Desayuno Con Mi Papá
Nuestra relación va subiendo más y más, simplemente nos gusta lo que hacemos y complacernos es nuestro mejor morbo.
Hola mis amores, perdón por mi ausencia, pero es que ando de vacaciones y sinceramente las ando disfrutando a lo máximo, que me desconecto de todo esto. Les pido una disculpa, les vengo a contar lo que pasó antier con mi papá… Espero les guste y sea de su agrado, no será tan extenso, pero es algo que quería contarles. Empiezo…
Ayer a la hora del desayuno, mi madre me llamó para desayunar, pero lo curioso es que sólo vi dos platos, o sea el de mi papá y yo, ella iba a salir a comprar unas cosas, total, me senté para desayunar mis huevos rancheros con mi respectivo jugo de naranja y mi vaso de leche. En eso sale mi papá de su cuarto, nos saludamos, se sentó para desayunar conmigo.
Desde que se sentó no dejaba de mirarme, pues es que sólo traía mi pijam-vestido color blanco, sin brassier, sin nada porque me salí así por andar apurada por el desayuno, mientas desayunábamos me dice:
— Mi Papá: ¿Lo haces apropósito verdad?
— Yo: ¿Hacer qué?
— Mi Papá: Estar así, sabiendo que tu madre no está y provocarme.
— Yo: Estás loquito hermoso, por estar apurada así salí, se me olvidó ponerme ropa abajo, acaba de desayunar mejor.
— Mi Papá: Ya se me antojó otra cosa, y no es comida.
— Yo: ¿Qué quieres entonces?
— Mi Papá: Pues algo que está sentada alado de mí con ropita sexy.
— Yo: Jajaja no empieces que mi mamá puede venir, solo fue al super a comprar cosas.
— Mi Papá: No me importa, quiero a mi bebé conmigo.
En eso puso su pie entre mis muslos y lo fue metiendo hasta empezar a acariciar mi vagina, lo hacía con su dedo gordo, lentamente, rápido me mojé y se dio cuenta porque me empezaba a morder los labios, Después acercó la silla hasta donde estaba, quitó el pie y me empezó a meter mano, me estaba masturbando tan rico que quería gritar, con su otra mano se apoderó de mis pechos, empezó con un masajeo lento en mis pezones, después hizo algo que me encantó, metió su dedo de en medio a mi boca, y con mi saliva volvió a frotar su dedo en mi pezón, se pararon al instante, después me empezó a besar mi cuello, bajó lentamente acariciándome con su lengua, hasta llegar a mis pechos ya parados, estuvo mamando mis pezones por un rato, mientras que también me masturbaba, sentí tan rico, veía estrellas, tocaba mi punto G, me estimulaba de lo lindo, y se lo hice saber:
— Yo: Papi siento un orgasmo, me voy a venir, sigue tocando donde lo estás haciendo, no te pares ¡aaaah! ¡Que rico papá! ¡Justo ahí!
Mi papá al ver eso, sus movimientos fueron más fuertes hasta que chorree sus dedos por mi orgasmo, quedé satisfecha, sacó su mano, al instante que chupaba sus dedos, me dice:
— Mi papá: Mi vida, ¿te gustó?, me encanta cuando te vienes así, te ves super sexy y cachonda cuando me hablas así, ven, la tengo tiesa, quiero que hagas algo.
Entonces se me ocurrió irme por debajo de la mesa, como traía una bermuda de fútbol, no me fue difícil sacarle esa verga tan rica, la tenía parada al 100 como si quisiera explotar, ahí agachada entre la mesa, sin avisarle se la empecé a mamar, la tenía tan dura y caliente, que me gustaba. Me la metía toda, después lamía cada parte de ese pedazo de carne, le chupaba su cabezita con la punta de mi lengua jugaba por donde le sale ese néctar tan rico, mi papá solo sentía como ponía dura sus piernas.
No lo podía ver, porque me estorbaba la mesa de arriba, pero me imaginaba su cara, sus gestos, la excitación que sentía, seguí mamándosela y metiéndomela toda, que hasta topaba con mi campana de la garganta, le gusta que haga eso y que me mantenga ahí mientras la tengo adentro. Eso le excita demasiado, le acariciaba sus huevos ya hinchados y grandes, me los metía a la boca, los chupaba y les pasaba la lengua, es algo tan rico.
Él mismo me dijo que se vendría, que siguiera lo que estuviera haciendo, entonces me la volví a meter toda a la boca y empecé con la mamada más recio, sentí que se vendría porque se le puso más dura de lo normal, fue cuando sentí los chorros en mi garganta, tomé aire y seguí con mi mamada hasta sacarle la última gota de ese néctar tan sabroso, sentía como sus piernas se movían, seguía mamando y succionando la cabezita de su verga, él solo me dijo:
— Mi Papá: Mi amor, mi amor, no succiones así que siento un no sé qué, ¡aaah! Mi vida, que rico, eres la mejor, te amo.
En eso se escuchó la puerta y él rápido se acomodó todo, yo reaccioné, por quererme salir rápido también me golpee en mi cabeza con la mesa y auch! Sí que dolió mucho, del golpe me tragué el semen, me senté con el dolor en mi cabeza. Y era mi mamá, entró y nos dice:
— Mi Mamá: Ahora ustedes, ¿Qué les pasa?, muy callados, siempre andan como pericos hablando. (A lo que después se empezó a reír.)
Yo solo voltee a ver a mi papá y él a mí y nos empezamos a reír por lo que habíamos hecho, se paró el primero y se fue al baño, después me paré yo y me fui directo a mi cuarto, me acosté y me seguí riendo por lo que hice, porque casi nos descubre, porque salí golpeada, pero me vine feliz.