Desafiando a la animadora del hotel

Debido al estrés que me ocasionaba mi trabajo, decidí tomarme unos días de relax en un todo incluído a unos cuantos kilómetros de mi localidad, con mi hija pequeña. Lo que iba a ocurrir no me lo hubiese imaginado nunca...

Estaba teniendo un verano muy duro en el trabajo y a nivel personal, incluyendo problemas con mi exmujer, por lo que decidí tomarme unas merecidas vacaciones en un buen hotel a unos cuantos kilómetros de mi localidad. Con el fin de estrechar lazos y pasar un tiempo agradable con mi hija, decidimos ir los dos a un todo incluído a un hotel que contaba con muy buena animación y actividades para pequeñajos.

Así fue, que a principios de mes nos fuimos  a un 5 estrellas con el único fin de descansar, desconectar, comer(un montón) y beber (aún más).

No pasaron más de 2 horas cuando mi hija ya estaba con otras chicas jugando y haciendo amigas en la piscina, mientras yo me estaba tomando algún gintonic al sol, deseando que eso no se acabará nunca. No contemplaba que lo que iba a ocurrir al día siguiente iba a ser mucho más placentero. Esa misma noche, los animadores del hotel habían preparado una danza para padres e hijos, por lo que quienes quisieran participar, debían estar disponibles de 19 a 20 para ensayar. Fue entonces cuando conocí a Maite, una mujer de 38 años muy extrovertida y con un cuerpo que muchas de 20 envidiarán. Su pelo era rojizo, ojos azules y una sonrisa pícara que me volvió loco. En ese momento llevaba unos pantalones negros que mostraban unas nalgas perfectas, tanto que me quede embobado pensando cómo sería morderlas mientras que practicaba los pasos con mi hija...

Una vez acabo la práctica, Maite se acercó a mí, y empezamos a hablar de Azul, mi hija, hasta que me preguntó si había venido solo, ya que no me vio acompañado cuando estaba en la piscina.

Cuando le contesté que si, parece que le dió ternura, ya que soltó el típico ohhhh, pero note como la mirada cambio y me miró de arriba a abajo, para seguir curioseando sobre mi vida.

No duro mucho más la conversación, ya que teníamos que ir a cenar y Azul estaba muy pesada pidiendo que nos fuésemos, así que nos despedimos y nos fuimos.

Después de la cena, todo ocurrió con normalidad, el baile fue entretenido y acabamos cansados, yendonos a dormir antes de las 23hs.

El día siguiente fue más de lo mismo. La actividad que quería hacer Azul empezaba a las 17 y era una gincana organizada por unas chicas del hotel.

Yo mientras había planeado tomar un rato el sol y contemplar los cuerpos de las chicas que querían lucirlo, hasta que de reojo vi como tras la ventana  del balcón de la tercera planta, una mujer estaba realizando una mamada a un chico que parecía ser alemán. La mujer estaba de lado, arrodillada llevandose toda la diminuta polla del afortunado hasta la garganta. Mi polla ya estaba durísima, y las ganas de sacarme la y empezar a tocarme fueron casi tan grandes como la sensatez que me dió al ver que estaba en un sitio con muchas personas, por lo que decidí irme a mi habitación, a disfrutar de una buena paja pensando en la escenita, no sin antes echar un último vistazo al tercer piso, sin saber que vería a Maite levantando la cabeza de entre las piernas de ese alemán con (lo que me pareció ver) cantidad de leche en toda su cara.

Y no pude aguantar más y me fui rápido a la habitación, intentando acordarme con todo detalle de esa expresión de zorra llena de leche que tenía la animadora, cuando al llegar al tercer piso, veo como ella sale de la habitación 114 y se dirige al ascensor.

En ese momento, no se qué se me pasó por la cabeza, que decidí esperarla, y ella aceleró el paso para entablar conversación. No sé qué me imaginaba que iba a pasar, pero ni mucho menos imaginaba lo que me iba a proponer.

Cuando la mire a los ojos, descubrí que tenía un corto de semen en su pelo , que hizo que se me desviara la mirada.

Ella se percató de ello y se lo acomodó, dándose cuenta del pringue y poniéndose un poco colorada. En ese momento le dije que no pasaba nada, que la había visto por la ventana y que no tenía que darme explicaciones, a lo que correspondió con una sonrisa. Enseguida me dijo:

  • No es oro todo lo que reluce, eso no fue nada... Ni siquiera fue capaz de hacerme gozar a mí. Yo que imaginaba que me iba a dar de lo lindo... Yo también soy divorciada sabes... Necesito unos buenos polvos de vez en cuando.

  • Te entiendo Maite, yo también me muero de ganas de disfrutar de un buen coño esta tarde, con mi hija por aqui, es complicado encontrar algún momento.

  • Entonces ahora estarías dispuesto a dejarme la cara llena de leche como el gilipollas de la 114?

Me arme de valor y (imagino que por el alcohol) le dije que:

  • No solo quiero llenarte de leche la cara. Quiero comerte ese culazo que tienes y dejártelo bien cubierto de lefa.

Entonces soltó una carcajada y acto seguido me agarró la polla ahí en medio del pasillo. Acto seguido nos dirigimos a la habitacion...

Continuará...

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Espero que haya sido de su agrado, es mi primer relato y espero que haya muchos más! Tengo muchas historias por contar!