Deportista Dominada (14)
Patricia debe hacer más concesiones a Damián.Cada vez más sumisa
Deportista Dominada (14)
-No me gustaría esa tarea Damián. Te ruego que no me vendas. ¿No te he complacido en todo lo que mes pedido?-
-Sí y por eso le he dicho que, por lo menos por ahora, no me interesa el negocio.
La cena continuó en completo silencio. Ambas mujeres estaban temerosas de lo que pudiera ocurrir.
Dos días más tarde Patricia regresó a la habitación luego de su extenuante jornada, nuevamente sollozando.
-Damián, no puedo más. Estoy agotada, con el culo roto, la concha roja y dolorida. ¡No puedo más! Por favor, necesito un descanso. Mañana no puedo trabajar.-
-Eso debo arreglarlo con Pilar y ella ahora no está. Recién mañana por la mañana puedo ver qué hacer.-
-Por favor Damián, hazme lo que quieras, tómame por el culo o como quieras, pero permíteme descansar.-
-Mira, lo primero es que te puedo tomar por el culo o hacerte lo que quiera sin necesidad de concederte que no trabajes mañana. Deberás ofrecerme algo más. Por otra parte esto hay que arreglarlo con Pilar. Te diré que me molesta que quieras descansar cuando te pasas tantas horas en la cama.-
-No seas cruel. Tantas horas en la cama, pero cogiendo sin descanso, me agota.-
-Parece que a tu hermana Julieta no la agota.-
Julieta intervino: -Damián, no me atrevía a decirte, pero es muy exigente tantas horas sin parar. Sabes que quiero cumplir contigo en todo lo que me pides, pero reconozco que es agotador.-
-¿Tú también quieres un descanso?-
-Si no te molesta concedérmelo, quisiera que me permitas un día no trabajar o hacerlo solamente cuatro o cinco horas.-
-Las dos sin trabajar no puede ser. Pilar me ha dicho que le faltó una o dos putas y no podemos que ustedes dos se tomen descanso juntas. Veré mañana qué puedo hacer, pero recuerden que eso no es gratis. Algo deberán ceder ustedes para conceder ese beneficio.-
Patricia nuevamente insistió:
-Hazme lo que quieras y de la manera que quieras. Cedo en lo que quieras.-
-Bien pero recuerda tus propias palabras "Cedo en lo que quieras"-
Luego de arreglarse, salieron los tres a cenar. Damián estaba de mejor humor que nunca. Patricia pronto se doblegaría a sus planes.
A día siguiente fue a hablar con Pilar.
-Pilar, tengo un problema. Patricia está extenuada por el trabajo y quiere un día de descanso. Parece que tanto su culo como su concha están muy doloridos de tanta entrada y salida. ¿Podrá ser hoy que no trabaje?-
-Hoy es casi imposible. Ya tengo cuatro horas ocupada con ella y no quiero defraudar a los huéspedes. Puedo sí cerrar la lista y que no trabaje más de cuatro horas.-
-Esa es una buena posibilidad. ¿Qué te parece si mañana en lugar de trabajar las nueve horas que le corresponden, la hacemos trabajar solamente cinco?-
-Tú mandas. Eres el dueño de ella. Si quieres darle ese descanso, veré como puedo satisfacer a los clientes. ¿A Julieta le pasa lo mismo?-
-Sí, pero no se atrevía a decírmelo y, aunque con esfuerzo, cumpliría lo que le había ordenado. Pienso que debería darle también un día de descanso.-
-Tú mandas, pero si vas a tener a putas bajo tu protección, no cedas fácilmente. Hay que tratarlas con dureza porque luego se ponen caprichosas y es más difícil dominarlas. Ahora son jóvenes y las puedes mandar y tienen que saber quién es el jefe. Tengo alguna experiencia en eso por tratar con putas durante varios años.-
-Ayer fui al solarium y vi que Julieta tiene tatuado en su vientre Pertenezco a D.R.J. Supongo que son tus iniciales. Patricia estaba boca abajo y no sé si también tiene el tatuaje.-
-A Julieta le hice tatuar mis iniciales tanto en el vientre como en el culo, mientras que Patricia todavía no tiene ningún tatuaje ni anilla.-
-Hazla tatuar, que sienta que te pertenece y que debe obedecerte. Me parece bien que lleve la marca en el vientre y en el culo, así es bien visible.-
-Y una cosa más, yo te aconsejaría que a Julieta de des solamente cuatro horas de descanso. Que pasado mañana trabaje cinco en lugar de las nueve horas a las que se comprometió. No cedas fácilmente. De vez en cuando una buena bofetada o una humillación les viene muy bien a las putas jóvenes.-
-Me parece una buena idea en cuanto a los tiempos de trabajo. Entonces quedamos que hoy Patricia trabaja cuatro, mañana cinco y que Julieta luego trabaje cinco horas.-
-Me parece un trato justo. Creo que Patricia todavía no está compenetrada de su rol de puta y hay que acostumbrarla de a poco, pero te reitero, sé duro con ella.-
Así finalizaba la entrevista entre Damián y Pilar. Regresó a su habitación.
-Tengo buenas noticias para las dos. Comenzaremos por Patricia. ¿Recuerdas que me habías prometido ayer?-
-¿Te refieres a eso de "Cedo en lo que quieras"?-
-Exactamente.-
-Lo ratifico, Cedo en lo que quieras si consigues un descanso.-
-Bien, para hoy tienes solamente cuatro horas ocupadas y para mañana solamente cinco. Luego tomarás los turnos normales.-
-Gracias Damián, te lo agradezco mucho. ¿Qué quieres de mí?-
-Cuando regresemos a casa debes sufrir un castigo por no cumplir acabadamente con mis órdenes. Serán diez azotes en el culo y otros diez en las tetas.-
-¿Diez en las tetas? Me va a doler mucho.-
-Quizás, pero esa es mi decisión. Además haré que te pongan un tatuaje arriba de la concha y en el culo "Pertenezco a D.R.J" como tiene tu hermana, más las anillas en los labios vaginales.-
-¿Esto quiere decir que me esclavizas, que ya no cuenta mis deseos, que deberé hacer todo lo que quieras y de la manera que quieras y llevar la marca que te pertenezco toda la vida?-
-Esto quiere decir que, como tu hermana, me perteneces. Eso es lo que habías prometido.-
-Sos un hijo de re mil putas.-
Sonó fuerte una bofetada en el rostro de Patricia quién no pudo contener el llanto.
-No quiero escuchar nunca más que pronuncies esas palabras. Como castigo recibirás veinte azotes en el culo, en lugar de diez, cuando regresemos.-
Patricia permaneció callada. No sabía cómo defenderse. Miró a su hermana en busca de ayuda.
-Patricia, no llores. Yo ya pertenezco a Damián y estoy orgullosa de eso. Cuando me toco las anillas en la concha, ratifico mi pertenencia a Damián y eso me excita. Tú debes lograr lo mismo. Ahora te propongo que vayamos al solarium y tomemos sol desnudas, que nos hace falta. Tú tienes un día descansado hoy.-
-No había terminado con las novedades. He conseguido para ti Julieta, que pasado mañana trabajes solamente cinco horas. Así puedes descansar un poco.-
-Muchas gracias Damián por ocuparte de mí.-
-El costo de esa licencia serán diez azotes en el culo.-
-Me pare justo recibir ese castigo en compensación.-
Ambas mujeres fueron al solarium, se desnudaron y se expusieron al sol, para envidia de muchas mujeres que observaban los hermosos cuerpos de las jóvenes. Algunas de ellas conocían las actividades de las hermanas en el hotel.
Dos días más tarde se acercó a Damián nuevamente el hombre de los cabarets.
-¿Ha pensado en el alquiler o la venta de las chicas? No deje pasar esta oportunidad que no se va a arrepentir. Puedo hacerle una oferta tentadora.-
-He meditado largamente sobre el asunto. No quiero ni alquilarlas ni venderlas. Como le había adelantado tengo otros planes para ellas y no quiero desprenderme. Sé que son valiosas y que pueden generar dinero, pero eso no es prioritario por ahora.-
-Recuerde que las putas se desvalorizan pronto. Ahora son valiosas, dentro de unos años valdrán mucho menos. Por eso creo que éste es el momento de venderlas.-
-No insista. No las venderé ni las alquilaré. Eso no encaja con mis planes.-
-¿Puedo conocer sus planes?-
-No, es algo confidencial que no confiaré a nadie.-
En realidad Damián no tenía ningún plan definido, pero no quería desprenderse de ellas, en especial de Julieta cuyo cuerpo había deseado tanto y ahora lo tenía a su disposición. Respecto de Patricia no tenía interés especial aunque casi le divertía ver cómo la dominaba y que muy pronto le pertenecería totalmente. Además ya se había ganado unos azotes en el culo y las tretas y eso lo satisfacía.
Pasados algunos minutos de medianoche Patricia y Julieta regresaron juntas a la habitación. Damián se propuso humillarlas para ver cómo reaccionaban.
-¿Cómo les ha ido a mis putas? ¿Hicieron buenas propinas?-
A Patricia se le humedecieron los ojos pero no respondió. En cambio Julieta lo tomó con naturalidad.
-Damián, hoy he hecho ochocientos cincuenta de propina. Son todos muy generosos y hasta uno dijo que podía ayudarme para que dejara este trabajo.-
-¿Y qué le has dicho?-
-Qué cualquier cambio debía arreglarlo contigo, que yo te pertenezco y como mi dueño, tú decides qué debo hacer.-
-¿Qué te respondió?-
-¡Nada! Abrió los ojos como platos. Se vistió, me dio un billete y yo me retiré a cumplir el siguiente servicio.-
-¿Y tú Patricia, qué puedes decirme?-
-¿Por qué me llamas puta?-
-Vamos, porque eres una puta ¿O acaso la mujer que recibe dinero por separar sus piernas no se llama puta?-
-No me llames así. Sé que pronto, a mi regreso, me harás tatuar que te pertenezco, pero no me trates así. Suena muy duro a mis oídos.-
-No seas tan sensible. Sabes que me gusta compartir mi tiempo con las dos. A propósito. Hoy el señor de la habitación 507, me insistió en comprarlas a las dos.-
Julieta se atrevió a preguntar:
-¿Nos has vendido?-
-No, no las he vendido, aunque tu hermanita se merece trabajar desnuda bailando en un caño y luego que se la cojan media docena de clientes.-
-¿Por qué dices eso?-
-Porque es un poco rebelde y no me obedece como debiera. Ya tuve que pedirle a Pilar que la dejara descansar. Una verdadera sumisa no se niega a los caprichos de su dueño. Cuando volvamos a casa aparte del castigo prometido de veinte azotes en el culo y diez en las tetas, creo que deberá recibir otros castigos hasta que se convierta en una sumisa como tú, Julieta.-
-Debes darle tiempo. Patricia tiene apenas diecinueve, pero ahora que estaremos más tiempo juntas, yo la voy a convencer a que te obedezca y te respete. Después de todo eres el dueño de las dos.-
-¿Y tú que opinas Patricia?-
-Qué quieres que opine. Me has atrapado.-
-Bueno, vamos a cenar y al regreso quiero ver qué cosas son capaces de hacer con sus agujeros para satisfacerme.-
La cena transcurrió con normalidad. Patricia había olvidado el incidente y lo único que recordaba era eso de "O acaso la mujer que recibe dinero por separar sus piernas no se llama puta". Sí, ella era una puta. La había empujado a eso, pero ella, de una manera u otra, lo había aceptado.
Estaba casi ansiosa de finalizar la comida y volver a la habitación. Pija como la de Damián no había otra y si bien debía compartirla con su hermana le gustaba ser penetrada por Damián ¿por su dueño? Sonaba extraño que ella dijera "por su dueño" pero debía acostumbrarse. Damián ERA SU DUEÑO.
Ni bien regresaron a la habitación tanto Julieta como Patricia preguntaron si ellas debían desvestirse o lo haría el propio Damián.
-Las voy a desnudar yo mismo, pero he pensado en atarles las manos y que trabajen solamente con sus agujeros. Les adelanto que serán clavadas por los tres agujeros.-
Damián se acercó primero a Patricia
-Voy a comenzar con la más puta de las dos.-
Comenzó a aflojar la camisa de Patricia dejando el sostén de encaje bastante transparente a la vista. Luego metió las manos debajo del corpiño, amasando las tetas, para finalmente quitar las prendas superiores, dejando su torso desnudo.
-Ahora esas manitos en la espalda para que te las ate.-
Patricia se volteó y puso sus manos en la espalda. Poco después sentía como una cuerda se enrollaba en sus muñecas. Luego comenzó a quitarle la falda dejando sus bragas, también de encaje, a la vista. Damián metió su mano debajo de la bombacha alcanzando la concha de Patricia.
-Está un poco mojadita. ¿Estás caliente?-
-Y un poco. Tenía ganas que me cogieras.-
Finalizó de desnudarla y se dirigió a Patricia. Le quitó la camisa, mostrando un sostén bastante transparente que dejaba traslucir los pezones.
-¿Por qué te has puesto ese corpiño?-
-Porque soy una puta y debo excitar a los clientes.-
Le quitó el corpiño y luego de amarrarle también los brazos en la espalda procedió a magrearle los pechos. Luego le quitó la falda. Las bragas también eran bastante transparentes.
-¿Y esa bombacha?-
-Es una bombacha de puta también. Es un regalo que me hizo mi dueño.-
Finalmente le quitó la prenda y ambas mujeres quedaron desnudas.
-Ahora las hermanitas van a chupar la pija de su dueño hasta que esté bien durita y pondrán sus conchitas para que se las clave.-
Mientras Julieta pasaba la lengua por el glande y se introducía la pija en la boca, Patricia acercaba las tetas a la boca de Damián para que le lamiera los pezones. Por su parte el joven acariciaba la concha de Julieta, que estaba cada vez más mojada.
El trío, ya ensayado otras veces, funcionaba a las mil maravillas. Excitó tanto a Patricia las chupadas de sus pezones que se corrió poco después de iniciado el juego.
Cuando las primeras gotas de semen asomaban en la punta de la pija, Damián decidió introducirla en la concha de Julieta, mientras que., cambiando de posición, nuevamente Patricia se dejaba chupar los pezones por Damián.
Antes de correrse y dejar su leche en la vagina de Julieta, volvieron a cambiar de posición y ahora era Patricia la que recibía muy profundamente la pija de Damián, que no pudo contenerse e hizo la descarga en la concha de la hermana menor.
El trío continuó un rato más hasta que, agotados, se dispusieron a dormir. Los días sucesivos transcurrieron sin novedades, aunque la actividad sexual de las dos jóvenes disminuyó sensiblemente. Ya no trabajaban más de cinco o seis horas por día. También los clientes estaban agotados.
Finalizado el torneo de golf, los tres emprendieron el regreso. Damián se sentía muy satisfecho con los resultados de esas "vacaciones" Había recaudado buen dinero y logrado someter un poco más a Patricia.
Justamente Patricia era la más preocupada. Había prometido aceptar ser tatuada en el vientre y en el culo, que le pusieran anillas en los labios vaginales y además ¡ser azotada en el culo y las tetas! Se preguntaba a sí misma ¿dónde termina todo esto? ¿Por qué había aceptado convivir unos días con Damián mientras su hermana se internaba en el Instituto? Y más aun ¿por qué había aceptado convertirse en puta en el hotel? Nuevamente muchas preguntas sin respuestas.
¿Tendría manera de liberarse y volver a su vida "normal"? Analizaba las distintas posibilidades y no visualizaba cómo cambiar. Había caído en una trampa de la que no encontraba salida.
Continuará