Depresion e infidelidad

De como el dueño de la casa donde trabajaba me hizo su mujer y me penetro con su tremendo pene.

Soy una chica de 25 años, casada y con un hijo de 5 años, que vive de trabajos eventuales como doméstica en casas. Mis amigas muchas veces me han aconsejado entrar a trabajar de anfitriona de productos en hipermercados porque a pesar que soy bajita, mido 1.57m, soy blanca, bonita ,cabello castaño claro, lacio, un poco largo, uso 40B de brassier ,tengo una cintura delgada y un trasero grande, durito y paradito, nunca les he hecho caso ya que mi marido es muy celoso.

Hace como 5 meses entré a trabajar en una casa donde una pareja muy buena, con una hija de la misma edad que el mío, que incluso me ofrecieron poner a mi niño en el mismo colegio de su hija, a lo cual accedí. Al señor lo conocía desde hace años, ya que tiene un negocio por mi casa. El es un tipo de unos 38 años, alto, piel canela, cabello ondulado y muy bien conservado físicamente y ademas velludo, siempre he sentido gran admiración por su parte y al pasar delos días me hice muy amiga de su esposa, a la cual además ayudaba en los quehaceres de su casa.

Al cabo de 2 meses de estar trabajando en dicha casa tuve problemas muy serios con mi pareja, a tal punto que me deprimí bastante y paraba llorando, ya que sentía que mi esposo no me amaba y ni siquiera me daba la más mínima importancia; incluso en el trabajo paraba triste y lloraba cuando me encontraba sola. Un día la señora me regaló una minifalda muy bonita que además de quedarme muy corta me quedaba apretadísima y un top pegadito con botones adelante que también me quedaba apretadísimo y por encima del ombligo. Me dijo que me lo probara y halagó la manera como me veía. Esa mañana me dijo que saldría a hacer unas compras, que me quedara sola en casa y se retiró. Como cada vez que salía me quedaba sola en su casa haciendo los quehaceres y nunca nadie llegaba me quedé con la minifalda y el top puesta. De pronto, como a la hora de que se fue la señora sentí que abrieron la puerta y entraron, yo andaba en la cocina y me llamaron; era el señor que había llegado; yo no supe que hacer por la manera como estaba vestida pero como el señor estaba en el comedor no me quedó otra que salir a ver que se le ofrecía.

Al verme se sorprendió por la manera como me había vestido y me pidió que me sentara a la mesa ya que tenía algo muy importante que decirme. Accedí y me senté a su lado:

-Sabes una cosa, espero que no te incomodes pero es algo que tengo guardado hace tiempo y no puedo ocultarlo.....estoy enamorado de ti, me encantas, me gustas, te admiro un montón eres una gran chica....

Me quedé sorprendida y no supe que hacer, sólo atiné a llorar; en verdad yo también le admiraba pero de allí a pensar que podía suceder algo así me tomó de sorpresa. Me sentía indefensa y muy sola. El se acercó por mi espalda y comenzó a acariciar mi cuello para luego besarme el cuello y pasar su lengua por mi oído. Yo sentía miedo y a la vez una gran necesidad de sentirme amada, estaba muy indefensa. Luego pasó sus manos por edelante y me apretaba las tetas por encima del top, hizo que volteara mi cara hacia la suya y me besó apasionadamente. Sentí como una corriente invadía mi cuerpo y me dejé llevar. Me paré, yo le daba por el pecho y comenzamos a besarnos apasionadamente mientras apretaba mis nalgas con sus manos y me subía la minifalda para luego meter sus manos por dentro de mi calzón y bajármelo poco a poco mientras su lengua devoraba mi boca. Se desabotonó la camisa y se sentó en la silla y me jaló hacia él. Yo estaba con la minifalda subida y me pidió que me quitara el calzón y al ver que no lo hacía se agachó y me lo quitó, me desabotonó el top y luego me desabrochó el brassier y mis tetas quedaron libres y empezó a chupármelas lo cual hizo que mis pezones crezcan y se pongan duros mientras con sus dedos acariciaban mi conchita para lo cual abrí mis piernas.

Se paró y me dijo que le desabrochara el pantalón lo cual hice, le bajé el cierre del mismo y al hacerlo sentí un bulto grande y duro. Sacó su pene y grande fue mi sorpresa al verlo, era muy grande, como de 23 cms y grueso y estaba durísimo.

-Arrodíllate amor, quiero que le des besitos...

Hizo que me arrodille y comencé a chuparlo, al principio me costó meterlo a mi boca ya que era muy gordo y luego hizo que le echara saliva y que comience a lamerlo mientras él revoloteaba mis cabellos. Se paró y fue a traer un hilo dental de su mujer, hizo que me lo ponga.

Luego me alzó y me llevó a la sala , se sentó en el sofá y cargándome y me sentó en su encima de frente a él mientras me abrió las nalgas y metió su enorme pene en mi conchita:

-Ahhhhh. ayyyyyyy, ayyyyyyyy, ahhhhhh, ahhhhhh,- comencé a gemir- ahhhhhh, es muy grande y grueso, ayyyyyh, ahhhhh

-Sigue amor, ahora estás probando una verdadera pinga, vamos sube y baja- mientras me chupaba las tetas y yo gemía y gritaba como nunca lo había hecho.

El tipo me estaba penetrando como loco y sentía venirme de dolor y de placer, una vez que lo hice me levanté, su pene estaba mojadísimo y brillaba y yo también.

Luego me agaché y pasó su enorme nabo, con un condón puesto, por los labios de mi conchita para penetrarme nuevamente.

-Ahhh, ahhhh, ahhh, ahhhh, gritaba sin cesar mientras yo misma abría mis nalgas y su presota entraba dentro de mi.

Luego agarró y sacó su enorme verga y el preservativo y sentí como su leche caliente regaba mis nalgas mientras con sus dedos acariciaba los labios de mi concha y toda ella y me hizo venir nuevamente.

Una vez que eyaculó fue al baño, me quedé desconcertada si atinar a hacer nada mientras su semen bajaba por mis piernas. Cuando salió de lavarse me dio un beso en la boca y salió apresurado dejándome desnuda y sin saber que hacer.