Deportista Dominada (5 de 9)
Julieta es sometida a nuevas humillaciones en sus visitas frecuentes a la casa de Damián. Pero también ambos merecen unas vacaciones en un buen hotel...
Deportista Dominada (5)
Julieta, en silencio y completamente desnuda, ya que no tenía ropa para dormir en la casa de Damián, se acostó dispuesta a descansar. Lo mismo hizo Damián. Usaría el cuerpo de Julieta a la mañana siguiente.
Así pasó otro mes en el cual Julieta, regularmente, asistía a casa de Damián los miércoles por la tarde y los sábados por la mañana. Ya había asimilado su condición de cortesana.
Un miércoles al retirarse, Damián le dijo:
-A partir de la próxima vez que vengas, quiero que uses exclusivamente faldas, no pantalones y te diré por qué.-
-Cuando llegues y antes de entrar, te quitas la bombacha y la tienes en la mano para entregármela. Además deberás repetir una frase, que tú misma redactarás, en el sentido que haces entrega de tu bombacha y que te pones a mi disposición, o algo similar. Tú la piensas y luego veré si yo la acepto o debes cambiarla. ¿Entendido?-
-¿Me deberé sacar la bombacha en la puerta de tu casa?-
-Sí, en la puerta, no que vengas sin esa prenda desde tu casa o te la quites en el baño de algún comercio. Te la debes quitar antes de entrar a mi casa y entregármela en la mano, aun caliente.-
-¿No te alcanza que deba estar a tu servicio, que venga para que uses mi cuerpo como quieras, que ahora debo casi desnudarme en la calle?-
-Lo puedes hacer con disimulo y nadie te verá.-
-¿Y que es eso de la frase que debo repetir?-
-Cuando me entregas la bombacha deberás decir algo así como: "Damián te entrego mi bombacha y me pongo a tu disposición para que uses mi cuerpo como quieras". Debes ser creativa con lo que dices.-
-¿Y cada vez que venga será lo mismo, sacarme la bombacha, entregártela y ponerme a tu disposición? ¿Me devolverás la bombacha para cuando deba irme?-
-Sí, te devolveré. Por ahora te la pondrás dentro de la casa, quizás en el futuro debas ponértela en la calle.-
Los ojos de Julieta se humedecieron. Otra vez humillándola y vejándola. Ella debería buscar una solución a esta situación. Cada vez estaba más en situación más complicada.
Se retiró a su casa para meditar qué hacer, pero visualizaba que no tenía muchas opciones. Ambas cosas le hacían sentirse como una puta, pero eso de quitarse su prenda más intima antes de entrar en la casa de Damián era algo que francamente le preocupaba.
Al día siguiente no tenía entrenamiento por lo que se dedicó a escribir diferentes párrafos para pronunciar al entrar en la casa.
"Ésta es mi bombacha, que me acabo quitar y quiero entregártela como signo de que mi cuerpo está a tu disposición para que lo uses de la manera que quieras" esa fue la frase que finalmente adoptaría para pronunciar. Sabía que era humillante pero, estaba en las manos de Damián.
El sábado siguiente se presentó en la casa de Damián. Miró a todas partes, verificando que no había gente observando y se quitó la bombacha rápidamente. Luego hizo sonar la campanilla.
-Buen día Julieta.-
- Ésta es mi bombacha, que me acabo quitar y quiero entregártela como signo de que mi cuerpo está a tu disposición para que lo uses de la manera que quieras .-
Damián tomó la bombacha. Estaba caliente, por lo cual supuso que efectivamente se la había sacado minutos antes.
-Tu expresión, no está mal, pero deberías mejorarla, sobre todo en la entrega de tu cuerpo. Debes pensarlo.-
Apenas Julieta entró Damián puso sus manos debajo de la falda para comprobar que no se había puesto otra prenda. Recorrió el culo y luego pasó sus manos por la concha e introdujo un dedo en la vagina.
Continuó magreando el cuerpo hasta desnudarlo completamente y entonces la llevó al dormitorio. Comenzó lo que era casi un rito. Caricias, chupadas de pezón, luego mamada de pija y finalmente penetración. Damián estaba más caliente que otros días. Estaba sometiendo a Julieta mucho más de lo que podía imaginar.
Ese día la penetró dos veces por la vagina y dado que estaba próxima a menstruar, aprovechó la oportunidad para cogerla sin protección.
Al finalizar la sesión se sexo, Damián le indicó que debían precisar algunas cosas.
-Tú dirás que debemos precisar. Supongo que es alguna humillación más ya que no paras de hacerme cosas así.-
-No exactamente. Quiero que te hagas instalar un DIU para poder cogerte sin preservativo. Quiero que mi leche se meta en tu cuerpo, pero sin riesgo de embarazo.-
-¿Eso también? ¿Con un DIU en la vagina?-
-Creo que es el mejor método. Mañana mismo vas al médico y te lo haces instalar. Otro tema es el texto que debes decir al llegar a casa.-
-Ya me has dicho que lo debo corregir. ¿Qué más quieres que diga?-
-He pensado que sería bueno que me implores que use tu cuerpo, que no eres más que una puta a mi servicio.-
-Estás completamente loco si crees que voy a implorarte que me cojas y encima que soy una puta a tu servicio. ¿Qué crees?-
-Creo que no puedes negarte. Sabes que no tienes alternativa, que puedo hacer contigo casi lo que quiera o tu futuro será terminar sí en una casa de putas.-
-No puedes hacerme eso. He accedido a todo lo que me has pedido, hasta sacarme la bombacha antes de entrar a tu casa, trabajar de puta con el equipo de rugby para que yo ganara el dinero del viaje, pero tú te quedaste con la mitad. Ahora soy tu puta o me amenazas con enviarme a un prostíbulo. Hazme lo que quieras pero recuerda que eres un hijo de re mil putas.-
-Cálmate Julieta. Es necesario que pienses lo que te he dicho y no tomes resoluciones apuradas. Si quieres te acompaño hasta tu casa.-
-Sé irme sola sin que me acompañe un hijo de re mil putas.-
-Como quieras. Te espero el miércoles, como siempre.-
Julieta se retiró sin decir palabra alguna. Sus ojos estaban húmedos. Entre la noche del miércoles y la noche del jueves estuvo intranquila sin saber exactamente qué hacer. Ya entrada la noche tomó una decisión. Aceptaría las condiciones de Damián y se puso a trabajar en el nuevo texto. Al día siguiente visitó al ginecólogo que le colocó el DIU.
Finalmente escribió:
" Señor Damián, le entrego la bombacha, que acabo de quitarme, para demostrarle lo orgullosa que me siento en ceder mi cuerpo de puta para que usted lo use como crea conveniente. Para su comodidad puede depositar su valioso semen en mi interior sin restricción alguna."
Se aprendió el párrafo de memoria, buscó la bombacha que usaría el sábado por la mañana junto con la falda. Luego se acostó a descansar.
El sábado se dirigió a la casa de Damián. En la puerta se quitó la bombacha e hizo sonar la campanilla. Damián la recibió como de costumbre. Entonces Julieta extendiendo su mano con la prenda que se acababa de sacar y recitó el párrafo aprendido.
-Este está mucho mejor. Te reconoces como una puta y pones tu cuerpo a mi disposición, además de tener protección para el embarazo.-
-Sí señor Damián, como usted me lo ordenó la última vez que me permitió servirle. - Ironizó. Además todavía no he menstruado aunque las molestias me anuncian la inminente llegada de la regla.-
-Bien, desnúdate y tiéndete en la cama. Voy a atarte como lo hice la vez anterior.-
Luego a atarle los brazos cruzados en la espalda, la puso boca arriba y comenzó a magrear todo su cuerpo, alcanzado también la concha. Por su parte Julieta se movía inquieta y algo excitada por el roce de las manos de Damián. La piel se erizaba, cosa que fue observada por el joven, mientras continuaba besando y chupando sus pezones. Finalmente, y con su pija rígida, comenzó a penetrarla.
Julieta se estremeció al sentir la entrada del miembro en su vagina. No se lo explicaba totalmente cómo podía excitarse con el hombre que permanentemente la humillaba y ahora la trataba como a una vulgar puta y la tenía con los brazos atados en la espalda.
Damián se movía lenta y acompasadamente, lo cual los excitaba a ambos. Mientras el hombre apuraba el ritmo, Julieta también se movía aunque los brazos atados limitaban sus movimientos. Finalmente Damián se corrió dentro de Julieta y ésta, luego de un par de movimientos más, también lo hizo.
-Cada día coges mejor. ¿Tienes el culito listo para que te la meta por allí?-
-Sí, puedes cogerme también por el culo. Ya te he dicho al entrar: " para que usted lo use como crea conveniente" ¿Qué más quieres? -
-Ahora mámala hasta que quede en condiciones de entrar en el agujero chico.-
Julieta comenzó con la mamada de la pija con una mezcla se semen y flujo vaginal. Como otras veces le dio un poco de asco, pero evitó hacer algún gesto o comentario que revelara lo que sentía. Iba comprendiendo que Damián era un perverso que llevaría las cosas hasta las últimas consecuencias. Cuando consideró que ya la había endurecido suficiente con su boca como para que se la metiera por el culo, se dio vuelta mientras le decía:
-Aquí tienes mi culo para metérmela. Te pido que me pongas un poco de crema anal porque tengo el agujero seco.-
Damián tomó crema y untó el ano y parcialmente por adentro del agujero. Luego acercó el glande y comenzó a penetrarla. Julieta ya se estaba se estaba acostumbrando a ser sodomizada y a pesar que no era de su gusto, ya lo aceptaba como algo que debía soportar con naturalidad.
Debido a la calentura que tenía, Damián no demoró en lograr la segunda corrida. Cuando finalizó, desató los brazos de Julieta y ambos se higienizaron.
-Sabes, no pensaba que cogerme un culito me iba a resultar grato. Sí quería probar lo que era sodomizarte, ya que nunca lo había hecho antes. Por eso cuando comencé a obligarte a coger y antes de romperte el himen, quería sodomizarte para ver qué se sentía, pero ahora le he tomado el gusto.-
-¿Yo he sido la primera a la cual usaste el culo?-
-Sí. Es como someterte más que simplemente cogerte por la concha.-
-Por lo que veo lo único que te interesa de dominarme, humillarme, convertirme en una puta.-
-¡De ninguna manera! Sabes que me gustas, que disfruto mucho con acariciar tu cuerpo, mirarlo y admirarlo y cogerte también, por supuesto.-
-Pero me tratas como a una puta, que me saque la bombacha antes de entrar, que deba decir que pongo mi cuerpo para que lo uses, etc.-
-¡Es que es tan lindo verte sumisa! Con lo altiva que eras antes.-
-Mejor cambiemos de tema.-
-Sí, justamente quería decirte que fuéramos a alguna casa de lencería porque quería comprarte por lo menos algunas bombachas para que uses cuando vienes aquí.-
-¿Qué quieres con mis bombachas?-
-Que sean bikinis, chiquitas y de color rojo. Compraremos una media docena o más todos de modelos distintos. Me excita mucho cuando me la entregas al entrar, todavía caliente de haber estado en contacto con la concha.-
Salieron en busca de las prendas. Además de ocho bombachas rojas compraron algunas otras prendas para uso nocturno, por supuesto transparentes, que eran como estar casi desnuda.
Así pasaron dos semanas, cuando uno de los días, luego de besar a Julieta le comentó:
-La próxima vez que nos veamos, tenemos que hablar de las vacaciones.-
-¿Por qué tendremos que hablar? ¿Deberé acompañarte?
-Sí. Iremos al Nacional Golf & SPA. Se juega un torneo internacional de golf durante dos semanas.-
-Pero ese es un hotel muy caro, de lujo.-
-Efectivamente, por eso iremos a ese hotel. Es el que tiene más posibilidades. Todavía no pude concretar la estadía, pero espero hacerlo en uno o dos días.-
-¿Y cómo se va a pagar eso?
-No te preocupes, de eso me encargo yo.-
Julieta, a pesar que los últimos días estaba más tranquila por el comportamiento de Damián, quedó algo preocupada. ¿Vacaciones en un hotel de lujo? ¿Qué tendría "in mente" Damián? ¿De dónde sacaría el dinero para esas vacaciones? ¿Qué tenía más posibilidades? Esto no le presagiaba nada bueno.
Muchas preguntas y pocas respuestas.