Desconocidas que se conocían

El comienzo de una bella historia

Bueno este es el primer relato que escribo, espero que les guste. Mi forma de relatar de cierta forma es un plagio a como lo hace Belleza1987, por el uso de las narraciones de ambas y los guiones para dar a entender que un hecho o dialogo previamente relatado ocurría en dicho momento; y lo tengo más que claro, y porque la admiro y me encantan sus relatos, decidí hacerlo de la misma forma.

Desconocidas que se conocían Parte I

Aquí se relata la historia de Martina Y Florencia, dos chicas que asisten a la misma universidad, siendo una nueva en ésta. Martina es la típica universitaria que le gusta salir a fiestas y pasarla bien con sus amigos, pero de todos modos le va bien y obtiene excelentes calificaciones. En un comienzo, ella iría a estudiar a Estados Unidos, pero debido al hecho de decirle a sus padres sobre la relación que mantenía en ese tiempo con una chica, le prohibieron ir a Estados Unidos, diciéndole que si era capaz de ser homosexual quizás que locuras haría estando sola haya. Lo habían tomado muy mal, pero al pasar el tiempo se dieron cuenta de que su hija seguía siendo la misma y que lo único que había cambiado, de hecho, lo único que no sabían era que su hija era lesbiana, y que si la amaban siendo así cuando no lo sabían, no hallaban motivos para dejar de amarla, y menos ahora que ella les había confiado tal secreto; pero después de todo, no la dejaron ir a Estados Unidos. Ella era nueva en la universidad. Florencia, en cambio, es una chica muy estudiosa, tanto así que prácticamente no sale a fiestas, ni hace salidas con sus amigas. Solo de vez en cuando se junta con ellas (Josefina y Daniela) para estudiar. Pero pese a esa distancia, son muy buenas amigas. Ella siempre ha sido heterosexual, pero un año lo dudo puesto que se sentía atraída por una chica, pero todo eso ella se lo negó a si misma diciendo que tan solo la admiraba, y así quedó, nunca admitió sentir algo por ella (esa chica la había conocido en la escuela, por lo que ya no la veía). Florencia

Hoy es el primer día en la universidad, y esta vez andaba sola, ya que Daniela y Josefina habían ido a la playa y volverían mañana, perdiéndose así el primer día de la universidad – que desperdicio – pensé mientras me dirigía al aula. Todo era como siempre ha sido en esta universidad. Gente corriendo por los pasillos, riendo, jugando, y yo, preparándome para la lectura matutina. Me senté en una silla, saqué mi libro de la mochila y comencé a leer. A estas alturas ya no me molestaba el bullicio, pero lo que si me molestó fue lo que hizo Felipe, el capitán del equipo de football y considerado un "galán" (o sea, un completo idiota). Se acercó a mí y cerrando mi libro me dijo – ¡¡¡¡NERDAAAAAAA!!!! – y se alejó. Pensé en ponerme de pie y hacer algo al respecto, pero de nada serviría ya que sus burlas seguirían, por lo que decidí seguir con mi lectura, pero me vi interrumpida por la entrada de la profesora al aula, por lo que dejé mi libro cerrado y lo guardé. La clase fue como siempre, la profesora intentando enseñar y Felipe diciendo cosas estúpidas para llamar la atención, cosa que lograba debido a las estúpidas risas de su séquito de idiotas. Toc toc al sentir que tocaban la puerta, la profesora se dirigió a abrir, y entro una chica. Se me hacía familiar (la verdad es que solo un poquito), pero no se me ocurrió de donde podría conocerla o haberla visto, por lo que asumí que se debió parecer a alguien. Como siempre, Felipe tenía que hacer algún comentario, y lo peor fue que esta vez fue relacionado conmigo. Felipe: me compadezco de ti lindura, que te tendrás que sentar junto a esa abominación – efectivamente, los únicos asientos libres estaban cerca de mí, uno al frente, uno atrás y uno a mi derecha; dos de los cuales serian usados por Daniela y Josefina – pero no te preocupes linda, que al terminar la primera clase, hablaré con algunos para que te sientes a mi lado y compartamos un cálido tiempo juntos ¿te parece? Ella (aun no sabía su nombre): no gracias, prefiero formar mi propia opinión sobre ella, y ya que ahora tengo mi opinión sobre ti, te evito tener que hablar con tus "contactos" para que me siente a tu lado, porque eso no va a pasar. Felipe: pfff… te lo pierdes preciosa… pero cuidado con contagiarte Ella: si me mantengo lejos de ti no me contagiare Vaya cosas que imagino… (sip, todo lo anterior fue imaginación de Florencia) – que ganas de que sucediera alguna vez – pensé

Martina

Suspiré… - primer día en la universidad nueva y ya me atrasé… y además no me abren la puerta… vaya primer día… - suspiré nuevamente antes de tocar por segunda vez la puerta – espero que no me molesten por ser homosexual… tal como lo hicieron en mi anterior universidad… espero encontrar amigos, y hasta quizás una novia – al pensar eso me sonrojé y luego abrieron la puerta Profesora (supongo): usted debe ser… - al parecer se le había olvidado – debe ser… Mar… Mari… Martina, eso, Martina… - y luego me miro con cara de "ayúdame y dime tu apellido" Martina: Fuenzalida… Martina Fuenzalida Profesora: muy bien, adelante señorita Fuenzalida, pero que no se repita este tipo de retrasos que yo no los tolero Martina: Lo siento Entramos a la sala y muchos se quedaron mirándome con cara de curiosidad, otros con cara de babosos… y una chica… una chica, muy linda debo decir, se quedo paralizada mirándome… eso hizo que me sonrojara… por una extraña razón esta chica me había puesto nerviosa… y después de un rato me puse más nerviosa aun al darme cuenta de que los únicos asientos libres eran cerca de ella… me puse a mirar la sala para evitar su mirada… y luego, cuando volví a mirarla, estaba viendo su cuaderno. Florencia

Me quedé mirando mi cuaderno – que hermosa es… ¡¡QUE MIERDA ESTOY PENSANDO, es una chica!! bueno, pero eso no quita que sea linda… ¡¡¡AARGH!!! ¡¿Por qué tengo que pensar eso apenas la veo?! y más encima me quedé pegada viéndola como una idiota, y ella se dio cuenta pues aparto la mirada… SE-DIO-CUENTA… ¡¡mierda mierda mierda!! pero tengo que calmarme… después de todo, solo la mire… - suspiré… pero aún no entendía la razón de por qué la encontré linda… nunca había pasado… bueno… pasó una vez, en la escuela… pero… ¡NO! solo la admiraba, PUNTO.

Martina

Me fui a sentar, y para que fuera más fácil descubrir la razón de por qué me puse nerviosa, me fui a sentar a su derecha, que era el lugar en donde más fácil se me hacía conversar con ella. Profesora: vuelva acá que aún no la he presentado Martina: muy bien… - miré de reojo a la chica, ella había levantado la cara y me observaba detenidamente, y nuevamente, su mirada se encontró con la mia. Seguí caminando y me puse al lado de la profesora. Profesora: muy bien, ella es Martina Fuenzalida y se cambio a esta universidad. Espero que la reciban bien y sean amables con ella. Ahora si señorita. Puede ir a sentarse. Martina: gracias profesora – tras decir eso, me dirigí al asiento de la derecha de la chica, la miré y decidí saludarla - … - pero luego me arrepentí así que preferí mandarle un papelito con mi saludo escrito En el papelito (

Azul para Florencia y Morado para Martina) ***Hola :D

ehm… hola?

uy que genio jeje xD

lo siento.. Hola, como estás? mejor?

si, mejor :3 bien y tu?

bien

cómo te llamas?

Florencia García… supongo que no tengo que hacer la misma pregunta

recuerdas como me llamo?

si

pues entonces no preguntes xD

y a que se debe que me hables… o escribas

ehm… ni idea… quieres ir a mi casa

tendría que pedir permiso

jajaja ok***

Profesora: dejen de mandarse papelitos ustedes dos Felipe: uuuuuy! acaso la nerda y la nueva ahora son novias? Profesora: sal de la sala ahora mismo Felipe! Felipe: claro… le daremos un poco de privacidad a las chichas jajaja – y tras decir eso, salió Me sonrojé completamente… no llevaba ni media hora en la universidad y ya habían insinuado sobre mi sexualidad

Florencia Ese comentario me había dejado algo así como en shock… ahora además de decirme nerda, me trata de lesbiana Profesora: muy bien todos, pueden salir – dicho esto, parece una estampida, todos salieron de la sala y quedamos Martina, la profesora, yo y un grupo de chicas que se quedó conversando Martina: oye Flo… puedo decirte Flo, verdad? Florencia: Si claro Martina: Si claro MARTI Florencia: Quieres que te diga Marti? Martina: si tu insistes… oye Flo, que tal si vamos a la cafetería? Florencia: claro – de inmediato me agarró del brazo y me llevo corriendo por todos lados, y a decir verdad, me agradaba, esa energía y su forma de ser, me estaba agradando. Seguimos corriendo por todos lados unos cinco minutos, hasta que dijo Martina: oye Flo… dónde está la cafetería? – No pude evitar reir… era primera vez que alguien en tanto tiempo hacia que me riera, y más aun si la acababa de conocer. Florencia: ven Marti… es por acá – ella no me soltó el brazo hasta que llegamos a la cafetería. Nota: así termina la primera parte… es primera vez que me pongo a escribir así que espero que lo comprendan si no les gustó, y si les gustó, pues será un halago… gracias por leer :D