DESCONTROL (verídico)
Un primer encuentro que me dejó totalmente descolocado. No tiene desperdicio.
Descontrol (verídico)
Hace unas semanas, contacté con una chica de 39 años, casada, con hijos, con la que congenié bastante ya que teníamos puntos de vista y de carácter muy similares.
Tras intercambiar un par de mails y alguna foto, decidimos quedar para tomar algo, conocernos cara a cara... etc.
El encuentro se realizó al medio día, sobre las 15:00h. un horario en el que ambos podíamos organizarnos con nuestras respectivas parejas. Y así fue. Quedamos en un apartado local, a una hora tranquila para tomar un café y charlar. Desde el primer instante que la vi, supe que esa misma tarde iba a tener sexo con esa chica. Su mirada, su sonrisa, la forma en cómo me hablaba… vi, sentí que ella estaba necesitada placer y que yo “samaritano” iba a proporcionarle todo lo que ella me demandara.
Charlamos durante apenas 20 min. Aprovechando que apenas había gente en aquella cafetería tan “desangelada” y tranquila, ambos nos lanzamos a acariciarnos y fundirnos en jugosos y traviesos besos. Ella me comentó que tenía un piso vacío que solía alquilar, pero que ahora estaba vacío, y que le encantaría poder ir allí para estar más tranquilos.
Mi intuición nuevamente, no me defraudó. Menos mal que había ido cargado de condones (siempre lo he hecho desde que en una de mis primeras aventuras pude haber tenido sexo y por despiste o dejadez, no llevaba protección), por lo que para mí, el plan estaba servido. Piso tranquilo, tiempo libre y una mujer con ganas de que le den caña.
Una vez que llegamos a su piso, apenas pasamos el umbral de la puerta de entrada… ambos comenzamos a desnudarnos mutuamente y a comernos literalmente el uno al otro. Aquella muchacha de voz dulce y carácter afable y tranquilo, me estaba dejando totalmente desconcertado. Allí, de pie en el hall de entrada, ella de rodillas chupándome la polla como (no voy a decir nadie).. hacía mucho, mucho tiempo que no me la comían. Arriba, abajo, el tronco, metiéndose los huevos en su boca… sin parar… así durante varios minutos… Yo le dije que como continuara así, iba a correrme en su boca… a lo que ella replico que por favor, no me cortará, que quería beber mi leche hasta el final…
Joder… yo estaba flipando. Una tía que apenas conocía, que habíamos hablando de cosas banales y que de repente, me estaba pidiendo que me corriera en su boca para tragar toda mi leche… Increíble pero cierto. Tras
unos instantes más, evidentemente llegó lo que tenía que llegar: Descargue toda mi leche que su boca y ella sin pestañear, se la iba tragando con una cara de golosa, traviesa y viciosa que me estaban poniendo a mil.
Una vez finalizado, ella me pidió que fuésemos a la cama, que quería que ahora trabajara un poco yo con su cuerpo… Madre mía… trabajar su cuerpo. Con lo buena que estaba la chavala y las ganas que tenía de fallármela bien duro…
Nos recostamos en una vieja cama medio hacer (he de confesaros que me dio un morbo inmenso, el pensar en la cantidad de polvos que esta zorrita había echado allí con otros tíos).
Yo soy un chico que le gusta dar placer y castigar a las mujeres; es decir, me gustan los preámbulos, ir despacio, chupar, lamer, susurrar hasta que literalmente la chica me pida que me la folle. Y en esas estuve. Besos, chupoteos, susurros de cabeza a los pies… suave, sin prisa…
La única zona que dejaba “libre”, era su precioso coñito depilado. Ahí no quería entrar por el momento hasta que ella me lo rogara, aunque he de confesaros que al final, fui yo quien caí en la tentación.
Dios que coño. Suave, limpio, con un olor extraordinario. Inicialmente lo acaricié suavemente, para que ella fuese lubricando, disfrutando del roce y así aumentar su deseo… Poco duro. He de confesaros que me apasiona el sexo oral y que además, soy muy bueno con esa técnica. En pocos minutos allí estaba, lamiendo su clítoris y masajeando cuidadosamente su punto G. Creo que es de todos bien conocido, que si eres bueno con esta técnica, tienes el éxito asegurado. Esta chica, no sé cuánto tiempo llevaba sin ser bien follada, pero solo comiéndole el coño así, la tía tuvo 3 ó 4 orgasmos del copón. Además no se cortaba con los gemidos y gritos. De hecho, tuve que pedirle que bajara un poco el volumen porque si no los vecinos nos iban a llamar a la puerta…
La verdad que da gusto encontrar a una tía tan sexualmente libre, activa y con esa actitud ante el sexo... A mí me encanta que ellas tomen la iniciativa, que me pidan hacer tal y cual… y esta tía, es así.
- -Por favor, métemela hasta el fondo.
- -Duro.
- -Mas fuerte
- -Ahí, ahí…
Una gozada. Tras estar follando arriba, abajo, de medio lado…. Se para y me dice.
- Vamos al hall. Quiero que me folles viéndonos en el espejo.
Alucinante. Yo es que flipo con esa actitud tan activa. Me pone
súper cachondo, a mil..
Y haya que fuimos. Delante del aparador del hall, justo enfrente del espejo y yo penetrándola desde atrás duro, duro… muy, muy duro.
Gemidos, gritos más, mas… hasta que ya para poner el “broche de oro” a una tarde gloriosa, la tía tiene un orgasmo que en un principio me asusté porque empezó a moverse de una forma descontrolada y las piernas se le doblaban (tuve que sujetarla con mis brazos para que no se cayera al suelo), y ella tiene una CORRIDA que empapó todo el suelo del hall…
La hostia… Yo A-LU-CI-NA-DO
. Menudo polvazo de escándalo.
- Gracias, me dice ella… Lo necesitaba… Necesitaba que alguien me diera un placer así y correrme tal como tú has conseguido que lo haga.
Nos fundimos un abrazo y un beso increíble….
Y más o menos, esta ha sido mi primera experiencia con esta chica. También os digo. No ha sido la única. De hecho, creo que tener una persona así en mi vida, me hace sentir mejor persona, y hace que vea las cosas y la vida de otro prisma. El sexo con ella, es de lo mejor que he tenido en mi vida y no me apetece prescindir de ello.
Otros días os contaré más historias de esta tía. Por el momento, esta fue mi “primera vez” y la que de momento más me ha marcado. A ver si próximamente “le reviento el culo” y lo comparto con todos vosotros.
Hasta pronto.