Dentro del laberinto (2: enigma de los guardianes)

Nos barra el paso una especie de escultura de dos guardianes con lanza en ristre.

Justo después de entrar en lo que supone el verdadero laberinto, después de descubrir la puerta que por la perspectiva quedaba oculta, la cosa se complica. El aspecto que presenta este ahora, es lo más similar a un laberinto de cuaderno de pasatiempos, irresoluble. Se presenta ante mi y Hagel una interminable serie de estrechos pasadizos, que giran a izquierda o derecha o a ambos lados a la vez, o llegan a pequeños espacios del cual salen media dozena de pasillos hacia quien sabe donde.

Se me ocurre una idea y tomo una piedrecita que yace olvidada en el suelo. Con ella voy haciendo marcas en las paredes según el camino que tomemos, para acordarme de por donde he pasado y hacia donde me he dirigido. Con renovada esperanza seguimos intentando solucionar el laberinto. En una de estas nos topamos con un sin salida, doy marcha atrás y al intentar encontrar la marca que he hecho en la pared del último giro, el alma me cae al suelo. Porque está rayada la pared con una flecha, pero esta flecha indica hacia arriba, como si anteriormente viniese del cielo.

-Sarah: ¡oh maldita sea! alguien está cambiando mis marcas.

-Hagel: el laberinto está lleno de trucos irresolubles, las cosas cambian continuamente y no sirve de nada hacer un plano.

-Sarah: entonces nos podríamos pasar aquí la eternidad, si las paredes van cambiando continuamente quizá nunca encontrásemos el centro, donde está atrapado mi hermanito.

-Hagel: no debemos abandonar tan pronto, piensa que ya hemos resuelto uno de los enigmas, el del interminable pasillo, si hemos podido con uno podremos con el resto.

-Sarah: gracias por tus esperanzas, vamos a intentarlo.

Seguimos pululando por él y al rato nos damos con otro sin salida. Damos la vuelta y esta vez es peor, porque no nos encontramos con una imposible elección de 20 salidas, sino con otro sin salida ¡pero justo desde donde veníamos!

-Sarah: esto es imposible, si veníamos de aquí como puede haber ahora una pared.

-Hagel: ya te lo he dicho, que las paredes del laberinto son mágicas y hacen lo que quieren cuando quieren.

El extremo ahora tapiado tiene ahora una particular característica. Hay una especie de escultura que parecen como dos guardianes con lanza en ristre, pero tienen dos cabezas, una en su sitio normal y otra que sale de donde tendrían que salir las piernas.

-Sarah: ¿y esto, qué significa?

De pronto una de las que creía esculturas abre la boca y pronuncia unas palabras.

-Guardián-derecho: si quieres pasar tienes que resolver nuestro enigma.

-Sarah: esto.... ¡puedes hablar!

-Guardián-izquierdo: pues claro que puede hablar, como yo, qué te creías, ¿que éramos estatuas?

-Sarah: pues.... pues sí, creía que erais o cuadros o estatuas o cualquier adorno, pero no que erais seres vivos.

-Guardián-derecho: mujer, tanto como vivos.

-Guardián-izquierdo: podemos hablar pero eso no significa que estemos vivos.

-Guardián-derecho: podemos hacer muchas cosas que hacen los seres vivos, pero por favor, no nos compares.

-Guardián-izquierdo: eso, no nos compares que estamos estamos peleados con las cosas que pueden caminar.

-Guardián-derecho: así es, los seres vivos pueden pasear por todo el laberinto, pero nosotros estamos condenados a estar pegados en esta pared, y no podemos hacer más que vedar el paso a quien se topa con nuestro sitio.

-Sarah: ¿vedar el paso? pero para eso no hacen falta guardianes, para vedar el paso es suficiente una simple pared.

-Guardián-izquierdo: sí bueno, vedar el paso a quien queremos, y permitirlo también a quien nos parezca.

-Sarah: mm bien, ¿y qué hay que hacer para que nos permitáis el paso?

-Guardián-derecho: pues no es fácil, tienes que resolver nuestro enigma.

-Sarah: ya he resuelto un enigma, el del pasillo que circunda el laberinto, ¿cual es el vuestro?

-Guardián-izquierdo: uno de nosotros es estéril, y el otro puede dejar embarazada una mujer. Tienes que descubrir cualo de nosotros es estéril y cualo fértil.

-Sarah: ¡ahú! la que faltaba, ¿y como puedo yo descubrir eso?

-Guardián-derecho: pues solo hay un sistema, tienes que mamarnos la polla a ambos y mediante tu sabor de lengua verificar cual semen es bueno y cual inválido.

-Sarah: ¡diosssss! otro enigma cochino, ya me ha hecho una cochinada el gusano del interminable pasillo y ahora estos dos quieren que les mame la polla.

-Hagel: sí, es verdad, los enigmas del laberinto suelen tener todos este color. Pero piensa que es para salvar a tu hermano Tommy, le va la libertad o el ser convertido en un goblin y vivir aquí para siempre.

-Sarah: basta, no hace falta que me lo recuerdes, haré lo que sea por salvarlo pues él está atrapado aquí por mi culpa. Y bien ¿por quien comienzo guardianes?

-Guardián-derecho: ¡por mi, por mi!

-Guardián-izquierdo: ¡no, por mi!

-Guardián-derecho: yo lo he dicho primero, por lo tanto a mi me corresponde el derecho de la primera mamada.

-Guardián-izquierdo: bueno va, te correrás al primer lenguetazo.

-Guardián-derecho: ¡tú te vas a correr con solo ver como me la come!

-Guardián-izquierdo: ¡y una mierda con patas!

-Sarah: bueno va, no os peleéis, que por desgracia os la tengo que chupar a los dos. A ver Guardián-derecho, donde está tu poronga, porque tienes cabeza arriba y abajo.

-Guardián-derecho: uy sí, perdona que me la saco.

La cabeza que tiene debajo se mete hacia dentro y en su sitio sale un gordo pollón.

-Sarah: mmm sorpresa, vamos a ver qué tal sabe.

Me arrodillo ante la verga y sin mucha dilación me la meto en la boca. Me cuesta metérmela toda dentro pero hago un pequeño esfuerzo y "desconecto" el sensor de mi garganta que me incita a vomitar al metérseme todo ese palmo y medio de polla.

-Sarah: glob... glob... glob... glob...

-Guardián-derecho: mmmm así putilla, no dejes ni una miga.

De pronto de un lado del que se supone cuerpo de la escultura, se abre como una pequeña compuerta eléctrica y del agujero sale una recia mano goblin. Esta mano se posa en mi cabeza y apura un poco más las comidas que le estoy haciendo, insertándome la verga hasta sacarme lágrimas de arcada. Pero no me detengo y sigo comíendosela otro rato, Guardián-izquierdo se equivocaba al decir que el derecho se vendría en seguida. En una de estas lo miro de reojo y lo veo que nos contempla ansioso, cayéndosele baba.

-Guardián-derecho: me venga hijaaaa, cómetelo todooo.

A la orden del guardián engullo toda la leche que supura de su verga. Trato de saborearla bien para ver si ya a la primera descubro quien es fértil y quien no. Pero la cosa no parece fácil, tiene esta primera corrida un sabor fuerte, a pescado, a cosa dificilmente conparable de hecho. Entonces sin duda tendré que catar la del otro guardián para comparar entre los dos sabores.

-Guardián-derecho: ¿qué te ha parecido mozalbeta, soy yo tu elegido?

-Sarah: no me atrevo a decirlo aún, o bien, ¿de cuantos intentos dispongo?

-Guardián-izquierdo: solo uno, si fallas te verás condenada a vagar por el laberinto eternamente, y no encontrarás la salida nunca.

-Sarah: ¡joder! me lo ponéis chungo.

-Guardián-izquierdo: normas de empresa, venga va que me toca.

-Sarah: pues venga, esconde la cabeza inferior y saca el rabo.

-Guardián-izquierdo: conmigo será diferente, a mi me vas a comer la polla pero desde arriba.

-Sarah: ¿cómo?

Respondiendo mi duda la cabeza de arriba del Guardián-izquierdo se esconde y en su lugar sale otra gruesa verga.

-Sarah: mmm, almenos no me tendré que agachar.

Me acerco a la verga e igual que antes y sin mucha dilación la engullo de un bocado. La voy comiendo un ratito cuando de pronto oigo el ruido que ya se me ha hecho familiar de compuerta eléctrica que se abre. Noto que han salido un par de manos de ambos lados del Guardián-izquierdo y que al tiempo de sobarme el trasero me levantan la falda. Dejan caer mis braguitas al suelo y me toman de ambas nalgas para acercar mi sexo a ser comido por la cabeza inferior.

-Sarah: mmmmmmm.

Un débil gemido se me escapa al metérseme la lengua de la cabeza inferior dentro.

-Sarah: mmm, mm, oooh, esto se llama 69 ¿verdad?

-Guardián-izquierdo: no importa como se llame, no dejes de mamar que se me desinfla.

A sus ordenes me entrego al 69 en el que me lo paso de maravilla, lo que primero era una obligación para cumplir mi cometido de rescate, se acaba convirtiendo en un pequeño paréntesis en el aburrido laberinto. Las manos que primero me han subido la falda y desbragado ahora me sustentan por las nalgas con mis piernas abrazadas a la escultura.

-Sarah: oooh, oooh, no pares de sacar la lengua, mmmm.

-Guardián-izquierdo: pues espérate a lo que viene.

Vuelvo a oir el ruido de compuertas eléctricas justo al notar que me saca la lengua de dentro. Decepcionada mi panocha miro hacia abajo y mi decepción mejora, porque en el lugar de la cabeza inferior ha salido otra verga. Mis piernas seguían abrazadas al tronco del guardián y ahora junto a las manos que sustentan mis nalgas aseguro este sustento preparada a la penetración.

-Sarah: venga va, a ver si eres fértil o estéril.

Obedeciendo a mi coqueteo la verga se introduce en mi a la vez que sale del tronco de la escultura, como un pistón de motor del cilindro. Este miembro viril inicia su mete-saca que era lo que más llamaba mi sexo después de comer dos pollas y ser comida también otro tanto rato.

-Sarah: ooooh, oooooh, ooooh, oooooh.

El miembro entra y sale de mi como del tronco de la escultura. Tanto mis piernas como brazos que están abrazados a este, como sustentada por ambas manos en mis nalgas que contribuyen a la penetración, apretando fuerte cuando el pene me entra. Y en esto que me acuerdo; "¡ey!, yo me estaba comiendo una polla". Me fijo de nuevo ante mi cara y reencuentro la verga superior que se está empezando a desinchar. La tomo con la mano para descapullarla y volverla a tragar pues el principal objetivo es saborear si es fértil o no.

Y así disfruto otro dulce paréntesis en el aburrido laberinto. Mientras le como la polla superior, la verga inferior se me mete dentro y me hace gemir aún con la boca llena. De pronto mis paredes vaginales notan que la polla inferior se está corriendo dentro. No me detengo en mi mamada pues será mi lengua la que determine la virilidad del guardián. Mis piernas, peró, vuelven al suelo al igual que las manos laterales se vuelven a esconder dentro la pared. Me lleva aún otro rato mamar la verga, me ayudo masturbándola con mis manos, pero esta no se corre tan facilmente. Acabo pensando que o me decido, o nada.

Bajo una de mis manos a la que ahora hay cabeza inferior y le meto los dedos en la boca. Trato de simular la mamada superior con el meterle los dedos en la boca inferior, como si fuera otra verga. Y ello tiene resultado porque en pocos instantes oigo que la cabeza inferior gime desesperada revelándome que se está corriendo.

-Guardián-izquierdo: ¡ooooh, ooooh, come putaaaa!

Ante el grave insulto le saco los dedos de la boca y le doy un pequeño bofetón.

-PLAS-

Pero no retiro el pene de mi boca y trago con atención el semen que me ofrece ahora este. Este tiene un sabor como... más fuerte, igual de malo pero más intenso, que se pega a mi lengua y paredes bucales. Me retiro del guardián, me arreglo la falda y a la que se han pasado los humos me dispongo a declarar mi respuesta al enigma.

-Sarah: tú Guardián-izquierdo eres el fértil y tú Guardián-derecho el estéril.

-Guardián-izquierdo: mmm, aciertas en solo una de tus respuestas. Pero está bien, como has acertado una te dejamos pasar.

-Sarah: euh ¿sólo una?

Aún estoy embobando la boca con la duda cuando tanto los dos guardianes como la pared que los sustenta desaparecen, para darnos paso de nuevo a Hagel y a mi al interminable laberinto.