Marta iba a cabalgar por primera vez, tuvo que ayudarla para volver a introducir su verga en su rajita, empezó un leve sube y baja, no hacía mucho recorrido, y empezó acelerar el ritmo. Mi hermana notaba esa cosa dura atravesar sus entrañas, pero también estaba muy excitada de verse allí moviéndose encima de ese hombre. Carlos la atrajo hacia el para chupar esas tetas que hasta ahora no había probado, Marta empezó a correrse mientras se movía a toda velocidad, una mezcla de dolor y placer que ya nunca olvidaría.

Quedó tumbada sobre él intentando recuperarse, Carlos aún no había tenido su premio y estaba deseoso de tenerlo. Tumbado entre las piernas de mi hermana empezó de nuevo a follar con ella, una postura que tanto había fantaseado Marta y que se estaba cumpliendo.

El ritmo seguía siendo lento, pero cada vez que la tenía por completo dentro se movía de forma intensa para notar lo estrecho de su sexo. Marta volvía a disfrutar, incluso más que antes, le besaba, le agarraba del culo fuerte a Carlos cuando tenía su verga en el fondo. Marta volvía a gritar de placer, unos gritos que Carlos atajaba besándola, empezó a correrse de nuevo a pesar del dolor que aun sentía, se retorcía de placer en esa cama que compartía conmigo. Ese hombre no tardó mucho más en llegar a su climax, se sacó la verga y la puso sobre sus tetas para descargar allí y dejarla bañada de semen.

Ambos sobre la cama intentaban recuperarse de los minutos intensos de sexo que acababan de tener

-Carlos: ¿estás bien?

-Marta: Si… todo bien

-Carlos: Te… ¿te ha gustado?

-Marta: Si mucho, aunque dolía mucho también

-Carlos: Es normal, ya verás como las próximas veces ira a mejor

-Marta: Creo que tardare mucho en volver hacerlo, ahora mismo me duele todo

Carlos le dio algunos consejos a Marta sobre la vida y el sexo, no podía evitar ese sentimiento de padre que un hombre como él tenía. Estuvieron allí un buen rato hablando, pero la situación era comprometida y debía seguir desmantelado su caravana para su marcha. Al levantarse de la cama, se percató que en el suelo estaban las braguitas mojadas de Marta que había llevado puestas antes de su visita.

-Carlos: ¿Te importa si me las quedo?

-Marta: Claro, todo tuyas

Se las llevó a la cara para olerlas, aspiro fuerte de la parte mojada para después pasar su lengua por allí.

-Carlos: Me encantan las braguitas así tan mojadas, es un vicio que tenía con mi ex mujer

-Marta: Eres un poco rarito

-Carlos: Todos tenemos nuestros vicios ocultos

Se quedó sola, desnuda y agotada, una sonrisa de oreja a oreja de satisfacción por conseguir lo que tanto deseaba. Tendría una buena historia que contar a sus amigas Laura y Sandra, y no ser siempre ser ella la que calla y escucha.

Espera espera y esperaros… ¿un bombero? ¿su primera vez?, en voz alta repetí esas mismas preguntas en varias ocasiones, dejando a un lado que, en nuestra cama, donde yo dormía, metiera a un hombre desnudo, ¿fue con un bombero? Nunca imagine que la primera vez de Marta fuera así, imagino que la vida de mi hermana debe de estar llena de experiencias increíbles, pero viendo en el diario esta parte de su vida, no es de extrañar lo que sucedió en nuestro verano. También se ahora porque le gusta tanto que jueguen así con su ropa interior.

Continuamos con la historia… Marta acabó por levantarse de la cama, necesitaba un poco de frescor en su cuerpo, después de coger algo de ropa y una toalla, salió de la autocaravana, estaban allí recogiendo no solo Carlos, también sus hijos, al pasar delante de ellos, regaló una mirada de complicidad con su amante.

Llegó a las duchas, se encerró en una de ellas, se desnudó y empezó el agua a correr por su cuerpo. Notaba muy sensible su rajita, quizás porque aún tenía muy reciente las escenas de sexo con Carlos, pero daba igual el motivo, le apetecía tocarse. Un poco de jabón y empezó a frotar sus pechos, se recreaba con ellos, bajaba hasta su ombligo y volvía a subir para agarrarlos fuertes. Continuaba por su culo al cual llevo su mano con toda la espuma que bajaba de sus pechos. Le apetecía probar a meter un dedo en su ano y experimentar un poco bajo el agua.

Con el dedo dentro de su culito, empezó a excitarse más, no porque le provocara placer, sino por el simple hecho de hacerlo, paso su otra mano hacia su sexo, el simple contacto le hacía palpitar su entrepierna, de forma suave empezó a tocar su rajita, aun notaba el dolor, pero quería un orgasmo allí, en ese momento. Continuaba frotando su coñito mientras su propio dedo le penetraba por detrás, no pudo evitar soltar gemidos de su boca, estaba a punto de explotar, y explotó. Con su cara pegada a las baldosas de la pared, empezó a correrse, notaba como el dedo en su ano quedaba atrapado por el esfínter y un último suspiro, puso final a ese orgasmo.

-Señora: Niña ¿Estas bien?

-Marta: si… SI SI estoy bien

-Señora: No llores hija

No podía creerse que esa señora le hubiera escuchado, y lo gracioso es que pensara que estaba llorando. Esperó a que la señora se fuera, para salir de su ducha y volver a la autocaravana. Paso de nuevo por delante de sus vecinos y cuando se disponía a entrar a su hogar, unas voces detrás suyo le hicieron parar. Eran los hijos de Carlos que, ante la atenta mirada de su padre, parecía que tenían algo que decir.

-José: ¿Podemos hablar un momento?

-Marta: Dime

-José: Quería pedirte perdón… por lo que paso, ya sabes…

-Marta: Muy bien, acepto tus disculpas, ¿algo más?

-José: ¿Te enteraste lo de lo que paso con Zipi y Zape?

-Marta: Si… algo escuché

-José: No me lo puedo creer…

-Marta: Que fueran siempre juntos a todas partes, daba que pensar. ¿Algo más?

-José: No, que … te vaya todo bien, adiós.

-Marta: Y Tu “hermano mayor” ¿querías algo?

-Juan: Que lo siento también, no hice las cosas bien

-Marta: Muy bien, pues nada, pásalo bien en el regreso a casa

-Juan: Esto… ¿me darías tu número de teléfono?

-Marta: A quien, ¿a ti? ¿Al mismo nenaza que sale corriendo y deja tirada a una chica en medio del bosque? No, gracias

El chico se marchó de allí con la cabeza agachada, Marta llevaba muchos días esperando el momento de decirle algo parecido, tuvo suerte que Carlos estaba allí mirando en la distancia.

No tardaron mucho en llegar nuestros padres, también yo claro, casi al mismo tiempo en el que los vecinos se iban despidiéndose de nosotros. Un beso en la mejilla de Marta a Carlos, fue lo que ponía el final a su verano de grandes emociones y mejores experiencias. El resto de días, 3 para ser exactos, fueron pura rutina. En el regreso a casa en la autocaravana, mi hermana empezaba a entender que ese verano cambiaría su vida, porque todos tenemos un verano que nos lo acaba cambiando.

Volviendo a la realidad… cerré ese diario en forma de documento de Word, era de madrugada y todos en casa parecían dormir. Me levantó para ir a cenar algo, estaba tan metido en la historia de Marta, que ni siquiera lo había hecho. Algo ligero y de regreso, veo una tenue luz salir de la habitación de mi hermana.

-Marcos: ¿Duermes?

-Marta: No, pasa

-Marcos: ¿Que hacías?

-Marta: Nada nada…

-Marcos: No estarías viendo … porno

-Marta: jajaja me has pillado, ven mira, veras que morboso…

-Marcos: Joder a ver… pero si es un video de cachorros

-Marta: jajaja que iluso… bueno ¿Qué querías?

-Marcos: Nada… venia de cenar algo y vi la luz

-Marta: Estabas desaparecido

-Marcos: Si, ya sabes los dichosos test y señales de trafico

-Marta: Sácate rápido la licencia, que tengo ganas de un viaje en coche

-Marcos: Sera lo primero que hagamos cuando lo tenga

-Marta: Te tomo la palabra

-Marcos: Esto… te puedo hacer una pregunta… un tanto extraña

-Marta: Que miedo me das, dispara

-Marcos: Bueno después de este verano… con lo que ha pasado… ya sabes…

-Marta: Si…

-Marcos: Una curiosidad ronda mi cabeza

-Marta: Pues dime, no te hagas de rogar

-Marcos: Con quien… ¿tu primera vez quien fue?

-Marta: jajaja ¿Enserio? Pues … un bombero

-Marcos: ¿Bombero?

-Marta: jajaja si… además lo conoces, aunque al igual no te acuerdas

-Marcos: No conozco a ningún bombero

-Marta: Te acuerdas de las últimas vacaciones en la autocaravana, Pirineos… Vecino… Juan y José

-Marcos: Venga ya, ¿con ese?

-Marta: Shhh si

-Marcos: ¿Pero cómo? ¿Cuándo?

Mi hermana fue hacia su cama, se metió dentro de las sabanas y me hizo un hueco.

-Marta: Anda ven aquí… y apaga la luz que te lo contare todo…