Desayunando con el viudo y el espontaneo abuelete

Lo que parecia dificil mejorar en la matinal con el semental de viudo que acaba de agenciarme, se mejoro con creces con la inespereada visita del viejo de al lado.

El despertar de Emilio el reciente viudo y su rabo fue de lo mejor del día, pues aunque yo me había levantado un poco antes que el , para darme una refrescante ducha, al regreso a la cama volví a recrea mi  vista en ese magnífico semental que tenía sobre ella, comenzando a acariciarle con mis  frescos labios por toda la longitud de aquel semidormido falo que en estado de reposo mantenía unas dimensiones para escandalizar.

Comenzaron levemente a despertarse los dos, sonriéndome Emilio por seguramente por  las gratas y placenteras caricias que estaba recibiendo en su miembro,.. lo mire picaronamente y acariciando aquellas dos hermosas bolas le dije  ¿Como las tienes tan grandes? Mira que vi  y palpe pelotas, pero de estas dimensiones, pocas…

Pues ya sabes que son tuyas y puedes hacer lo que quieras con ellas, me dijo además le encantan el tacto suave de tus manos  y el calor de tu boca cuando las besas y las comes.

En segundos aquel mástil reposando sobre su barriga sobrepasaba ya el agujero del su ombligo de lo que ya había crecido, no sé como pero ahora con la claridad del sol entrando por la ventana me parecía más larga y enorme que la tarde y noche anterior, incluso su cabeza parecía ahora más brillante y dulce cuando la introduje en mi boca.

Estaba riquísima así por la mañana y creo que hubiera estado horas chupando aquel enorme miembro si no es porque mi conejito  me hablaba pidiendo que él también quería desayunar de aquel bollo lleno de nata y rica crema que seguro los suizos querrían para sus pastelerías.

Me subí sobre el  y comencé a rozarle mi abierto, supurante y caliente sexo por todo aquel acero así como por sus enormes pelotas mientras lo besaba y mis manos acariciaban su poblado pecho, haciéndole gemir  y resoplar como los miuras que están a punto de entrar a torear.

Sus manos ya presionaban mi trasero e incluso una se deslizo para testar lo mojado y ardiente que estaba ya mi conejito, por lo que no dilate ya más el momento y le dije, déjame a mi esta mañana cariño que quiero dar un paseo a caballo por esta pradera que tengo aquí delante, pues ya sabes que soy buen amazonas y me gusta cabalgar sobre un buen semental , además tengo donde sentarme bien segura y dónde agarrarme bien fuerte… todo esto se lo iba diciendo mientras me introduciendo lentamente los veintitantos centímetros de dura y rígida carne dentro de mí a la vez que me agarraba con mis manos en su poblado pecho como si la crin de un caballo fuese, para comenzar rápidamente a subir , bajar y contornearme ensartada en aquel miembro.

Los gemidos que comencé a dar por el placer que estaba recibiendo y mi temprano orgasmo  retumbaban en la habitación del hotel haciendo sordos los suyos que esta mañana estaba disfrutando de un despertar de lujo, pues el resoplaba y sobaba mis pechos con sus fuertes manos con desesperación y ansia.

Subía y bajaba con tanta fuerza que pienso alguna vez le hice daño sobre aquellas enormes pelotas a las que chafaba con trasero al caer sobre ella, pues un par de veces lo note sobresaltarse , pero pienso que el placer que estaba recibiendo mitigaba esas pequeñas molestias.

A mi segundo orgasmo cambie la postura girándome y dándole la espalda para ahora con mis manos agarrarlas y sobarlas mientras seguía cabalgando y esto le provoco aun mas gritar pues se notaba le excitaba mis caricias en sus calientes y gordos huevos  pues sus manos ahora me agarraron por la cintura mientras me decía, sigue así nena sigue así nena que esta mañana te estas superando, que tu conejito va a recibir tanta leche que va a poder poner una quesería.

Esto me calentó y me hizo provocar otro enorme orgasmos que mitigo mis fuerzas quedándome casi sin fuelle, por lo que el tomo las riendas  y echándome clavada como estaba hacia adelante se incorporó medio de rodillas el, mientras mi cara caía de lado sobre las sabanas pues mis manos no soltaban sus enormes pelotas, y así en esa posición continuo el dándome embestidas que ahora parecían me iban a reventar.

Ya los gemidos entre ambos eran de escándalo, pues sentimos que golpeaban en la pared de la habitación del Hotel como para que nos calláramos, pero aquello era imposible de calmar y hubiera sido un sacrilegio parar aquello en ese momento.

Se echó ahora sobre mi espalda y tuve que soltar sus enormes protuberancias para sujetarme sobre la cama  y aguantar sus fuertes penetraciones  que ahora eran de una violencia muy rica a la vez que mordía mi nuca y bramaba  a la vez como un alce que está montando a su hembra.

La pared volvió a sonar con insistencia pero ya estábamos en el momento cumbre y este fue de lo más explosivo que una se pueda imaginar, pues parecía estaba midiendo los tiempos y cuando me llego el momento de mi orgasmo descomunal, el comenzó a aflorar a fuertes e intensas  ráfagas  tanta leche dentro de mí que el poco espacio que dejaba aquel enorme falo se llenó de ella haciéndolo casi rebosar.

En ese momento nuestros gemidos fueron tremendamente escandalosos, para quedar al final con una jadeante y fuerte respiración que hizo que cesaran los pequeños golpes en la pared.

Nos quedamos unos minutos en la cama, como unos treinta   más o menos, cuando sonó la puerta de la habitación,  cogí lo primero que tenía a mano sobre la silla que era su camisa y me la puse, pues era larga y me tapaba mi desnudez.

Abrí la puerta y allí andaba un señor mayor también en bata, que por cierto era muy atractivo y guapo, que me dijo: perdonen las molestias pero mi mujer me hizo llamaros, pues anoche  nos acostamos tarde  y esta mañana con sus ajetreos la despertaron y no paro de dar golpes en sus pared, al final se cabreo se vistió y se fue de tiendas, yo le dije que no fuese tan tiquismiquis que quizás nosotros alguna vez también molestamos, pero me insistió que os pidiera por favor que esta  tarde o esta noche sean más discretos, y lo cierto es que estoy casi avergonzado de deciros esto pero ya sabes cosas de mujeres, porque  a mi realmente no me desagrada es bonito escuchar cuando se disfruta tan bien.

Yo le dije bueno no todas somos así, mientras yo  miraba de reojo su espeso matorral que afloraba por entre la bata, diciéndole a la vez en plan picarona, ¿Ahhh le gusto a usted oírlo?, haciéndole ruborizar mientras me decía, no perdón no quise decir eso quería decir que es agradable.

Me quede un instante mirándolo mientras el pienso no sabía dónde meterse ante mis palabras, cuando mi instinto de depredadora  salto y casi sin poder contenerme lance mi mano hacia su paquete sobre la bata diciéndole, pase y lo ve en directo.

Fue a pegar un pequeño salto hacia atrás, pero lo había agarrado sin querer fuerte y  quedo inmóvil  y tartamudeando sorprendido por mi proposición inesperada dijo, no sé yo a la vez que miraba de un lado a otro por el pasillo como buscando a alguien.

Yo ya como una gata en celo pues lo que había agarrado era de buena proporción hice ademan de atraerlo hacia dentro y lo cierto es que no se resistió, pasando el aun sujeto por mi mano y cerrando la puerta.

Se quedó mirando atónito a mi viudo desnudo sobre la cama, mientras este decía, “Tere eres especial, que mujer más espectacular y caliente, eres única”, ya me lo decía tu amiga… yo entre una picarona sonrisa, le dije, pues aquí traigo un ayudante a ver si entre los dos calmáis este ardor que tengo aquí y aquí ahora me volvió a resurgir al agarrar este buen paquetón.

El viejo se había quedado boquiabierto ante la rapidez de los acontecimientos y más aún cuando le abrí la bata y le dije, vamos a ver lo que hay aquí escondido.

La estampa era de lujo, pues como había intuido su poblado pectoral llegaba hasta la comisura de los slip de pata que contenían una inquilino que empujaba hacia al frente pidiendo salir ante el acoso y la agarrada de mi mano.

Me agache y se los baje mientras él se liberaba ya de la bata, y como un resorte duro pero balanceándose al liberarte quedo allí frente a mí su enorme miembro.

Yo le dije, ummm que bien equipado anda, y aunque no llegaba al tamaño de mi viudo tampoco desmerecía nada su grosor y longitud,  y riendo le dije, ¿con este mazo daba los golpes en la pared esta mañana?... ya reímos los tres y el ya liberado dijo, no pero me la pusiste así y si mi mujer no fuese una  ex trecha hubiéramos follado a la vez que vosotros y así no le hubiera molestado los gritos.

Umm veo que eres caliente como nosotros, anda déjame que voy a ver cómo vas de temperatura, a la vez que comencé a chupársela y sobarle los colganderos huevos , estos algo  más pequeños que mi  pareja, pero también de buen tamaño y además muy peluditos.

Emilio medio celosillo dijo, anda vénganse aquí a la cama que están más cómodos y así les ayudo un poco.

Tumbe al abuelo pero sin socar su dura verga de mi boca, mientras vio como mi cómplice me agarraba ahora sin miramientos y comenzaba a devorar mi conejo, con los restos aun de corrida, pues aunque me había limpiado, aún quedaba algo.

El viejo no paraba de decir que no se lo creía aun lo que estaba pasando, mientras gemía ahora el ante mi acosos con la boca.

Supe que Emilio ya estaba en forma pues su colega le lanzo un  piropo, al verlo ya en funcionamiento, diciéndole “joder amigo tú también andas equipado de lujo , con razón los gritos “…

El respondió,- esta mujer consigue sacar de mí  todo lo mejor, y veo que de ti no se queda corta, pues menuda mamada te está dando amigo…

Solté el pollon del viejo, y les dije, déjense de halagos mutuos y tráiganlas aquí que voy a ver cuál es más sabrosa, agarrando como pude cada una con una mano, pues el grosor de ambas hacia que mi mano apenas pudiera asirlas , a la vez que restregaba sus cabezas una contra la otra y estas iban pasando a mi boca alternándose rápidamente, mientras tenía una dentro la otra me la golpeaba levemente contra la cara para  testar la dureza y así durante un buen rato que les hizo a los dos supurar las  gotas por aquellas bellos y gordos cabezones.

Les encantaba que se los restregara mutuamente empapados en mi saliva, cuando el viudo le dijo al abuelo, te cedo el honor ahora de ser tu primero en calmar ese dulce conejito, y tumbándome hacia atrás sobre el entre sus piernas pero dejando su miembro a la altura de mi boca, me dejo a la merced de aquel dulce abuelo.

Este dio una rápida comida por mi almeja como revisando primero lo que iba seguidamente a follar, llevándose una grata sorpresa pues me corrí en su boca ante la sabiduría de su lengua, lo que hizo encenderlo más y agarrando su enorme y duro rabo, lo dirigió con decisión al mismo y de una estocada me penetro.

Las primeras embestidas fueron de aúpa, pues si no llego a estar sujeta por Emilio, me saca de la cama,  sintiendo como su grosor dilataba mis recientemente contraídas paredes  que se recuperaban de la última intromisión.

Aunque poco a poco fue bajando el ritmo, mientras yo giraba la cabeza para chupar la otra entre los gemidos que aquel abuelo me estaba sacando, pues realmente estaba disfrutando mucho con los sabios movimientos de cadera que ahora lateralmente hacía.

Medio agotado ya por las embestidas  se dejó caer sobre mí para sobar los pechos y mi cuello , pues mi boca no está libre en ese momento, aunque él fue buscándola con insistencia, por lo que deje un momento de chupar aquel gordo cabezón para dejar me besara.

¡Como besaba también y que  lengua más experta recorría el interior de mi boca¡ mientras el viudo frotaba su duro rabo sobre mis mejillas.

Ante la sorpresa de ambos el abuelo agarro con una mano la polla del Emilio  y acercando su cabezón entre nuestros labios lo puso en medio para que ambos se lo besáramos y comiéramos, excitándose una aún más por el morbo de la situación, a la vez que el agasajado decía, ummm que suerte al abuelo le va la carne y el pescado como a mí.

Yo no andaba sorprendida pues había tenido un marido bi y experiencias fantásticas con hombres así, y además estaba a punto de correrme fuertemente con la sabias metidas del viejo, que hizo pusiéramos más ahínco en chupar el cabezón del viudo que ahora como un poseso no paraba de decir así así sigan sigan que locura sigan… y acto seguido comenzó a vomitar leche entre nuestras bocas que se peleaban para llevarse la mejor parte, provocándome ahora a  mí  un orgasmos colosal,   que rápidamente fue silenciado por los gritos sordos del abuelo que se estaba corriendo dentro de mi .

Culeo durante unos diez segundos más como soltando las ultimas gotas, pero continuo clavándome mientras limpiábamos a chupones la ya morcillona polla del viudo que andaba atónito de la mamada que le habías dado entre los dos.

Así pasaron unos minutos, cuando dijo, tengo que volver a la habitación a ducharme que no sea vuelva mi mujer y no me vea; cuando mi cómplice y viudo le dijo- espera y aséate aquí que nos merecemos una ducha los tres, pero antes abrió el mini bar y saco unos refrescos y jugos para reponernos un poco así como una pequeña botella de champán  y abriéndola dijo, esto es para el bautizo de esa buena herramienta.

Y tomando el morcillón rabo del viejo con una mano, lo  roció con el cava lavándolo de mis jugos y sus restos de corrida, a la vez que me lo ofrecía para brindármelo.

Me agache y poniéndome su punta ya semi dormida en mi boca este dejo caer más cava por el para que una lo bebiera, mmm dije que sabrosa esta con cava, diciendo el viudo, a ver déjame probar, chupándola seguidamente el también mientras yo le echaba ahora el cava por encima.

El viejo estaba atónito cuando vio que su rabo se espabilaba por momentos ante los acosos de nuestras bocas, incluso afirmo, no puedo creer que se me esté poniendo dura tan seguido.

Y lo cierto es que el juego del cava acabo rápido para comenzar con una soberana mamada entre los dos  ya puesto en faena como si la vida nos fuese en ello, pues mientras el viudo ahora agarraba fuerte el mástil y lo chupaba, una se agacho debajo de sus colganderas pelotas y en posición medio equilibrista, comencé a comerlas llegando con mi lengua por tola la comisura hasta su  ano, provocando en el abuelo unos temblores de piernas que hacían peligrar su posición de pies.

Andaba sorprendida de lo bien que comía el viudo pues apenas me dejaba tajo para yo ayudarle, aunque cuando intuyo que  el abuelo ya estaba cerca de soltar aquel manjar , cambiamos los papeles  y era una la que ahora devoraba ese pollon con ansia mientras el sobaba sus pelotas.

Fue un caballero el viejo, y aviso ante la llegada de aquel mana, que me pareció tremendamente abundante siendo tan seguido de su última evacuación , pues fue duradera la suelta de ráfagas que me trague, mientras el viudo lo tuvo que sujetar por sus posaderas, pues casi se cae de tanto placer.

La solté y el viejo se la ofreció a su compinche para que le sacara las últimas gotas de su larga tubería, diciendo Emilio-, pensé no la iba a catar más, a la vez que se puso la punta en la boca y con su mano estrujo todo lo largo de aquel mástil sacándole la última crema.

Nos duchamos nosotros y el viejo poniéndose el slip y la bata así como calzándose las zapatillas no si algo de trabajo pues andaba flojo como un espiga sin agua, se despidió momentáneamente, diciendo que tenía que volver rápido a recuperarse y lavarse en su habitación, que había sido un sueño aquello y que no quería quedase en eso, que teníamos que repetir, pues ellos estaban allí quince días de vacaciones, diciéndole yo que alargaría mi estancia ante tan grata compañía.

Cuando bajamos  al medio día al comedor, nos sentamos picaronamente junto a la mesa de mi viejo semental con su esposa, para provocarle más morbo si ya este no andaba fluyendo por la sala, pues ella nos miraba ignorando lo que había sucedido pero recelosa  y cuchicheando con él, pue le intuimos que le conto el  que  nosotros éramos los del cuarto de al lado, los del ruido.

Una que le gusta provocar le guiñe el ojo varias veces a aquel abuelo, así como insinuándome con mi lengua , esto le hacía palidecer , más de lo que ya estaba por el agotamiento matinal , pues incluso  a ella le escuchamos decir , -Manuel como estas tan pálido esta mañana, mientras el medio tomando color le respondía, -no se será que no descanse bien esta noche. Ella volvió a afirmar, si ya te dije que yo tampoco pegue ojo y más con esa fiesta de al lado.

No sabía ella que al día siguiente  y tras una ardua trama entre tres, esa fiesta se quedó pequeña…pero eso se los contare si ustedes quieren y me lo piden en los comentarios.