Descubriendo a mi familia 5. Discusión con mi tia
Discuto con mi tía y paso la noche en casa de una amiga
Estuve unos días pensando en lo ocurrido con mi tía y decidí seguir adelante quería sentir lo de la noche anterior, quería saber el sabor de su coño y si ella no daba el primer paso lo aria yo.
No sabía cómo hacerlo pero tras estar uno minutos pensando decidí esperarla desnuda en su cama así cuando llegara de trabajar y se dispusiera a desnudarse me vería. Aunque luego pensé que me veía muchas veces desnuda quizás eso no se lo tomaría como quiero que me folles. Al final decidí comprarme un conjunto sexy y esperarla.
Me salte unas clases para ir a un centro comercial, ya en la tienda de lencería estuve mirando hasta que vi el apropiado era un corsé rojo y negro precioso y un tanga negro transparente.
Ese conjunto me quedaba muy bien, me escondía mi tripilla y además me hacía unos pechos enormes, estaba irresistible. Cuando oí la puerta me dirigí a la habitación de mi tía y apague la luz. Mi tía entro y se quedó boquiabierta no dijo nada.
- Hola tía.
- ¿Se puede saber qué haces Carmen?
- Quiero que acabemos lo del otro día.
- ¿Pero qué estás diciendo?
- Quiero que me folles.
- Carmen por favor….eso no puede ser
- ¿Cómo que no puede ser? Me has estado calentando dos meses, eres más que mi tía.
- De eso nada Carmen somos tía y sobrina y nada más. Perdóname si te e confundido la verdad es que me deje llevar.
- Hagámoslo una vez y lo olvidamos todo.
- Carmen he dicho que no, se acabó todo esto. Sal de mi habitación por favor.
Me puse pantalón camiseta y zapatillas cogí mi bolso y sin decir nada salí de casa a toda prisa. Ya en la calle lo único que pude hacer fue llorar, que había hecho como iba a volver ahora a casa de mi tía. Decidí llamar a una muy buena amiga que no vivía lejos y le dije que si podía ir a su piso a dormir ella acepto.
Ya en su casa me presento a sus dos compañeras de piso y nos dirigimos a su habitación. Por cierto m amiga se llama María.
- ¿Bueno Carmen me vas a contar lo que te pasa?
- Joder María que no puedo que es muy fuerte.
- Venga tía no somos amigas.
- Bueno vale. Al final accedí a contarle lo que ocurría entre mi tía y yo.
- A ver que me aclare tía, te gustan las mujeres y encima casi te tiras a tu tía, vamos yo flipo.
Hubo uno instantes de silencia un poco incómodo.
- Jaja, bueno Carmen no te preocupes conmigo puedes contar.
- Gracias. Oye otra cosa me puedes dejar un pijama y ropa interior.
- Si claro, pero ropa interior… ¿Qué pasa que no puedes llevar un sujetador dos días?
- No no es eso mira.
Me quite la camiseta y le enseñe el corsé que todavía llevaba puesto.
- Joder tía que sexy. Jajaja
- Si bueno… Porfa déjame un pijama.
- Solo tengo el mío te parece bien una camiseta.
- Si claro. Comencé a quitarme el corsé. ¿Yo sonde duermo?
- Pues donde vas a dormir en mi cama.
- ¿Y tú?
- Jajaja. También ¿Te crees que me importa dormir contigo?
- Pues claro que no, venga a la cama jaja
- Espera ayúdame a quitarme esto que no puedo. María me ayudo a quitarme el corsé quedándose mis pechos al aire y empezó a reír.
- Jaja. Tú crees que tengo sujetadores para esas pedazo de tetas, ¿En una 90 no entran no?
- No creo jajaja.
- Bueno mañana lo solucionamos.
- Voy al baño antes de dormir ahora vengo. Me puse la camiseta y salí de la habitación.
Me dirigí al baño para hacer mis cosas y cuando volví a la habitación me encontré a María con mi corsé puesto.
- ¿Te va un poco grande no?
- Jajaja. Perdona por ponérmelo.
- No te preocupes, venga quítatelo y vamos a dormir que estoy cansada. Me senté en la cama y me quite el pantalón.
- ¿El tanga también es parte del conjunto?
- Si, ¿También te lo quieres probar? Jajaj
- Venga pásamelo a ver cómo me queda todo.
- Jajajaj, te falta culo.
- O a ti te sobra jajaja.
Me quite el tanga y cuando me di la vuelta para dárselo ella estaba sentada en el otro extremo de la cama sin pantalones. Le pase en tanga y no puede evitar mirarla de arriba abajo mientras se lo ponía la verdad es que le quedaba bastante peor que a mi le venía muy grande. María era una chica delgada no muy guapa pero tenía buen cuerpo un culo redondito y unas tetas pequeñas pero muy bonitas.
- ¿Qué te parezco?
- Me queda mejor a mi jajaja.
- Con uno de mi talla habría que verlo jajaja. Porfa ayúdame a quitármelo.
- No sé yo. Le decía mientras le ayudaba. Bonitas tetas jaja.
- Jajaja gracias.
María se puso su pijama nos metimos a la cama y apago la luz.
- María
- ¿Que?
- Mi tanga.
- Toma.
María se quitó el pantalón y el tanga y me lo dio, el poco tiempo se quedó dormida. Yo no pude dormir estaba un poco excitada y el cómo fue cuando se me ocurrió oler el tanga que todavía estaba en mi mano y mi coño empezó a ponerse húmedo y mi temperatura a subir. No aguantaba más y decidí ir al baño a refrescarme.
Al volver a la cama me encontré a María en medio de la cama boca abajo quite la sabana para meterme y me encontré a mi amiga con las piernas abiertas y el culo un poco en pompa podía observar perfectamente su culo y su coño no me quise recrear mucho y me metí rápidamente en la cama. Pero el problema fue que empecé a recordar la imagen luego se unió la de sus pecho luego la de mi tía estaba muy caliente y poco a poco mi mano llego a mi chocho, no lo pude evitar metí mi mano en la entrepierna y me gire para evitar que mi amiga se diera cuenta cerré mis piernas y comencé a acariciar mi clítoris muy despacio. Mi respiración iba en aumento por lo que para evitar que me oyera me puse boca abajo, aumente el ritmo y en unos instantes me corrí mientras la almohada silenciaba mis gemidos. Me quede totalmente dormida en esa misma posición.
- Carmen despierta.
- ¿Qué pasa?
- Jajajaja, nada que me he despertado.
- Vale ya me levanto. Pero no le ice ni caso.
- Venga arriba. Me quito las sabanas
- Ya voy tía ya voy.
- ¿No querías un suge?
- Si
- Pruébate los del segundo cajón del armario a ver si alguno te va bien.
- Vale. Me estuve probando pero todos me iban pequeños, seguí rebuscando por los cajones ya que estaba hay. Jajaja, ¿Qué es esto tía?
- Jajajaja es mi novio. Era un vibrador.
- ¿Usas de esas cosas?
- Abecés sí que lo uso.
- ¿Y qué tal?
- Compruébalo tu misma jajaja.
- Cállate guarra jajajaj.
- ¿Te vale alguno?
- No
- Pues nada nos vamos así.
- ¿Qué dices? Como voy a ir así a clase.
- Pues vamos a tu casa
- Hasta que mi tía no se vaya a trabajar no. Vete tu yo me quedo aquí, si no te importa.
- Joder Carmen… Va me quedo contigo.
- ¿No quieres dejarme sola con tu novio? Jajaja
- Que puta eres, venga vamos a desayunar.
- Ok.
Desayunamos y me marcha a mi casa pensando que mi tía estaría ya en el trabajo. Pero entre y me la encontré sentada en la mesa de la cocina.
- ¿Dónde has estado Carmen?
- ¿Qué coño haces aquí? ¿No tienes que trabajar?
- ¿Dónde has estado?
- En casa de una amiga.
- ¿Porque no estás en clase?
- Déjame quieres.
- Estas en mi casa dígnate a responder.
- ¿Quieres que valla a clase así? Mientras me levantaba la camiseta. ¿O prefieres que vaya con el corsé?
- Pero tú de que vas! Ven aquí ¡
- Dime tía, como te pongo más cachonda así o con el corsé. Mientras me dirigía a ella y me quitaba la camiseta.
- A mí no me hables así. Me dio una ostia que aún me duele. No me pones no me gustas coño eres mi sobrina.
- Mentira. A que te lo demuestro.
- No tienes nada que demostrar.
- Tú déjame, siéntate.
Accedió y se sentó en la silla, ahora me tocaba a mí, tenía que ponerla muy muy cachonda recordé las miradas que echaba a mi coño cuando nos tocábamos juntas en el sofá quería que viera lo mismo. Me puse de culo a ella y empecé a bajarme los pantalones lentamente ella pudo observar todo mi culo. Seguí bajando hasta que vio perfectamente mi coño por el tanga transparente, pero ella no decía nada.
- ¿Puedes ponerte hacia la mesa?
- ¿Para qué?
- Por favor.
Acepto, yo me subí a la mesa me puse a cuatro patas con mi culo a escasos 50 cm de su cara, empecé a bajarme el tanga poco a poco hasta medo culo más o menos luego me di la vuelta pude ver que sus pezones se marcaban en la bata que llevaba puesta. Me senté en el borde de la meja y comencé a acariciar mi chocho por encima del tanga poco a poco fui retirando el tanga y me abrí de piernas para que mi tía viera lo que tanto deseaba. Me acerque un poco más a ella y empecé a acariciarme de nuevo, no pasaron ni dos segundos cuando dijo.
- Solo una vez.
Me aparto la mano y me empujo para que me tumbara completamente un la mesa intente incorporarme otra vez pero el placer de notar su húmeda lengua por primera vez de detuvo solo pude agarrarme a un lateral de la mesa. Mi tía empezó probando todo mi coño note su lengua por todas partes.
- Tranquila ya verás cómo te encanta.
- No te preocupes ya me está encantando.
Empezó a centrarse en mi clítoris hacia unos movimientos lentos de arriba hacia abajo yo no podía hablar solo jadeaba, fue incluyendo más movimientos y los hacia más rápido nunca me había sentido así de bien.
- ¿Porque paras?
- A ver si has aprendido algo. Se subió encima de la mesa y coloco su entrepierna a pocos centímetros de mi cara. ¿Quieres probarlo?
- Claro que sí.
Coloco sus rodillas a ambos lados de mi cara y poso su precioso coño en mi boca, yo torpemente saque mi lengua y probé por primera vez lo que tanto deseaba. Nunca me había sentido tan excitada, seguí lamiendo mientras mi tía me masturbaba.
- Despacito Carmen, así así muy bien.
Cuando conseguí hacerlo bien mi tía volvió a lo que había dejado a medias, ay estábamos mi tía y yo comiéndonos el coño de la una a la otra. No tarde mucho en correrme deje de comerle el coño a mi tía para gritar como una loca en lo que fue el mayor orgasmo de mi vida hasta ese momento .Mis piernas expulsaron a mi tía de mi satisfecho coño.
- Tía te toca.
Baje de la meja y mi tía se puso en la posición en la que yo estaba inicialmente, introduje mi lengua y comencé con la faena.
- Un poco más arriba.
- Ay, ay ummm
- Méteme un dedo.
Yo hacía lo que mi tía me iba diciendo, hasta que solo salieron de su boca gemidos poco después se corrió. Mi boca quedo inundada se su fluido.
- ¿Qué tal he estado?
- Para ser tu primera vez tampoco has sido muy torpe.
- Jaja
- Carmen hazme un favor.
- Dime
- Vístete y márchate
- ¿Como?
- Solo esta noche necesito pensar esto que hemos hecho no está bien.
No dije nada, simplemente me vestí y salí de casa. Llame a María para que me hiciera el favor de dormir en su casa otra vez.