Depilada

Breve historia de una infidelidad contada por el, nada nuevo, pero me apetecía contarla, espero que os guste, esperando vuestros comentarios, y como siempre mi correo a vuestra disposición

DEPILADA

Me case con Charo después de un tres años saliendo juntos, ambos somos divorciados, yo tenía 37 años y Charo 35, nos conocimos en una fiesta organizada por una amiga común, conectamos desde el primer momento, nos volvimos a ver unas cuantas veces más, al principio unas copas, cafés, cine, teatro, galerías de arte, ella es una apasionada del arte moderno, a mí no me va, pero bueno lo soportaba.

Fue en su casa, veníamos de una galería de arte donde ella había comprado un cuadro de un pintor que ella decía que dentro de diez años seria famoso, por lo que estaba contenta con sus adquisición, yo por mi parte estaba aburrido de estar toda la tarde noche viendo cuadros que no me decían nada, ella para compensarme había estado muy cariñosa durante toda la noche, me besaba, me sobaba, aprovechaba cualquier momento para meterme mano, la verdad que era muy lanzada y no le importaba donde estuviéramos si le apetecía ponerme cachondo, y esa noche lo estaba pero mucho.

Nada más entrar en su casa, me lance sobre ella, estaba muy excitado.

-          Tranquilo fiera, que tenemos toda la noche, hoy no te vas de aquí sin dejarme satisfecha, estoy a mil con la compra del cuadro y quiero sexo del bueno, serás tú capaz de dármelo.

-          Lo intentare, la verdad es que no sé dónde tienes tú el límite, pero te puedo decir que el mío es muy alto.

-          Ya veremos, me gusta lo que he tocado hasta ahora, pero quiero comprobarlo, quiero verlo, estoy cansada de solo sobarte la polla a través de una tela.

-          Pues has sido tú la que lo ha decidido hasta ahora, que si por mi fuera hace tiempo que te hubiera follado.

La agarre de la cintura la acerque a mí y pose mis labios sobre los suyos, la bese, al principio se hizo la interesante, no quería abrir la boca, solo me dejaba rozar sus labios, pero en cuanto solté las tiras de su vestido y toque la piel de sus nalgas con mis fuertes manos, se dejó ir, abrió su boca, recibió mi lengua y juntamos nuestras salivas, nos besábamos con pasión, mientras yo amasaba ese hermoso culo, que era la delicia de todos los hombres con los que nos cruzábamos, me encantaba ver como los hombres y alguna mujer se giraban para contemplar ese culo, redondito, con unas nalgas curvilíneas que rozaban la perfección.

Ella por su parte se empeñaba en desabrochar los botones de mi camisa, le temblaban las manos, pero con paciencia fue capaz de descamisarme y acariciar mi pecho musculado lo justo, por horas de gimnasio, no es que fuera una tableta de chocolate, pero casi, se notaba que a ella le encantaba sobarme el torso.

Deje sus nalgas muy a pesar mío, pero me  quedaban muchas partes de su cuerpo que recorrer, subí mis manos por su espalda, acariciándola con mis uñas, ella daba grititos de placer, hasta llegar a su cuello, me encantaba acariciar ese cuello, con unas pequeñas venas que se le hinchaban cuando estaba excitada, que generalmente era cuando la besaba o cuando compraba un cuadro, ahora las tenía superhichadisimas, lo que me daba a entender que iba por buen  camino.

Ella soltó mi cinturón, desabrocho mi pantalón, bajo la cremallera y me acaricio la polla a través de mis bóxer, la tenía semi erecta, pues tenía que estar muy excitado para que se me pusiera dura, ella comenzó a maniobrar a restregar su mano a sobármela, a intentar masturbarme a través de la fina tela del bóxer, me encantaba como movía su delicada mano, como intentaba abarcar mi verga, se aburrió de acariciarme la polla a través de la tela y metió su mano dentro, joder que placer sentir esa mano tan caliente, como me acariciaba, como subía y bajaba con su mano por mi polla, se empezaba a poner dura.

Yo por mi parte abandone su cuello y me lance como un poseso por sus pechos, seguramente lo mejor de ella, no los tenía exageradamente grandes, pero si bien puestos, duros, con unas aureolas bien grandes y unos pezones que parecían dos clavos de los duros que los tenia siempre, me encantaba tocar esos pezones a través de la tela de sus blusas o sus vestidos, pero ahora los tenia sin nada de ropa de por medio, y me fascinaba, su tacto era tan suave, se notaba que nunca había amamantado, no tenían estrías ni nada de durezas, eran delicados, pedían a gritos caricias y a eso me dedique yo a sobar aquellas glándulas, a acariciarlas a tomar entre mis dedos aquellos pezones duros para ponerlos aún más duros, como si fueran acero, abandone su boca y mis labios fueron a por sus pechos, mis manos abandonaron sus pecho y fueron a por su vientre, bajaban lentamente por su torso, mientras mi boca succionaba esos pezones como si quisiera ser amamantado, le mordía los pezones, lamia su aureolas, intentaba abarcar con mi boca todo sus pecho, pero me era imposible, mientras mis manos se acercaban cada vez más al objeto de mis más fervientes deseos, su sexo, ese fruto prohibido hasta ahora, el sueño de mis noches húmedas, mis dedos nerviosos acariciaron su pubis a través de la tela de la braga, no le gustaban los tangas, braga de seda con puntillitas, recorría su pubis con pelo, pero recortado, no le gustaba depilarse toda, solo lo justo para que no le saliera el pelo por las bragas, notaba sus labios vaginales, sus henchidos labios, nunca mire su sexo, pero me lo imaginaba, con unos labios exteriores gordos y carnosos, que a la mínima caricia se ponían más grandes, con un clítoris pequeño, pero que al más mínimo roce, crecía como si fuera una pequeña larva que se estira, un coño acorde  con su cuerpo, estilizado, hermoso, deseable.

Ella por su parte poso sus manos en mis glúteos y los acaricio con las uñas, se notaba que la estaba excitando, acerco sus labios a mis oídos.

-          Cabron me estas matando de gusto y aun no me has desnudado del todo.

-          Me has pedido una noche inolvidable y eso es lo que te voy a dar, yo no tengo prisa, mañana no trabajo.

-          No sé si podre esperar más, me tienes muy excitada, no sé lo que haces con esas manos que me pones a mil.

Mi cuerpo abandono por un instante aquel cuerpo, pose mis manos sobre sus hombros y la separe de mí, quería ver su cuerpo, por primera vez desnudo, pero me faltaba una pieza por quitar, me arrodille delante de ella, pose mis manos sobre su braga y lentamente muy lentamente comencé a bajársela, mientras mi lengua seguía detrás de aquella prenda recorriendo su pierna, hasta llegar a su pies, bese aquellos pequeños pies, que se levantaron para permitirme tirar aquella prenda de ropa, mis manos atenazaron sus tobillos y comenzaron a subir por sus piernas, con destino a su pubis, subían lentamente, con la idea de disfrutar cada centímetro de piel, de hacerle ver a ella que todo su cuerpo me fascinaba, que para mi era la diosa de mis deseos, pose mis labios en esa mata de pelo y con los dientes empece a tirar con lentitud y determinación de ellos, notaba como se estiraban y como ella gemía de placer, notaba como su manos se posaron sobre mi cabeza y jugaban con mi pelo, la sentía respirar de una manera exagerada, mis manos seguían subiendo por sus piernas hasta que se posaron en esas duras y hermosas nalgas, las amasaba, las acariciaba, mientras mis labios intentaban abrirse paso en dirección a sus labios mayores, en cuanto mis labios sintieron el contacto con aquellos cuerpos carnosos, notaron la humedad, estaba empapada, rezumaba sexo por cada poro de su coño, que olor más imprégnate, me encantaba, mi lengua recorria esos labios, no tenían prisa por llegar a su destino, mientras mi cabeza notaba como de las caricias ella pasaba a los tirones, me tiraba del pelo como consecuencia de mis manejos, pero aunque me dolia, también me alagaba, eso quería decir que lo estaba haciendo bien, que mis esfuerzos tenían recompensa.

Una de mis manos abandono aquellos glúteos y se encamino a su monte de venus, con dos dedos aparto esos carnosos labios y se adentro donde nunca antes se adentro nada de mi cuerpo, busco sus labios menores y los acaricio, mientras mi lengua buscaba ese hermoso apéndice, escuchaba sus gemidos, sentía latir su corazón a través de su clítoris, iba revolucionado, comencé a succionarlo primero despacio para que mis papilas gustativas lo saboreaban, después con un poco más de intensidad, según el ritmo que me marcaban las manos de ella, sobre mi cabeza, me metía y sacaba la cabeza a veces lentamente o veces de una manera desbocada, mis labios cogían y abandonaban su clítoris según sus deseos, pero hubo un momento que sus manos enteraron mi cabeza en su sexo y ya no se movió más, se tensó y sentí que mi boca era invadida por un aromático néctar, del cual bebí con ansiedad, no dejando escaparse ni una sola gota.

Ella aparto mi cabeza de su sexo, muy a pesar mío, me tiro de los pelos hasta ponerme de pie y me beso con una pasión que nunca antes sintiera en ella, se separó de mí, me miro a los ojos.

-          Gracias mi amor, me has dado el mejor orgasmo de mi vida, ha sido increíble.

-          Ya te lo dije que hoy te iba a llevar al nirvana y aún queda mucha noche.

-          Pero por favor déjame descansar un poco, tomemos una copa.

Ella se encamino a la cocina, mientras yo me terminaba de desnudar, me senté en el sofá, ella llego con dos cervezas bien frías, me ofreció una a mí y se sentó apoyando las piernas en mi cuerpo toda estirada en el sofá, Miraba ese cuerpo que hacia un momento convulsionaba con un orgasmo y ahora disfrutaba de una cerveza estirada en el sofá, me entretenía observando sus pezones aun como clavos, su pubis poblado de pelo, sus piernas estilizadas, sus pequeñas manos, me gustaba lo que miraba.

-          Sabes que eres preciosa, que me vuelves loco, que ahora que veo tu cuerpo desnudo te deseo más.

-          Y yo después del orgasmo que me acabas de dar también te deseo.

-          Y ahora qué.

-          Terminamos las cervezas y nos vamos para la cama, aun no has terminado tu trabajo, estamos en una pausa.

Dio un trago y recogió un poco sus piernas de manera que sus pies aprisionaron mi pene, comenzó un ligero masaje que me enervo, mi polla creció por momentos, la miraba a los ojos y notaba la lujuria, las ganas de devolverme el placer que le había dado.

Me estaba masturbando con los pies mientras se bebía la cerveza, tenía sus piernas abiertas ofreciéndome una preciosa vista de su coño, mientras me masturbaba, sentía un placer único, alargue mi mano para acariciar su sexo, pero recibí un manotazo.

-          De momento hay no se toca, ahora disfruta tú.

Sus pies abandonaron mi pene, muy a pesar mío, se incorporó, me miro a los ojos me dio un beso apasionado, y se arrodillo delante mía, sabía lo que venía ahora y me puse cómodo, ella volvía a mirarme, agacho la cabeza, cogió mi polla con sus dos manos y la beso, fue un ósculo casto, vamos todo lo casto que podía ser ese tipo de besos, su lengua salió de su boca, y lamio mi glande, lo recorrió todo, lo rodeo con esa lengua que hacía nada me besaba, abrió la boca e intento meterse toda en la boca, yo sabía que le iba a costar metérsela toda, pues es algo más grande de lo normal, pero ella ponía todo su empeño, comenzó a ensalivarla bien, para facilitar la entrada de su boca, poco a poco se fue adaptando al grosos y la longitud, se esforzaba, ponía todo de su parte, comenzó a succionarme la verga, creía que me la iba a dejar seca, de repente se salió me miro a los ojos.

-          La tienes bien grande y gorda, pero con el tiempo te aseguro que me la meteré toda, ahora disfruta.

Se la volvió a meter en la boca y comenzó a mamármela realmente, notaba como se la metía y con su lengua jugueteaba con mi glande, salía y entraba con parsimonia, recreándose en cada abultada vena, salía la lamia y la volvía a meter, pose mis manos sobre sus hombros y comencé a dirigir sus movimientos, quería llevar yo la iniciativa, pero ella con su manos aparto las mías y las llevo a mi regazo, no me iba a permitir que yo mandara, no paraba de jugar con mi polla, ahora se la metía, ahora la recorría con la lengua, ahora la mordía un poco, ahora se metía mis testículos en su boca y los chupaba, joder la tenía tan dura, que me dolía, se separó de nuevo me miro a los ojos y vi una mirada lasciva, de placer de estar disfrutando con la mamada, se notaba que le gustaba sentir mi verga en su boca, lamérmela, meter mis huevos en su boca y succionármelos, me soltó un beso por el aire, y se la metió de nuevo en la boca, mientras con sus manos me acariciaba el torso, yo ya no podía más, hice ademan de separarla de mí, pues sabía que iba a inundar su boca con mi semen, pero ella se la metió más en la boca y recibió mi corrida con la boca cerrada sobre mi polla, notaba como salía un chorro tras otro de mí, y ella haciendo esfuerzos por tragarse todo, hacía tiempo que no descargaba de esa manera, me estaba dejando seco, pero dios que placer, en cuanto solté mi último chorro, ella se separó, vi salir por la comisura de su boca un poco de líquido que ella recogió con su lengua y se lo llevo a la boca, se agacho de nuevo y lamio los últimos restos de mi corrida, se levantó, me ofreció su mano yo se la cogí y me llevo al dormitorio.

Nada mas entrar en el dormitorio se abalanzo sobre mí y me empezó a besar con pasión, buscaba mi boca con ganas de mezclar nuestra saliva, me acariciaba la polla, para ponérmela de nuevo dura, cosa que consiguió con relativa facilidad, se dio la vuelta ofreciéndome su espalda, la abrace y con mis manos amase sus tetas, acariciando su aureolas y jugando con mis dedos sobre sus pezones, ella empezó a gemir de placer, se contoneaba con cada caricia, fui bajando lentamente mientras lamia cada rincón de su espalda, llegue a sus nalgas y me detuve lamiéndolas, besándolas, las abrí un poco e incruste mi cara dentro de su culo, bese su ano, metía la lengua todo lo que podía, ella temblaba, se removía de placer, deje cerrada sus nalgas con mi boca dentro de su culo, puse mis manos por delante y busque su clítoris, comencé a acariciarlo, a pellizcarlo lentamente, notaba como gemía de placer, como bufaba, como se movía como una cobra, metí un dedo dentro de su coño y otro dentro de su ano, pego un grito que se debió de hoy en toda la urbanización, se corrió y se dejó caer al suelo, las piernas no la sostenían, convulsionaba.

-          Dios que orgasmo me has dado cabron, me has dejado seca, creo que en mi vida me he corrido tanto.

Le di la vuelta y comencé a lamer su coño, quería beberme todo su líquido, su corrida, le caía por las piernas y yo las lamia, recogía todo lo que podía con mi lengua y me lo llevaba a la boca, ella no paraba de moverse desde el suelo.

-          No pares, me vas a sacar otro orgasmo.

Mientras hablaba, metí un dedo en su coño y lo embadurne bien de líquido, busque su ano y le metí el dedo lentamente, ella grito de placer, empecé un mete y saca lento, movía el dedo en forma circular para abrirle más, al cabo de un rato metí un segundo dedo y comencé a follarle el culo con los dos dedos, ella se llevó su mano al coño y comenzó a masturbarse, yo  metí un tercer  dedo y  ella aumento el ritmo de la masturbación, metía los tres dedos y los retorcía dentro de ella y estallo en un orgasmo, gritaba, gemía, se revolvía como una loca, echó para atrás su culo para que la penetrara, mas.

-          No pares mi amor, quiero otro orgasmo mientras me follas el culo, métemela por favor, la quiero dentro de mí.

Le metí la verga en el coño para lubrificarla bien, estuve un raro dentro de su coño hasta que creí que estaba lo suficientemente lubricada, apoye la punta en la entrada de su ano y empecé a hacer fuerza, ella pego un pequeño grito.

-          Quieres que pare.

-          No sigue, por favor, follame el culo.

Di un segundo empujón y entro el glande, la saque de nuevo y se la volví a meter, ahora entro la mitad, ella pego otro grito, pero movió su culo hacia atrás, y ella solo empujo el resto, comencé a bombearla lentamente, la sacaba toda y la volvía a meter, ella empezó a gemir de placer, mi pubis rozaba sus nalgas, entraba y salía cada vez con más intensidad, aumentaba la velocidad de la penetración, no aguantaba más, estaba a punto de correrme, se la ensarte toda y me corrí dentro de ella, más bien nos corrimos los dos.

Me  quede dentro de ella inundando su culo con toda mi lefa, no paraba de sentir espasmos, con cada espasmo un nuevo chorro de semen, cuando termine me quede dentro de ella y la abrace.

-          Ha sido brutal, jamás me corrí  de esta manera.

-          Yo tampoco, me tienes loca con tantos orgasmos, deberíamos parar un poco, anda levántate, vete a la cocina y trae algo de beber de la nevera, estoy seca.

Fui a la cocina y traje una botella grande de agua, bebimos los dos con ganas, nos levantamos y fuimos a la ducha, estábamos empapados en sudor, debajo del grifo del agua, nos besamos, nos acariciamos, nos enjabonamos el uno al otro, la apoye en la pared de la ducha y la penetre, la folle con ganas, ella volvía a gemir, a bufar, echaba su cuerpo para atrás para ser mas empalada, mi polla entraba en ella como cuchillo en mantequilla, tuvimos los dos un gran orgasmo, volvimos a ducharnos y nos acostamos, nos quedamos dormidos el uno abrazado al otro.

Nos levantamos por la mañana, nos dolían todos los músculos, había sido una noche muy intensa, pasamos todo el fin de semana juntos, follando, comiendo, viendo la tele, pero sobre todo follando, fue un fin de semana loco.

Por la semana nos veíamos poco, pues ambos teníamos que atender a nuestras empresas, ambas relacionadas con las nuevas tecnologías, nos iba muy bien, de echo teníamos varias sucursales repartidas por todo el mundo, económicamente vivíamos muy bien, los fines de semana eran para nosotros dos, salíamos por el día y fallábamos por la noche, noches de mucha pasión, mucho sexo, de probar cosas, de conocernos mejor, así estuvimos como tres años, una noche después de hacer el amor muy intensamente, fue ella la que lo propuso.

-          Porque no nos casamos.

-          Estas segura, ambos venimos de una relación dura, nuestras separaciones no fueron que se digan amistosas.

-          Bueno podíamos poner ciertas cláusulas para salvaguardarnos por si la cosa se tuerce.

-          Me parece bien.

-          Pues está todo dicho en un mes nos casamos, no quiero ninguna ceremonia, los dos con los testigos en un juzgado.

-          Eso mismo te iba a proponer yo.

Los abogados de nuestras empresas se reunieron y redactaron un contrato matrimonial con mas cláusulas que un contrato de un futbolista, todo estaba estipulado, cláusula de infidelidad, cláusula de muerte, todo tipo de cláusulas, pero todo me parecía bien, mi anterior matrimonio me dejo escaldado, aún tengo que pasarle una pensión demasiado generosa a mi exmujer, a pesar de que ella está más que sobrada de pasta, pero así lo decidió un juez y toca joderse, ella también quedo escaldada, por lo que el contrato nos pareció bien a los dos, lo firmamos el mismo día que nos casamos ante un juez de paz y un notario.

Nos fuimos de luna de miel a las islas griegas, fue una semana de lo más romántica, por el día playas idílicas, buenas comidas, monumentos, y por las noches puro sexo, pasión, locura, todo quedo probado, no hubo parte de nuestros cuerpos sin explorar, sin usar, fue una maravilla.

Pero todo tiene su fin, volvimos a la rutina de la vida, a nuestros trabajos, pero después de un tiempo pudimos liberarnos algo de las responsabilidades de nuestro trabajo, contratamos a unos directores financieros, a profesionales, y nos desahogamos un poco, teníamos algunas tardes de la semana para nosotros, de nuevo cine, teatro, musicales, algún viaje largo, nuestra empresas aunque grandes, seguían teniendo la sede en nuestra preciosa ciudad, una ciudad mediana del noroeste de España, con oficinas en Madrid, Barcelona y en las principales ciudades industriales y financieras del mundo, íbamos mucho a Madrid, Barcelona y otras ciudades europeas a ver galerías de arte, a subastas, Charo iba aumentando su colección de arte moderno, yo por mi parte aprovechaba aquellos desplazamientos para conocer a mi personal de aquellos lugares que visitábamos o a degustar su cocina, así como a Charo le gustaba el arte moderno, a mí me gustaba la cocina moderna, siempre buscaba la ocasión de comer o cenar en un restaurante con estrella Michelin, a veces me acompañaba Charo y otras veces iba solo, pues a ella la cocina moderna no le decía nada, lo mismo que a mí el arte moderno, así que llegamos a un acuerdo, yo no iba a esas horribles galerías o subastas y ella no iba a mis restaurantes, era tiempo que nos concedíamos a nosotros.

Decidimos vivir en mi casa, más que nada por cercanía a nuestros trabajos y por espacio, la casa de Charo se convirtió en un museo, hay iban a parar todas su adquisiciones, estaba en una zona residencial muy vigilada y muy exclusiva, en cambio mi casa era más céntrica y más humilde, todo iba de maravilla, hasta el día que apareció Jean Paul, que quien es Jean Paul, en teoría un famoso crítico de arte y marchante, un personaje maduros, pero según decía Charo atractivo, de gustos caros, y elegante, lo conocimos en una convención de arte y gastronomía que se celebró en Berlín, por una vez nuestras dos aficiones en una misma reunión, a ambos nos calló bien de fácil conversación, erudito, tanto sabia de arte, como de gastronomía, la verdad que fue un fin de semana de lo más satisfactorio, a Jean Paul, yo no lo volví a ver mas, pero Charo si se encontraba con él en subastas y exposiciones, ella me contaba esos encuentros como casuales, que la asesoraba en las adquisiciones, a veces se pasaba una semana sin aparecer por que Jean Paul la iba a llevar al estudio de no sé qué artista, para poder comprar una obra antes de sacarla a subasta, que aprovechaba su conocimiento de los artistas para sacar ventaja sobre los demás, la verdad que su colección empezó a hacerse famosa, adquirió cierto renombre entre los mejores coleccionistas, su colección era solicitada por muchos museos del mundo y cuando ella acedia a cederlos, tenía que acompañar a sus niños como ella decía, y se quedaba a veces semanas, hasta que sus niños volvieran a casa, a mí al principio me parecía bien, era su hobby y por nada del mundo quería privarla de él, le hacia feliz, salir con sus niños, estaba adquiriendo fama, pero también tenía un inconveniente, desatendía su empresa, y perdía clientes por no estar al tanto, yo se lo comentaba y ella me decía que me preocupara por lo mío que ella ya tenía controlado su empresa que perdiera algún cliente no era importante, empezó a tener solo ojos para sus cuadros, todo lo demás era innecesario, pero realmente eran solo sus cuadros.

De repente todo había cambiado, casi no nos veíamos, cuando volvía de alguno de sus viajes tenia que dedicarse a intentar arreglar los problemas de su empresa, mientras crecía su colección disminuía su negocio, ella no se daba cuenta que su empresa se estaba desangrando, se lo decían sus asesores, sus empleados, aquellos de toda la vida, los que tenían confianza con ella, pero a todo respondía que todo se arreglaría, que tenia nuevas ideas, que las estaba puliendo, pero lo único que hacía era comprar y comprar, viajar cada vez más a menudo y durante más tiempo, mientras esto ocurría, mi empresa mejoraba día a día, pues le dedicaba más tiempo, el tiempo que no estaba con Charo que últimamente era mucho, cada mes incorporaba varios clientes, multinacionales, grandes bancos, estaba creando un emporio, pero me faltaba algo, me faltaba mi compañera, tenía que sentarme con ella y hacerle ver que no podía seguir así, que se estaba hundiendo y con ella estaba poniendo en peligro el trabajo de mucha gente, tenía que hacérselo ver como sea, pero cuando, cada vez nos veíamos menos, a veces pasaba mas de un mes sin verla, por fin después de dos meses sin verla, entro por la puerta de casa, como siempre sonriente, con cara de felicidad, satisfecha, pero satisfecha de que, de sus cuadros, sus últimas adquisiciones, habían sido un fracaso, burdas imitaciones de grandes artistas, según los críticos, era la comidilla del mundo del arte, según me contaba mi abogado, también amante del arte.

-          Tu mujer a perdido el rumbo, no se quien le asesora, pero no está bien asesorada, debes hablar con ella.

Dejo la maleta en el pasillo se fue a la cocina cogió una botella de agua y bebió, no se dio cuenta que yo estaba allí, se asustó en cuanto me vio, como si viera a un fantasma.

-          Hola que haces aquí.

-          Vivo aquí.

-          Ya, pero no es muy temprano, te hacia en la oficina.

-          Es que quiero hablar contigo.

-          Tu dirás, pero se breve que estoy molida, solo quiero acostarme y dormir.

-          Charo no puedes seguir así, estás perdiendo tu empresa, te estas arruinando, no sé si te das cuenta, pero tu situación económica no es nada boyante, tienes que centrarte en tu empresa, dejar de momento los cuadros, déjalos por una temporada, cuando se recupere tu empresa retómalo pero con más calma, está metida en una vorágine que no te conduce a nada bueno.

-          Metete en tus asuntos como lleve mi empresa es cosa mía, lo que me faltaba que me diera tu lecciones, hago lo que me da la gana con mi vida.

-          Pero en esa vida también estoy yo, no te parece.

-          Perdón cariño tienes razón, pero ahora estoy muy cansada, porque no lo dejamos para otro día, por cierto pasado mañana me voy a Londres, abren una nueva galería  y estoy invitada a la inauguración.

-          De acuerdo no te insisto es tu empresa y es tu vida.

No conocía a aquella mujer, no era la Charo con la que me case, aquella Charo se desvivía por su empresa, los cuadros eran un hobby, una distracción de las tensiones del trabajo, sabía perfectamente que lo primero era la empresa,  que le costó mucho levantarla, que de ella dependían muchas bocas, era una mujer dinámica inteligente, primatica, pero algo la había cambiado, aquella noche hicimos el amor por última vez y me percate de dos cosas que iba totalmente depilada y que llevaba tanga, las dos cosas demasiados raras, no quise comentárselo, pero el sexo fue insulso, casi obligado por su parte, como si me estuviera haciendo un favor, eso me desquicio, en cuanto acabamos me fui al salón me serví una copa y decidí dejar de acostarme con ella hasta que ella me lo pidiera, sabia que algo no iba bien, pero que., pero no vino, tenía que averiguar que pasaba por su cabeza, pero como, no se dejaba aconsejar, apenas hablábamos, estaba desesperado.

Dos días después marcho para Londres, yo me decidí a tomar el toro por los cuernos, llame a mi sucursal de Londres y les pedí que me reservaran una habitación en el mismo hotel que Charo, iría a Londres y averiguaría que le pasaba, estaba en mi oficina, cuando me llamo.

-          Hola Juan, me sentó mal la conversación del otro día, sé que estas preocupado por mí, pero no hay motivo, todo está bien, solo es el estrés, dentro de unas semanas hablamos me voy a quedar aquí más de lo que pensaba, hay varias subastas y me apetece descansar un poco, te quiero.

-          Vale cariño, pásalo bien.

Aquello ya era el colmo, descansar de que, estrés de que, de viajar continuamente para comprar cuadros, no eso no era así, algo pasaba y tenía que averiguarlo, estaba decidido. Me iría a Londres y no volvería sin saber que pasaba y si podía solucionarlo, porque algo le pasaba a mi mujer y necesitaba saberlo.

Le dije a mi secretaria que si llamaba Charo preguntando por mí le dijera que tuve que viajar a Paris por un tema de un  contrato con el ejército francés, pero que estaría en Londres.

Al día siguiente partí, llegue a Londres y lo primero que hice fue pasar por mi oficina para saludar a mis empleados, los conocía a casi todos, pues tengo la costumbre de anotar sus datos en mi agenda y llamarles por sus onomásticas, aniversarios, hacerles algunos regalos, vamos que me gusta que estén contentos trabajando conmigo, un trabajador contento con su trabajo es más eficiente, esa era mi filosofía, además que pagaba los mejores sueldos del sector, charle con ellos, con los ejecutivos fui a comer y me pusieron al día de las últimas novedades, también me comentaron que los negocios de Charo iban cada día peor, que si seguían así, tendrían que cerrar sus oficinas de Londres, pues prácticamente se habían quedado sin clientes, eso me puso muy nervioso, adoraba a Charo y me dolía que perdiera todo lo que le costó tanto levantar, pero lo tenía decidido estos días en Londres los aprovecharía para aclarar todo e intentar devolverle la cordura, Salí de la oficina como a las seis de la tarde, me encamine al hotel que estaba cerca, me registre fui a mi habitación y me di una ducha me cambie, baje al bar a tomar una copa y esperar por Charo, estaba dispuesto a tener una conversación con ella quisiera o  no quisiera, pasaron las horas y ella no aparecía, estaba a punto de marcharme a la habitación cuando los vi, a los dos, a ella y la Jean Paul, cogidos ambos de la cintura como una pareja de enamorados, el mundo se me callo, que pasaba, no podía ser real, ellos no me vieron, pero en cuanto desaparecieron de mi vista me fui a mi habitación, estaba en estado catatónico, hacía tiempo que me temía lo peor, pero de esa manera con Jean Paul, con ese hombre tan mayor, casi podía ser su padre, no lo entendía, pero tenía que averiguar todo, me acosté con la intención de  descansar, pero no era capaz de conciliar el sueño, por mi cabeza pasaban un montón de imágenes y ninguna era halagüeña, empezaba a darme  cuenta de esos viajes, de pasar tantos días fuera de casa, de su aptitud con respeto a mí, pero lo que no acababa de entender era su pasividad con respeto a su empresa, eso no lo entendía, comprendí que me engañaba de eso no tenia duda, pero aunque me doliera, con una separación y después un divorcio se arreglaba, para eso estaban las famosa clausulas, pero dejar caer así su empresa por un amante, eso sí que no lo entendía, y eso era lo que quería averiguar.

Me levante temprano, duche, vestí, pague la factura del hotel, pues no necesitaba estar más tiempo en Londres para lo que quería hacer, pase por la oficina me despedí de todos y cogí el primer vuelo a Madrid, nada más llegar fui a mis oficinas y llame al departamento de seguridad, quería hablar con su director, él se llamaba Pedro.

-          Buenos días Juan, que se te ofrece de mi departamento, hay algún hacer que quiera jodernos.

-          No, Pedro te llamo por un asunto personal, confió plenamente en tu discreción y la de tus empleados.

-          Cuenta con ella, tú dirás.

-          Charo me engaña, no quería darme cuenta pero las señales estaban hay, pero eso ya no me preocupa, lo que me preocupa es su empresa, sus trabajadores que no tienen la culpa de su infidelidad, ni de su actual comportamiento, pues me parece que aparte de ponerme los cuernos le pasa algo mas, y eso es lo que quiero que averigües, que la sigáis, que intentéis averiguar porque desatiende a su empresa de esa manera, quien es en realidad su amante, vamos lo quiero saber todo.

-          Vale Juan, cuenta con mi departamento, tenemos la mejor agencia de detectives trabajando para nosotros, me pondré manos a la obra ahora mismo, no te preocupes que averiguaremos todo, y siento lo de tu relación.

-          Eso ya lo tengo asumido, ya me paso una vez, con que ya estoy curado, ahora por favor discreción, ella no sabe que lo sé y quiero hablar con ella, que sepa por mí que conozco su infidelidad.

-          No te preocupes, nadie lo sabrá.

-          Gracias pedro, confió en ti y tu departamento, siempre me habéis respondido con presteza y celeridad, mantenme informado.

-          Por supuesto.

Nada más salir Pedro, llame al director financiero y al jurídico, los convoque a los dos en mi despacho, el financiero era Antonio y el Jurídico Luis, nada más entrar los dos en mi despacho les pedí que cerraran la puerta.

-          Buenos días, os tengo que contar una cosa y quiero que no salga de aquí.

-          Algo grave tiene que ser para que nos convoques a los dos, dijo Antonio.

-          Por supuesto que no saldrá de aquí, dijo Luis.

-          Quiero dos cosas de vosotros, de ti Antonio, que averigües en qué situación se encuentra en estos momentos la empresa de Charo, si tiene posibilidades de ser salvada, quiero saber todo sobre su situación financiera y de ti Luis, que repases nuestro acuerdo matrimonial, para ver si tiene algún resquicio en el que Charo pueda echar mano a lo mío.

-          Algo va mal Juan.

-          Si Antonio, Charo me engaña y quiero solucionar esto, saber cómo de cubierto estoy para una separación y si puedo hacerme con la empresa de Charo, puesto que ella la tiene desatendida y a mí me conviene hacerme con ella, pues tenemos sinergias parecidas, sería un perfecto complemento para nosotros.

Ambos se comprometieron a ponerse a trabajar sobre el asunto inmediatamente, yo les dije que me iba a la central y que nos reuniríamos en un mes.

Cogí el primer vuelo a casa, me encerré en ella durante unos días para pensar detenidamente mis siguientes pasos, desde luego rompería con Charo, eso estaba claro, pero tenía que averiguar el porqué de su locura, además estaba la empresa, a mí me convenía hacerme con ella, y si Charo la dejaba caer allí estaría yo para reflotarla y volverla a hacer rentable, pero antes de hablar con Charo tenía que estar seguro de su infidelidad, a lo mejor vi mal en el hotel y no era pasión lo que miraba en sus ojos, si no devoción, devoción por un maestro, no sé, necesitaba saberlo seguro, aunque mi corazón y mi conciencia me decía que todo estaba claro, que si seguía enamorado de ella, la respuesta era si, con ella compartí muchas cosas, hermosas veladas, cine, teatro, cenas, bailes, sentimientos, también sexo y del bueno, del que te deja una marca, pero todo eso hacía tiempo, hacia tantos meses que ya no recordaba nada bueno en los últimos tiempos.

Decidí apartar a Charo por el momento y concentrarme en el trabajo, al final la reunión se tuvo que postergar durante unos meses, fueron tiempos de tener que dedicarles muchas horas al trabajo, mi empresa crecía a un ritmo exagerado, cada semana teníamos un nuevo frente abierto, cada quince días una nueva oficina en una ciudad del mundo, se nos abrió el mercado asiático, dedicar tiempo para buscar personal cualificado para ese mercado lleva tiempo, mucho tiempo, yo quería a los mejores y tuve que viajar mucho, entrevistar a posibles candidatos, conocer la legislación de muchos países, tratar con políticos, con empresarios, una locura.

Durante ese tiempo solo vi a Charo dos veces, un fin de semana que coincides los dos en casa, pero brevemente, pues ella se iba otra vez de viaje a no sé qué subasta y otra en mi oficina, también breve, venía a pedirme dinero para comprar no sé qué cuadro, como no era mucho dinero se lo di, pero le hice firmar un documento conforme me lo devolvería en un plazo de un año, sino tendría que pagar intereses, ella me miro con mala cara cuando le puse el documento delante, pero lo acepto.

Un día estando en casa, me llamo.

-          Hola cariño.

-          Hola Charo, dime.

-          Veras estoy aquí en mi oficina, solo decirte que voy a pasar unos días en mi casa con mis niños, pues tengo ganas de verlos a todos, de pasar unos días contemplándoles, necesito estar sola, pensar un poco, no te importa si no nos vemos durante unos días a pesar de estar yo aquí.

-          No para nada disfruta de tus niños.

Esta conversación fue la gota que colmó mi vaso, tenía que poner fin a esta situación, no podía retrasarlo mas, cogí el teléfono, llame a Pedro, Antonio y Luis y los cite para el lunes de la semana siguiente en mi oficina, para que me pusieran al día de todas su pesquisas y análisis, después de colgar el teléfono, decidí darme también yo unos días de asueto, llame a mi secretaria y que me reservara un hotel en Paris, para pasar lo que quedaba de semana, que me iba a tomar unas mini vacaciones, que las necesitaba, hable con mis asesores de confianza le dije que no iba a estar operativo durante esa semana y que no se me llamara salvo que fuera estrictamente necesario.

Me aloje en el Ritz en una suite, me recorrí los mejores restaurantes, visite todas las atracciones de Paris, subí a la torre Eiffel, visite el Louvre, Versalles, Norte Dame, viví Paris la noche y disfrute mucho, hacía tiempo que no tenía un minuto para mí, y esa semana recupere tiempo perdido, me relaje, descanse, a pesar de no parar de un lado a otro, no pensé en nada ni en nadie, solo en disfrutar cada instante, pero todo llega a su fin, el domingo regrese a casa, llegue a casa me acosté sabiendo que el lunes era un día importante en mi vida, que muchas cosa iban a cambiar, necesitaba descansar y me dormí.

Me levante con la mañana con nuevos bríos, dispuesto a afrontar todo lo que vendría a partir de ahora, me duche, me vestí y decidí desayunar en la oficina, en cuanto llegue al trabajo, le pedí a mi secretaria que en cuanto llegaran Pedro, Antonio y Luis, los hiciera pasar a la sala de juntas, que llevara desayuno para los tres, entre en mi despacho y deje la mente en blanco, se sirvió un café, estaba degustándolo cuando su secretaria le comunico la llegada de sus empleados, salió con la taza de café en la mano camino de la sala de juntos, en cuanto entro miro a sus contertulios, todos sentados con un desayuno en la mesa, desayunaron tranquilamente, mientras charlaban de cosas superficiales, al terminar de desayunar se sentaron alrededor de la mesa de caoba, y fue Antonio el primero en hablar.

-          Tal como nos pediste hemos estudiado las finanzas de la empresa de tu mujer, y la cosa no pinta bien, prácticamente está en la ruina, tiene grandes deudas con los bancos, y carece de clientes importantes, ya renegocio tres veces las deudas con los bancos y ahora no tiene posibilidad de renegociar, los bancos quieren cobrar, si quieres hacerte con la empresa, los bancos están dispuestos a negociar contigo si tú te haces con el control de la empresa, cosa que podrás hacer, haciéndote cargo de las deudas que tiene, los bancos la podrían obligar a firmar su venta para no verse totalmente arruinada, ahora es el mejor momento para conseguirlo.

-          Vale Antonio, ponte en  contacto con los bancos y diles que estoy dispuesto a asumir los préstamos de la empresa y que me encantaría hacerme con ella, que pagare muy bien las acciones de Charo y que mantendría los puestos de trabajo, me gustaría tenerlo resuelto antes de fin de mes, o sea que tenemos tres semanas, confió en ti, lo dejo en tus manos, mantenme informado.

Depuse hablo Luis.

-          Con respeto a las cláusulas del divorcio, estas más que cubierto, no perderás nada, pues todas las clausulas, llevan a que cada uno mantenga sus propiedades y negocios, por esa parte estas cubierto, pero lo importante es la cláusula de infidelidad, es una cláusula que penaliza al infiel con una indemnización de dos millones de Euros a la parte perjudicada, con esa cláusula te puedes hacer con la empresa sin realizar una gran inversión y quedarte con parte de las obras de arte, es beneficiosa para ti, lo único que hay que documentar ante un juez la infidelidad, hay creo que Pedro tiene algo que decir.

-          Tal como me indicaste hemos seguido a Charo todos estos meses a través de varias agencias de detectives que hemos contratado por todo el mundo, y hemos hecho este dossier, te lo paso lo estudias en casa y luego nos dices que quieres hacer después, no quiero entrar en detalles aquí, no me parece correcto, es algo personal que debes ver tu solo.

-          Gracias a los tres y por favor de esto ni una palabra a nadie, es totalmente confidencial, tengo plena confianza en vosotros.

Me despedí de los tres después de que me aseguraran que lo conversado en esa sala no pasaría de nosotros cuatro, entre en mi despacho, puse el informe encima de la mesa y me puse a trabajar, ya habría tiempo de mirarlo al llegar a casa con una copa de buen vino, pase todo el día atendiendo llamadas pendientes de la semana anterior, consulta de clientes, hablar con oficinas de Europa, dejar listo las acciones a seguir en algunas oficinas de Asia, pare un momento al mediodía para tomarme una ensalada, mientras hablaba con un militar de un gobierno africano, por la tarde atendí al personal de la oficina, despache correos, firme documentos, un día muy ajetreado, a última hora de la tarde dio por terminado el día de trabajo, metí el dossier en mi maletín y me fui para casa, nada más entrar me puse cómodo, abrí una botella de vino, me serví una copa y me senté en el sofá, saque el dossier del maletín, lo puse sobre la mesa, tome un trago de la copa y lo abrí.

Dentro había cuatro carpetas cada carpeta contenía un pen drive, cada carpeta tenía en la portada un nombre.

Jean Paul.

Cristian.

Ludovico.

Marcelo.

En el disco duro solo ponía fotografías y videos.

En la carpeta de Jean Paul, tenía 58 años, divorciado tres veces, sin ninguna fuente de ingresos conocida, embaucador, falsificador, con antecedentes, que se dedicaba a conquistar a mujeres aficionadas al arte moderno para en complicidad con ciertos artistas hacerle pagar por obras de arte mediocres valores muy superiores a su valor de mercado, las engatusaba de tal manera con su labia y su belleza que la mayoría de ellas caían en sus redes sin darse cuenta y luego las abandonaba, también comentaba que estaba siendo investigado por la interpol, y gracias a eso una agencia de detectives había conseguido mediante un contacto en la interpol imágenes de Jean Paul y Charo en situaciones comprometidas, además indicaba que Charo también estaba siendo investigada por blanqueo de capitales, aquello me sorprendió, termine de leer el dossier y metí el pen drive en el ordenador.

Las fotos y videos que vi me revolvieron el estómago, se les veía a los dos besándose apasionadamente, desnudos en una habitación de hotel, ella comiéndole la polla, siendo follada en todas las posturas imaginables, en fin mucho sexo, cerré la carpeta y apreté los dientes, me sentía estafado, engañado, pero en el fondo me lo esperaba, tantos viajes, tantas ausencias, todo me lo indicaba, pero yo me hacia el ciego, las otras tres carpetas eran más de lo mismo, sexo, sexo y sexo, orgias, tríos, todo lo que pudieras imaginar y cosas que no podías entender que una persona en su sano juicio llegar a hacer.

Cuando termine de ver todo tuve que ir al baño a vomitar, aquello era demasiado duro para mí, sabia que me era infiel pero no hasta ese nivel, se había degradado tanto que no la reconocía, me sentía mal por mí, pero también por ella, como esa mujer tan valiente, tan inteligente, se había dejado llevar a esos niveles de perversión, que parte de su cerebro había estallado para aquello, en ese instante tome dos decisiones, una que me iba a separar de ella y otra que me iba a hacer con su empresa y su colección costara lo que costara.

Me acosté inquieto, todas las imágenes de los videos pasaban por mi cabeza castigándome, haciéndome ver mi ceguera, mi estupidez, me dolía tanto la traición, pero lo que más me dolía, era como se comportaba conmigo con toda naturalidad, cuando me estaba engañando, las escenas que más me dolían, era cuando se le veía a ella y a Marcelo follando en nuestra habitación, eso me mataba, me levante cogí el colchón y lo tire al patio, no era capaz de dormir en esa casa, en esa habitación, me vestí rápidamente y me fui a la oficina, allí tenía un pequeño cuarto con una cama, para las noche en que tenía que quedarme a trabajar hasta tarde, me serví una copa de ginebra y me senté, lo tenía decidido, pero quería entender aquello y la única manera era hablando con Charo, me acosté y por efecto del alcohol me dormí en medio de mil pesadillas.

Lo primero que hizo por la mañana fue llamar a Antonio, para que acelerara lo máximo posible la compra de la empresa de Charo, después a Luis para que activara todo lo del divorcio y la cláusula de infidelidad, después a Pedro, quería que investigara más a fondo a los tres personajes y que si existía la posibilidad de denunciarlos por fraude.

Después llamo a su mujer.

-          Hola Juan, como estas.

-          Yo bien y tú.

-          Yo bien aquí en Roma, vamos a ver una exposición, estoy con Jean Paul y unos amigos, veremos la exposición y después iremos a un coctel en un conocido restaurante y después a disfrutar la noche de Roma, estoy muy contenta pues he comprado un cuadro de un nuevo pintor que me dicen que será grande dentro de poco y dime que querías, es raro que tú me llames a estas horas.

-          Solo decirte que mañana deberías estar aquí, tenemos que hablar y no se puede postergar, es importante para los dos, pero especialmente para ti, no es un ruego, es una orden, se está jugando nuestro futuro, bueno más bien el tuyo.

-          Pero qué te pasa, tu estás loco, porque tengo que ir mañana, no tenía pensado volver hasta dentro de unas semanas, lo estoy pasando muy bien aquí.

-          Bueno te voy a ser franco, me voy a quedar con tu empresa, estas arruinada, debes mucho dinero al banco y no lo tienes, me debes dinero a mí y no lo tienes, debes dinero en muchos sitios y he llegado a un acuerdo con todos para asumir esas deuda con la condición de que te echen de la empresa y pase a mi propiedad, además se todo lo tuyo con tus amantes, si no estás mañana aquí, me encargare personalmente que te veas en la calle en la más absoluta miseria, si vienes puede que te pague algo por la poca parte que te queda de la empresa te compre tu colección de cuadros, tu veras.

-          Pero que  dices, como que te vas a quedar con mi empresa, es mía.

-          No la mayor parte es de los bancos, pusiste tus acciones como resguardo de los préstamos y como no pagas los bancos se quedan con las acciones en lugar de la deuda, me venden las acciones a mí y recuperan su dinero, todos ganamos menos tú, no tengo ganas de discutir mas, te espero mañana a las diez de la mañana en mis oficinas, tu sabrás lo que haces.

No la deje contestar, colgué.

El resto del día fue rutinario, atender clientes, conferencias, a última hora de la tarde me fui a casa llene una maleta de ropa y metí varios trajes en porta trajes y me fui a un hotel cerca de las oficinas, no quería dormir en esa casa de momento hasta que estuviera totalmente libre de esos muebles que me recordaban a esa noche, cene en el restaurante del hotel y me acosté temprano, me esperaba un día duro.

A las ocho de la mañana estaba en la oficina, el día anterior había llamado a mis tres directivos para tenerlos a mano después de hablar con Charo, si se presentaba, ordene que prepararan la sala de juntas, con piezas de bollería, café, infusiones, todo lo necesario para desayunar todos los empleados.

A las nueve de la mañana estaban todos mis empleados en la sala de juntas desayunando tranquilamente, hablaban entre ellos preguntándose qué pasaba.

-          Buenos días a todos.

Buenos días respondieron todos después de mi saludo.

-          Os preguntareis porque estáis aquí, bien voy a aclararlos, estamos aquí porque he comprado la empresa de mi mujer, estaba en situación de bancarrota, y nos viene bien pues se complementa perfectamente con la nuestra, esto quiere decir que nuestra empresa crece hoy un poco más, que vamos a copar otros mercados y que todos vamos a prosperar, sé que os estáis preguntando qué pasa con Charo, pues bien nos vamos a separar por distintos motivos hemos desconectados, lo nuestro hace tiempo que ha dejado de funcionar, así  que le voy a compra su parte de la empresa y con la que le he comprado a los bancos me quedare con el cien por cien de la empresa, mañana tengo una reunión con el equipo directivo de la otra empresa para contarle los planes que tengo para ella, sé que muchos de vosotros tenéis amigos y alguno incluso familiares, decirles que no se preocupen que mantendré todos los puestos de trabajo, es mas tendrán las mismas condiciones que tenéis vosotros conmigo, por lo que saldrán ganando, eso era todo, ahora a trabajar que esta empresa tiene que moverse un poco más rápido, animo chicos comienza una nueva era.

Nada más terminar todos comenzaron a aplaudir, parecía que la adsorción no les pillaba por sorpresa, todos sabían de la situación económica y que yo estaba interesado en ella, después cada uno se fue a sus puesto de trabajo, algunos se acercaron para felicitarme.

Cuando llegue a mi despacho eran las diez y cuarto de la mañana y Charo no aparecía, llame Luisa, mi secretaria, que en cuanto llegara mi mujer la pasara al despacho y me engullí en el trabajo, a la media hora entro Charo echa una furia.

-          Que cojones, me acaban de llamar de los bancos, me han dicho que han vendido sus acciones de mi empresa, y que yo debía hacer lo mismo, pues aún seguía manteniendo deudas con ellos por préstamos para la compra de cuadros, también me ha llamado mi abogado diciéndome que le llego una carta de los tuyos, indicando que van a aplicar la cláusula de infidelidad, que te tengo que dar dos millones de Euros, joder Juan que te pasa.

-          Que me pasa, joder Charo, aun tienes los ovarios de preguntar que me pasa, toma mira estos documentos y dímelo tú.

Le doy el dossier y ella empieza a ver los papeles, su cara empieza a cambiar de color, le empieza a temblar los labios, alguna lagrima cae por su mejillas, después le enseño los videos, las fotos, y hay ya arranca a llorar como una niña.

-           Juan, yo te quiero, te lo juro, esto se me fue de las manos, al principio fue solo algún que otro escarceo, tocamientos, roces, besos, pero no sé lo que me paso, que quería mas, necesitaba más, eres un gran amante, pero mi cuerpo necesitaba probar nuevas cosas, cosas que creía que tu no me podías dar, que tu no estabas dispuesto a probar, que tú no te atreverías a probar cosas nuevas, nuevas experiencias, te juro que siempre te tenía en mente.

-          Charo no siguas, la corte en seco, si de verdad me quisieras me lo hubiera propuesto, que aceptara o no es otra cosa, pero creo que siempre hemos sido francos el uno con el otro, o por lo menos eso creía yo, jamás te dije que no a nada, a tus cuadros a tus viajes, a tus locuras, si me quisieras, me lo hubieras dicho, seguramente a muchas cosas te diría que no, pero a otras puede ser que aceptara, a mí también me gusta experimentar, pero todo tiene sus líneas rojas, pero lo que más me duele es que te alejaras de mí, que te fueras sin irte, no sabes lo que me dolía cada vez que te ibas, no sabes cuánto te extrañaba cuando estabas semanas, incluso meses sin venir por casa, me has hecho mucho daño y no te puedo perdonar, me has traicionado, has roto mi corazón, no intentes excusarte, los videos y las fotos lo dicen todo.

-          Juan, me dejas en la calle, estoy arruinada, me van a embargar la casa, los cuadros, mis cuentas, debo mucho dinero, ayúdame.

-          Te lo hubiera pensado, te lo dije mil veces, estabas descuidando tu empresa, que dejaras los cuadros, pero tu follando con todo lo que se mueve, te da lo mismo polla qué coño, sola o en grupo, una polla o mil, si Charo, vi todos los videos y vomite, vomite hasta el amor que sentía por ti,  no solo me engañaste, sino que además te reías de mí, dejabas que tus amantes me llamaran cornudo, tu misma me lo llamaste más de una vez, te acostaste con un hombre en nuestra cama, no tuviste vergüenza en follar en mi casa, si mi casa, pues hace tiempo que dejo de ser de los dos y ahora vienes llorando, pidiendo clemencia, no Charo, no voy a tener clemencia, eres inteligente, hábil, puedes recuperarte, si dejas todas esa tonterías de los cuadros y te olvidas de la promiscuidad, vuelve a ser tú, la Charo de la que me enamore, rehace tu vida, pero lejos de mí, sé que lo vas a pasar mal, pero tú te lo has buscado, ahora por favor vete, mis abogados se pondrán en contacto con los tuyos, para el tema del divorcio, te conviene aceptarlo tal como lo redacten mis abogados, pues no voy a aplicar la cláusula de infidelidad, pero si lo firmas tal como está, ahora vete por favor.

Se levantó con lágrimas en los ojos, y salió de mi vida, dos semanas después firmamos los papeles del divorcio, un mes después le compre su parte en la empresa a un precio más que razonable, y la incorpore a la mía.

Supe de ella un año después, se había mudado a Barcelona, trabajaba en una empresa de consultoría y estaba rehaciendo su vida, me alegre por ella.

Yo por mi parte, me dedique en cuerpo y alma a mis empresas, no tenía intención de volver a caer en la locura de una relación, estaba escaldado, vendí la colección de cuadros a una galería, vendí mi casa y me compre un apartamento cerca de las oficinas, muchos viajes, de vez en cuando un encuentro sexual con alguna mujer que conocía en una conferencia o discoteca, siempre mujeres solteras, separadas, divorciada o viudas, nunca casadas, no quería romper matrimonios, pero eran encuentros casuales, solo sexo, y así hasta ahora, jamás me volví a enamorar, no me lo pedía el cuerpo, estaba bien.