Dentro de si
A veces el placer de unos dedos expertos, es todo lo que necesitamos...
Cuando sintió la mano experta sobre su vulva, se recostó en la cama, cerró los ojos y se dejó llevar por un placer que nació como una promesa en lo mas profundo de su mente, y que tras recorrer su espina dorsal, haciéndola arquear la espalda con su electrizante carga, desembocó en la vagina, palpitante y húmeda receptora de una avalancha imparable de caricias que la hicieron derramarse en los expertos dedos que la horadaban.
Entre intensos gemidos, se levantó, fue al baño y sonriéndose al espejo, se lavó las manos.