Dentro del Laberinto - 12: Orbis el sabio

El cofre del tesoro es mucho mejor de lo que esperaba.

Capítulo XIII: Orbis el sabio

En cuanto abrió el cofre quedó en shock: Se convulsionó y cayó al suelo, gritó y gimió. “¿Qué es esto? Qué me pasaaaaaaghh”, pensó a duras penas.

-¡¡¡AAAAAAAAAAAHHH!!!

Uno tras otro la sucesión de tremendos orgasmos la sacudió sin descanso, mucho tiempo después de haberse desmayado.

Al mismo tiempo yo me desplomé sobre el baúl abierto y me corrí una y otra vez, empapando mis pantalones, consumiendo hasta la última gota, y sé que seguí y seguí después de perder en conocimiento.

-¡¡¡JOOODEEEEEEEER!!!


Los dos despertamos sobre la nieve y el hielo, miramos el cielo y el techo, las estrellas y los reflejos, y nos sentimos en paz con el mundo.

-Los anillos de compromiso. -Adiviné, hablando conmigo mismo totalmente relajado bajo las estrellas. -Me han conectado a Mary, y a ella con la bruja.

Pensé que había retardo por conectar a Mary con dos personas diferentes. Tal vez también porque se había desmayado. ¿Significaba eso que ya se había despertado la mujer del bosque? Tenía sentido que los anillos se sincronizaran entonces.

-¿Se siente así de relajada y en paz? ¿O es Mary? ¿O es una mezcla de los 3 reconfortándonos?

No sé cuánto tiempo estuve embobado. Sólo el frío me hizo reaccionar al final.

-Hora de ponerse en pie. -Decidí. Me incorporé y miré mi mano.

-¿Nivel 32? ¿Mary acaba de subir 4 niveles de golpe y se ha repartido?

Sonreí al comprender lo que había pasado.

-Así que con los 15 niveles te has salvado de morir ante un boss muy poderoso. Menos mal. Y por eso no me guardabas rencor cuando venciste, por lo que los anillos compartieron experiencia.

Lo que aún no pensé era que la experiencia se había repartido también con la bruja. Incluso un equipo de 3 contra el wyvern hubiera subido 2 niveles de golpe, porque era excesivamente poderoso. Y eso que Mary con 17 ya iba con demasiado nivel para el sexto piso original. Poner a semejante monstruo allí, capaz de arrasar a equipos de 2 miembros de nivel 12 o 4 de nivel 6 y limpiarse los dientes con sus huesos, era básicamente cerrar el laberinto.

Y es que el nigromante estaba interesado en los fuertes, aquellos que entraron en el laberinto siendo poderosos de antemano y con experiencia en batalla. Los hombres que llegaban al séptimo piso intentaba reclutarlos para su castillo, y a las mujeres las esclavizaba para follárselas en persona. De ese modo su linaje tenía talentos extraordinarios por eugenesia.

Roxan y Valystar eran casos especiales por sus habilidades y les daba trato preferente sin ponerles la mano encima. Susan estaba con ellas únicamente por ser de nivel 1. Habría muerto demasiado fácilmente.

Como supe más tarde, no echaba a todos sus hijos e hijas, sino que se quedaba a los más talentosos. Gracias al desfase temporal con la torre donde vivía, ya tenía varias generaciones adultas de descendientes entrenados, a veces cruzados con nuevos aventureros del séptimo piso. Los altos orcos eran sólo carne de cañón para esa familia, meros soldados rasos. Ese ejército privado de su propia sangre era el encargado de bloquear el paso en el piso anterior al castillo, pero si un equipo de intrusos llegara hasta él, sólo entonces el nigromante en persona mostraría su poder. De ese modo los invasores no tendrían información precisa sobre su forma de luchar.

Pero todo eso lo averiguaría más tarde. En aquél momento me agaché y examiné el contenido del baúl: Uno de los objetos era una esfera de cobre anaranjado y filigranas de oro, dispuestas casi imitando las cestas de mimbre, entrelazándose y con pequeños rubíes en su ecuador, esmeraldas en sus polos y 4 diamantes en su hemisferio norte, que resplandecían como si tuvieran luz propia. Tomé sus instrucciones puesto que me llamó la atención en cuanto lo vi.

-¡Sí, joder, lo que nos explicó Valystar!

Orbe de los sabios

Acompaña, guía e ilumina a su propietario, le proporciona información y consejo, y le permite comunicarse, organizarse y cartografiar.

Detalles:

-Puede comunicarse con otros orbes así como a sus usuarios entre ellos.

-Puede mostrar al usuario lo que ve otro orbe al que se conecta a través de los ojos de diamante del otro.

-Funciona, flota y brilla sin consumir maná del usuario.

-Iluminan mejor que las antorchas.

-Compatibles con cubos Adhae Mory almacenándose sin desactivarse.

-Separarse de su propietario no altera su pertenencia.

-Ser usado por otros no altera su pertenencia.

-No hay límite teórico para su alcance de exploración respecto al usuario.

-Actívalo con el conjuro “Orbis Prudens, ahora me perteneces”.

-El vínculo de propietario es intransferible y de por vida.

Debilidades:

-Es muy frágil. Una simple flecha o lanza podría destruirlo.

-Perjudican el sigilo por su luz y por posibles comentarios inoportunos.

-El bestiario requiere conocer el nombre de la criatura al preguntar.

Consejos:

-Sin un Adhae Mory donde guardarlo hay que desactivarlo para que no perjudique al sigilo.

-Protégelo siempre que puedas en un Adhae Mory. No lo limitará pero su voz se oirá mucho más débil a cambio de no interrumpir el sigilo, y quedará completamente protegido por la alta resistencia de Adhae Mory.

-Mándalo a observar desde lugares elevados para que te informe.

-La combinación con Adhae Mory aporta a este la capacidad de no consumir maná si no carga peso, y deslimita su alcance.

-Pregúntale por tu estado para conocer tu salud, maná, aguante, constantes vitales. También informará de estados alterados físicos como maldito, intoxicado, enfermo, infectado o envenenado si no es normal. También de estados alterados mentales como locura, bajo ilusiones, pánico irracional, confundido y otros.

-Pídele ayuda para resolver acertijos y para tomar decisiones.

-Puede ayudarte a orientarte como una brújula 3D de doble eje.

-Con la brújula rastreadora te dirá la distancia y altura hasta el objeto.

-Función de cartografía. Úsala para mapear laberintos al recorrerlos.

-Función detector de movimiento. Úsalo para dormir con seguridad.

-Función bestiario para pedir consejos sobre monstruos de la mazmorra.

-Funciones de reloj, cuenta atrás, cronómetro y alarma-despertador.

-Funciones de recordatorios, agenda y videodiario.

-Esto es buenísimo. Y lo de brújula con giroscopio para eje vertical sí que no me lo esperaba. ¿Pero desde cuándo me da consejos como a Mary? ¿Y por qué no es un ítem sexual si me lo gané antes de...? Oh.

Pues claro. No me lo había ganado, había sido desechado. Lo que significaba que el contenido se adaptaba al usuario cuando lo abriera. Aquella recompensa lujosa era fruto de la suma de mi buen karma, el yelmo de la buena suerte con mejora de calidad de objetos obtenidos, mi tatuaje de buena suerte y mi nivel 30. Y además se trataba de algo verdaderamente útil planeado por los que construyeran aquél lugar, en lugar de una pérdida de tiempo sexual.

-Entonces el otro objeto...

Pergamino de invocación.

Escribe el nombre de un objeto o ser vivo que conozcas mientras piensas en su aspecto o rostro.

Funciona incluso entre planos y fuera de La Mazmorra.

Actívalo con una muestra de tu sangre en la marca [ ]

Debilidades:

Uso único.

No funciona con grupos de objetos o seres vivos que compartan nombre.

No funcionará si nunca has estado en contacto con aquello.

Consejo:

Úsalo para reunirte con tu compañera.

-¡Esto resolvería nuestros problemas si pudiera usarlo con las dos! Pero me aconseja directamente que lo utilice con Mary... ¿Hasta este punto se adapta? Incluso consejos personalizados. ¿Y si es la trampa y debería usarlo con Susan y que luego Mary abriera la puerta? Pero tendría que comunicarme con ella.

Decidí esperar por el momento. El rollo estaba atado con un cordel y por prudencia no lo desaté: No quería que se disipara su magia si no le daba uso por la indecisión. Sospechaba que esa era la trampa, siempre había al menos una.

-¿Y ahora qué? ¿Mary o Susan? ¿Y si Mary al otro lado es la única manera de que pueda volver a La Tierra?

El tercer objeto era una llave, la que hubiera abierto la pared que cruzó Mary que resultó ser una puerta disimulada con ilusiones. ¿Si mi teoría sobre las recompensas era correcta qué sentido tenía que me la diera en ese mundo?

-Tiene que haber otra puerta. La que se abra desde este lado. -Concluí. -Sólo tengo que encontrarla... De noche, con frío, pero con las chicas en peligro. Aunque el orbe me daría luz y consejo... ¿Podría rastrear la brújula las puertas del laberinto?

-Ubi est puerta de la mazmorra.

La brújula no reaccionó. “Debe tener un nombre propio.”

-Ubi est El Portal de La Mazmorra.

Tampoco.

-No me digas que tengo que usarlo para rescatar a Susan... En el peor de los casos podríamos establecernos en este mundo. La magia de este sitio nos traduce y el idioma no es problema... A menos que nos alejemos, supongo. Pero Mary acabaría muriendo por buscarnos sin parar, es cuestión de tiempo.

-¿Qué debería hacer?

Mi mirada se desvió lentamente al orbe.


Mary reaccionó y se puso en pie, con cuidado. Lo que yo había sentido era lo reflejado en ella; pero ella había sentido con mucha más potencia la implosión de la bruja. Sus rodillas temblaban y le costaba ponerse en pie. Le fallaron las piernas y cayó de rodillas. Lo intentó de nuevo.

-¿Qué... cómo? Ohhh...

Se dejó caer de nuevo. Tuvo un ataque de risa tonta y todo le pareció muy divertido. Estaba colocada del chute de endorfinas, dopamina y serotonina. Por un momento todo le daba igual, sólo disfrutaba de su bienestar, e ignoraba el frío creciente inmóvil. Todavía estaba digiriendo la larguísima cadena de orgasmos explosivos solapados, y se volvía a excitar mucho al recordarlo. Se masturbó allí mismo, en el suelo escarchado, y se corrió una y otra vez perdida en sus sensaciones.

Pero ningún orgasmo se acercaba siquiera a lo que había sentido minutos antes. Intentó reproducir las mismas sensaciones pero no podía. Cuanto más lo intentaba más difícil le parecía, más tardaba en llegar al siguiente orgasmo, y era más débil. En la misma medida en que fallaba una y otra vez crecía su deseo de volver a experimentarlo.

Poco a poco estaba absorbiendo la frustración sexual de la bruja, su líbido y su ninfomanía. Al mismo tiempo emitía sus sensaciones a la bruja, que las disfrutaba y quedaba al borde del orgasmo todo el tiempo. Entonces Mary recibía esa misma sensación de quedar al borde sin lograrlo, con lo que conllevaba: Tras unos minutos más Mary compartió la frustración de no tener orgasmos, al mismo tiempo que la adicción al sexo deseándolos.

Mientras se masturbaba el eco de su propio placer rebotaba cada vez más amplificado por la lujuria de la bruja cada vez más excitada y obsesionada con correrse. Hasta que finalmente la incapacidad de tener orgasmos quedó grabada en Mary, así como las reacciones de la bruja ante esa situación. Mary lo intentó y lo intentó en vano, siempre al borde como la bruja, con la excitación duplicada con el eco de la bruja, y la frustración sexual igualmente duplicada. Y siempre se le escapaban de entre los dedos como flujos vaginales.

Además su nivel de karma había hecho media con el de la mujer igualándose en un punto intermedio de ambas, en la zona negativa, pero Mary no llevaba décadas de frustración sexual y excitación acumuladas, capaces de romper la negación de orgasmo con ese nivel de karma. Sólo el pésimo karma anterior de la bruja podía impedírselo. Fue su conexión conmigo lo que le permitió correrse al principio de su masturbación, pero yo ya me había quitado el anillo porque me estaba distrayendo nevándome encima tirado en el suelo nevado, y más lobos podrían atacarme.

Cuanto más intentaba Mary correrse sin lograrlo, con más deseo se masturbaba. Cuanto más se masturbaba, más se quedaba al borde sin correrse. Lo intentó de muchas formas, como metiendose dos dedos de cada mano a la vez y haciendo diferentes estimulaciones y masajes. Con un pulgar lubricado en su culo a la vez que se metía los 4 dedos de la otra mano mientras se frotaba el clítoris con el pulgar. Se dilató tanto que incluso acabó metiéndose el puño cerrado contorsionándose para colocar el codo en el ángulo adecuado. Intentó todo lo que se le ocurría, con todos los ritmos y variaciones. A la vez intentó concentrarse en todos los recuerdos excitantes, en todos los polvos, en todas sus fantasías realizadas y pendientes, en todos sus fetiches.

-¡¿Por qué no puedo?! -Gritó en una mezcla de frustración y gemido sexual. Se detuvo un momento para tomar aire y descansar las manos. Entonces una ola psíquica la arrolló. Si la fuerza de voluntad pudiera gritar, la bruja le emitió tal deseo que en su indefensa mente y con la guardia baja parecía la ola gigante provocada por un meteorito: “

¡¡¡NO PARES!!!”

Su mente en blanco fue a volar, aplastada y disipada. El cuerpo de Mary funcionó inconscientemente y obedeció redoblando sus esfuerzos, buscando un orgasmo imposible de alcanzar. Entonces absorbió a nivel profundo e inconsciente toda la frustración sexual que le faltaba por copiar, todo el deseo atascado de la bruja del bosque, que estaba ultracachonda cuando Mary había dejado de masturbarse de repente y le gritó mentalmente con todas sus fuerzas. Mary poco a poco absorbió también esa fuerza de voluntad arrolladora de la bruja cuando se encontraba con la negativa del placer, con la negativa del orgasmo, cuando deseaba sexo desesperadamente. Su mente consciente estaba suprimida y su cuerpo poseído por la lujuria desenfrenada: no quedaba rastro de Mary que intentara poner fin a esa situación.

Mientras la bruja no se desmayara o durmiera, Mary era incapaz de volver en sí tras haber perdido el control de su cuerpo y de su mente. Se había convertido en una extensión viviente de la obsesión de la bruja ninfómana en su momento de alta excitación al borde de los orgasmos que de nuevo no podía tener por haberse aliviado antes. Era el eco cribado y destilado del más puro deseo sexual. Y cuanto más duraba la conexión más profundo quedaba la huella de esta. Más profundo quedaba la mente de Mary reprogramada con el eco de la mente que la invadía. Un eco refinado y obsesionado hasta convertirla en una ninfómana adicta al sexo incapaz de correrse, dispuesta a cualquier cosa para lograrlo.

El eco era pura fuerza de voluntad y deseo y la consumió por completo hasta que no quedó nada mas que un avatar de carne de la bruja. No la controlaba directamente pero como todo su propósito vital era el sexo y la bruja recibiría el placer, Mary se había convertido en un juguete sexual para la hija del nigromante: Los anillos de compromiso estaban funcionando igual que la Sala de la Lujuria de Roxan y Valystar, pero además la bruja había mandado a paseo la mente de la chica de 19 años y la había sobreescrito únicamente con el fragmento de lujuria de su mente: Mary se había reducido a sólo un animal sexual que si pudiera sentir placer sexual, sin orgasmos, pulsando un botón, quedaría atrapada pulsándolo hasta morir.


-Si tu función es dar consejo... -Dije al orbe enjoyado sostenido entre mis manos. -...Hagámoslo. “Orbis Prudens, ahora me perteneces”.

Me deslumbró su fulgor blanco azulado, aparté la vista cerrando los ojos, y se escabuyó de entre mis manos. Después redujo su brillo pero seguía siendo como una farola en mitad del claro nevado. Entonces emitió sonidos y un lenguaje que desconocía.

-Lo siento pero no te entiendo. Normalmente la mazmorra mágica aquí al lado traduce las mentes de las personas, pero como no tienes mente...

-Idioma sincronizado. ¡Saludos! Me alegro de oír tu voz, nuevo propietario. El vínculo ha sido establecido. Mi nombre original es Orbis 997. ¿En qué puedo ayudarte?

Me quedé en silencio mirando la esfera de luz. También era traductora y no lo mencionaban las instrucciones. Estaba flotando por sí misma sin intervención de mi voluntad y sin consumo de maná según las instrucciones. Además aunque fuera frágil no había límite sobre cuánto podía alejarse, según había entendido, por lo que podía mandarla muy arriba a esperar a que yo terminara de luchar para que no la rompieran. “Incluso ahora no bajo la guardia”, pensé sorprendido. “Hace sólo unos días me hubiera distraído.” Mis nuevos sentidos de explorador nivel 32 detectaban otras dos criaturas entre los arbustos del borde del claro, probablemente lobos compañeros del que había hecho huir. No se atrevían conmigo por el momento. Señalé en dirección al templo.

-He salido de aquella mazmorra mágica, la que tiene un portal en ese templo.

-Entiendo. Mis registros contienen información sobre este lugar y mis sensores detectan una potente magia oscura. En un 87% de probabilidades los portales conectan con el plano de La Mazmorra 17. En un 10% podría ser La Mazmorra 1, conocida como La Mazmorra Original o La Mazmorra de las musas inspiradoras. En un 3% podrían ser otras.

Desde luego no era lo que me imaginaba, eso parecía un ordenador, no un guía mágico.

-Pero he salido a este mundo sin querer. Quiero volver a La Mazmorra.

-Comprendo. Tengo registradas otras 817 formas de suicidio alternativo por si estás interesado.

-¡NO! ¿Pero qué coño...?

-Si el método ya se ha elegido puedo aconsejar un buen seguro de vida al que defraudar para indemizar a la familia. Lord Voletus no destaca por su capacidad para detectar fraudes y por eso está endeudado.

-¡Para, bicho! Intento reunirme con mi compañera, que está sola allí dentro en riesgo de muerte. Después ambos intentaremos rescatar a una ami... -Me detuve. Había dejado de llamarla Mi Diosa. El efecto del collar terminó. Susan ya no era especial para mí, apenas la conocía. -...Estamos en misión de rescate. Queremos salvar a una amiga de mi amiga.

-Por la alteración de tus constantes vitales el término “amiga” es incorrecto.

-...Cierto, somos pareja, más o menos.

Al decir aquello me puse sentimental e impulsivamente me puse el anillo de compromiso.

-En caso de misión de rescate hay que comenzar por...

Caí al suelo ante el impacto del placer de Mary. Fue como un dique cediendo al mar, un torrente inmenso de placer, deseo, excitación y multiorgasmos me invadió. Aunque ya me había quedado sin semen antes, tuve varios orgasmos casi sincronizados con ella. Cuanto más duraba la conexión mejor nos sincronizábamos, menos retardo había y con más claridad sentía lo mismo que ella. Me estaba cegando su lujuria y comenzaba a sentir su frustración a medida que tardaba cada vez más en llegar a nuevos orgasmos, y estos eran más y más débiles. Pero ya que estos eran los que me dejaban la mente en blanco, recuperé la capacidad de pensar.

-¡Fuera! -Exclamé quitándome el anillo. Todo se detuvo de golpe. Me quedé jadeando y temblando, volviendo a la normalidad poco a poco. Entonces me dí cuenta de que el orbe había estado intentando hablar conmigo pero lo ignoraba.

-Veo que has recuperado un estado mental estable, propietario.

-Ha sido este anillo... Por alguna razón mi compañera se ha puesto a... masturbarse sobre hielo. Sin razón aparente. El anillo hace que se comparta placer sexual, entre otras cosas. He sentido sus sensaciones reflejadas.

-Inexacto. La intensidad de esas emociones superaban las de la masturbación. Si era un reflejo estaba amplificado.

Entonces me dí cuenta de que los anillos conectaban a 3 personas... una de ellas ninfómana. Se lo expliqué.

-Es posible que se enecadenen las sensaciones de los 3 reflejándose unos a otros causando reverberación y amplificación. También podría intensificar las sensaciones que la ninfómana sienta subjetivamente mayores niveles de excitación y placer sexual, como si fuera contagioso.

-Entiendo, si entonces se refleja de unos a otros...

-Además las mujeres pueden sentir con más precisión el placer de otras mujeres con ese tipo de conexiones. Tu capacidad máxima para disfrutar con ello es limitada, a menos que te conectes con otro hombre.

-¡NO!

-En cuanto a la misión de rescate...

Estuvo dándome consejos sobre cómo organizarnos y sobre la escasa información que tenía acerca del interior de aquella mazmorra, que además cambiaba según cuál de ellas fuera exactamente.

-Si tu compañera ha despejado el paso del sexto piso, en el séptimo os espera una prueba de hombres lagarto en un pantano envenenado.

-No, según lo que me dijo Valystar, guardiana del quinto piso, son las alcantarillas de un castillo y en su segunda mitad el sótano del castillo, y los desafíos son de tipo enfermedad primero y maldiciones después.

-Anotado. Información actualizada: Esta es la Mazmorra 1.

-Oh. Oye, me estoy helando aquí, una maga y unos lobos me acechan, vamos al menos a mi escondite.

Eché a correr para comprobar la velocidad a la que me seguía pero no se quedó atrás ni por un momento. “Eres rápido”, pensé orgulloso de mi nueva velocidad. Lamentablemente mi nueva velocidad también me hizo recorrer demasiado rápido la distancia hasta el muro del templo.

PLAF

-¡Cuidado!

Caí de culo aturdido. Al menos no me había hecho daño por mi nivel de vitalidad.

-Si me hubieras avisado

antes

del golpe hubiera sido mejor.

-Sólo propuse tener cuidado en adelante.

-Así que tienes sentido del humor.

Entré en calor ante los barrotes.

-Se había olvidado esto en el cofre, propietario.

Resulta que esa bola de luz también podía coger cosas. Al menos de una en una y pequeñas. El baúl tenía la llave de acceso al sexto piso, como la que usó Mary, y me la había olvidado. ¿Pero debería conservarla?

-Ya no me sirve.

-¿Ya no quiere volver a entrar?

-Quiero entrar.

-Entonces úsela en esta puerta.

-¡Oh!

La llevé hasta el pomo de los barrotes pero no tenía hueco.

-Utilice la parte plana. Está subiendo, no bajando pisos.

-¿Que le de la vuelta, dices?

Presioné la base de la llave mágica en el metal plano y se iluminó con líneas de luz. Los barrotes se levantaron.

-¡Síii!

-¿Llamo al orbe de Lord Voletus?

-Que te he dicho que no.

Crucé al otro lado y puse la llave en posición normal contra el pomo, un rectángulo metálico pegado a la pared. Los barrotes cayeron de nuevo.

-Hasta nunca, bruja. Por fin. Qué alivio.

-No está aliviado.

-Claro que no, tengo que salvar a las chicas y salir de aquí.

”¿Salir? ¿Desde cuándo quiero dejar de explorar esto?”, pensé sorprendido. “El laberinto me clasificó como explorador. Mi curiosidad debería ser mi motivación, como con los científicos.”

-Cuando has dicho bruja te has alterado con emociones contradictorias muy intensas.

-Es una... Una zorra.

-No sólo la deseas, detecto que estás preocupado por ella.

-Cállate, robot filósofo. En marcha.

Avancé usando la función de cartografía en lugar de la libreta, y la luz mostraba un holograma en 3 dimensiones con cada pasillo al que accedía. Ni siquiera tenía que ir al otro extremo. Avanzaba al trote y sin casi hobgoblins que me atacaran. En dos ocasiones usé el hacha de batalla como escudo para proteger al orbe de sus lanzas. Muy pronto tuve un mapa de aquella mitad del piso que identificaba los callejones gigantes sin salida con sólo asomarnos a ellos, y llegamos rápidamente al acertijo que cerraba una gran compuerta. Lo resolví con ayuda y tardé tanto como con uno de los mediocres del piso de Valystar. Casi deseé que se callara para hacerlo yo sólo. El portalón se abrió y allí estaba Mary, sentada en el suelo masturbándose a dos manos.

-¡Mary! ¡Tienes que entrar en calor, estás muy pálida! -Corrí hacia ella y patiné sobre el hielo intentando no perder el equilibrio. Pero cuando llegué a su lado aquellos no eran los ojos de Mary.

-¡Cuidado, propietario!

La mujer saltó sobre mí y me tiró al suelo, me bajó los pantalones y se metió mi polla fláccida. Era igual que cuando la bruja me follaba impulsivamente y por eso acabó dándome aquella droga excitante cuyo efecto había terminado: Quería que siempre estuviera listo para ella en cualquier polvo impulsivo.

-¡¿Qué haces?! ¡Para!

Me sujetó los brazos e intentó cabalgarme con torpeza, como un animal montando a otro. Su cara sobre mí era una mezcla de furia y excitación desenfrenada. No tenía las habilidades de la bruja con su coño, no lo apretaba ni hacía nada para ponérmela dura. Aquello era definitivamente desagradable y no iba a mejor.

-¡Detente!

-Propietario, póngase el anillo.

-¿¡Pero qué dices!? Eso no la detendrá...

Su función era dar consejos, así que como pude lo saqué del bolsillo del pantalón bajado y lo metí en mi dedo con una sola mano.

El impacto mental me tumbó. En mi mente vi el rostro de la bruja del bosque mirándome a los ojos, y me quité el anillo.

-¡Joder!

Me zafé de ella y me puse en pie. Mary había parado.

-...Yo... Uuuhh...

-Ha vuelto en sí, propietario.

-¡Mary! ¡El anillo! -Se lo quité de inmediato. Ella se desplomó agotada pero despierta.

-¡Te vas a morir de frío, estás empapada en un congelador gigante!

-Tengo función de radiador pero no es muy potente.

-¿En serio? ¡Pues caliéntala!

La luz se puso sobre ella mientras yo le quitaba toda la ropa mojada. La sequé frotándola con puñados compactos de nieve-hielo que empujaron la humedad disparándola como gotas sin empaparme las manos. Después la froté a alta velocidad con mis manos para calentarla y que circulara la sangre. El calor que irradiaba Orbe 997 ayudaba pero no hacía milagros.

-Su tensión sanguínea baja, sus vasos se dilatan. -Dije al Orbe cuando la vi recuperar un poco de color. -Está entrando en calor. -Más animado volví a frotarla intentando no hacerle daño. Como no hacía viento allí dentro no era tan urgente bloquear el paso de aire con el abrigo de la bruja, y en su lugar le aplicaba calor por fricción.

-Su pulso aumenta. -Dijo el orbe.

-Ahora puede aumentar sin que sea demasiada tensión. Supongo.

Entonces la envolví con el abrigo pero no le puse mis pantalones porque también estaban mojados (sospechaba que de orina cuando convulsioné, no sólo semen). La senté en mi regazo en posición fetal envuelta en pieles de lobo, con Orbis calentándonos, intentando que su cuerpo no tocara directamente el suelo.

-¿Hay algo más que podamos hacer? -Pregunté.

-Cuando tu compañera pueda hablar debería autorizarme a unirme a su Adhae Mory.

-Eso no importa ahora.

-Puedo usar mi función de calor para secar la ropa y el cubo es aislante térmico y estanco, pero puede abrir ranuras de ventilación para que el flujo de aire se lleve la humedad evaporada.

-¡Mary! -Le di una pequeña bofetada.

-Ho... Hola. -Estaba temblando.

-Que tiemble es buena señal. -Afirmó Orbis.

Me bajó el pantaón de nuevo con la mano temblorosa.

-Fóllame.

-No. Más tarde, cuando salgamos de aquí.

-¡Fóllame!

-Que no. -Me agarró la polla con firmeza.

-No te la voy a soltar hasta que me la metas. -Su voz temblaba y me daba pena.

-Una bruja se ha metido entre nuestra conexión de los anillos.

-...¿Bruja?

-Ahora somos 3 los conectados, y ella es ninfómana. Te ha contaminado. Tienes que resistirte.

-¿Aquello lo sentí gracias a ella? -Sus ojos brillaron y su expresión fue de felicidad. -¡Llévame hasta ella! ¡Quiero conocerla! ¡Quiero que me folle!

Tragué saliva. No estaba en sus cabales.

-Primero salgamos de aquí. ¿Tienes la llave del piso 7?

-Propietario, sería más seguro retroceder al piso 5, entrar en calor y recuperarse allí. O fuera de la mazmorra.

-Tienes razón. Levántate, Mary, nos vamos. Seguro que ya puedes andar.

-N-No... Un ratito más así, acurrucada contigo... -Y se metió mi polla, que ya se había puesto dura agarrada por su mano. Un eco sacudió mi mente, por una fracción de segundo vi de nuevo los ojos gigantescos de la bruja mirándome, llenándolo todo, dominándome. Me resistí y fue fácil sin el anillo puesto. Entonces me di cuenta de que era un rebote de lo que Mary sentía, y ella no se resistía. Siempre había sido sumisa.

-¡¡¡AAAAAAAHHH!!

Me folló a toda velociad mientras estaba ida, babeando y con la lengua fuera. Me la saqué y le pegué una bofetada.

-¡Espabila! ¡Una bruja malvada te intenta controlar!

-...Jijiji... ¿Y por qué no?

Ahora le ponía cachonda ser controlada por esa mujer.

-Propietario, tiene un anillo de curación. Úselo.

-¡Corpus curare! ¿Por qué no me lo dijiste antes?

-Su función no es curar la hipotermia. Ahora debería haber vuelto a la normalidad físicamente, mientras siga caliente. Tenía heridas acumuladas y restos de venenos y antídotos en su organismo.

-Entiendo, como una máquina forzada. -Utilicé el anillo de curar veneno para terminar de eliminar el veneno.

Saqué mi polla de su coño y me puse en pie, y la ayudé a levantarse.

-Anda, venga, fóllame, porfa.

-Que no. Luego.

Se lanzó al suelo de rodillas y me la sacó y chupó de repente. Por un momento no reaccioné, pero bastó. Ella se detuvo.

-¿Pero qué estoy haciendo?

Se puso en pie.

-¿Una... Una bruja has dicho? ¡Ayúdame!

-¿Qué ha pasado? En cuanto me la has chupado...

-A ella le da asco. Lo odia.

-Pero si no tienes el anillo puesto, ¿Cómo...?

-Propietario, ella necesita resistirse a la conexión, pero en lugar de eso la busca y la desea. Aunque sin el anillo puesto el enlace es débil.

-¿Qué es esa bola de luz que te habla?

-El Orbe de los sabios que nos dijo Valystar, de un cofre del tesoro. ¿Lo has oído? ¡Tienes que resistirte!

-Vámonos. -Dijo. Sácame de aquí, por favor.

-¿Has mirado el contenido del cofre?

-No. No lo sé, no recuerdo.

-Abre el cubo.

-Ábrete, Adhae Mory.

-Dale permiso a Orbe 997 para que se enlace al cubo.

-Lo que sea eso. Sí, hazlo, cubo.

-Enlace establecido.

La bola de luz voló hasta el cubo, este abrió sus puertas y se metió dentro. Se cerraron y la luz se apagó. El cubo flotón hasta nosotros y en la puerta que nos miraba apareció en el centro una imagen de un corazón rojo.

-¿Ya está?

Por respuesta abrió la puerta y supe que tenía que meter la ropa de Mary para que la secara, así que lo hice. Después se cerró. Entonces me di cuenta de que yo también me estaba congelando, mi entrepierna estaba mojada.

-Cogemos lo que haya en el baúl y nos vamos. Al piso 5, quiero hablar con Valystar.

Aunque recordaba lo que pasó con el espejo, decidí que me daba igual en aquél momento. Lo cogí todo de un puñado incluyendo la llave para el piso 7 y metí las cosas en el cubo, incluyendo el pergamino de invocación.

-Propietario, en este momento podría utilizarlo para invocar a su otra compañera y cumplir con su misión de rescate.

-No la voy a invocar en una nevera, seguro que está desnuda o en ropa interior. La usan como juguete sexual.

-¡¡AAAAAAHHMMMM!!

Las piernas de Mary se abrieron, sus pies se deslizaron sobre el hielo, y cayó al suelo gimiendo.

-MMMMMMmmm...

-¡Arriba!

La cogí del brazo y la monté en mi hombro. Me sobraba fuerza para ello.

-Orbis, guíanos. -Ordené mientras caminaba con ella a cuestas.

-No conozco la puerta al piso anterior, pero evitaremos los callejones sin salida que ya hemos cartografiado.

-Será suficiente en un laberinto.


Llegamos a las escaleras que subían y cruzaban un portal de luz azul girando, otro de esos discos que giraban con la tenue textura de una espiral. Al otro lado estábamos en un plano de existencia distinto y de repente no hacía frío. El intercambio de calor no se daba a través del portal.

-¡Por fiiiin!

La solté y me apoyé en las escaleras.

-Estoy harto del frío.

El choque de temperatura era tan brusco que parecía que nos hubiéramos metido en una habitación con el aire acondicionado calentando a tope, pero tan sólo dejó de hacer frío.

Mary me abrazó.

-Gracias. Me has vuelto a salvar.

Y se la volvió a meter.

-Que nooo. Espera a que salgamos.

-Joo, pero yo quiero ahora.

-Esa bruja es incapaz de tener orgasmos normalmente. Tu conexión con ella, o tu nuevo karma, podrían hacerte lo mismo. ¿Verdad que antes te resultaba cada vez más difícil pero a la vez lo deseabas cada vez más? Lo recuerdo.

-...Sí. Era... Quiero. ¡Quiero más!

Se me tiró encima y me clavó contra los escalones. En 2 segundos me estaba follando de nuevo, pero mi polla volvía a estar fláccida.

-¿Pero qué te pasa hoy? ¡Si tú siempre tienes ganas!

-Ahora NO.

Me la quité de encima y seguí subiendo las escaleras.

-Propietario, debe elgir entre invocar a su compañera “Susan” aquí o ante Valystar. ¿Por qué quiere hablar con ella? El gobernador de la mazmorra la utiliza como ojos y oídos al ser una guardiana.

Me resultaba extraño oir hablar al cubo sin luz flotando a nuestro lado.

-Porque quiero que me diga dónde está la trampa del pergamino. No puedo arriesgarme, es de un sólo uso.

-Podría mentirle.

-Antes no lo hizo. Y me fío de ella.

-Es estratégicamente no recomendable. Debería intentar invocarla ahora y si no funciona continuar con el plan original de rescate.

-En realidad nunca tuvimos ninguno. Sólo subir de nivel y buscarla.

-Es una estrategia muy ineficiente.

-Pero ahora te tenemos a tí. Y acceso a otro mundo donde está una de las hijas del nigromante.

-¿Qué has dicho? -Mary nos interrumpió

Decidí contarle entonces todo lo que me había pasado desde que nos separamos, allí mismo en las escaleras entre los pisos 5 y 6.

-Registro anotado en el videodiario.

-¿Qué has dicho, Orbis? ¡Yo no te he dicho nada de usar el diario!

-Mis protocolos de seguridad incluyen anotar información importante. Podría ser clave en el futuro.

Mary me tiró de la manga.

-¿Por qué no te quedaste con ella?

No supe qué decir.

-Ella estaba sola. Tantos años sola. Sólo quería... Un amigo.

-Ella quería un esclavo.

Aparecieron lágrimas en sus ojos.

-Pero ya te echa de menos.

-No digas tonterías, es una psicópata.

-Debiste quedarte con ella aunque no fuera a su manera. Al menos un tiempo.

-Entonces tú ya estarías muerta. Para siempre.

Soltó mi manga pero no contestó. Sólo miró al suelo, triste.

Regresé al quinto piso, justo frente a la entrada de Valystar, pero no estaba en el trono. Toda la habitación estaba visible, cada trampa bien iluminada por las antorchas, los zigzags seguros marcados en el suelo. No había nuevo cofre, la trampilla estaba cerrada y era una habitación desierta.

-¿Qué puede haber pasado? Pregunté al cubo.

-La hechicera ilusionista debe estar ocupada o dormida.

-¿A caso no detecta o le avisan cuando alguien viene de un piso inferior?

-Probablemente no lo consideren importante.

Miré a Mary, que ya se estaba consolando masajeando mi polla para ponérmela dura.

-Tienes las manos heladas, así no va a funcionar. Espera a que nos peguemos una buena ducha caliente.

Me resigné y le dije a Orbis que abriera el cubo. Cogí el pergamino de invocación.

-A ver si tengo suerte...

Quité el cordón, lo desenrollé y utilicé el minibolígrafo que utilizaba con la libreta de bolsillo para escribir el nombre completo de Susan concentrado en su cara y aspecto.

-La suerte está echada. -Dije. Con el hacha me corté el dedo y manché de sangre la marca [ ] para activarlo. Las extrañas letras ilegibles pintadas en minúscula y con pincel brillaron, una columna de luz se elevó como esperaba, y Susan apareció, tumbada en el suelo del pasillo completamente desnuda.

-¡¡AAAY!! ¿Pero qué ha pasado?

-Venimos a rescatarte, golfilla. -Le dije sonriendo.

-¡No! ¿En serio? ¡Qué fuerte! ¿Me he teletransportado? ¡Qué guay!

Me reí y la ayudé a ponerse de pie.

-¡Hola, Mary! ¿Ahora tú te has convertido en una aventurera? Roxan me lo ha contado todo. Y Valystar. ¡Cuánto tiempo!

Y se lanzó a abrazar a su amiga inmóvil. “¿Por qué no reacciona?”

-Me han dicho que el tiempo pasaba donde estábamos mucho más rápido. Perdí la cuenta, tal vez he pasado 3 o 6 meses allí. O un año. No estoy segura ni siquiera de mi edad, podría tener 22 años. En el castillo no hay día ni noche, todo está cubierto por nubes negras y la luz verde oscura de la torre negra. Nos traen comida cada varias horas pero no con el mismo intervalo. No tengo ni idea del paso del tiempo.

-Parece muy aburrido. -Intenté animar.

-Sí... Lo único que podíamos hacer era comer, ducharnos, ir al baño y hacer cosas sexuales.

Mary por fin reaccionó entre sus brazos. Como si despertara, la miró a los ojos.

-¿Estás diciendo que te has pasado meses sin nada más que hacer que follar durante todo el día?

-Bueno, no exactamente, pero casi que sí. Un poco fuerte. Bueno no, súper fuerte.

Mary se mordió el labio inferior excitada y después besó a Susan. Esta se apartó.

-Hey hey hey, para el carro, tú estás con Vicky. ¿O no? -Dijo mirándome la rubia desnuda. “Vaya par de tetazas”, pensé. Y luego: “Céntrate.”

-Estoy con los 4. -Y la besó de nuevo, más apasionadamente. Vi cómo rápidamente la tensión de Susan desaparecía, y poco después se dejó llevar y le siguió en el beso. Tuve que separarlas.

-Vamos chicas, que no es el momento. Primero volvamos a mi casa. Allí haremos todo lo que queráis.

Mary giró la cabeza casi como para partirse el cuello. Juraría que oí un chasquido cuando me miró fijamente.

-¡¿Me lo prometes?!

-Síiii. Pero volvamos de una vez, por favor.

Mary agarró de la mano a Susan y casi echó a correr. Tuve que saltar y sujetarla de la muñeca, deteniéndola en el acto.

-¡Cuidado, propietario!

-Lo sé, Orbis. Y demasiado tarde otra vez, por cierto.

-¿Qué pasa?

-Suelta la mano de Susan.

Lo hizo sin comprender. Susan estaba en silencio, su mano temblaba y se sujetó la muñeca con la otra mano. Sus ojos estaban llorosos. No me la esperaba tan resistente al dolor, ni se había quejado.

-Corpus curare. -La sané de imediato. Susan se acuclilló y se sentó en el suelo, jadeando.

-¿Es que te he hecho daño? -Preguntó Mary preocupada. La sujeté del hombro.

-En este momento eres de nivel 32 y ella sólo 1. Al sujetarla sin pensar con esa fuerza le has roto la muñeca. O casi. Si hubieras tirado de ella a rastras como pretendías volviendo corriendo hasta mi casa, podrías haberla matado chocando contra cosas sin pensar. Ten cuidado, céntrate, y recuerda que ahora mismo ella es frágil como el cristal para nosotros.

Asintió muy arrepentida.

-¡Lo siento, Susan!

-No pasa nada... Él me ha curado. -Sonrió un poco triste. Una sonrisa falsa. Tenía miedo de Mary, sabía que algo iba mal. “Tiene buen instinto. ¿O es por lo que ha vivido?”

-Mary, tú vas delante. Protege al grupo. Orbis, ve detrás y cubre la espalda de Susan. Avísanos si detectas movimiento acerándose a nosotros.

-Entendido.

Avanzamos en posición de escolta y me aseguré de proteger a Susan de Mary. No encontramos monstruos porque habíamos despejado todo el camino hasta allí, pero tenía que darle a Mary algo que hacer y a la vez proteger a la chica de cristal. Mary no estaba bien de la cabeza. La bruja o los anillos le habían hecho algo. “Menos mal que se lo quité a la bruja después de que se lo pusiera. Si se hubiera quedado el anillo de compromiso... quién sabe.”

Volvimos hasta el sótano de mi casa y cerramos la trampilla, pero no sentí alivio porque me di cuenta de que llevaba días sin pisar mi casa y mis padres me estarían buscando.

-¡Por fin! -Exclamó Mary. -¡Vamos, vamos al dormitorio! -Hizo el amago de tirar de Susan pero se contuvo. Pero con la otra mano me agarró.

-Espera un momento. -Me soltó frustrada otra vez. -Orbis, escanea la casa.

-Hecho. En este momento no hay más humanos, pero he detectado un felino.

-El gato.

-Anotado el alias de El Gato.

-...

Pensé en decirle a Orbis que se colocara entre las estanterías como si fuera un cacharro más, pero si mis padres no estaban en casa no había necesidad. “¿Pero qué hora es?” Había perdido mi reloj. Ni siquiera sabía si era de día o de noche en aquellas coordenadas de mi mundo. “Desde cuándo pienso en términos de coordenadas?” Después me percaté del enorme hacha doble que no pintaba nada en mi casa pero me había acostumbrado a no ir desarmado. Me sentiría más seguro sin alejarme de ella, de modo que en lugar de dejar el hacha al otro lado de la trampilla la metí en el cubo Adhae Mory. Por lo que dijo Orbis cabría debido a la magia de “compresión espacial menor”.

-Es más grande por dentro. -Le contesté.

-Tengo un mal presentimiento. -Dijo Susan, que llevaba un rato callada. Pero sólo era nivel 1, así que no era ningún tipo de habilidad. Nunca obtuvo ni un sólo cofre del tesoro ni mató a ningún enemigo del laberinto, sólo fue controlada por el espejo y retenida.

-Has estado rodeada de enemigos por mucho tiempo, pero por fin te puedes relajar.

Subí a la planta baja.

-¿Qué es ese ruido? -Preguntó inquieta Susan.

En el salón vimos al felino: Un bípedo más grande que yo, con melena de león, armadura de cuero y un espadón al cinto. Estaba masticando algo: La punta de la cola de mi gato asomaba entre sus dientes. Nos sonrió desafiante y llevó la mano a la empuñadura de su arma. Tenía un ojo cerrado con una cicatriz vertical de guerra.

-Consejo táctico: Huid de El Gato.

-

Gracias

, Orbis.