Depredación XI

Disfrutando de otras presas, que hace descansar sus demonios internos.

Vic: No preguntes nada. Dejémoslo así. Te voy a llamar un taxi.

Celeste nada más obedeció, esperaron el taxi, al llegar este se despidieron de beso en la mejilla y partió. Vic. había dicho que dejaría que C. hiciera su vida, pero se refería a que lo hiciera fuera de su vista bajo el dicho de "ojos que no ven, corazón que no siente", porque de otra forma ella no podía dejar pasar que se le acercaran.


Erich Fromm en su escrito "El arte de amar" ya nos advertía que el amor, no es algo que se da por arte de magia entre dos personas. El amor es un arte que requiere de esfuerzo, disciplina, conocimiento. Desde este punto de vista, ¿qué tanto habrá hecho Vic. para tener el amor de Celeste?

Celeste baja a tomar desayuno con su mamá. Respira profundo antes de contarle lo que le sucedió el día previo, claro sin dar los detalles de cuando estaba contra la pared. Le comentó la total incógnita en que Vic la dejaba, no entendía por qué se aleja para después regresar con una descarga de deseo, que así de fugaz como le llegó, así se fue.

-Mami, con Vic tengo una conexión especial. No sé ni explicarlo. No hacen falta palabras para saber cuándo yo le deseo o ella me desea. ¿Recuerdas cuando solía venir a casa y la pasábamos encerradas en mi cuarto? Sabés que todo lo que hacía era leer un libro junto a mí, eso era todo. Para mí eso es felicidad, mi plenitud. No sé explicar, porque suena hasta sin sentido sentirme así, pero así era.

-No, mi amor. Yo te entiendo bien, tiene todo el sentido del mundo –tomó un respiro- Yo nunca te hablé de mis sentimientos hacia tu padre. Yo amaba con devoción a tu padre. Hubo un tiempo en que estuvimos separados antes de tenerte, no hubo persona que me hiciera olvidarle, los momentos junto a él, cómo nos entendíamos era algo tan único que yo no podía darme el lujo de reemplazarlo. En ese tiempo, yo tampoco me explicaba por qué era tan profundo ese sentimiento, pero el problema está en ello hija. No debemos buscar más explicación, que la que ya nos da nuestro corazón.

-¿A ti te pasó lo mismo? Es de familia entonces -mientras sonríe con esfuerzo- ¿Acaso esto no será algo pasajero?

-Eso no lo sabemos, hija. Pero lo que sí, es que si tanto daño te hace lo mejor es obligar a tu cerebro a olvidarla.

-¿No me acabas de decir que nunca pudiste olvidar a mi papi cuando se separaron?

-se sonríe-Sí, hija. Pero, al menos mantenía ocupado un poco el cerebro, ya no me centraba en él, me centraba en “olvidar”. Tal vez tú encuentras una mejor forma de que funcione.

-Gracias, mami. Voy a mejorar la ecuación que hiciste del olvido –sonriendo-

Entre tanto, los días pasaron uno a uno sin tener la mínima posibilidad de ver a Vic, por eso recurrió a crearse un instagram encontrando el perfil de Vic con sus fotos hermosas, una sonrisa sencilla de ella le ponía toda la belleza a la imagen. Ese se volvió uno de sus “hobbys” cuando estaba esperando que la llamaran de los lugares a los que asistió a entrevista laboral.

En el caso de Victoria una vez le dieron su título se tomó un período vacacional. Sinceramente, no sabía qué había que hacer después y para su suerte, tampoco es que fuera muy importante. Se compró boletos para ir a unas playas hermosas del país, trató de invitar a Roberto pero este dijo que estaba en busca de trabajo, así que ni modo se fue sola. El Hotel que escogió tenía una piscina en forma de media luna donde pasó parte de sus tardes, cuando regresaba de tomar el sol a orilla de playa. Estando en la piscina mira que se acerca una chica de cabello rojo, bastante bella aún dentro de la piscina

-Hola, disculpa que me presente así. Nada más que de casualidad te he estado viendo durante esta semana y has llamada mi atención

-...Hola –un poco absorta de lo que acaba de pasar- No hay problema, es un gusto

-Pamela Zaldivar, es un gusto –le extiende su mano-

-sonríe, toma su mano- Un gusto, Pamela. Victoria, pero me puedes decir Vic, para servirte –mientras le dirige una mirada de ojos brillosos-

-¿Hasta cuándo estarás por aquí? –

Pamela había estado viendo a Victoria pasar varias veces por el hotel, al principio nada más pensó que era una chica guapa, pero después sin darse cuenta fue encontrando otras cosas en su mirada y actividades, lo que le indicó que era más que una mujer guapa. No sabía hasta cuando estaría por esos lados y quería aprovechar la oportunidad de conocerla más.

Las dos se llegaron conocer un poco en la piscina, Pamela estaba ahí por negocios y se tomó unos días para disfrutar de la playa. Vic. le explicó que ella se tomó unos días para vacacionar porque recién se graduó.

-Pues eso lo debemos celebrar, ¿no te parece?

-Me encantaría, aunque no conozco muchos  lugares para salir

-De eso me encargo yo entonces. ¿Te parece si nos vemos más tarde en el Lobby?

-Bien. Ahí te veo

Mientras estaba sentada en el lobby Vic se dedicó a detallar el lugar. Una entrada de dos puertas de madera que daban a una salita de dos sillones y un sofá seguido de la recepción, en el lado derecho estaban unas cuantas sillas de madera junto a un florero de colores llamativos y también una hamaca. En fin, le gustó el ambiente acogedor del Hotel. Como estaba detallando la parte que mira hacia la salida del hotel, no se dio cuenta que Pamela ya estaba en el lobby, pero no se le acercó porque le gustó verla absorta. Inesperadamente, la mirada de Vic dio con la de ella y se obligó a avanzar para saludarla.

-Que hermosa te miras, Pamela-sonrió detallándola disimuladamente-

A lo que Pamela se sonrojaba por el comentario honesto y sin malas intenciones de Vic. Pamela vestía un jumper muy veraniego con unos tacones cortos, que la hacían lucir como una fruta fresca.

-Gracias, tú también te miras hermosa- invitándola a salir del hotel

-Dime ¿dónde me llevarás?

En la Isla había una zona, una calle exactamente que los bares, restaurantes, discotecas (toda la vida nocturna) estaban seguidos, pero había uno en específico que a Pamela le gustó y a ese llevaría a Vic. El lugar no quedaba muy lejano, por lo que, decidieron caminar para disfrutar de la noche. Por el camino fueron hablando sobre sus vidas, Pamela le comentó que trabaja en una compañía alemana donde por su alemán es el contacto de entre nuestro país y los dueños en Alemania.

-Tienes todos los aires de ser muy buena en tu trabajo. Por mi parte, aún no me quiero enfrentar a esos ambientes.

-Sí, la verdad es estresante por días pero me da más que suficiente para cumplir algunos caprichos.

-En eso tienes razón. Yo aún depende de mis padres y pues son muy bondadosos conmigo-riendo-

-Já. Seguro tú debías ser la más consentida de la casa, se te nota-le afirmó, mientras volteaba a verla y pensaba en que gusto sería besar a esa chica-

-Bueno, más o menos. ¿A ti te gusta bailar? Porque a mí me encanta-en un intento de rescatarse para no hablar de su familia

-No mucho, pero me puedo defender –respondía protegiéndose

El lugar donde decidió llevara Pamela a Vic, era abierto con una telas de colores colgando del techo hacia los bordes del terreno. A Vic le gustó mucho.

Pamela definitivamente era una mujer hermosa y, en cambio que con Celeste, verla no le causaba o le despertaba ese deseo interno de poseerla, tan solo estaba en paz disfrutando de la compañía placentera, en distinta manera. Los tragos fueron avanzando, ya Vic tomaba de la mano y acariciaba la espalda de Pamela, se entendían bien cada cosa así que las palabras no hicieron falta.

-Yo creo que ya llegó la hora de ver cómo te defiendes bailando, ¿qué te parece si vamos alguno de por allá abajo?-levantándose del asiento-

-Oh, okay okay.  Vámonos de aquí entonces-

Ya con los tragos Pamela hasta valiente se sentía para bailar. La discoteca quedaba como a cinco propiedades del lugar, así que durante el camino Vic la tomó de la mano diciéndole que ella fue lo mejor que le pudo pasar en el viaje y le agradecía por eso.

-Tenés algo que no muchas personas lo tienen en consideración-volteando a verla

-Pues sos muy introspectiva y, aparte tenés una sonrisa hermosa

Vic no esperó más, se paró frente a Pamela, la tomó de atrás de la cabeza atrayéndola hacía ella y poner fin a esa distancia incoherente de sus labios. Pamela correspondió tomándola también de la cara, moviendo su lengua en un baile con la de Vic. En un momento Vic se separa para verla, se sonríe para volver a besarla y terminar el beso succionando su suave labio inferior, después la toma de la mano para entrar a la discoteca. Ya dentro Vic aprovechó para continuar con algunos besos en el cuello, rozar todo el cuerpo de Pamela, darle las vueltas que quería y tomarla de las curvas que quiso. Pamela tan solo se iba acomodando, si había un campo que no dominaba era el baile, la forma en como la tomaba Vic tampoco le disgustaba, le gustaba, así que se dejó hacer.

-¿Quieres irte ya? –le pregunta cerca del oído

-Vámonos –la toma de la mano saliendo del lugar

En el hotel se dirigieron al cuarto de Pamela, era más amplio que el de Vic, pero eso no era importante. Entrando a la habitación Vic la tomó de la cintura besándola, para después bajar sus manos apretando ese trasero, que durante toda la noche quería agarrar, Pamela soltó un gemido

-Me encantas, Pamela –chupando su oreja

A lo que Pamela como repuesta emitió un inentendible sonido de la garganta. Vic le quitó el jumper, para poder acariciar sus pechos, acomodó su mano en la silueta de su pecho, siempre queriendo detallar su forma, para después chupar su pezón fuerte.

Pamela que ya sentía los jugos salir de su vagina y, sabiendo que esta se volvía cada vez más exigente de atención, no podía dejar de gemir de placer.

Vic prosiguió lamiendo toda la forma de su pecho, pasando su lengua suave pero firme sobre su pezón. Pasó a besar el cuello, siguió subiendo pasando su lengua por sus labios, se separa para quedar viendo a los ojos de Pamela, que estaban brillando en esa noche.

Pamela sintió separarse a Vic así que abre sus ojos, no había notado la mirada de Vic que ardía en fuego hasta sintió miedo, un miedo al que le daba la bienvenida. En ese punto, Vic le estaba acariciando su cara,  pasando su dedo pulgar por sus labios, después metió su dedo índice y medio dentro de su boca para que los chupara y, ella obedeció de buena gana. Pasaba su lengua por los dos dedos mientras Vic la miraba y ella también sostenía su mirada, podía imaginar para qué los quería húmedos y calientes, podía sentir la emoción de su vagina que ya sabía que atenderían sus exigencias.

Vic saca sus dedos, dejando un hilo de saliva. Vic mete una pierna en medio, para abrir las piernas de Pamela. Mete su mano, sintiendo la humedad con que la reciben y así inicia un recorrido por toda la zona, pasando de los labios mayores a los labios menores, altercaba humedeciendo sus dedos con los jugos de Pamela y se detuvo en el clítoris, acariciándolo y adorándolo como se debe. Pamela sentía como Vic la dirigía por los ritmos, era increíble, al mismo tiempo, le estaba tocando hacer un esfuerzo por mantenerse de pie. Cuando Vic comenzó a meter sus dedos e iniciar el galope a Pamela no le faltaba mucho para explotar. Vic al ir aumentando su intensidad, le encantaba escuchar los gemidos guturales de Pamela, quería hacerla explotar de placer. En un momento Pamela ya no pudo aguantar más y soltó un sonido de más profundo arqueando su cuerpo, sintiendo como la había elevado Vic. Vic la besó y la sostuvo hasta que se recuperase.

-Sos espectacular Vic –besándola

Cuando se fueron a acostar a la cama, la parejita volvió a alabar el nombre del placer. Pamela quería tocar a Vic, pero esta no se lo estaba permitiendo, quería siempre mantener el control, así que solamente dejó que Vic la tomara. Esta vez Vic se encargó de hacer maravillas con su lengua, siempre alabando con devoción la vagina de Pamela, tragó los jugos de esta y le parecía exquisita. Así las dos descansaron cansadas de esa noche donde alabaron el placer.


Para el usuario abigail (sumisahn): no te había respondido, es un gusto. también soy de tgc. Espero me sigas leyendo

Sell: discúlpame por mis ausencias. Y gracias por estar pendiente. Besos!

Jonlb: Gracias por continuar leyéndome. Y también disculpas por la ausenciaa. Por ustedes sigo aquí escribiendo