Demian & Dominic (4º)

Dominic desnuda su pasado ante Demian, pero este lo apoya, dándole su amor... dándole todo lo que él mismo ha deseado. Porque Juntos son Invencibles.

Mi rostro se contrajo enseguida. Isabella Prada no podía entrar de nuevo en mi vida, desbaratarlo todo. ¿Por qué no podía ser feliz y ya? Cerré los ojos un segundo. ¿Le debía contar a Demian aquella historia?

−Es… −mi voz tembló –se llama Isabella Prada –mire a otro lado.

− ¿Y? –Demian pasaba de una mano a otra la foto.

−Fue… estu… No quiero hablar de eso.

Y allí estaba eso que odiaba: recordar.

De un momento a otro Demian había desaparecido, mi habitación, el yo mayor se había esfumado. Era de nuevo un chaval enamorado. Y ella estaba allí, Isabella. Su sonrisa irradiaba un calor, un fuego que alcanzaba mi corazón. Sus manos se acercaron a mi rostro y yo la besaba.

Casi podía sentir sus labios sobre mi boca de nuevo; mi lengua moviéndose con ansias en su cavidad. Su calor, su delicadeza. Abrace su cintura, sintiendo la dureza de sus pechos, mientras mis manos acariciaban su espalda. Quería ser delicado, ser lento, hacerle el amor. Pero enseguida, como la peor pesadilla todo se tornó oscuro, literalmente fue así.

Escuche las risas de un par de personas escondidas en algún lugar de la habitación, el flash de una cámara. Isabella me miró, la conocía muy bien como para saber que reprimía la risa. ¡Maldita golfa! Me levante de un golpe y la mire a los ojos.

Todo se confundía. Era algo similar a ver por un caleidoscopio.

Voces, imágenes, emociones… todo daba vueltas:

¿Sabes que tienes una hermosa sonrisa? –le había dicho yo alguna vez a ella.

¡Prometiste nunca dejarme! –había dicho ella alguna vez.

El Dominic que conociste ya no existe, lo has matado…

La ira era casi palpable. Temblaba, mientras el rostro de Isabella flotaba enfrente de mí, como un maldito fantasma. Había estado loco de amor, pero ahora solo había odio en mi hacía ella. Pero ¿No me iba a dejar en paz? Ella jugó conmigo. Me había jodido la vida. Pero también aprendí a jugar.

−Dominic…

Decía una voz. Mientras las lágrimas escocían mis ojos, con furia, mientras yo gruñía como un animal.

−Dominic… ¡Para!

Abrí los ojos de golpe. Demian me sostenía por los hombros, mientras sus ojos me veían contrariados. Trague saliva y mire sus ojos. Negros como boca de lobo, preocupados, llenos de curiosidad y tristeza.

−Ella me jodió la vida… dijo que me amaba… pero solo jugó conmigo –brame, entre gemidos y malditos lloriqueos.

−Dominic…

Lo que me faltaba. De nuevo quería a una persona y la espantaba mi pasado. Quizá Demian saldría corriendo de allí, diciendo que el cerebro no me furula y que estoy tan loco como una cabra. Todo por su culpa.

−Perdón… yo… perdón –mordí mi labio.

Y los brazos de Demian me rodearon. Su abrazo fue cálido, fuerte. Su cuerpo contra el mío, su piel rozando la mía. Enseguida todo en mi se tranquilizo. Quede en blanco, aferrándome a él como un poseso.

−Oh… no te merecía… mi vida, deja eso –susurró a mi oído. Y sus labios rozaron mi cuello. Me había dicho: mi vida .

Me separe, muy a mi pesar. Pero él tomó mi cabeza entre sus grandes manos, colocando mi frente sobre la suya. Nos miramos a los ojos.

−Te diré algo, Dominic –dijo, mientras acariciaba mis labios –el destino juega así… el destino nunca deja las cosas fácil. El destino y la vida son así, no son justos… jamás lo serán. Pero míralo de esta forma, sonará arrogante de mi parte, pero ¿qué más da?

−Ya, dilo –reí, buscando un roce de nuestros labios. Lo obtuve, no fue un roce, enseguida, su boca se movió sobre la mía con vehemencia y mi lengua penetro aquella boca.

−Bueno, eso no resulto porque el destino te quería hacer esperar… es un maldito –tragando saliva me miró. Sus pupilas dilatadas y sus labios crispados-a mi me hizo igual, pero ya veo el porqué –río, y su rostro volvió a brillar de sensualidad y malicia, tranquilidad y apoyo−quería que nos conociéramos tarde o temprano… nos quería juntos, claro, antes queriéndonos hacer sufrir.

Lo mire, no pude evitar suspirar y hacer un leve sonido que expresaba mi amor. Todo en mi se removía intranquilo, mientras mis manos lo empujaron levemente, acostándolo en la cama. Me puse sobre él, poco a poco, mientras mis manos le tocaban.

−El destino me ha hecho sufrir para encontrar luego la razón de mi felicidad –sisee –interesante –mis labios besaron los suyos.

−El destino puso en mi camino a un tío, como diciendo: es hombre, aunque se amen no se tendrán… pues que le den. Igual te haré mío mil veces más, igual eres mío, Dominic –me miro a los ojos y con un ágil y rápido movimiento me dejo bajo su peso−te prometo…

−No prometas, las promesas las hacen quienes están lejos, quienes se irán y dudan de algún día regresar –lo mire, agarre su cabello y pegue mi boca  a la suya, sintiendo como su lengua se deslizaba.

No nos separamos. Mis manos se aferraban a sus costados, mientras iba abriendo sus piernas. Pude sentir la dureza de su miembro bajo el slip. Jadeaba, jalaba sus cabellos, mi lengua se enredaba con la suya, lamiéndose, y casi sentía sus labios chupar la mía.

Me entregue. Deje llevarme como ayer. Pero ahora solos, al calor de la habitación, al calor propio de dos amantes. Sin más, baje una de mis manos hacia su miembro, metiéndolas entre los calzoncillos, enseguida pude sentir la verga dura, caliente, húmeda de mi hombre. ¡Madre mía, estaba tan excitado!

Él no detuvo su boca, ni su lengua, tampoco quería que lo hiciera. Su boca sabía dulce, una mezcla de vino y menta, una mezcla de lujuria y el más puro amor. Comencé a masturbarlo, mientras Demian se movía de arriba abajo, creando más fricción entre nosotros.

−Oh… Dom –dijo, entre jadeos y contra mi boca−me voy a correr si sigues así, maldito.

Sus palabras me excitaron de sobremanera, y me aferre con más fuerza a aquel miembro, a aquel rabo único y deseable.

−Quiero hacerte mío –susurre, esperando no dañar la escena, no dañar nuestro momento.

Y su respuesta me dejo aturdido un segundo:

−Hazlo, no aguanto…

En seguida, sin siquiera pensarlo, lo quite de encima de mí. Mis manos, rápidas y ágiles, le dieron vuelta a mi Demian, mientras lo dejaba boca abajo, sobre mis sabanas. Deslice mi lengua desde su hombro derecho hasta el final de su espalda, allí donde salía un aroma fuerte, a hombre, a sudor, a lujuria. Mis manos masajeaban sus huevos, y fui quitando el slip, hasta dejar aquel culo respingón y duro frente a mi cara. Curiosa, mi lengua comenzaba a lamer desde el principio de su raja, hasta alcanzar la base de sus huevos; así fue un par de minutos, hasta que, con la ayuda de mis manos, deje expuesto aquel agujero virgen, con un bello delgado, fino y claro. Mi lengua penetro aquel agujero, mientras Demian se removía de placer, apretando sus puños en las sabanas, restregando su erección contra ellas. Mis dedos fueron de ayuda, primero uno, luego dos y luego tres, entraron enseguida a aquel ano, el de mi hombre.

−Hazlo… Dominic –decía entre gemidos, lanzando leves gritos. –Méteme la verga, maldito, por favor.

Pero yo deseaba verle a la cara, le di la vuelta, alzando sus piernas, me incline y morree mas su ano, mientras lo masturbaba de manera delicada, tranquila.

−Hazlo, por favor –repitió.

No sabía porque, pero me gustaba que rogará por mi verga, que la deseara como un loco, tanto como yo lo deseaba a él. No le hice esperar más, alce sus piernas y la punta de mi polla roso su dilatado ano. Temía a hacerle daño, pero deseaba hacerlo mío, que me sintiera. Entonces lo escuche: un grito de dolor, un grito más fuerte que el mío la noche pasada. Apreté los labios, sintiendo como mi verga se desnudaba en su interior. Su cuerpo se revolvió, sus gemidos aumentaron, sus jadeos, puedo jurar haberle escuchado llorar.

Pero lo estaba haciendo mío. Estaba haciendo mío al hombre que no quería, que amaba. Mis manos se aferraban a sus caderas, mis ojos se abrieron y captaron los suyos. Susurro un te amo, moviendo los labios, mientras una de sus manos apretaba su verga más dura y erecta que nunca.

Yo entre tanto me sentía como nunca. Follando a mi hombre, haciéndole el amor. Entre en una especie de transe, en uno donde había olvidado que estaba con un virgen. Olvide que debía ser delicado, que debía ir con cuidado. ¡Me daba igual! Demian debía saber quién era su dueño, debía saber que mi polla lo follaría, le haría el amor, desde ahora y para siempre. Éramos el uno para el otro.

Mis movimientos aumentaron, mis embestidas, firmes y fuertes. El sudor se deslizaba por mi cuerpo, cayendo sobre el suyo, Demian lo esparcía por su abdomen, y luego se mordía la yema de los dedos.

−Ah ah ah –gemía como loco, mientras se movía para crear más fricción, uniéndonos más.

Y yo también lo deseaba así. Deseaba estar más adentro suyo , darle con todo lo que pudiera y lo que no también. No quería parar, quería hacerlo mío cuantas veces se me diera la gana, no obstante, deseaba ser suyo cuantas veces el quisiera hacerlo.

De un momento a otro, apretando mis piernas, me incline, buscando su boca, lo bese, mientras no paraba. Pero ciertamente no podía aguantar más. Justo cuando mi lengua penetraba su boca, la verga de Demian lanzó su primer trallazo de leche caliente sobre mi abdomen y el suyo, fueron más de cuatro trallazos de igual fuerza, de igual cantidad de líquido.

Aquello era el cielo, mordí su labio inferior, repose mis labios sobre su hombro derecho. Sus esfínteres anales estaban absorbiendo con más locura mi polla, y, mordiendo su hombro, como nunca había mordido yo; y me corrí.

Fueron uno, dos, tres, cuatro, cinco… trallazos de espesa leche, de semen caliente, que se regaron en su interior, en sus entrañas. Lo estaba marcando como mío, lo hacía mío. Demian gemía, jadeaba y gritaba, retorciéndose de placer, aprontándose contra mí. La sangre de su hombro se deslizaba por mi boca, por la comisura de sus labios. Era mío, había probado todo, hasta su sangre. Y ya era feliz, podría morir feliz.

Lo bese, su boca sabía a lujuria, a pasión, a dulce, a sal. Su sangre se mezclo con nuestras salivas, mientras, poco a poco, me iba saliendo de su cuerpo.

Me hice a un lado, cayendo sobre uno de sus brazos. A pesar de haber follado como nunca, de haber tenido el mejor polvo de mi vida, mi verga de nuevo reaccionaba dura, de tan solo saber que Demian estaba allí y acababa de ser mío.

−Te qui… ¡Te amo! –Exclamó Demian, a gatas, se acercó a mí, me beso el cuello levemente –te quise desde el momento que te vi. Te desee desde el momento que te tuve cerca… te pensé tantas veces, pensaba en que me hacías tuyo –acariciaba mi abdomen mientras hablaba –en que éramos uno solo… ciertamente jamás he sentido esto por nadie, o si, pero no de este modo… mucho menos por un hombre.

Lo escuche atento. Mi mente se catalogaba por ser un colador, siempre he sido falto de memoria. Jamás quería olvidar ese día, esas palabras.

−La cosa es que tú has cambiado eso, eres hombre y te deseo, eres tío y te amo… me resbala lo demás… ¡Te amo! Y solo soy tuyo y tú solo mío…

−Para siempre, siempre seré tuyo, Demián… −susurré, mirando sus ojos.

−Quiero mostrarte algo… −se incorporó, tambaleándose, haciendo un leve gesto de dolor.

Lo mire, mordí mi labio inferior. Algunas cuantas líneas de mi semen descendían por sus piernas. ¡Que cachondo me estaba poniendo de nuevo! pero me contuve, le haría daño si volvía a follarlo así.

Regresó un par de minutos después, sentándose a mi lado, mientras se acomodaba para dejar su cabeza debajo de mi cuello. Cuando creí que traía algo más interesante vi su móvil.

−Ah… romántico –dije, riendo.

−Shhh –dijo, colocando un dedo sobre mis labios. Colocó los auriculares en el aparato y enseguida acercó uno a mi oído y el otro al suyo. –Sé que te gusta Muse… no más que a mí, pero bueno –sonrió con timidez y dio Play a la canción.

Y todo quedó en silencio. Todo quedó vacío menos de un segundo. Y la canción comenzó a sonar.

Follow through

Make your dreams come true

Don´t give up the fight

You will be alright

´Cause there´s no one like you in the universo

La canción sonaba despacio, en un principio. A pesar de conocer aquella banda era la primera vez que escuchaba aquella canción. Poco a poco mi mente fue traduciendo cada palabra. Haciendo que mí corazón latiera cada vez más rápido.

Don´t be afraid

What your mind conceives

You should make a stand

Stand up for what you believe

And tonight

We can truly say

Together we´re invincible

During the struggle

They will pull us down

But please, please

Let´s use this chance

To turn things around

And tonight

We can truly say

Together we´re invincible

Do it on your own

It makes no difference to me

What you leave behind

What you choose to be

And whatever they sa

Your souls unbreakable

Mi respiración era lenta, pero a la vez fuerte. Mi corazón se acelero. La canción hablaba de una lucha, de un amor… de nunca dejar de luchar aunque todo se viera perdido. Al final, como fuera, estaríamos juntos.

Trague saliva, sintiendo como la emoción me embargaba. Como mi corazón, mi alma, mi mente… se hacía uno, pensando en él, estrechándolo más contra mí. Y como si leyera mi mente, se acercó, me abrazó, sin dejar caer los auriculares, mientras su cuerpo se pegaba al mío, mientras nos abrazábamos, aquella canción, nuestra canción, sonaba para nosotros.

During the struggle

They will pull us down

But please, please

Let´s use this chance

To turn things around

And tonightWe can truly say

Together we´re invincible

Together we´re invincible

During the struggle

They will pull us dow

Please, please

Let´s use this chance

To turn things around

And tonight

We can truly say

Together we´re invincible

Y su voz dulce, melodiosa, se unió a la canción. Junto con mi corazón que parecía querer estallar. Respire hondo. Apretando los ojos, apretando mis brazos a su cintura, sintiendo el cuerpo desnudo, sudado, de mi hombre. Sus labios se acercaron mas a uno de mis oídos y levemente, susurro junto a la voz de Matt Bellamy:

− Together we´re invincible (Traducción: Juntos somos Invencibles)

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Perdonad mi tardanza, estaba liado y bueno, incluso había olvidado la contraseña de la cuenta de Todo Relatos. Espero os guste, ha salido desde mi corazón. ¿Os dije que me baso en hechos reales? bueno, hoy 7 de octubre de 2011 cumplo 2 meses con el chico mas espcial del mundo, el hombre que amo, con MI Demian, el mío. Y bueno, lo he hecho especial para él, por darme su amor y estar a mi lado siempre.

Gracias a todos por leerme y espero os guste, si tenéis criticas las espero. Y en la 5ta parte veréis mas... falta mucho camino por recorrer de estos dos tíos.

Adéu ^^