Descubriendo a mi perrita
Por casualidad descubro que tengo una perrita a mi alcance
Hola a todos!!!!
Este es mi primer relato, espero que os guste y no dudéis en dejarme vuestros comentarios estaré encantada de leerlos.
Como todas las mañanas salía a correr cerca del campus de la universidad, ya que si quiero mantener mi físico he de hacerlo, mido cerca de 1,68 y peso unos 56Kg por lo que se puede decir que estoy bien, pero hace unas semanas ocurrió algo distinto tuve que volver antes a mi piso, al llegar note algo extraño, normalmente Clara mi compañera de piso esta desayunando, pero ese día no la veía por ningún sitio, así que me dirigí hacía mi cuarto cuando escuche unos ruidos, empecé a caminar más sigilosamente hasta que pude ver el interior de mi cuarto, y allí me encontré a mi compañera arrodillada a lado de mi cama de espaladas a la puerta masturbándose con un vibrador mientras olía mi tanga del día anterior, tan concentrada estaba que ni me oyó acercarme, se metía compulsivamente aquel falo rosa por su coño mientras gemía.
- Sí Ama haré lo que usted me diga pero por favor deje correrse a su esclava
He de decir que me quede anonadada, que oportunidad se me acababa de presentar, debía aprovecharme o salir y no decir nada, pero justo en ese momento me decidí cuando la escuche correrse y decir.
- Lo siento Ama, no he podido evitar correrme, aceptare su castigo pero por favor perdóneme.
- Pero que te crees perra, quien te ha dado permiso para correrte.
Clara se giro hacia mí, no sabía dónde meterse ni que decir.
- Yo… yo…
- Y encima hablas sin permiso
Plass Plass le solté dos guantadas sin pensármelo, ya había decidido que tener una sumisa iba a ser muy buena idea
He de decir que Clara es algo más bajita que yo, pero tiene unas tetas inmensas mientras que yo tengo una 90C, ella gasta una 95 F y todas naturales, mirándola ahora teniendo en cuenta que habíamos comenzado una nueva relación se me empezaban a ocurrir cosas que hacer con ellas.
- Ama Laura... dijo Clara con miedo a mi respuesta
- Si, putita soy tu Ama y prepárate que no sabes dónde te has metido. Sácate inmediatamente ese consolador que no tienes permiso ni para acercarte a él.
- Si Ama
- Creo que como bien has dicho me debes un castigo, no?
- Si Ama debe castigarme porque me corrí sin que usted me lo hubiera permitido.
La deje en la habitación y me fui al baño a por un cepillo de pelo, le iba a poner el culo rojo como un tomate y si esto iba para adelante me tenía que hacer con más material.
Me senté en la cama y le ordene que se subiera en mis rodillas, se coloco con sus tetas colgando y las piernas abiertas, empecé a pasarle una mano suavemente por cada una de las nalgas y cuando menos lo esperaba Plaff, Plaff, Plaff
- Ay!! Ama me duele
- Será mejor que pidas perdón y no te quejes tanto sino estaremos aquí un buen rato.
- Plaff
- Plaff
- Perdón Ama por no obedecerla
- Plaff
- Plaff
- Perdón Ama por no ser buena perrita
Después de un buen rato la mano me empezó a doler así que me pase al cepillo
- Plaff
- Ama no, así me duele mucho
- Plaff
- Plaff
- Más vale que tengas un mejor comportamiento o estaremos así mucho rato.
- Gracias Ama por este castigo y perdone a esta putita por no obedecerla.
Clara no paraba de llorar y cada vez tenía el culo más rojo, se lo toque y le ardía, así que decidí parar, además se me hacia tarde y tenia clases al igual que ella.
- Muy bien, por ahora hemos acabado, me voy a duchar y me marcho a la universidad, cuando volvamos hablaremos de todo esto.
- Yo no voy a poder ir a las clases, me has dejado el culo rojo y no voy a poder sentarme en una semana, me decía mientras se lo tocaba.
- Solo te lo diré una vez, aunque luego hablaremos con más calma, si quieres seguir con esto, más te vale hacer lo que te diga, eres mía no?
La deje y me fui a la ducha, al salir me la encontré en la entrada vestida y preparada para ir a las clases.
- Muy bien putita, le dije mientras pasaba al lado de ella y le daba un cachete.
- Au!! Gracias Ama.
Si os gusta continuara…