Desconocido (I)
Como me masturbaron en mitad de un concierto.
De repende noté como su mano empezaba a tocarme el culo. Se movía alrededor de mi culo con la parte superior de la mano y yo no sabía si darme la vuelta.
Ahí estaba yo, en mitad de un concierto heavy con mis 17 añitos, con mi culito redondito y respingón, siendo acariciado por una mano que desconocía y sin poder decir nada.
Siempre me ha gustado que me metan mano, así que no tenía ningún problema de que lo hicieran, pero no sabía que hacer, si me giraba igual me encontraba con una tía 3 veces más grande que yo y que no me pusiera nada o un tio que se cortase y parase de hacerlo. Pero no quería que dejase de hacerlo, fuera quien fuera.
Así que me quedé igual, cuando saltava o bailaba no tenía tanta facilidad, pero cuando tocaban una balada aprovechaba para sobarme.
Poco a poco fue cogiendo confianza, ya que yo no le decía nada. Iba girando la mano y tocandome los gluteos con la calma de la mano abierta.
Iba jugueteando con los calzoncillos y mediendomelos por la raja como si fuera un tanga lo que me hubiera puesto.
Así podía acariar mis redondos y suaves gluteos.
La verdad es que esta balada estaba durando mucho, y mi erección iba creciendo.
Me fue girando la mano por la cintura y me soltó ligeramente la hevilla del cinturón. Y movió un poco el pantalón para que el cinturón no me apretara tanto la cintura.
Acto seguido, metió su mano por la parte trasera del pantalón y tiró de mis calzones hacía fuera. Los metió dentro de mi raja y los cortó con una navaja.
Fue sacandolos hacía atrás enganchandose con mi dura polla, hasta que los sacó del todo y se los guardó.
Actó seguido volvió a colocar sus manos entre mis gluteos y volvió a acariciarlos.
Yo me metí la mano dentro del pantalón y coloqué mi polla tiesa hacía arriba para que no se sintiera tan incomoda y presionada por el pantalón hacía un lado.
Y acto seguido sentí como dentro de mi pantalón giraba la mano hacía delante y hacía lo mismo.
Rodeó mi polla con su mano, la bajó hasta agarrarme los huevos y tiró hacía arriba.
Tenía ganas de que siguiera, de que me diera más placer, allí, en mitad de una sala apestada de gente mirando un escenario con 4 melenudos mirando como la guitarrista se marcaba un solo.
Al rededor parecía que nadie se percataba de nada. Allí estaba yo tieso siendo poseido por una mano, disfrutando de como me sobaban, y todo el mundo parecía estar encima del escenario.
Tuvieron que pasar tres canciones más de saltos y berridos para que volvieran a relajar el ritmo.
Mi polla seguía tiesa y dura dentro del pantalón, suelta y humedecida con ganas de sentir de nuevo una mano que la acariciara.
De pronto volví a notar la mano como entraba por la cintura del pantalón, por la separación de los gluteos y los dos primeros dedos humedos y frios que se iban abriendo paso. Se ve que se había ido a por un cubata o algo, porque no podían estar tan frios los dedos sin tener algo frio entre sus manos.
Mi piel de gallina al sentir el frio entre los gluteos mostraban que me gustaba todo aquello.
Poco a poco fue bajando hasta que puso tu dedo en mi esfinter. Y suavemente lo fue acariciando hasta que dentro de mi culo toda la falange. Lo meneaba dentro su dedo humedecido pero ya caliente y me lavantaba hacía atrás arriba el culo.
Me cogió con la otra mano de la cintura y empezó a moverme como si me estuviera follando, hacía delante y hacía atrás, metiendo y sacando medio dedo.
Y fue bajando hacía delante, por fuera del pantalón, con su mano por la ingle, hasta colocarla debajo y levantarme de los testiculos. Subiendo recorriendo con la mano toda mi polla.
Yo estaba a míl, follado por mi virginal culo por un dedo grande con una uña un poco larga, que me rozaba por dentro sin pinchar pero rascando mis paredes.
Bajó la cremallera del pantalón y mi polla calló libre al vacío sin los calzones.
La agarró con su mano, un poco ruda y empezó a masturbarme, poco a poco iba cogiendo fuerza y movimiento. Al principio movía sus manos hacía delante y hacía atrás recorriendo todo mi prepucio abierto y mojado.
Moviendo sus dedos arriba y abajo arañandome el fondo del recto.
Pero poco a poco se iba moviendo menos y era yo quien movía mi cintura hacía delante hacía atrás disfrutando de su paja salvaje.
Acabó la canción y empezó una canción rápida, pero esta vez no me dejó que me soltara, me cogió más fuerte hacía atrás. Metió dos de sus dedos en mi culo y casi me levantó de la fuerza que tenía.
Empezó a pajearme al ritmo de la musica con todas sus fuerzas, empezó a morderme en el cuello, a dejarme la marca de sus dientes y a golpear mis huevos con su mano en cada meneo.
Yo empecé a correrme y a salpicar los vaqueros de la tía que tenía delante, pero no paró de masturbarme.
Mis gemidos se veían superados por la voz gritona de la cantante. El esperma fluido por el suelo, por la chica de delante y yo marcado en el cuello por unos colmillos y unos dientes que me habían follado salvajemente.
En algunos momentos me parecío que me desvanecía de los golpes que me propinaba en los testiculos, pero no fue así. Fui corriendome sin parar de gozar cada meneo hasta quedar exausto.
Cuando ya la polla no pudo más y empezó a encogerse fue frenando el ritmo de la paja.
A veces creí sentir unos pechos enorme en la espalda, pero hay algunos heavys que están tan gordos que también tienen unas tetas enormes.
Pero la verdad es que en el cuello no me parecío sentir ningún pelo de barba ni que me pinchara nada. Claro que con mi pelo también podía paliar esa sensación.