Depresión Mayor Tercera y última Terapia
... después de tanto buscar, Jacinto encuentra calmar su ansiedad por tener un orgasmo completo...
Depresión Mayor Tercera y última Terapia
La segunda Terapia fue todo un éxito. Jacinto logró excitarse al participar activamente en la mini orgía e incluso logró expulsar líquido pre eyaculatorio.
Ahora el objetivo era lograr que Jacinto tuviese su orgasmo con eyaculación y todo.
El cambio de Jacinto era evidente, todo el mundo en el pabellón lo notaba y se hacían comentarios de satisfacción y de optimismo. Se veía mas alegre, hacia chistes, se reía con todo el personal y colaboraba dándoles ánimos a los otros enfermos.
El Dr. Pérez estaba feliz con los progresos de Jacinto. Nos citó a Pacha y a mí a una reunión para la evaluación del caso y concretar una próxima terapia. Duramos casi toda una tarde reunidos pero logramos diseñarla.
Sería fuera de la Institución, en la Granja de la facultad de Zootecnia de la Universidad y sería el próximo fin de semana.
La idea era proporcionarle un entorno familiar y la Granja era el mejor sitio teniendo en cuenta que había pasado toda su vida en el Campo, ese sería un medio donde el se sentiría seguro y ayudaría a su recuperación.
Durante los días siguientes hicimos todos los preparativos para pasar el fin de semana fuera de la Institución.
Llegó el momento de partir a la Granja. Jacinto estaba feliz y no paraba de darnos las gracias por la forma en que estábamos colaborándole en la recuperación de la salud.
Mientras conducía Jacinto me miraba las piernas que quedaban al descubierto cada que metía un cambio la minifalda se me subía a mas de medio muslo
- Jefe esa minifalda sola me sirve de terapia jajaja
- A ver Jacinto que aun no llegamos y recuerda que vamos a una terapia - medio Pacha
- Pues parece que fuésemos de juerga
Pacha que iba en asiento trasero se apoyo en el respaldo de Jacinto y dijo en tono de reproche y chiste:
- Si esa cosa te funcionara sería una verdadera juerga si o no jefe
- Ustedes que son las doctoras a ver si esta noche lo logran
- Si pones de tu parte Jacinto seguro que si - opine yo
Jacinto se quedó serio pensando
- Les voy a contar una historia de mi vida sexual
- A ver si empezamos ya la Terapia - opinó Pacha e inclinándose más sobre Jacinto estiró la mano y le tocó el miembro - a ver como está esa culebra
- Dormida - dijo Jacinto
- Jacinto te puedo pedir un favor? al fin y al cabo cuando te vallas hasta te olvidarás de nosotras
- Yo no soy tan ingrato que favor me vas a pedir?...
- Déjame ver tu culebra.. si? Jacinto se quedó en silencio
- Si, Pacha tiene razón todo queda entre nosotros
- Bueno, ya por que tu lo dice Jefe
Se bajó la bombacha y sacó su enorme pene fláccido y la cabeza cubierta por la piel del prepucio
- Guao ! A la luz del día se ve hermosa así dormidita
- La puedo tocar ? preguntó Pacha tímidamente
- Pues ya la conoces... y estamos en confianza adelante y bueno ya que estamos en ese plan jefe por que no se sube mas la falda?
- Claro es buen idea !! dijo Pacha y sin mas le subió la minifalda hasta la cadera y Jacinto exclamó
- Que piernas jefe !... como será el tesoro que hay ahí
- No la distraigas solo mírala - aconsejó Pacha - yo te puedo mostrar mis tetas negras mira - y se subió la camiseta, no tenia brassier, las enormes tetas quedaron descubiertas y se movieron con el movimiento del auto
- Hermosas Pacha que rico lamerlas !
- Aquí no se puede hacer nada ! estamos en carretera, mas bien Jacinto, cuenta la historia que ibas a contar ! dije para que se calmaran los ánimos
- Okey les cuento - Pacha tomó el miembro de Jacinto mientras este hablaba y le frotó la piel del glande dejándolo descubierto sacó su lengua en gesto erótico y le hizo caritas a Jacinto, este le hizo un guiño para que siguiera.
Jacinto comenzó a contarnos la historia:
"Siendo consciente de mi situación al empezar a ser rechazado por las mujeres del pueblo busqué refugio en las hembras de los animales de la Granja de mi abuelo. Tuve muchas experiencias, con vacas, yeguas, mulas pero presentaban alguna dificultad.
Después de mucho experimentar escogí una burra que había dado a luz, la escogí por que ya había sido penetrada por su macho que tiene un enorme pene, o sea que ya sabía lo que era una penetración.
Con el pretexto de ayudar a la cría recién nacida le tocaba las tetas, se las apretaba, las acariciaba y así me excitaba. Luego la ordeñaba y así alimentaba la cría. Durante la ordeñada le acariciaba las tetas rodaba mi mano hasta la vulva la tocaba ahí, al ver que no hacía ningún movimiento raro le introducía un dedo, después dos dedos y tampoco hacía nada, al no estar en celo algunas hembras no se dejan tocar ahí..
Cuando me excitaba por ahí viendo mujeres y me daban ganas de tener sexo iba al galpón por la noche, buscaba a la burrita y le acariciaba las tetas, cuando mi verga se ponía dura me la frotaba con miel de abejas y la acercaba a su hocico y así aprendió a lamérmela. Así fue que una noche, después de ver una película porno decidí que era la noche para desvirgar a mi burrita, como mi pene era del mismo tamaño de su macho al no estar en celo iba ser un poco difícil la penetración por eso llevé además de la miel de abejas un tarro con aceite de cocina.
Entré al galpón muy excitado. Me acerqué a mi amiguita, la acaricié la cabeza, la barriga y le toqué las tetas. Estaba tranquila, pasé mi mano por su vulva, la acaricié, carnosa provocativa, metí mi dedo en su raja, caliente, suave, húmeda, me quité el pantalón y el calzoncillo, mi pene estaba muy duro, lo froté con la miel de abejas, lo acerqué a su hocico e inmediatamente lo empezó a lamer, mi excitación crecía.
Cuando lo lamió todo, me eché el aceite para lubricarlo, me acerca a su parte posterior, le toqué la vulva, le separé los labios con los dedos, al ver que no había ninguna reacción acomodé mi cabeza en su entrada, empujé y empecé a penetrarla, a medida que deslizaba mi verga en su vulva se sentía mas rico, calientita, suave, se deslizaba mi pene por su largo canal vaginal, las paredes se pegaban a mi miembro en forma lujuriosa, seguía empujando, ya había entrado mas de la mitad, yo hacía esfuerzos por no eyacular precozmente ya que la excitación de penetrar toda mi verga en una vagina era un placer único. Se movió un poco y me detuve. Se volvió a quedar quieta, seguí empujando hasta entrarlo todo. Allá dentro estaba mas caliente, mi glande lo registraba muy caliente, empuje todo hasta que mis testículos chocaron con la vulva. Cerré mis ojos y empecé a sacarlo hasta la mitad y entrarlo otra vez, después de varios mete y saca me eché mas aceite y empecé a penetrarla con rapidez, la sensación era indescriptible, placentera, toda mi verga dentro de la hembra.
Me apoyé en mis pies y la agarré por el cuello con las dos manos y empecé con mas fuerza a penetrarla una y otra vez hasta que el orgasmo se hizo presente, la estreches vaginal, mas la lubricación hacían que mi excitación fuera grandísima, unas bombeadas mas y terminé. La apreté contra mi y descargué todo el semen que había en mis testículos en su interior, allí me quedé un buen rato hasta que sentí que mi pene se volvía blando y fláccido, lo saqué despacio, al sacarlo todo mi amiguita volteó su cuello y empezó a lamerse la vulva mojada por mi semen, se me ocurrió acercar mi pene a su hocico y sorprendentemente lo empezó a lamer, su lengua frotando mi pene me excitó otra vez. Tuve una nueva erección, otra vez me fui por detrás y esta vez la penetré de una vez, varios mete y saca y nueva eyaculación, otra sacada y otra lamida. Esta vez me dije que no más por esa noche ya vendrían otras noches
Y así transcurrió mi vida hasta que decidí venirme para la ciudad donde casi nadie me conocía y por que también sabía que aquí estaba Teodora".
- Ufff !, me excitaste - dijo Pacha mira como estoy mojada - y tomó la mano de Jacinto y la llevó a su vulva este la acarició y con un dedo exploró la raja de Pacha que abrió sus piernonas para la exploración
Yo no perdía detalles mirando por el retrovisor la vagina carnosa de Pacha explorada por el dedo de Jacinto me estremecí y dije:
- Una tocadita para mí Jacinto
- Claro Jefe que dicha la mía con ustedes dos
- Descubre el tesoro - le insinuó Pacha
Jacinto palpó mi vagina por encima del panti y hábilmente metió su dedo por un lado (ahogué un gemido mordiéndome el labio) haciendo contacto con mi carne su dedo encontró mis pliegues lubricados por la excitación y la recorrió hasta encontrar mi clítoris que estaba endureciéndose por el contacto
- Oh ya descubrí el tesoro que cosa tan rica y grande !
- Dímelo a mi - dijo quedamente Pacha, quien se las ingenió para que mientras Jacinto la masturbaba con sus dedos ella le chupaba el pene
Jacinto masturbaba a Pacha y a mi al mismo tiempo, al instante Pacha lanzó un "¡Ohhh !" señal de la proximidad de su orgasmo Jacinto tomó mi clítoris con dos dedos y me estaba pajeando de lo lindo.
- Jefe detente para terminar !!!
- Siiii !! me orillé, puse la emergencia y separé mis piernas gire mi cuerpo y tomé entre mis manos la serpiente negra y llena de venas, la sostuve para que Pacha chupara al tiempo que la frotábamos, se estaba endureciendo de ahí la excitación de Pacha
- Ya no aguanto mas voy a llegar ahhhhhh !
- Pacha espérame !!! dije - era la costumbre entre las dos llegar juntas y aquí me traicionó el subconsciente y los dedos de Jacinto; me estremecí solté mi orgasmo dos tres cuatro sacudidas y la mano de Jacinto se llenó de mis jugos igual le pasó con Pacha
- Ahh mis queridas doctoras y yo qué .
- Ahora Jacinto deja que me pase este orgasmo y veremos - dijo Pacha con voz extenuada
- Esta noche Jacinto esta noche - murmuré yo
Reiniciamos el viaje y muy pronto llegamos. Toqué la bocina y pasaron unos minutos alguien abrió los candados desde dentro y empujó las dos hojas de madera de la puerta y
- ¡¡ Es Teodoraaa !!!! - aulló Jacinto - Jefe ! Pacha..! ustedes son geniales gracias gracias - se bajó del auto antes de que me detuviera y corrió hacia Teodora se fundieron en un abrazo y se besaron apasionadamente. Pacha y yo nos miramos sonriendo.
Era una de las sorpresas de esta Terapia. Ahora solo faltaba que todo marchara como lo habíamos diseñado.
Todo era alegría y risas. Organizamos las habitaciones. Cenamos y nos sentamos en la sala. Teníamos cerveza helada y comenzamos a hablar y a reír de cosas triviales. Pero en la Mente de Pacha y mía otros pensamientos se movían.
Entrada ya la noche Pacha y yo dijimos que nos retirábamos a descansar. Yo entré en la habitación contigua a la de Jacinto y Pacha a la habitación al lado de la mía.
Me quité la ropa y quedé en ropa interior. Me tiré a la cama boca abajo, cerré los ojos y empecé a repasar la Terapia. Me quedé dormida no se cuanto tiempo.
Me desperté desubicada. Recordé que estaba en la Granja de la Institución. Pacha me acariciaba las nalgas e intentaba meter la mano entre mis muslos, sonreí y me volteé
- Ya? - pregunté
- Sí - respondió Pacha
Me incorporé y me acerqué a la pared, moví el cuadro y apareció una cerradura, metí la llave que tenía colgada de mi cadena y una porción de la pared se movió dejando ver un gran vidrio por donde se veía toda la habitación de Jacinto.
Se trataba de un vidrio para observar a los pacientes sin que estos se dieran cuenta y esta noche veríamos lo que Jacinto y Teodora harían.
Miré a Pacha y me percaté que estaba totalmente desnuda. Me acerqué y le chupé las tetas rápidamente. Nos acercamos al vidrio.
Jacinto estaba tendido en la cama desnudo, su enorme serpiente estaba a medio despertar y el afanosamente la masturbaba, era obvio que quería tener una erección para poder estar con Teo. Esta no se veía por allí, estaba en el baño preparándose para el encuentro. Pacha y yo nos miramos, nos dimos un beso apasionado en la boca con lengua y todo. Pero rápidamente nos volvimos para mirar por el vidrio.
Jacinto dejó de pajearse y rápidamente se cubrió con la cobija. Teo salió del baño. Con piyama blanca delgada que dejaba ver su ropa interior blanca que resaltaba con su piel negra. Le llegaba a medio muslo su piyama. Jacinto la miró y lanzó un silbido de aprobación.
- Ven acá mi preciosa Teo - y ella se acercó a la cama, Jacinto se sentó en el borde de la cama y la abrazó, su cara se perdió entre las grandes tetas de Teo
- Que quieres ah? y sonrió pícaramente
- Tu sabes - y los dos rieron
Jacinto le acaricio las nalgas y la espalda, Teo le acarició la cabeza, las manos masculinas lograron desabrochar el brassier y liberó las tetas negras, las lamió y las chupó, a medida que esto ocurría la serpiente de Jacinto se estaba endureciendo. Después de un rato Teo se separó, lo hizo poner de pies y lo besó. Lo hizo girar para ella sentarse en el borde de la cama. Le tomó el enorme pene y lo sostuvo con sus dos manos como si fuera un clarinete llevó su boca a la cabeza y lo empezó a succionar.
La erección continuaba, los labios de Teo y la fricción de sus manos lo estaban logrando.
Se notaba la excitación de los dos. Poco a poco Teo se fue echando en la cama y Jacinto la siguió sin que ella dejara de chupar su pito, hasta que ella quedó boca arriba y el hombre hizo un giro para quedar apoyado en sus piernas y su boca se ubicó en la vulva negra, en un 69 único, ella trataba de meter mas pene en su boca a medida que la lengua del hombre lubricaba su entrada vaginal. Suave y tiernamente ella frotaba toda la erección mientras el hacía lo mismo en los pliegues vaginales lubricados por la excitación de ella y la salive de el.
Jacinto cambió de posición, se acostó boca arriba y Teo se puso de pie en la cama. Separó sus piernas y se empezó a introducir el jigantesco pene en su vulva. Lo fue deslizando lentamente
Pacha y Yo mirábamos a través del vidrio, Pacha no dejaba de acariciarme, me desabrochó el brassier. Cada una vivía su excitación sexual calladamente.
Teo bajaba sus caderas mientras el sostenía su herramienta. Hasta que Teo paró. Se miraron. Hasta ahí llegó la penetración. Unos 30cm calculó Pacha.
- Que barbaridad - exclamó
- Si, que guapa - dije yo
Teo se sacó toda la penetración y se acostó boca arriba, separó sus muslos. Jacinto se acomodó entre los muslos y empezó a penetrarla hasta alcanzar el limite marcado, por Teo. Jacinto empezó el mete y saca mas escalofriante. Mientras lo sacaba despacio parecía no acabar nunca, la sensación debía de ser súper excitante!!... "sentir que eso sale y parece que nunca va a terminar de salir y al entrar parece que nunca va a terminar de entrar es para morirse de placer !!... yo quiero jefe !!!" pidió Pacha.
Pasado unos minutos Teo empezó a gemir y Jacinto trabajaba fornicando a la mujer que era capaz de resistirle 30cm de pene en su interior. Estaba muy excitado y sudoroso. La mujer se aferraba a sus brazos y mordía la almohada con lujuria. Su vulva húmeda y caliente era un pozo de placer que la hacia gemir y gemir mientras que el hombre empujaba y sacaba sin parar, buscando el orgasmo con deseos
La mujer explotó, soltó su orgasmo y gritó quedándose quieta aferrada a los brazos masculinos. El hombre se detuvo y dejó que la mujer terminar. Se miraron. Rieron. El reinició el mete y saca otra vez. Al momento la mujer empezó a gemir de nuevo. Se aproximaba otro orgasmo femenino. Jacinto empujaba suave pero rápido. Buscando llegar. Pero la mujer se le adelantó otra vez. Otra vez explotó. La habitación se llenó de gritos de Teo. Se sacudía con fuerza. El hombre quieto esperaba que la mujer disfrutara su polvo. Ya llegaría al de el. Otra vez empezó la penetración, Jacinto le acarició las tetas, se las chupó y la mujer se vino enseguida, no resistió la excitación, un orgasmo muy largo. Jacinto estaba excitado, seguía buscando su orgasmo. Teo no resistió semejante trajín y quedó desmadejada en la cama. Jacinto se resignó. Sacó su pene duro, echando chispas. Lo tomó en sus manos y lo frotó. Teo le hizo un gesto de esperar un momento.
Pacha me lame el cuello, yo acaricio su espalda y mis manos aprietan sus nalgotas, pegamos nuestros cuerpos excitados por lo que acabamos de presenciar, busca mi boca, se la ofrezco, su lengua entra y me excita. Se la chupo, empezamos a gemir, baja por mis pechos me chupa un pezón, me aprieta las tetas, me lame el ombligo, adivino a donde va, monto una pierna en la cama y clava su lengua en mi vulva, desesperadamente me muerde la vulva, me arranca gritos de placer, me lame, me la moja con su saliva, siento el ruido de su boca chupando, me separa los labios y se pega de mi clítoris. Me estremezco. Me mete un dedo en mi canal vaginal húmedo. Me fornica con su dedo mientras me chupa el clítoris. Con su otra mano busca mis nalgas, como puede busca mi orifico trasero, lo mete despacio y con esa triple excitación, me vengo. Gimo con fuerza. Pacha chupa y mueve sus dedos dándome gusto. Por detrás y por delante sus dedos me enloquecen y su lengua chupando mis 2cm de clítoris me dispara al orgasmo. Temblor y movimientos convulsivos. Gemidos de Pacha con su boca llena de mi sexo. Mis gemidos de hembra disfrutando un orgasmo
En ese momento entra Jacinto y nos mira, está desnudo, nuestros gemidos lo atrajeron hasta la habitación, su enorme serpiente dura se bambolea con sus pasos, es evidente que está excitado, Teo no logró que alcanzara su orgasmo se detiene en la puerta y nos mira yo me sorprendo y mi orgasmo se corta Pacha percibe el cambio, despega su boca de mi vulva y me mira sigue mi mirada y descubre a Jacinto en la puerta se sorprende, igual que yo, pero reacciona mas rápido y se levanta moviendo sus tetas negras y su gran culo, llega hasta donde Jacinto y cierra la puerta
- Bienvenido a la fiesta privada papito...!!! le dice Pacha
Enseguida se arrodilla delante de el y coge el pene con sus dos manos, aun esta húmedo por los jugos de Teo, lo frota y se introduce la cabeza a la boca y lo empieza a succionar con excitación.
Jacinto me mira y me invita con su mirada. Camino hasta donde el. Estira sus brazos, me agarra las nalgas y con la otra me agarra una teta, la acaricia, yo me pego mas a el, inclina su cabeza y me la chupa, pezón duro, excitado, se deja chupar, mi excitación se despierta otra vez, me chupa el otro, Pacha se da cuenta, deja de chupar y me dice
- Muñeca me lo pido de primera no aguanto mas
Sabía como estaba Pacha de ganas de sexo. Chupaba y se calentaba cada vez más. El deseo crecía sabiendo que Jacinto me estaba calentando. Empecé a escuchar sus gemidos. Jacinto estaba muy excitado también. Su enorme cosa estaba gruesa y brillante, las venas sobresalían y parecían a punto de estallar. Pacha dejó de succionar, se lo sacó de la boca y pude ver la cabeza roja, hinchada y mojada. Suspiré de deseos de tener aquella cabeza dentro de mí.
Pacha no lo soltó, tiró de el hacia la cama, lo seguimos sin parar lo que hacíamos, Pacha se acostó boca arriba y separó sus gruesos muslos mostrando su vulva grande, negra, mojada, se agarró las tetas igualmente grandes con sus dos manos
- Ven papito méteme esa cosa y párteme en dos !
Jacinto dejó de chupar mis tetas blancas y se acomodó encima de Pacha, su enorme verga se enredó en las sabanas de la cama y aproveché para tomar entre mis manos aquella serpiente de pesadillas y participar activamente del trío, chupé ávidamente la cabeza que antes había chupado Pacha, rica, deliciosa, caliente, Jacinto se detuvo para que yo le hiciera, la saboreé por un rato hasta que me acerque a la vulva de Pacha, mi mano sostuvo la cabeza de la serpiente y con la otra mano separé los muslos de Pacha para con mi lengua recorrer su raja negra y caliente de abajo hacia arriba y rematar con una chupada de clítoris antes de enterrar aquella monstruosidad en sus entrañas. Después que saboreé a Pacha acerqué la cabeza con cuidado y la acomodé entre los labios negros y mojados, Jacinto jadeó y empujó, Pacha gritó, Jacinto empujó otra vez, otro grito, la serpiente se deslizó por las entrañas de la negra mientras sus ojos se entrecerraban de placer, yo miraba hipnotizada como mi amiga y amante se tragaba poco a poco aquella enormidad.
No se cuanto penetró, lo cierto es que yo estaba muy excitada, así que me ubiqué en otro sitio de la cama, de tal forma que podía ver a Jacinto empujando y a Pacha recibiendo, piernas abiertas de Pacha, mete y saca en su vulva, los dos estaban muy concentrados en lo que hacían.
Me sentí sola, me toqué mi rajita y estaba muy mojada, me resigné a hacerme una paja mientras veía a la pareja culear de lo lindo.
Pacha comenzó a gemir, su orgasmo estaba próximo, Jacinto arremetió con fuerza, metía y sacaba sin compasión su barra en el túnel de Pacha, los gemidos aumentaban, Pacha se aferraba a las sabanas y apretaba sus labios, con los ojos cerrados se preparaba para su final. Este llegó en forma explosiva. Pacha lanzó un grito y agarró los brazos de Jacinto.
- párteme papito! métela todaaa!...¡!!
- ooooooooo
Jacinto jadeaba y empujaba, Pacha tensó su cuerpo por un largo rato, el hombre buscaba afanosamente su propio orgasmo, pero nada, Pacha poco a poco se fue relajando, Jacinto seguía metiendo y sacando, pero Pacha había quedado extenuada
Jacinto miró a Pacha, esta tenia sus ojos cerrados, jadeaba como una fiera pero estaba quieta, no se movía. Jacinto me miró a mí. Entendí lo que quería. Moví la cabeza. Jacinto empezó a sacar su pene de las entrañas de Pacha. Parecía que nunca terminaría de sacarlo. Al salir todo Pacha se contorsionó. Había quedado tan excitada que el frote del pene en sus paredes vaginales, al salir, le había provocado otro orgasmo.
Jacinto tomó su serpiente con sus dos manos y se me acercó, me tendí boca arriba, abrí mis piernas y con suavidad acercó la cabeza a mi vulva blanca y rosada por la excitación, respiré profundo y me preparé para la penetración, adivinando mis pensamientos, antes de penetrarme acercó su boca a mi vulva y me dedicó una larga sesión de lengua y labios en mi jigantesco clítoris, chupo mis fluidos y su lengua recorrió toda mi raja.
Yo me sentía transportada con esa caricia.
Pero el seguía deseando su orgasmo así que se detuvo, se acomodó y colocó su glande en la entrada de mi cueva, me miró y yo moví la cabeza. Con mis manos tomé cada pie para mantener separadas las piernas.
Empezó a meterme su larga e inacabable verga dentro de mi, me estremecí, pensé que me iba a venir ahí mismo, no era lo mismo ver lo que le hizo a Pacha que sentirlo en mis propias entrañas, el deslizarse suavemente entre mis pliegues lubricados por la excitación, no se que tanto penetró, pero sentí que me tocaba la garganta, Jacinto lo notó y paró. Lo sacó despacio, yo miré y vi como la carne negra salía mojada hasta casi salir del todo, volvió a meterla despacio, varias veces así, hasta que aumentó la velocidad, empecé a gemir sin contenerme, vi a Pacha que salía de su letargo y se quedó mirando la escena sin decir nada, mi excitación era indescriptible, me mordía los labios para no gritar, el placer mas grande en toda mi vida, ser fornicada por la verga de Jacinto, después de eso nada comparable. No pude evitar llegar al orgasmo, Jacinto lo notó y aumentó la velocidad de su mete y saca, me miró con deseo de llegar el también, mil estrellas explotaron en mi cerebro y mi cuerpo se llenó placer, de gusto, de una sensación de subir al cielo y quedar allá extasiada, mientras que le hombre metía con fuerza su serpiente dentro de mi cuerpo que estaba anestesiado de placer, de repente nuevamente explotan millones de estrellas en mi cerebro y un nuevo orgasmo, mas fuerte, me invade, grito como una loca suelto mis piernas y me aferro al hombre que me parte en dos con su verga, le entierro las uñas en su cuerpo y me quedo así, extasiada y dopada por el placer que acabo de experimentar
Pero Jacinto no alcanza nada, se nota en su cara la decepción de esta noche, dar placer a tres mujeres y el no poder alcanzar nada, saca su serpiente de mis entrañas y el placer se activa de nuevo, un orgasmo al sacar de mis carnes su pene, increíble!
Me mira, mira a Pacha, no dice nada toma su enorme cosa entre sus manos para que no le estorbe al caminar y sale de la habitación.
Nos miramos sin decir nada, sentimos la puerta de la entrada de la casa cerrarse. Y en ese instante entra Teo, desnuda, mostrando su tremendo cuerpo y se sienta en la cama. Las tres nos miramos sin decir nada.
Por su parte Jacinto sale de la casa desesperado, no ha podido alcanzar su orgasmo. Está muy excitado y si no logra lo que quiere se va a enloquecer. Da vueltas pensando que hacer, su instinto lo lleva al establo, abre la gran puerta y el olor a animales penetra en sus pulmones, le hace recordar la granja del abuelo, busca y mira entre los cubículos, su pene sigue erecto, lo sostiene en sus manos como un tesoro, de vez en cuando se frota en intento por masturbarse pero eso no es lo que quiere
Sigue caminando, sus esperanzas se desvanecen, no encuentra nada
Falta el ultimo galpón, desesperanzado del todo se asoma por la media puerta y ahí está..!!!
Una burra ! Una hembra !! Renacen sus deseos de sexo, el anhelo de un orgasmo vuelve a embargarlo, se ríe, lanza un grito de triunfo, se agarra el pene con las dos manos y se lo frota los recuerdos de su infancia vienen a su mente se queda así un buen tiempo pierde la noción del tiempo recuerda los últimos acontecimientos, Teo Pacha la Jefe
Se despabila, abre la media puerta y se acerca al animal, le habla, esta para sus orejas y lo mira, tranquila, apacible, le acaricia el cuello con una mano mientras con la otra sostiene la serpiente, le acaricia la cabeza, las orejas, la boca, coloca su pene húmedo en las narices, el animal la olfatea, saca la lengua y la lame, Jacinto sonríe, su excitación crece, deja que el animal lama su pene, cierra los ojos, el animal toma confianza y lame si parar, Jacinto suelta su pene y la acaricia con sus dos manos, pasa una por su lomo, ella mueve la cola, baja una mano hasta su vientre, busca las tetas de la hembra, las toca, las amasa suavemente, el animal no opone resistencia, "ya ha tenido cría", la excitación crece, desliza su mano hasta la cola, la separa, toca la vulva de la hembra, al contacto esta levanta su cola, Jacinto ríe de felicidad, para las caricias y busca el bote donde le sirven el alimento, el animal mueve la cola en señal de alegría por la comida que le van a dar a esa hora, sabe que no es la hora, por eso mueve la cola, es algo así como un premio extra, una golosina en medio de la noche, Jacinto se la coloca a la altura de la boca y ávidamente empieza a comer.
Jacinto se desplaza a la parte trasera, echa la cola a un lado y acaricia la vulva del animal, carnosa, con un dedo la explora, calientita, suave, arde en deseo de penetrarla, pero necesita un lubricante, mira hasta encontrar un tubo de medicamento, lo abre, sirve, se frota el pene con el ungüento, el calor de su verga lo derrite y queda lubricado.
Se acerca a la vulva de la hembra, no resiste la tentación y se agacha, explora con sus dedos, separa los labios de la vulva y la lame. El contacto de la intimidad animal con su lengua lo excita mas, chupa por un buen rato, hasta sentir el deseo de penetrarla, se levanta, acomoda la cabeza de su pene en la entrada que acaba de chupar, mojada por su saliva, empuja un poco y la cabeza se abre paso entre la vulva animal, esta deja de comer gira su cabeza mira al hombre y vuelve a su alimento, Jacinto empuja otro poco, penetra un poco mas, caliente y rico, el interior del animal es placentero, sigue empujando, la penetra con ganas, con deseos, sin preocuparse si la lastima o no, disfruta la penetración, el canal vaginal se adhiere a su miembro , dando la sensación de ser virgen hay resistencia a la penetración, eso es excitante, presiente el orgasmo tan esperado, lo controla, sabe que es por falta de lubricación, la hembra no esta en celo, no hay mas ungüento, tiene que excitar al animal, así que la sigue penetrando, ya casi alcanza el nivel de Teo, fue la que mas hondo permitió la penetración, ni Pacha ni la Jefe soportaron tanto. Solo este animal soportaría toda su verga y mas.
Cerró sus ojos y se detuvo. Sacó parte de su pene, el frotar su glande contra las carnes intimas de la hembra lo enloquecía.
Empujó de nuevo, esta vez lo entró todo de una vez " ahhhhhh ! Toda su verga dentro de una vagina !!! No quedaba nada afuera !!! "por fin, una penetración total ahhhhhh !!" sintió la vulva animal en su pubis, algo nunca jamás alcanzado con ninguna mujer, ni lo alcanzaría jamás, estaba condenado a sentir placer cien por ciento con una hembra animal.
En ese momento la burrita dejó de comer y bajó la cabeza, movía sus mandíbulas, y dio algunos pasos hacia adelante, Jacinto se sorprendió, no sabía que pasaba, pensó que el animal se le iba a revelar, se asustó, pero inmediatamente recordó algo, empujó sus caderas y entró parte de su serpiente que se había salido un poco al dar los paso el animal.
Recordó que cuando el macho las montaba, estando en celo, al rato movían sus mandíbulas de igual forma, y daban unos pasos hacia adelante, decía su abuelo que esos pasos eran para dejar espacio en su interior para cuando eyaculara el semen se quedara allí.
No supo si fue su excitación o real que en el instante su pene sintió humedad en el canal vaginal y se deslizó mas fácilmente en el interior del animal. Volvió a recobrar su lujuria y excitación. Empezó a culiar con placer sacando casi todo su jigantesco pene y enterrándolo de golpe, cerró los ojos y levantó su cabeza concentrado en lo que quería.
Culió y culió hasta que sus piernas se doblaron de cansancio, un hormigueo en todo su miembro le anunció que la eyaculación se aproximaba. Temblando de ganas, la boca llena de saliva, su respiración agitada, decía mucho de su placer. Empujó otras tres veces y sus testículos se contrajeron vaciando todo el esperma contenido en ellos tanto tiempo, se estremeció con fuerza al mismo tiempo que lanzaba un grito de triunfo.
Se sacudió mientras sentía que por su pene salía líquido caliente que lo quemaba, la burrita se movió inquieta al sentir el líquido en su interior. Jacinto se quedó quieto disfrutando del tan buscado orgasmo. Su cuerpo flotaba de placer. Su cabeza quedó en blanco al superar todos los traumas. Su serpiente seguía sacudiéndose expulsando hasta la ultima gota de semen. Pasó algún tiempo pegado de la burrita. Empezó a sentir que su serpiente se debilitaba, lo sacó, salió húmeda, se acercó a la cara de la burrita quien de una vez lamió todo el semen pegado al pene, la lamida volvió a estimular la serpiente que se endureció cuan larga era.
Jacinto se excitó de nuevo, otra vez la penetró esta vez sin remilgos, con fuerza, violentamente, dio rienda suelta a su excitación, la tomó de las orejas para hacer palanca y la penetraba con rapidez y fuerza, le dolieron los testículos, la burrita empezó a caminar y Jacinto detrás pegado, las mandíbulas se movía dejando salir saliva, con la cabeza agachada chocó contra las paredes del cubículo, no pudo caminar mas, se quedó así, con su lengua afuera, Jacinto bombeaba con fuerza, sentía dolor en su glande, abriéndose paso en el canal vaginal de la burrita. Nueva contracción de sus testículos. Nueva eyaculación, espasmódica, fuerte, violenta, placentera, pegó dos embestidas mas y se quedó quieto, sus testículos pegados a la entrada de la vulva animal. Apretaba con fuerza las orejas de la burra mientras se sacudía todo su cuerpo flotó llegó al cielo a la gloria perdió fuerzas y no supo mas solo sensación de Placer placer buscado con desesperación hasta que encontró su premio .
Y así terminó esta ultima Terapia.