Desbocado
Me sentí desbocado cuando mi novia me dejó y me enamoré locamente de una transexual.
DESBOCADO
Así es como me siento.
Mi última novia Marta me parecía algo distante. Se comportaba de una forma muy fría conmigo. Creo que el sexo y las emociones van unidas. Cuando una mujer no te ofrece determinadas satisfacciones sexuales tampoco se preocupa de ti en otros aspectos.
Marta no me hacía sexo oral. Nunca. Y así no me sentía cuidado por ella. Es decir que no te mete la camisa por dentro o sientes su presencia cariñosa con sus roces. Cuando un hombre tiene una novia siempre lo notas.
No sé lo que le pasaría o sencillamente que era así.
Marta era atractiva pero muy normalita. De pechos bellos pero tampoco muy abultados. Y un culo prominente pero tampoco demasiado.
A mi exnovia le gustaba relacionarse con gays. Se hacía muy amiga de ellos. Yo pensaba que se sentía mal conmigo porque era bastante estrecha.
Me llevaba a locales de ambiente gay y ahí tenía varios amigos con los que se pasaba charlando toda la noche. Tenía también una amiga transexual. Lo curioso es que al principio creí que se trataba de otra chica. De una amiga. Tenían cuerpos parecidos e incluso la trans me parecía algo más bella.
Una noche estuve observando a esta "chica" llamada Carla y me di cuenta de que imitaba todos los movimientos de Marta, incluso la forma de hablar. Me quedé muy sorprendido. Una vez estuve hablando algo con ella y su voz sonaba como la de una mujer supongo que porque se hormonaba.
Un sábado por la noche fuimos como siempre a este local y desde luego que no sabía lo que me esperaba.
A la media hora no sabía donde estaba Marta. Me di cuenta de que en mi soledad había alguien por ahí cerca. Y esa era Carla. No dejaba de pasar de un lado a otro. Estaba guapísima. Entonces me di cuenta de que detrás de su camiseta había unos pechos más abultados que los de mi novia. Llevaba unos pantalones vaqueros como Marta. Y hermosamente ajustados en los que destacaban sus curvas.
Llegué a sentirme incomodo pero reconozco que excitado al ver a aquella Venus. Un momento vino a pedirme fuego y se me rozó por completo sintiendo sus pechos, su cuerpo e incluso su bajo vientre.
A la hora de estar solo me levanté y me fui en busca de mi novia. Y no la encontraba por ningún lado. Voy media hora después a los servicios y voy y me encuentro en el water de caballeros a Marta haciéndole una mamada a un antiguo novio suyo. Así que se trataba de eso. Ella no estaba enamorada de mí sino de aquel ex del que por cierto siempre estaba hablando. Por eso le hacía a él las cosas que no quería hacerme a mí.
Ambos se dieron cuenta de que les había visto.
Marta tardó en bajar como un cuarto de hora. Y lo único que me dijo es que lo sentía pero que se iba con Mariano. Y así hicieron quedándome solo. Comencé a beber y a beber.
La única persona que se dio cuenta de mi malestar y borrachera era Carla que de vez en cuando se colocaba en un lugar donde yo la pudiese ver y me miraba. Deseaba que me hiciese una mamada. Cada vez más según iba bebiendo más copas. Mi mente estaba muy revuelta.
Me levanté y me dirigí hacia ella cuando estaba bailando.
Hola- le dije.
Hola
Cuando uno está bebido de repente dice cosas como está:
Estaba pensando en pedirte algo pero no puedo hacerlo no puedo tratarte así.
Nos hablábamos al oído porque la música estaba muy alta.
¿Que es lo que quieres de mí?- me decía.
Nada...No importa...
Finalmente subía al servicio. Mee. Bajé. Cogí mi abrigo y me dirigí al coche. Ya me sentía un poco mejor y podía conducir. Abrí la puerta de mi coche y entré. De pronto oí el golpear en la ventanilla. Abrí la puerta y entró Carla. Al hacerlo se quitó el abrigo y olí su perfume y me fije que era una mujer despampanante.
Contigo voy al fin del mundo y te hago lo que quieras mi amor- me dijo-. Pero sólo quiero que sepas que si me hubieras pedido lo que pretendías allí dentro no te habría hecho caso. A las chicas trans nos gusta que nos traten como tú lo has hecho. Me has vuelto L-O-C-A.
Durante el camino fuimos dándonos besos en la boca y abrazos. Yo la besaba constantemente en la cara.
Subimos a mi bonito piso y ella se quedó encantada.
Bueno sin más nos cogimos de la mano y fuimos al dormitorio. Lo primero que me hizo fue bajarme los pantalones y metérsela toda en la boca provocándome un escalofrío de satisfacción y cerré los ojos.
Y te voy a dar mucho más- me dijo.
Me quitó los pantalones del todo y mis calzoncillos se quedaron a medio camino. Me di cuenta de que tenían palominos. Me avergoncé e intente quitármelos cuanto antes pero fue ella con mucha calma la que lo hizo.
Me puse de pie y me la chupó como antes o mejor. Parecía un sueño. Después se puso detrás de mí y encajó su cara en mis nalgas, pegada completamente y haciéndome un fenomenal beso negro. Me lamía el orificio del ano. Y succionaba. Jamás había sentido nada parecido. Era superior a cualquier otra forma de amar. Sentía que me pertenecía y me cuidaba como nunca antes lo habían hecho.
Me abracé a ella de nuevo y le metí tres dedos en la boca. Ella me metió un dedo en el culo y luego otro. Y se lo consentía por mi ardor y una poca embriaguez. Apreté sus estupendos pechos que desde luego eran más grandes que los de marta.
No aguanté más. La di la vuelta y se la metí por el culo. Entrando dentro muy despacito al principio y luego con mucha fuerza.
Eso, eso- me decía- ,con fuerza que nosotras no somos mujeres.
No quería correrme tan pronto y se la saqué. Apreté uno de sus pezones y salió leche y se la chupé. Lugo le comí a besos y lengüetazos todo el seno derecho. No podía más y volví a meterle la polla por el culo. Nos encantaba a los dos. Se la saqué y le metí dos dedos mientras me masturbaba. Ella se giró y se puso a pajearme mejor que yo. Moviendo los dedos con intensidad. Volví a metérsela por el culo como un loco y aguantando el orgasmo. Las embestidas sonaban.
¡Pero que macho que eres!- me decía.
Hice una locura. Le acaricié su capullo puesto que su polla estaba totalmente dura y larga. Lo hice con el pulgar.
Ella me cogió con las dos manos uno de mis pies y se rió a carcajadas. Me puse a masturbarle la polla. Quería ver como saltaba su semen. No estuve mucho tiempo hasta que lo hizo. Se corrió entre jadeos y ojos entornados. El rimel se le había corrido.
Para correspmderme se agachó y me lamió el capullo como una puta, enseñando los dientes. Lo hizo también que me corrí poniéndole la cara perdida hasta arriba de semen.
Nos metimos en la cama bien tapados por las mantas puesto que hacía frío. A veces me despertaba y ella volvía a encajar su cara en mi culo. Lo hizo durante cuatro o cinco veces en esa noche. Eso creo que fue lo que verdaderamente me enloqueció. De que forma se había entregado a mí esa chiquilla.
Por la mañana la muy estúpida me confesó que ella fue quien llamó al antiguo novio de Marta y que ya había estado maquinando un plan para conseguirme. Me enfadé y le ordené que se marchara. Antes de irse me metió la camisa por dentro y me rozó con sus manos por el cuerpo de una forma cariñosa.
Ahora me siento desbocado y no sé si llamarla por teléfono. Si ir a su local. O no volver a verla más pero reconozco que estoy loco por ella.