Depilación

Voy a contarles lo que me ocurrió en mi última visita al centro de depilación.

Les voy a contar lo que me pasó la última vez que fui a quitarme el vello de las piernas.

Empezaba el buen tiempo y el calor, y para estar más cómodo decidí ir a hacerme la cera en las piernas. Pedí cita en el centro al cual siempre solía acudir.

Llego el día de mi cita,acudo al centro y la recepcionista tan amable como siempre me dice que puedo pasar al cuarto que ya es mi turno. Cuando entré al cuarto no había nadie, decidí ir preparándome y me quite las zapatillas, los shorts y los calcetines. Me tumbe en la camilla boca arriba.

A los pocos minutos se abre la puerta y veo algo que me asombra: un morenazo de unos 26 o 27, moreno, ojos verdes, culo respingon y un cuerpo que no estaba fibrado, pero tampoco gordo. Nada mal.

Se presentó, su nombre era Lucas, me pregunto sí me quería depilar las piernas, me hablaba mientras me iba acariciando las piernas.

La verdad, no le di mayor importancia.

Comenzó la dura sesión... Una conversación de lo más normal... Que sí es normal el dolor,  que si es más bonito sin pelos...  Pero algo ocurrio que me empezó a poner un poc tenso. La camilla era un poco corta para mi estatura, no soy muy alto 1'80, pero mis pies sobresalían un poco, y note que mis pies sin yo moverlos estaban descansando en algo que parecía blandito. Alcé la vista disimuladamente y pude comprobar que mi pie estaba descansando en su bragueta, no quise parecer molesto e hice como sí nada pasara, pero ahora mi mirada se iba cada poco a intentar adivinar lo que se escondía bajo ese pantalón de deporte gris, que parecia que había crecido desde que se abrió la puerta. Parecía qué mis esfuerzos por que no se notase lo cachondo que me estaba poniendo estaba funcionando. Poco a poco fue terminando con la zona baja de mis piernas, y lentamente fue subiendo. Parecia que mi bóxer era un obstáculo para una correcta depilación, por lo que decidió subírlo para no mancharlo y llegar lo mas arriba posible, menos mal que no me dijo que me lo quitase, creo que solo con decirlo me hubiese subido de golpe. En otras depilaciones, mujeres, siempre me pedían que me sujetase yo mismo el boxer e intentaban ir con delicadeza para no tocar las partes íntimas, pero a Lucas parecia que le daba igual tener que tocar la zona íntima de otro hombre, se apoyaba la mano contra mis huevos, me movia las piernas para asegurarse de qué no quedaban pelitos, pero todo eso lo hacía tocando mi paquete con mucha delicadeza. Me daba pequeñas pausas, creo que consciente de que sí tocaba todo el rato me iba a poner más caliente que la cera con la que me depilaba.. Creo que noto que mi polla crecía poco a poco en sus manos. EN una ocasión al dar un tirón a la banda, se le escapó un poco la mano y golpeo en mis huevos, yo me queje ligeramente, pero cuando mi mano fue a sujetarlos para comprobar que seguían en su sitio, lo que me encontré fue una mano que me impedía agarrarlos, en vez de quitarle la mano, lo que hice fue mantenerla encima de la suya, agarrándole con suavidad su mano para que la mantuviese un rato más, mientras Lucas un poco sonrrojado me pedía disculpas por el golpe, a lo que le quite importancia lanzándole una bonita sonrisa, la cual me devolvió.

Llega el turno de darme la vuelta, todo comenzó igual, por la parte inferior de las piernas y con mis dedos de los pies acariciando sus huevos. Ahora me parecía que la situación ya no era normal, y que sí quería jugar, elijio bien. Yo movía disimuladamente mis dedos y mis pies, parecía que lo que había debajo de ese pantalón había ganado algo de tamaño y daba la impresión que se encontraba al aire libre.Eso lo pude comprobar en el espejo que descubrí  y vi como intercambiaba,os miradas de complicidad. La conversación continuo de lo más normal, nunca hablamos sobre ningun tema picante, creo que no hacía falta, la situación lo dejaba todo claro.Cuando llego a la parte de mis nalgas la misma operación que cuando llego a mi paquete, se apoyaba con la mano abierta, me acariciaba suavemente los glúteos. Yo me dedicaba a ponerlos duros cuando el me agarraba y lanzaba suaves gemidos que parecían gustarle. Y con esto parecía que acababa mi pequeño sufrimiento y mi pequeño placer.

La verdad que con la situación no me acordaba que una vez terminase la depilación, debía de ponerme un poco de crema para calmar la irritación e hidratar un poc mi piel.

Ya que estaba de espaldas comenzo por la parte trasera, parecía que el juego había terminado, ya que iba bastante rápido hasta que llego a la parte de mis glúteos, la cual parecía entretenerle un poco más, yo mantenía mis ojos cerrados, aunque de vez en cuando entre abría un poco los ojos para ver la cara de placer que teniamos los dos. Con un ligero cachete me ordeno dar la vuelta. Le hice caso sin dudar, ya que estaba bastante concentrado en que no se notase el calentón que tenía, y las ganas que tenía de llegar a casa para descargar.

Pero parecía que por la parte delantera el masaje iba a ser mucho más lento y sensual. Comenzó masajeando mis pies a conciencia y lentamente subía por la espinilla, levantandome las piernas y moviéndolas a su antojo. Cuando llego a mis cuadriles el masaje se volvía más lento pero mas profundo, la verdad que se trabajo a conciencia mis dos cuadriceps. Yo pensé que todo se había acabado, pero sentí como sus manos comenzaban a masajear mi ingle, en ese momento me puse un poco tenso e inmediatamente cerré mis ojos, no se que imagine en mi cabeza para que no se me levantase la bandera. Pero mis esfuerzos no servian para nada, se me estaba empezando a poner morcillona, en ese momento el aprovecho a meter un poco más sus dedos y lentamente parecía que epesaba a acariciar mis huevos. No pude aguantar más la situación y mis gayumbos empezaron a crecer de una manera que jamás había visto. Cerre mis ojos para intentar disimular mi color rojo de cara que hacia juego con mi abultado bóxer. Pero mi sorpresa llego cuando parecía que me empezaba a agarrar mi polla, mi necesidad de abrir los ojos para comprobar que era cierto lo que estaba ocurriendo, cuando tuve el valor para hacerlo me encontré a Lucas agachado agarrándose su paquete que parecía tan abultado como el mio y a el acercando su boca a la punta de mi capullo.  Con mi mano derecha le acaricie lentamente la cabeza, era la primera vez que le tocaba llevando yo la iniciativa, y con mi mano izquierda le aparté su mano de su entrepierna y la introduje directamente en su pantalón. En efecto!! No llevaba nada debajo, y pude comprobar la herramienta que tenía, no era muy grande unos 15 o 16 cm pero un grosor que creia q no podria meter en la boca. Lentamente me incorpore en la camilla, y nos dimos un beso de lo más apasionado. Bff que beso! Cómo nos gustaba a los 2 comernos las bocas. Comencé a masajearle lentamente su culo y poco a poco introduciendo un dedo, parecía que le entraba bien, por lo que comence a meterle otro, parecía que su culo estaba pidiendo guerra. Me levanté de la camilla y el mismo apoyobsu pecho en ella, dejándome su culito para mi, le pase mi lengua un par de veces, pero rápidamente Me pidió que le metiese la polla, iba a hacerlo lentamente pero ese culo se estaba devorando mi polla. Tuvimos que parar porque sus gemidos se iban a escuchar por todo el saloN de belleza y no queríamos ser descubiertos. Se arrodilló y comenzo a tragarse mi polla con la boca, menuda mamada, no quería que terminase,ves la metía hasta el fondo y la aguantaba hasta quedar sin respiración. Yo estaba apunto de correrme, le avise, y sin apartar su boca de mi polla empezó a pajearme hata que toda mi leche entro por su garganta, menuda comida me había hecho. Su polla estaba babeando y me parecía unavpena despediciar ese rabo gordo y Moreno que  tenía entre pierna y pierna, por lo que hice lo mismo que el y empece a devorar semejante rabo, parecia que se iba a correr y le pedí que acabase a la entrada de mi culo, así hizo,me lleve toda la leche pegadita a mi culo y mis gayumbos me ayudaron a guardarlo. Nos limpiamos un poco, nos dimos un par de besos más y acabe de vestirme mientras me apuntaba su numero de telefOno en un papel. El cual guarde como sí mi vida se fuese a acabar sí lo perdía. Salimos de la sala de depilación, todo parecía normal, nos despedimos con naturalidad. Me acerque a la recepcionista para pagarle, mientras veía que el por detrás me hacia señas para que le llamase.

De camino a casa guarde su numero en la agenda y le deje un whatsapp diciéndole que fue la mejor depilacion que me habían hecho. Cuando llegue a casa tuve que ir directo a hacerme una paja recordando lo ocurrido y tocando su semen aún pegajoso en mi culo.

Al rato de acabar me escribió diciendo que teniamo que repetir esa follada con más calma, esa misma noche la volvimos a repetir, pero esta vez en su casa, todo más tranquilo, sin preocuparnos de meter ruido.

A día de hoy no necesito ir a ningún centro de estética a que me depilen, tengo a mi depilador personal que aparté de hacerme su trabajo gratis acabamos follando como animales. Y aunque no necesite quitar ningún pelo tambien.

Espero les gustase mi relato, ya que es el primero que escribo, soy muy seguidor de esta página y siempresidente he tenido ganas de escribir. Mi relato es real, e iré subiendo de vez en cuando algún relato que me haya ocurrido, que tengo varios que me apetece compartir. Gracias por leer y espero comentarios!