Depilandome el coño
Una mujer me depila la vagina, mmmm
De tanto ver en las revistas y videos los coños bien rasuraditos, quise depilarme yo misma pero me dolió muchísimo y me quedo muy mal. Así que fui a una clínica de belleza cercana a mi casa para que me quedara parejo.
Nada mas de entrar ya quería salir corriendo. Pero un enfermero salio a decirme que ya me tocaba mi turno. Suspire y entré. Me dio terror que fuera ese hombre el que depilara, pensé en decirle que mejor ya no quería nada cuando me dijo, ponga su ropa aquí y si gusta asearse lo puede hacer en este baño, aquí hay batas limpias, en un segundo viene la estilista. Me alivie y obedecí. Cuando salí del baño una muchacha preciosa me estaba esperando. Me dijo con una gran sonrisa: mi nombre es Susi, ponte cómoda por favor, era muy agradable.
Yo soy heterosexual, de hecho me fui a depilar para gustarle más a mi novio, pero cuando me acosté en la camilla y me descubrí el sexo, comencé a excitarme. Ella me dijo como para romper el hielo que si era la primera vez que lo hacía. Yo le contesté que lo había intentado en casa pero de plano dolía mucho y era muy incomodo. Ella me dijo "separa un poco las piernas": UFFF, debo aclarar que aparte de mis experiencias sexuales con mi novio recién iniciadas, solo había tenido contactos sexuales como que me metieran el dedo en la vagina alguno que otro. Mi novio apenas me había hecho sexo oral 3 veces. Así que cuando ella metió la mano en medio de mis piernas y las separo, automáticamente me moje. Me daba mucha pena estar así, desnuda, con las piernas abiertas y con una chava tan guapa tocándome. Mientras ella hacía su trabajo, yo la miré.
De verdad era bonita, de pelo rubio, con un corte muy moderno, corto. Un cutis perfecto, los rasgos muy delicados. Maquillada de forma muy tenue, olía muy bien. De cuerpo normal, la bata blanca no permitía ver mucho salvo unas nalgas muy grandes y redondas. Debíamos tener la misma edad: yo tenía 23. Yo soy diferente a ella, soy morena, alta, delgada, piernas muy largas y tetas grandes y firmes.
Ella comenzó a hacerme la plática, yo le dije que me daba pena tener un sexo tan velludo y ella me dijo que en realidad a ella no le parecía desagradable. Cuando me hablaba yo sentía su aliento sobre mi mojado clítoris. Entonces emití un ay de excitación y mi cuerpo se cimbro. Ella me pregunto si me había dolido. Le dije q si, ella me pidió una disculpa y siguió trabajando con mi mojadísimo sexo. No sabía si lo hacía a propósito pero me parecía que sus dedos acariciaban mis labios vaginales. No quería parecer libidinosa así que pasaba las de Caín para no demostrar mi excitación. En esa cama tipo ginecólogo ella se sentó en un banquito y su cara quedo exactamente frente a mi coño. Yo me estaba imaginando escenas suculentas con su lengua pero me contenía, tanta excitación sentía que ni siquiera me dolía lo que me estaba haciendo. Bueno, si me dolía pero creo que ese dolor me excitaba mas. Ver solo su cabello entre mis piernas me tenía loca. Sin querer ella tocaba varias veces mi clítoris mientras me seguía platicando de sus canciones favoritas o de la telenovela de moda.
Yo estaba perdida. Me daba pena que el consultorio se hubiera impregnado tanto de mi olor a sexo y mucho más que ella viera de cerca mis flujos ocasionados por su cercanía y su aliento. De nuevo rozo mi clítoris y me estremecí, en ese momento yo vivía sólo para ese instante en que su dedo me tocara. El tiempo se suspendía hasta que lo volvía a hacer. Mm. Me dijo te esta lastimando, yo avergonzada de lo que estaba sintiendo le dije que si. Me dijo que ya había terminado de depilar, que ahora me iba a untar un gel que inhibía el crecimiento del vello. Se quito los guantes y me dijo que tenía que hacerlo directamente para sentir en que partes el vello no había sido bien retirado o crecía más. Cuando me puso el gel frío yo brinque. Ella lo unto primero en mi monte, luego en mis labios. Yo ya estaba a mil, me daba mucha vergüenza estar así, con ella. Fui subiendo sin pensar la bata que me cubría los senos hasta quedar con la bata hasta arriba. Ella parecía no darse cuenta de mis pezones erectos, de mi mirada transfigurada, seguía con la cara a 5 centímetros de mi panochita, hablándome. Me dijo de verdad tienes mucho vello, te crece hasta en la parte interna de tus labios, aquí mira... y metió el dedo con el gel tocando de lleno mi clítoris con el costado de su dedo. Me untaba el delicioso gel que me lubricaba más de lo que estaba aún. Mi clítoris parecía un pené de lo erecto que estaba y se estremecía cada vez que ella lo rozaba, primero de un lado y luego del otro... hasta que por fin lo toco de lleno. Me dijo aquí también te voy a poner, con voz profesional.
UFF, estaba a mil, me moría de excitación, me acariciaba el clítoris con la punta del dedo. Arriesgándome. Le dije: oye aquí también tengo unos vellitos, pero creo que me duele mucho quitármelos, mientras me señalaba mis morenas tetas. Ella sin quitar el dedo de mi clítoris se incorporo y me dijo en donde? Yo señale 3 vellitos que me crecen en los pezones, y ella me dijo te duele? yo le dije que si. Ella se puso a un costado de la camilla sin dejar de frotarme el gel en mi panocha y me dijo, te has hecho la mamografía. Yo le dije que no. Ella me dijo que en ese momento tenía las manos ocupadas pero que la mejor forma de detectar cualquier anomalía en el pecho era con la boca, que incluso le podía decir a mi pareja que buscara cualquier bulto con la boca. Yo le dije que no me asustara, y le pedí que ella me hiciera ese favor.
Ella me contesto con una sonrisa: Claro! Sin dejar de untarme el gel, que era muy importante frotarlo mucho para evitar el crecimiento del vello, según me explico debía hacerlo por lo menos 1 hora sin parar para que surtiera los efectos necesarios. Puso sus labios en mi chiche derecha, que era del lado del que estaba parada junto a mí y comenzó a auscultarme con la boca. Primero en el pecho hasta ir subiendo poco a poco al pezón, provocando que mi clítoris siguiera a su dedo. Cuando por fin se metió en la boca mi pezón, tuve tal orgasmo que pensé que me iba a caer de la camilla. Bajó el ritmo de su frotamiento. Entonces, me dijo parece q no hay nada extraño aquí. Pasando a inspeccionarme la otra. Mi clítoris había explotado ya, pero era delicioso ese tormento, esa fricción, esa estimulación, eran demasiado, así que comenzó a crecer una vez mas.
Le dije: también quiero depilarme el bigote, ella se incorporo de mi pezón que tan profesionalmente estaba lengüeteando, y me dijo " ahí también te duele?" yo le dije que si. Entonces ella llevo su lengua a mi inexistente bigote y comenzó a lamer. Me dijo "está comprobado que esta es la mejor anestesia" Yo estaba segura de ello. De mi bigote pasó a mis labios que lengüeteo y finalmente introdujo su lengua en mi boca. Le di un beso pleno, profundo, su boca sabía a dulce, era suave, sus labios eran pequeños y carnosos. Su interior era calido, suave; y sus dedos no dejaban de acariciarme la panocha. Le dije todavía con sus labios en los míos, es verdad, es una anestesia muy fuerte, pero ¿Por qué no me la has puesto antes que me dolía? Ella me dijo "aún es tiempo". Soltándome por un instante que me pareció una eternidad se sentó frente a mi vagina y me dijo "Sólo dime por donde te duele mas para que te aplique la anestesia" Y se abalanzo a mi clítoris con la lengua, lo lamió, lo chupo, lo succiono, yo gemía, ella entonces me dijo "aquí también te duele?" y lamió desde mi ano hasta mi clítoris, yo no podía mas de placer, me estaba muriendo de gusto literalmente. En eso oí la voz del enfermero que me hizo brincar del susto, pues ni cuenta me di que nos estuviera viendo.
Dijo "Con tanta anestesia ya aguanta esto" y quito a mi linda Susi de en medio de mis piernas para dejarme ir una verga que parecía palo de tan dura y larga. Al momento que la metió se subió en mí y me cogía la boca con la lengua y la cola con la verga. No pude más y tuve tres orgasmos seguidos con el tipo ese que también me auscultaba los senos. Él parecía maquina de coger, a un mismo ritmo frenético me embestía hasta que después de una media hora que a mi me pareció un instante eterno, se levanto y meneándosela le dijo a Susi, ven acá pinche perra, ya sé porque no me haces caso, no te gustan los hombres verdad cabrona? Creí que nomás te hacías del rogar pero ya vi de qué lado cojeas, la acercó a él jalándola mientras yo seguía acostada en la camilla aun sin reponerme. Le dijo sigue lamiéndosela, pero desnúdate. Ella se resistió pero el le dijo: Si no lo haces le digo al dueño lo que vi. Ella comenzó a llorar, pero se desnudo, tenía un cuerpo sensacional, como de marfil su piel, unos pezones casi del tamaño de sus tetas y una panocha de geisha. Yo me incorpore, quise defenderla, pero el me grito que si de verdad quería ayudarla obedeciera o a ella le iba a ir muy mal.
No podía ver como lloraba, la besé tiernamente y la acaricie. Su cuerpo era una delicia, su boca también. La recosté en la alfombra del piso y la fui besando hasta llegar a su centro, en donde comencé a lamer. El tipo me dijo que me acostara sobre ella. Susi y yo nos acoplamos, su vagina debajo de la mia, su boca en mi lengua, sus pezones acariciando los míos. El me dijo "abran las piernas"- El se subió en mi y me volvió a penetrar mientras yo besaba a Susi y la veía a los ojos. Después de enterrármela un rato me la saco y se la metió a ella que abrió mucho los ojos.
Yo no podía creer ese sentimiento que estaba creciendo en mi aún en medio de esas circunstancias, era tan dulce su mirada, tan tiernos sus besos, aún cuando el pendejo ese la estaba violando me veía a mi como si fuera yo la que la estaba penetrando. Nos besamos miles de veces mientras el maniático ese que seguramente se había masturbado antes a nuestras costillas duraba horas penetrándonos a una y a otra. Fue hasta que termino el idiota que dijo "no puedo creer que fueras virgen pinche Susana". Ella solo apretó los ojos y me abrazo. Le dije al idiota que ya había obtenido lo que quería y le pedí que se largara y nos dejara vestir. El tipo todavía en la puerta nos dijo "Ustedes tienen mas que perder que yo si cuentan lo que paso aquí", cuando se fue abrace a Susi y me quede con ella mucho tiempo mas, abrazándola, sintiéndola. Todavía hoy me estremezco de recordar mi primera vez con Susi, desgraciadamente a mi si me gustan los penes además de las mujeres, y ella me quería exclusivamente. Sólo duramos unos meses juntas aunque yo nunca termine mi relación con mi novio como ella quería que hiciera.