Descubriendo a mi mujer 4
Seguí absorbiendo sus flujos y besando sus labios genitales, dejo de moverse y se giró suavemente, subí poco a poco llenándole de besos el cuerpo, hasta llegar a su boca, nos besamos con pasión, me deparé y le dije que ahora venía.
Seguí absorbiendo sus flujos y besando sus labios genitales, dejo de moverse y se giró suavemente, subí poco a poco llenándole de besos el cuerpo, hasta llegar a su boca, nos besamos con pasión, me deparé y le dije que ahora venía.
Fui al váter y le mandé un mensaje a mi marido.
Me coloqué su regalito y fui de nuevo al cuarto, apague la luz, me acerqué despacio a ella, empecé a besar sus pies, y empecé a subir de nuevo, estaba como una moto, le susurré al oído que me tocaba a mí, pasó su mano por mis pechos pellizcando los pezones, siguió bajando y puso la mano en mi coño y la quitó como si le hubiera dado calambre, pero que coñoooo, que te crees que eres la única que vendes cositas, pero, pero, si es un arnés con una buena polla. Se quedó un momento parada pero siguió bajando, llego a mi chichi y lo lamía mientras acariciaba el nabo.
Le sentía lamer mientras me pajeaba con su mano nerviosa, me tenía a dos mil y no aguantaba más, la subí y la puse boca abajo, pasé mi lengua por su espalda, poniendo carne de gallina, mojé con sus flujos el pollón y lo empecé a meter despacio, sus 22 cm de largo y 5 de ancho, tenía la boca abierta y respiraba como poseída..
Se la saque y exclamo un pequeño reproche, me tumbé a su lado y la monté encima, se la clavó de golpe, alucinaba con sus tetas, botando, se las cogí y las mordía, primero suave y luego más fuerte, gemías y se quejaba, pero estaba fuera de sí, acaricié su mano derecha y le coloqué una esposa atada a la cama, me miró extrañada, pero todo le daba igual, puso la otra mano y se dejó hacer, le empecé a morder otra vez sus pezones, a retorcerlos, daba gritito y decía cosas incoherentes, metí la mano debajo de la almohada y saque una bola de goma y su cinta, se la puse en la boca, no se que pensaba pero abrió y se la puse atándola atrás. Mientras seguía follando mi extremo postizo como una loca..
Pude ver a mi marido que abría la puerta suavemente por el cristal con la poca luz que entraba de la calle. Olga estaba loca y mi marido se situó detrás, estaba todo empalmado le vi que se frotaba las manos y su polla, se acercó por detrás y le cogió las tetas tirando de los pezones, creo que le entro una parálisis al sentir las manos de un extraño, me miró con los ojos como platos, yo le acariciaba y la besaba, creo que comprendió que no tenía remedio y se dejó hacer yo le agarraba de las caderas mientras mi marido le mordisqueaba, chupaba todo su cuerpo, llegando hasta su ojete.
Empezó a masajearlo, con alguna crema o algo, yo ya sabía lo que pasaba. Olga no se movía solo gemía, yo movía mi culo suavemente empujándole el nabo. Para mi sorpresa mi marido me metió mi pollón de goma, lo clavó en la cama, así que cuan le follaba a Olga me metía hasta dentro el otro. Entonces empezó la fiesta mi marido empezó a metérsela por detrás, sentí su respiración agitada a medida que le metía la polla, sentí la pelea de pollas en su interior mientras buscaba la postura más acorde a sus embestidas.
Mi marido empezó a bombear, aquello era una locura los tres nos movíamos como culebras, le quite la bola, porque necesitaba besarla, morderle…
Al quitarle la bola de la boca solo articulo a decir Cabrones me estáis matando, no paréis me corro, me corrooo, yo me uní a ella dándo palmadas en el culo y mi marido se corría dentro de ella gritando como un perro..
La escena tenía que ser dantesca, nuestros pelos alborotados, nuestras teta unidas compartiendo nuestra agitación y mi polla en su coño, otra en mi chocho y mi marido con su polla metida y el encima, éramos uno, unidos por extrañas extremidades..
Fue el principio de una extraña amistad, como dice mi amiga, unidos por los tappers.