Descubriendo a la verdadera Alba
Alba, mi novia desde hace 6 años, me confiesa que quiere probar un trío con otro hombre.
Llevo 6 años con mi novia Alba. Es morena, bajita, delgada, con poco pecho y un culo perfecto. De esos culos que nada más verlos te dan ganas de morderlos, y si te dejan, follártelos... Tenemos 30 y pocos años y siempre hemos tenido una vida sexual satisfactoria.
No obstante, el sexo con Alba, siempre ha sido bastante convencional. Nos gusta lo que le gusta a la mayoría de la gente. De vez en cuando hemos mezclado nuestra rutina con variaciones no demasiado locas, pero a nosotros nuestras rutinas nos han funcionado para mantener la llama encendida. Sin embargo, el sexo, como ya he dicho, siempre ha sido de lo más convencional.
Pues bien, hace tres meses, todo cambió. Con la intención de especiar el sexo más allá del típico “aquí te pillo aquí te mato” se me ocurrió que podríamos navegar juntos por alguna página porno y dar en algún vídeo que le llamase la atención de Alba.
Ella no está acostumbrada el porno, y en un principio estaba un poco perdida, pero tras muchas vueltas, fuimos a la sección de tríos. En ese momento, aunque sin saberlo, dio comienzo una conversación que cambiaría nuestra vida sexual para siempre.
Yo - “Lo único es que en la sección de tríos puedes encontrar vídeos de dos chicas y un chico o de un chico y una chica. Dime cual prefieres y buscamos uno de esos.”
Alba - “Pues puestos a elegir yo quiero uno con dos tíos, claramente.. jajajaja”
Yo - “¿Que claro lo tienes, no?”
Alba - “Hombre, si te parece, elijo un vídeo con una polla en lugar de uno con dos...!”
Yo - “jajajaja. Bueno, pues hasta ahora no te he visto quejarte nunca de tener solo una polla a tu disposición... Si tan superior te parece tener dos pollas a tu alcance en lugar de una, me lo dices y veo que puedo hacer al respecto.”
Alba - “Vale”
Yo - “¿Me estás diciendo que quieres que te busque otra polla para que te follemos entre dos?”
Alba - “Exactamente”
La respuesta me encantó. No sabía hasta que punto bromeaba a hablaba en serio, pero pronto saldría de dudas.
Lo que quería yo era a mi chica completamente desinhibida, y lo estaba consiguiendo. Normalmente es difícil que Alba entre en ese estado mental. Suelo ser yo siempre quien tira de ella para el sexo, y aunque ella lo disfruta, casi nunca lleva la iniciativa. En definitiva, veía que se lo estaba pasando bien y se estaba poniendo cachonda, con lo que parece que yo iba a tener lo que estaba buscando: un buen polvo.
Tras navegar por la sección de tríos nos paramos en uno vídeo de una chica Australiana. Delgadita, pelo largo y castaño, culo perfecto y pecho operado. Estaba rodeada a ambos lados por dos hombres que la empezaron a tocar por todo el cuerpo, mientras ella sonreía y llevaba sus manos a acariciarles la polla por encima de los pantalones.
No tardaron en desnudarla, ponerla encima de una mesa, y sacar sus herramientas, cosa que la actriz agradeció, ya que acto seguido se llevo a la que tenia cerca de la cara a la boca, mientras el otro hombre empezaba a chuparle a ella.
Alba y yo mirábamos la escena sin decir nada. Tras 3 o 4 minutos viendo la escena, alba llevó su mano a mi entrepierna, y la empezó a manosearla. Yo esperé un poco más para hacerle lo mismo a ella. Metí la mano por dentro de su pantalón y descubrí, para alegría miá, que tenía el coño completamente encharcado.
Bajaron a la chica de la mesa y se puso de rodillas en el suelo. Con dos pollas, bastante grandes por cierto, a escasos centímetros de la cara, la actriz empezó a mamar. En ese momento Alba rombió el silencio.
Alba - “Me está dando envidia....”
Sin decir nada más Alba se incorporó, me bajó los pantalones y empezó a comérmela como pocas veces antes lo había hecho. Con ansias. Miraba de reojo a la actriz mientras lo hacía y mientras tanto yo, me limité a disfrutar de su boca.
Estuvo cerca de 10 minutos comiéndomela como si tuviera hambre. Tuve que concentrarme para no correrme ahí mismo. Quería la situación durara lo más posible.
Alba no tardó en quitarse la ropa, arrancarme los pantalones y ponerse a cabalgar encima de mi. Suele ser una chica callada en el sexo, pero ese día estaba desatada. Gemía constantemente, e hizo algo que no suele hacer. Hablar.
Alba - “mmmm … me encanta”
Yo quise aprovechar la situación y tirar de la cuerda para que se deshinibiera aun más.
Yo - “¿El que te encanta?”
Alba - “Tener una dentro”
Yo - “¿Una que?”
Alba - “Una polla”
Yo - “¿Mi polla o cualquier polla?”
Alba - “Cualquier.... cualquier polla..... aaaahh”
He de reconocer que no me esperaba esa respuesta, y que me encantó. Alba se estaba soltando el pelo. En ese momento para mi el polvo continuó no como si me estuviera follando a mi novia de hace seis años, sino como si me estuviera follando a una puta cualquiera.
Me la quite de encima, la tumbé en el sofá boca abajo y me la empecé a follar con fuerza. Ella gemía y miraba la escena porno, que continuaba en el ordenador.
La actriz en esos momentos estaba a cuatro patas, siendo follada por detrás, y con otra polla en la boca. Cada embestida del tipo que se la estaba follando hacía que el de delante le clavara la polla hasta la garganta. Alba no quitaba ojo a la escena. Yo reaunudé la conversación.
Yo - “Mira. Esa vas a ser tu en unos días.” refiriéndome a la actriz.
Alba - “Siiii.....”
Yo - “¿Como quieres que sea el tío que te traiga?”
Alba - “.....”
Yo - “Te he hecho una pregunta.”
Alba - “El tío me da igual, pero que.... la polla.... sea grande.... aaaaah....”
Yo no tengo una pene pequeño. Siempre me he considerado como una tipo bien dotado, pero aparentemente a Alba de aquella noche mi polla no le valía. Quería algo más. Eso no hizo sino ponerme más cachondo, y empecé a embestir con fuerza mientras vovlí a reanudar las preguntas.
Yo - “¿Y que vas a hacer tu con esa polla que te voy a traer?”
Alba - “Comérmela.....”
Yo - “¿Solo comértela? ¿O vas a hacer algo más?”
Alba - “Dejar que me folle..... mmmmm”
Yo - “¿Por donde?”
Alba - “............”
Yo - “Te he preguntado que por donde”
Alba - “Por donde quiera.....”
No me lo podía creer. Mi novia, cuya postura favorita es el misionero, me estaba diciendo que quería que le trajese una polla para que le follara por donde fuera.... La situación me estaba encantado, seguí preguntando para ver más de esa faceta de Alba que desconocía.
Yo - “¿Por donde quiera el? ¿Vas a dejar que te folle la boca?”
Alba - “ Si..........”
Yo - “¿Quieres que te la folle hasta el fondo? ¿Hasta atragantarte con ella”?
Alba - “Si..... por favor..... la boca..... aaaaah.... que me folle.... la boca...aaah....”
Empecé a embestir con más fuerza. Cada embestida venía acompañada por un jadeo de Alba.
Yo - “¿Y luego, que más te va a follar?”
Alba - “aaah, aaah, aaah, lo que el, aaaah, quiera....”
Yo - “¿Vas a dejar que te folle el culo?”
Alba - “aaaah, aaahh, aaaah....”
En ese momento alba abrió los ojos, me miró fijamente y me dijo, con los dientes apretados:
Alba - “Siiii....... voy a dejar que me lo reviente....”
Controlé mi asombróy le conteste:
Yo - “Pero que pedazo de puta estás hecha....”
Alba - “Siiii, soy..... muy puta....”, mirándome de nuevo fijamente a los ojos.
Alba nunca me ha dejado practicar sexo anal con ella, pero la chica que me estaba tirando, no era Alba, era, o al menos parecía, otra persona.
Seguimos follando al menos 10 minutos más. Hacía mucho tiempo que no estaba tan excitado, y en cuanto a Alba, dudo que alguna vez lo hubiera estado tanto.
Yo, en mi excitación, y previendo que no tardaría en correrme, reanudé la ronda de preguntas.
Yo - “A mi me has dejado correrme en tu cara muy pocas veces. ¿Donde vas a dejar que la polla que te voy a traer se corra?
Alba - “....aaaah, aaaah,............”
Yo - “Te he hecho una pregunta.”
Alba - “En la cara. Quiero su corrida..... aaah.... en la cara... en la cara..... ahhh”
Yo - “¿Quieres que un extraño se corra en tu cara?”
Alba - “Siii.......”
Yo - “¿Y que vas a hacer con la corrida de ese extraño?
Alba - “..... me la voy a llevar a la boca.....”
Yo - “¿Te vas a tragar la corrida de un extraño?”
Alba - “ Siiii.... aaaaah”
Yo - “Y la mía? Te vas a tragar mi corrida?
Alba - “.....”
Alba no contestó a esa pregunta. Fue a la única a la que no contestó.
No duré mucho más, ni Alba tampoco. Según ella se corría yo no pude aguantar más e hice lo mismo. Saque mi polla y me descargue encima de todo su torso.
Ella, en su excitación, se empezó a espacir todo mi semen por el pecho, cosa que jamás había hecho...
Al mismo tiempo, la escena porno seguía. La chica volvía a estar de rodillas, con las dos pollas a escasos centímetros de ella, recibiendo ambas descargas en boca, pelo y cara, con una amplia sonrisa en la cara.
Alba miraba la escena ensimismada y como si yo ya no estuviera.
En ese momento, tras uno de los mejores polvos de mi vida, tome una determinación. Tenía que traele a Alba otro hombre para follárnosla entre los dos.
(Continuará....)