Deportista Dominada (2 de 9)
Julieta debe someterse más a los requerimientos de Damián. ¿Serán los últimos? NO
Deportista Dominada. (2)
-Julieta, quiero tu culito.-
Salieron para el club. Julieta no le dirigió la palabra en todo el camino y al llegar al entrenamiento, cada uno tomó su camino.
El viernes siguiente, Damián le envió un mensaje a Julieta.
Te espero mañana en casa con el culito dispuesto.
Julieta se puso roja de bronca. Otra vez extorsionándola, pero a su vez sin poder defenderse. Por las dudas, al día siguiente, entes de salir para la casa de Damián se hizo un lavaje interno.
Damián no pensaba que la cosa terminaría allí, quería seguir gozando de Julieta, e incluso disponer de su concha a discreción. Para ello preparó una cámara ubicada estratégicamente en su dormitorio. La puso a funcionar cuando Julieta hizo sonar el timbre.
Como la vez anterior la acarició y comenzó a desnudarla, haciéndolo de manera que la cámara tomara unos buenos planos del cuerpo de la muchacha. Luego le indicó que comenzara con la mamada. Damián estaba excitado no solamente por lo que estaba viviendo sino pensado, además, que todo estaba siendo registrado.
Después de la mamada y antes de correrse le indicó que quería clavársela por el culo.
-Tengo crema lubricante para que entre más fácil.-
-¿Insistís en sodomizarme?-
-Sí, ponte en cuatro y separa los cachetes que te pondré crema.-
-¿No te alcanza con que venga a tu casa a chupártela?-
-No, no me alcanza. Quiero tu culito. Nadie notará que hemos tenido relaciones íntimas.-
Julieta obedece y presenta el ano para que sea untado con crema. Luego Damián acerca el glande y comienza a empujar. La dilatación le duele a Julieta y algunas lágrimas corren por su mejilla y solo alcanza a decir:
-Me duele. Me duele. Me duele.-
-Ya está adentro. La dejamos quieta un momento y luego empiezo a cogerte.-
Julieta estaba desolada. No podía imaginarse a sí misma dejándose coger por el culo contra su voluntad, pero esa era la realizad. La pija de Damián había entrado hasta el fondo en su culito virgen. Poco después Damián comenzó a moverse entrándola y sacándola.
Durante toda la cogida, Julieta no se movió, simplemente dejó hacer. No quiso colaborar en su propia violación. Poco después toda la leche de Damián ocupaba el recto de Julieta.
-Nunca había cogido un culo. Ha sido una buena experiencia. ¿Tienes algún comentario?-
-Sí, que eres un hijo de re mil putas.-
-¿Es el único comentario que tienes? Me lo has dicho cien veces.-
-Y te lo seguiré diciendo, porque eres "un hi jo de re mil pu tas". ¿Entendiste?-
-Te pones más hermosa cuando te enojas. Me lavo la pija y me haces otra chupadita.-
Julieta se lavó el culo, algo de semen se le escapaba por el ano. Luego se dispuso a otra mamada. No le quedaba otra alternativa.
Terminada la nueva mamada, ambos tomaron una ducha como la vez anterior y salieron al club. Julieta tenía el culo dolorido y ese día su rendimiento en el entrenamiento no fue el de sábados anteriores.
El viernes siguiente Julieta recibió un nuevo mensaje:
Te espero mañana en casa con el culito dispuesto. Ven más temprano así luego descansas. Espero que puedas disfrutar más y luego no tengas inconveniente en entrenar.
Julieta leyó el mensaje con rabia, pero si todo salía bien este sería el último sábado que debería prestar su cuerpo a Damián.
Al día siguiente se presentó una hora más temprano. La ceremonia fue casi la misma, pero luego bañarse ambos y luego de secarse, Damián le pidió que permanecieran desnudos un rato mientras le mostraba algo que había conseguido.
Damián había editado el video que ahora duraba unos 20 minutos. Puso en marcha su computadora y comenzaron las imágenes. Cuando Julieta se reconoció, pegó un grito.
-¡Ahora me filmaste desnuda, hijo de re mil putas!-
-Espera que luego sigue lo mejor.-
Efectivamente luego aparecía claramente cuando Julieta comenzaba a pasar la lengua por el glande y luego se la ponía totalmente en la boca. Julieta lloraba desconsoladamente.
-¿Por qué me hiciste esto? ¿Qué más querés de mí? ¿No te alcanza que me la meta en la boca y me que me dejé culear, que además me tenés que filmar?-
-Julieta, estaba pensando que nos siguiéramos viendo los sábados. Tal como te prometí, puedo darte las fotos anteriores. Ahora tengo estos videos que son mucho más interesantes. Te diré además que hoy también te filmé cuando me la chupabas y cuando te la metía por el culo.-
-¡SOS UN HIJO DE RE MIL PUTAs! Eso es lo eres, un hijo de re mil putas.-
-Cálmate Julieta. Sabes que deberás aceptar a cederme tu cuerpo y voy por más. El sábado que viene quería metértela por la concha,-
-Hijo de puta. Nunca, haz lo que quieras con las fotos pero mi concha no la tendrás.-
-Reflexiona Julieta. ¿Sabes la que se arma si se difunde el video? No quiero pensar si tus padres lo ven.-
-¡No! ¡No! ¡Con mis viejos no te metas!-
-¿Por qué no? Así saben las cosas que hace su hijita querida los sábados a la mañana.-
¡Eres un hijo de re mil putas! ¡Eres un hijo de re mil putas!, repetía Julieta entre sollozos.
-Cálmate, Vamos a entrenar.-
-No puedo. Me voy a casa, no me siento bien.-
Julieta se vistió, entre sollozos. Se lavó nuevamente la cara y se fue a su casa, mientras se preguntaba ¿qué hacer?
El viernes siguiente recibió otro mensaje.
Dime si mañana vienes a casa. Si no, preparo los videos para repartir.
Luego de meditarlo nuevamente, lo había hecho durante toda la semana respondió:
Mañana estaré en tu casa.
Era otro nuevo triunfo de Damián. Finalmente desvirgaría a Julieta, además de usar su boca y su culo. Si lograba cogerla por la vagina regularmente, ya no le interesaba la boca y muchos menos el culo. Solamente habían sido vehículo para penetrar en su concha.
A la hora convenida Julieta se presentaba en casa de Damián.
-Finalmente me vas a violar, me vas a romper la concha. Podrás desvirgarme a la fuerza, como creo que te gusta.- Fueron las palabras de Julieta al entrar.-
-No seas así. Este es un dar y recibir. Es cierto que te penetraré por la vagina pero tú evitarás que las fotos y los videos puedan circular. Este material quedará guardado en lugar seguro y nadie tendrá acceso al mismo.-
-Supongo que luego de hoy, no tendré que someterme a tus instintos. Ya no me quedará agujero por violar-
-Bueno, de vez en cuando algún encuentro para un polvo supongo que no te molestará.-
-Continúas extorsionándome. ¿Qué más quieres?-
-Nada más Julieta. Que nos echemos un polvo de vez en cuando. De todas maneras todo esto no lo sabrá nadie.-
-¿Qué quieres que haga? ¿Comienzo chupándotela?-
-No, desnúdate y calentémonos el uno al otro, aunque yo ya estaría en condiciones de penetrarte.-
Julieta se quitó la ropa y se tendió en la cama. Damián también se desnudó y comenzó a acariciarla, besando sus pezones y excitándola con su dedo índice en el clítoris. Cuando notó que la entrada estaba un poco húmeda se ubicó encima del cuerpo de la joven y apoyó la pija en la entrada de la vagina.
Julieta cerró los ojos. Por un momento recordó la frase que, jocosamente, se repetían entre las jóvenes de su edad: "Cuando la violación es inevitable, relájate y goza". Después de todo, este hijo de re mil putas tenía un buen lomo y una buena pija. No hubiese sido un mal compañero para que la desvirgara, pero no de esta manera. Hizo un esfuerzo y separó las piernas para dar entrada, por primera vez, a una pija.
Damián fue muy cuidadoso en la penetración y rotura del himen. No quería que resultara doloroso para Julieta, sino por el contrario que la excitara más. Casi sin darse cuenta, poco después Julieta albergaba el viril miembro dentro de su vagina.
Damián comenzó con el movimiento de entrada y salida muy lentamente. Notaba que con cada bombazo la vagina estaba cada vez más mojada. Continuó lentamente. Las uñas de Julieta se clavaban en su espalda, pero no sabía si era de bronca o de excitación. Siguió bombeando con regularidad hasta que finalmente soltó un chorro de semen dentro del preservativo. Julieta no llegó al orgasmo.
-Señor, ya logró su objetivo. ¿Necesita algo más?- ironizó Julieta.
-Necesito reponerme para continuar acariciando y besando esas hermosas tetas que tienes.-
Damián abrazó la joven y comenzó a acariciarle el culo. Por su parte Julieta se había quedado caliente pero no había llegado al orgasmo.
-Ya que me violaste y no pude terminar la tarea, por lo menos puedes masajearme la concha para correrme.-
-No lo quise hacer porque desconocía tu reacción.-
De inmediato comenzó a masajearle el clítoris y no demoró mucho en que Julieta también llegara al orgasmo.
Luego de unos minutos ambos se dirigieron a tomar una ducha juntos, como lo habían hecho otras veces. Julieta se jabonó una y otra vez la vulva. Luego de secarse, Damián pensaba en otro round, pero Julieta le dijo que quería hablar con él. Se vistieron.
-¿Qué es lo que quieres decirme? Yo pensaba en echarme otro polvo.-
-Damián, me has hecho de todo a tu antojo, finalmente violándome. Antes te pregunté qué mas querías. Me siento tratada como una puta.-
-No te trato como una puta, sí reconozco que si no hubiera tomado esas fotos tuyas, no habría logrado cogerte, pero quiero que seas la chica a la cual pueda recurrir cada vez que quiera coger.-
-¡Hijo de re mil putas! Eso es lo que eres. Dame todas las fotos y los videos y no nos vemos nunca más.-
-Julieta, entiende, deberás obedecerme y separar tus piernas cuando te lo pida. No tienes alternativa. No te devolveré nunca ese material. Es mi reaseguro que te portarás como una chica buena.-
Julieta comenzó a sollozar. Estaba atrapada. Tal como estaban las cosas la podría extorsionar para obligarla a dejarse coger todas las veces que quisiera. Estaba desconsolada.
-No me digas que no te ha gustado que te desvirgara. 21 años y virgen, no se puede creer.-
-¡20 años, no 21! El himen era mío y vos me lo rompiste a la fuerza. Yo quería decidir a quién se lo entregaba y me lo robaste.-
-Veo que estás muy nerviosa. Mejor dejemos el segundo polvo para otro día. ¿Cuándo quieres venir para tener otro momento íntimo?-
-¡Hijo de re mil putas!-
-Pero ¿es que no sebes decir otra cosa?-
-¿Que quieres? ¿Qué te agradezca? Déjame ir a mi casa. ¡Sos un hijo de re mil putas! ¿Te quedó claro? No iré al entrenamiento.-
-Como quieras. Espero tu llamado para combinar cuándo vienes, por supuesto antes del sábado, que también te espero por aquí.-
Julieta se levantó y se fue a su casa.
Estaba atrapada, si no cedía a los requerimientos de Damián, se difundirían las fotos y ¡el video donde ella aparecía chupando una verga y luego ofreciendo su culo para ser sodomizada! Entonces también sospechó que Damián hubiera filmado cuando la desvirgaba. Estaba perdida.
Efectivamente Damián había filmado cuando finalmente desvirgaba a Julieta y separó una foto que se la haría llegar a la joven si era que se negaba a visitarlo con frecuencia en su casa
Ese fin de semana Julieta estuvo taciturna, con "la cabeza en otro lado". Es que no podía concentrarse pensando en lo que sobrevendría. Finalmente decidió hablar nuevamente con Damián y lo citó en la misma mesa de la confitería en que se había dado a conocer como el dueño de las fotos.
-Damián, quiero saber exactamente qué quieres de mí.-
-Ya te lo he dicho repetidamente. Quiero cogerte. Siempre me calentaste y nunca pude siquiera acercarme. Cuando se instaló provisoriamente el consultorio del club en ese lugar, vi la posibilidad de ver a todas las chicas más o menos desnudas, o por lo menos en ropa interior. Así tomé las fotos de varias de tus compañeras de equipo, pero no hay duda que tú eras la mejor, sumado a que siempre me gustaste, decidí extorsionarte para poder cogerte.-
-Sospechaba que podías ser virgen, porque nunca te vimos con ningún varón. Cuando viniste aquí pensé que sería bueno verte cuando te la ponías en la boca o cuando te la metía por el culo y el sábado pasado cuando finalmente te le metía por adelante.-
-Solamente quiero poder cogerte cuando quiera, eso es todo.-
-¿Solamente cogerme cuando quieras? ¡Sos in hijo de re mil putas! Solamente. ¿Solamente cogerme? ¡Ahhh! ¡Muchas gracias señor por querer "solamente" cogerme cuando quiera, es usted muy amable y delicado!-
-Es así Julieta, no tienes alternativa. El sábado pasado te dije que me indicaras qué día ibas a venir a casa. Ahora es una orden. Te espero el miércoles próximo a las 19 horas. Vendrás con una falda larga, pero sin bombacha. Quiero que estés sexy pero que no andes mostrando tu culo desnudo por allí.-
A Julieta se le humedecieron los ojos. La trataba como una puta y ella no podía rebelarse.
-El miércoles a las 19 estaré en su casa para que el señor pueda cogerme si "solamente" quiere eso.-
Julieta se levantó y se fue mascullando "sos un hijo de re mil putas".
El miércoles a las 19 horas en punto se presentó Julieta en casa de Damián. Vestía una falda hasta las rodillas, y una camisa cerrada casi hasta el cuello. Quién la viera por la calle era una de las tantas jóvenes que circulan por allí.
-Veo que has venido con una falda larga. Muéstrame que no tienes bombacha puesta.-
Julieta levantó la falda mostrando que efectivamente, no tenía esa prenda puesta.
-Me gusta que me hayas hecho caso. Así se comporta una muchacha que le debe respeto a su dueño.-
-¿Cómo a su dueño? No eres mi dueño.-
-Un poco sí, ya que debes obedecerme. Te indiqué que vinieras sin bragas y así lo has hecho. Soy tu dueño y si no me obedeces, las fotos y los videos circularán por Internet.
Julieta calló y se dirigió al dormitorio. Había venido para que Damián la cogiera (no para coger con Damián) y quería finalizar lo antes posible.
-Me desnudo yo o vas a desnudarme vos.-
-Yo te voy a desnudar pero primero quiero acariciarte ese culito y conchita desnudos debajo de la falda.-
La abrazó y pasó sus manos por debajo de la falda. Una vez más admiró la tersura de la piel del culo. Cuando llegó a la concha, ésta estaba ligeramente húmeda. Luego aflojó los botones de la camisa y la traba del corpiño, prendas que quitó. Besó y chupó los pezones y finalmente quitó también la falda. Ahora Julieta vestía unas medias ¾ y zapatos. La recostó en la cana y procedió a sacarle las últimas prendas, quedando, ahora sí, desnuda y tendida en la cama, lista para ser cogida.
Antes de comenzar, Damián tomó su cámara fotográfica.
-Quiero tomarte algunas fotos tanto de frente como de espaldas. Comenzaremos con las piernas juntas, luego las separarás, después levantadas, etc. Es decir mostrando todas tus intimidades sin que quede lugar a dudas que es tu deseo que así sea y no que lo haces por la fuerza.-
Julieta iba adoptando las posiciones que Damián le indicaba con resignación mientras repetía: Sos un hijo de re mil putas. Sabía que no podría oponerse a sus caprichos. Cuando hubo finalizado la toma de fotos, dejó la cámara a un costado, se desnudó y se tendió en la cama junto a Julieta.
Comenzó chupándole los pezones y mordiéndolos ligeramente mientras con su mano masajeada la concha e introducía un dedo en la vagina. Julieta estaba nuevamente tensa por la situación. En definitiva iba a ser cogida (más apropiadamente violada) y no podía resistirse. A pesar de ello comenzó a calentarse y su concha a humedecerse.
Luego de varios minutos la pija de Damián estaba muy dura y lista para penetrar en la conchita que había desvirgado. Se colocó el preservativo e inclinándose sobre ella y apoyó la punta en la entrada de la concha. Comenzó a forzar la entrada y poco después la tenía completamente metida en el la vagina. Julieta apretaba con sus manos la sábana de la cama.
Comenzó la cogida. Julieta con los ojos cerrados tratando de no ver ni sentir lo que estaba ocurriendo mientras las arremetidas de Damián aumentaban. Finalmente llegó al orgasmo, no así Julieta que quedó algo frustrada.
Ambos permanecieron un rato en la cama y Damián comenzó a acariciarle las tetas nuevamente.
-Julieta, quisiera que me la pongas dura nuevamente. Tu boca es muy útil para ese trabajo.-
-Por lo menos lávate. Te sacas el preservativo y te queda toda llena de semen.-
Justamente, quiero que sientas el gusto de mi leche ya que la corrida que luego sobrevendrá, quiero que la tragues.-
-Damián, no me hagas eso. Te la chupo si quieres pero no me hagas tragar la leche.-
-Julieta, debes ir acostumbrándote a esas y otras cosas. Pienso no solamente cogerte en la concha sino que también la chupes y ¿por qué no? Metértela en el culo de vez en cuando.-
Julieta, resignada retiró el preservativo de la pija y comenzó a chuparla y a hacer movimientos masturbatorios para logar la erección nuevamente, cosa que poco después lo alcanzaba.
-Continúa hasta que descargue la leche y luego te la tragas.-
Julieta continuó mamando hasta que finalmente sintió el líquido en su boca y comenzó a tragarlo. Después de todo no era tan terrible como había pensado. Algo de semen se escurría por la comisura de sus labios.
-Lo has hecho muy bien. Veo que vas aprendiendo. Creo que estarás bastante tiempo a mi disposición.-
-Por favor Damián, esto no puede continuar así. Parezco una puta que dos veces por semana va a la casa de un cliente a que le rompan el culo.-
-No te rompo el culo. Por ejemplo hoy, ni siquiera te puse un dedito en el culo.- Ironizó.
-No me digas eso. Yo no puedo seguir haciendo esto.-
-Si no quieres seguir, me lo dices y se acabó, no cogemos más. Eso sí algunos te verán en posiciones un tanto comprometidas.-
Julieta se puso a llorar. Comenzó a vestirse y en ese momento se dio cuenta que no tenía las bragas ni se había traído un par en la cartera para el regreso.
-No me he traído bombacha para mi regreso, me tendré que ir con la concha al aire.-
-La falda es larga y nadie se dará cuenta. Bueno, te espero el sábado.-
-Es posible que el sábado esté con la menstruación. ¿Querés coger aunque tenga la concha con sangre?-
-Depende si te baja mucho o poco. Si es poco, te la meto igual y si es mucho, un poquito más atrás tienes otro agujerito que puedo usar.-
-O la concha o el culo, pero debo venir a complacerte.-
-Exactamente, te espero el sábado y veremos qué agujero ocupo.-
El sábado siguiente, en vista del poco flujo con sangre en la concha de Julieta, primero la penetró por la concha pero luego lo hizo por el culo. Julieta aceptaba ya, como cosa casi natural, poner su cuerpo a disposición de Damián.
Pasó un mes en que sistemáticamente los miércoles y los sábados Julieta visitaba la casa de Damián para ser cogida y con alguna frecuencia ser nuevamente fotografiada.
La serie comenzaba con Julieta vestida y se iba quitando las prendas hasta quedar desnuda mostrando incluso la entrada de la vagina.
Fue un sábado en el cual luego de coger, ese día Damián había estado más fogoso que nunca, Julieta le hizo un pedido.
-Sabes que en una semana salimos de gira con el equipo, pero tengo dificultades para lograr el dinero necesario. Ya que usas mi cuerpo todas las veces que quieras, ¿podrías darme el dinero para el viaje?-
Continuará.