Demasiado puta para no ser infiel
Como tantas parejas, que quieren, necesitan o desean nuevas experiencias, con la negación de la mujer por hacerlo hasta que dice que si y todo cambia. Esto paso ayer mismo, mas calentito imposible.
Un jueves cualquiera, reunión a la que debo asistir y que no me apetece ni lo más mínimo, una reunión de esas que dan sopor y te quedas dormido. Conocía a casi todos os asistentes y había tres nuevos, entre ellos una mujer cercana a los 40 años. Que aunque llevaba mascarilla, se la veía “brutal” con un cuerpo “agresivo” para los corazones. Iba vestida para traerme a mal traer. No es que fuera de forma escandalosa ni nada de eso, que iba muy correcta, buenas formas, diría que casi perfectas, un voluminoso pecho que se le marcaba con el vestido que llevaba puesto, una pena que no llevara escote. Se veían una buenas piernas y era alta y los tacones de aguja que llevaba la hacían más alta aun.
Ya me daba igual la reunión, estaba más pendiente de ella que del resto y de lo que decían. El caso que estábamos cada dos por tres mirándonos y nuestras miradas decían todo. Al acabar la reunión, por unas dudas legales que me surgieron, ella se quedó a explicármelas. Como la distancia era recomendable nos quitamos la mascarilla y vaya boca, que labios. Mi rabo se revoluciono de una manera diabólica. Me puse al ataque y ella no lo rechazo, se reía y se dejaba querer. Quise invitarla a una cerveza en ese momento y se excusó porque tenía en un rato otra reunión. La invite entonces a comer, esta vez la excusa era que tenía comida con marido, suegra y cuñada, ya no quería invitarla a nada mas, porque me estaba oliendo a excusa.
Seguimos hablando y ya acabamos, en ese momento ella que se llama Nuria me dijo que a lo que si podría ir es a tomar un café después de comer. Lo único que me pidió que eligiera un sitio con terraza. Nos pasamos los móviles y que me avisaría. A las 15:00 me llego el ansiado mensaje que me decía que donde dentro de media hora y le mande una ubicación. Respuesta un okis. El sitio elegido era porque tenía unos asientos cómodos, nada de sillas incomodas y ella fue puntual, al verla me mato. Se había cambiado de ropa. Venía con mallas y con un blusón con escote redondo. Sus formas eran ahora mucho más claras. Antes de sentarse se fue a coger un cenicero y mire su culo, eso no era un culo, era todo un monumento. Se sentó y después de pedir, se encendió un cigarro.
- Te soy muy sincera, no sé qué hago aquí y menos con un chico mucho más joven que yo. No pienses que esto lo suelo hacer, que nunca lo he hecho. Desde que me case siempre que he quedado con algún hombre, ha sido habiendo más gente.
- No tiene nada malo, tomar un café o una copa con alguien. A plena luz del día y nada de estar escondidos.
- Déjate de rollos, se sincero, por que has querido que quedáramos, que has visto en mi?
- Te voy a ser sincero, aunque lo mismo te levantas y sales corriendo. Pues he visto lo que seguro que han visto los demás y lo mismo que he pensado yo, que tienes un culo soberbio para darle unos buenos azotes.
- Si que has sido sincero, jajajaja, si pero estoy casada. Que crees que diría mi marido? O que tendría que decir yo después de oírte?
- Que no hayas salido corriendo es buena señal. Tu marido si fuera inteligente y si no fuera egoísta, decidiría estar presente y verlo o que luego tú se lo contases. Lo que tendrías que decir tú, que esperas que nos caigamos bien y pasarlo los tres de puta madre.
- Jajajaja, que fácil lo ves y lo pones.
- Te parece mala idea?
- Jajajaja, mejor no te contesto.
Cambio el tema de conversación y hablamos de la reunión de la mañana, llegando los dos a la misma conclusión, eran un coñazo y no valían para nada. Ella había venido en sustitución de uno que había enfermado por el coronavirus. Así que nos conocimos por la casualidad. Miraba la hora y dijo que se tenía que ir, antes de que lo hiciera le recordé nuestra conversación, “por algo se han cruzado nuestros caminos, no tenemos que desaprovecharlo, vivamos el momento” se levantó y solo contesto, “jajajaja, jajajaja, jajajaja” y se fue moviendo el culazo asesino que tenía.
Viernes 10:10 estoy trabajando y a la vez chateando con uno que tiene una mujer, que posee un culo también extraordinario y escasos de ver. Cuando me llega un wasap de Nuria, “mi marido por trabajo me deja sola este fin de semana y esta noche estaré muy solita, quieres venir a cenar a mi casa?” me sonaba raro el wasap, mi contestación fue afirmativa y el siguiente wasap fue la dirección y acompañado de la hora, las 21:00. Todo mi cuerpo se aceleró, menudo viernes me esperaba hasta la noche. Estaba reunido y me llegaban llamadas de Nuria, no podía atenderlas y en cuanto acabe la llame.
- Pensaba que me estabas evitando, jajajaja.
- Yo???? que va. Ha cambiado algo, que me llamas?
- Jajajaja, sí y no. Todo sigue igual, lo que quiero es que me ayudes y te explico. Mi marido no está de viaje, todo viene porque él tiene el capricho de verme con alguien, que sea joven y que este bien dotado. Joven eres lo otro no lo sé. Quiere vernos y estará escondido, te lo digo por si oyes algo que sepas lo que es y no se estropee todo.
- Por qué me lo cuentas?
- Porque ya que me he decidido, quiero que salga bien. Porque el por wasap me dirá si lo que oye y ve le agrada.
- De quien ha sido la idea de la cena?
- De los dos, porque al decirle que había conocido a un chico joven y que me agradaba y le conté lo que me dijiste, el resto fue fácil, lo que tenía que suceder. Si después de esto no quieres, lo entiendo.
- Antes de que acabemos de hablar, por lo que dice tu marido de ver y oír, en esos momentos no soy precisamente delicado en nada, no sé si me entiendes.
- Jajajaja, me gusta y creo que a Gaspar (marido) le gustara también, que es muy morboso, no creo que me digas cosas más fuertes de las que el me suele decir habitualmente y te dejo que entro en una reunión.
- Un segundo, prepara bien ese culo que se va a llevar lo suyo en todas formas y modalidades.
- Jajajaja, guarro.
Mi rabo estaba a tope y no sé si aguantaría hasta la noche. Al salir del trabajo me fui a comprar un buen vino, en casa descanse un par de horas para estar despejado y fresco para la noche, había que darlo todo. Un baño relajante y a vestirse. Llegue con tiempo de sobra, por lo que me tome una cerveza en un bar cercano e hice tiempo hasta que faltaron cinco minutos. Llame y como era un video portero ni me preguntaron, se abrió la puerta directamente. Al abrirse la puerta de su casa casi me caigo de culo, tuve que hacer un gran esfuerzo para dar normalidad a lo que veía. Porque estaba vestida con un top enseñando el ombligo, que llevaba un escote en V que dejaba ver lo que eran dos tetas grandes, me dijo que pasara y cerrara la puerta, fue por delante y llevaba unas mallas blancas, que dejaban ver claramente que no llevaba bragas. Las nalgas apretadas y eran tan ajustadas que eran como si dos manos invisibles las estuvieran abriendo. Llevaba unos tacones como los de la mañana, finos y altos. No pensaba en la cena, pensaba en follarla.
Me invito a sentarme, me dio las gracias por el vino y mientras no dejaba de hablar, me paso una nota, la leí y me la guarde en el bolsillo, decía: “Gaspar aquí no puede vernos pero si oírnos, salvo que se acerque, está en la habitación que está enfrente del dormitorio principal. No entres a saco que no piense que lo hemos hablado” mientras hablábamos en mi móvil escribí, “pero con la pinta de puta que tienes como no quieres que entre a saco” me dio una leve torta en la cara riéndose, me quito el móvil y puso, “no he sido yo, el vestuario lo ha elegido el” no pensaba seguir su ritmo, marcaria el mío. Con voz no alta pero si para que el futuro cornudo pudiera oírlo, “Nuria lo siento mucho, pero verte con ese culazo me pone el rabo a reventar” Nuria abría sus ojos graciosamente, meneaba su cabeza en forma de reproche y me decía con un tono fingido, “pero que me estás diciendo? Por favor” me pregunto si quería beber algo antes de cenar y le dije que un vino. Se fue por dos copas y luego fue a coger el sacacorchos de un cajón de un mueble del salo, me dio la espalda y el culo estaba demasiado cerca y no pude resistirme ante tanta tentación.
Me acerque se lo acaricié y le di un azote, que no se si por las mallas sonó muy fuerte. Nuria en plan recatada, “no sé qué te has creído, pero por si no lo sabes, soy una mujer casada con un buen marido y solo te he invitado a cenar pensando que íbamos solamente a charlar y que sepas que jamás nadie me ha dado ni un azote porque no me gusta y no lo permito” con un tono más dominante le respondí, “ya sé que eres una mujer casada que ama a su marido por encima de todo, que eres muy fiel, pero no me puedo creer que tu marido no te haya azotado este culo de puta redomada que tienes y seguro que el me daría la razón y si tu marido es inteligente, sabe que este culo y este cuerpo que tienes no es para no compartir” y volví a darle unos azotes, se quitó y con boca chica me decía que ya estaba bien. Sonó un pitido en su móvil me miro haciéndome un gesto de que era su marido.
Su mirada se trasformo y diciéndome que era su madre que la disculpase, me dejo ver el wasap, “te conoce de un día y piensa lo mismo que yo, que eres una gran puta, aunque no quieras admitirlo, me está cayendo bien. Ojala tenga un pollón que te destroce el culo que mi polla ya no la notas que te has acostumbrado. Me dan ganas de salir y decirle que te azote hasta que se reviente la mano” ella delante de mí le contesto, “no sé cómo la tendrá, no será difícil que la tenga más grande que la tuya y me empieza a preocupar verte deseando ver cómo me follan para que te salgan los cuernos” leer eso me dio alas. La ordene que se pusiera de rodillas en el sillón, ella montaba una “resistencia” fingida y como si tuviéramos un forcejeo. Me fui a la puerta del salón y la deje bien abierta, por si su marido se atrevía a salir y mirar. Ya estaba colocada y la azotaba con las mallas puestas, ella se quejaba sin parar. Hablaba con un volumen de voz para que no se notara fingido y el marido lo oyera, parecía más una voz dominante. “Ahora vas a dejar de protestar, voy a bajar esas mallas y ver como tienes ya el culo, porque quiero dejártelo tan rojo como la lata de coca cola que ahí en la mesa” ella decía que no y le baje las mallas, tarde en reaccionar, ante un culo así había que hacer una reverencia antes de follárselo. Le quedaron por debajo de los muslos, no llevaba bragas y lo acaricie, una piel suave, unas nalgas duras, llegaron los azotes uno tras otro.
Ya se dejó de fingir y sus gemidos eran sonoros. Vi que alguien se movía junto a la puerta. No se había podido resistir, estuve a punto de llamarle, pero si él quería que el juego fuera así, pues que fuera. Para que gaspar lo viera, empecé a follar el coño de su mujer y su culo, los dedos entraban con suma facilidad y ella ya solo pedía que le diera todo y de todo. Me la hubiera podido follar en ese mismo momento, pero el marido no hubiera tenido una buena visión, había que hacerle disfrutar a él también. Le dije vamos a tu cama, vi la figura del marido salir echando chispas. “El cornudo nos ha estado viendo” ella sonreía viciosa perdida. Fui metiéndola los dedos en el coño y en la puerta que se suponía que estaba su marido, nos paramos y nos morreamos a todo meter. Debió tener una visión privilegiada, de su mujer con las mallas a medio bajar, conmigo metiéndole los dedos en su coño y morreándonos.
Dejamos la puerta abierta, me quede de espaladas a ella. Le ordene a Nuria que se desnudase y no la había descrito del todo, lo hare ahora. Melena oscura por debajo de los hombros. Tetas grandes algo caídas, pezones rosa oscuro y grandes, tanto la aureola como el pezón en sí. Piernas largas y muslos bonitos, un triángulo invertido en su pubis con el pelo muy recortado. Le estire un brazo para que se acercara, quería quitarse los tacones y no la deje. Se veía mejor con ellos. Me había desnudado de arriba, el resto se lo dije para que lo hiciera ella. Cuando le puse mis manos en sus hombros lo entendió, se agacho. Su marido no podía ver nada mas que ella estaba agachada delante mía. Eso le haría “sufrir” y me desabrocho el pantalón y antes de quitármelo del todo, no sé si por sorpresa, porque su marido la oyera o por las dos, “Gaspar no me mentía, decía que había pollas así de grandes, esto es como si te tocara el gordo y nunca mejor dicho, si lo viera se acomplejaría mas, porque esto está en la categoría de mega pollones”
Me desnudo del todo y no se levantó, se lio a comerme el rabo. Mientras me lo mamaba, con mucha suavidad me marcaba que me girara y lo hicimos de forma disimulada, ya podía ver su marido lo que se comía su mujer. De lo fuerte que lo hacía, sonaba como enraba y salía de su boca, eran sonido guturales. Nos fuimos a la cama y nos montamos un espectacular 69, no hablábamos pero se nos oía, su marido no se podía perder nada. Ya se había corrido dos veces en mi boca y estaba deliciosa. Quería follármela ya y empezamos a acariciarnos y besarnos, en esos momentos hay que descubrir la posición que la mujer prefiere y no me hizo falta nada, porque ella misma, me tumbo y se colocó a horcajadas, me puso el condón y me agarro el rabo, se lo coloco en la entrada de su coño, se fue bajando y clavándoselo, su cara era cachondo vérsela.
Ya había estado en alguna situación igual, me pone cachondo saber que el marido mira, aunque es más divertido que este participando. Nuria se movía con una suavidad castigadora, movía mas su cintura que el resto de su cuerpo. “Bebé te estoy notando como me llegas hasta donde nada me llego. Que placer me haces sentir. Nunca lo he gozado de eta manera, que barbaridad, aaauugggg” me decía con voz quebrada Nuria, “el cornudo de Gaspar tiene que estar orgulloso de tener una mujer como tú, tan rica, tan buena folladora y sobre todo tan PUTA” ella se medió reía gimiendo y al borde de otra corrida me decía que ya la conocía. Estaba a punto de correrme también y ella me suplicaba que lo hiciera en su boca, en sus pezones. Le insistí y no hizo falta mucho para que cuando se corriera se lo dedicara a Gaspar, me miraba me sonreía y cuando empezó a correrse, “Gaspar mira cómo me folla un pollón de verdad, Gaspar quiero que me folle siempre, Gaspar quiero que tú lo veas, Gaspar TE QUIERO… aaahhhhhhh” me toco salirme rápido porque me corría, me quite el condón, me puse en el lado contrario para que su marido pudiera verlo y me corrí profusamente en sus pezones y luego ella se fue a mamar lo que quedaba.
Sin explicaciones salvo un guiño con el ojo derecho, se levantó diciendo que iba a mirar una cosa, se metió en la habitación donde estaba el marido y a los pocos minutos salió con una toalla pequeña y sin rastro de corrida en los pezones y salía con cara de satisfacción y una gran sonrisa burlona. La toalla pequeña estaba sin mancha bien seca y ella se dio cuenta de que me di cuenta, nos sonreímos. Le sonó de nuevo el móvil. Estuvo un rato leyendo, esta vez no podía dejar que lo leyera porque Gaspar nos estaría viendo. “Podíamos bajar a tomar un helado, que se me ha quitado las ganas de comer, que te parece?” me sonó extraño pero seguro que tenía que ver con el wasap recibido, sería una forma de despedirme, subirse luego y follar con su marido, me pareció buena idea y nos bajamos a tomar un helado a un lugar próximo.
- Ya estamos tomando un helado, me vas a contar que ha pasado?
- Te lo resumo, Gaspar quería que saliéramos de casa y no sé qué estará pensando ahora.
- Lo mismo se ha mosqueado o se ha arrepentido.
- Que va, si cuando he ido a la habitación, se ha corrido por tercera vez besándome y comiéndose mis tetas. La tercera vez.
- Que pasa con eso de la tercera vez?
- Porque Gaspar es de un solo polvo. Que no es que sea eyaculador precoz, nada de eso, el tarda mucho en correrse, lo que se dice de polvo largo, pero cuando se corre ya está. Pero que normalmente logra que tenga como mínimo un buen orgasmo. Si tuviera la tuya sería un rey.
- Supongo que ahora nos despediremos.
- Supones bien.
Sonó el móvil de Nuria era su marido, no la di opción y como no había nadie pegue mi cabeza la suya y ella aparto un poco el móvil para facilitarme que escuchara lo que decía su marido.
- Te haces la sorprendida y cuando cuelgues le dices que mi viaje se ha anulado y estoy en casa.
- Y eso?
- Porque ahora me dices que te has encontrado con un amigo un cliente lo que sea.
- Me alegro de que al final no viajaras, estoy tomando un helado abajo, que me he encontrado con un cliente, pero ahora mismo subo.
- No, no subas que ahora bajo yo.
- Pues aquí te espero, bueno te esperamos.
- Tu sígueme la corriente.
- Por supuesto, pero dime algo mas, que me entere.
- No hay nada que decir.
- Espera ya puedes hablarme que me he apartado de él (mentira) quiero que me digas lo que tienes en mente o me subo ahora mismo.
- Si me cae bien quiero que nos lo montemos los tres.
- No sé si él quiera, que no cuentas con eso.
- De eso te encargaras tú, aunque con lo que manda seguro que no le hace ascos a una buena noche.
Acabada la conversación me sonrió, “ya puedes caerle bien, porque quiero que esto se repita alguna vez mas. Te vas a portar bien con el?” ahora el que se sonreí era yo, “llegados a este punto, debes saber que si subimos a tu casa, el que mandara en todo seré yo, te hare mi puta delante de tu marido y tú lo aceptaras, nos lo vamos a pasar muy bien los tres” . No tardo mucho Gaspar, era un tío normal, de la altura de ella, con tacones ella era más alta seguro. De cuerpo normal, al llegar le pego un buen morreo a su mujer y la agarro como diciéndome es toda mía, mi posesión. Nos presentó y nos contaba que el vuelo se había suspendido. Si esperaba que le iba a dar la razón en todo iba de culo. No coincidíamos ni en el futbol, él era del Barça y yo del Valencia. Cada vez se iban diluyendo mas las posibilidades de continuar la noche. El de la heladería nos avisó de que iba a cerrar. “Podemos tomar algo en casa, que os parece?” la cara de Nuria cambio, se puso sonriente y dijo que si, a mí también me pareció bien. Entro a pagar y le dije, “sabes que ahora viene follarte ese culazo y con la petición de tu marido y su inestimable ayuda” me miro con sorpresa, “no te pases que Gaspar no es tan facilón como pueda parecer” y le sentencie muy seguro, “Nuria tu marido estará encantado de agarrarme el rabo y colocarlo en tu culo, se le ve en la cara” se echó a reír y se llevó un dedo a la sien diciéndome que estaba loco.
Entramos en su casa, se disculparon y me dejaron solo en el salón. No tardó mucho en venir Gaspar, me dijo que ella se estaba poniendo cómoda. Se tiro un poco de tiempo interesándose por mi trabajo, de que concia a su mujer. Conversación anodina porque el ya sabía las respuestas. Aproveche para entrarle directamente.
- Como ves una casualidad, enfermo un compañero suyo, tu mujer le sustituyo y el afortunado yo.
- Afortunado por qué?
- Sin querer ofenderte ni faltarte al respeto. Porque tienes una mujer que nada más verla, levanta los más bajos instintos.
- (Sorpresa no se lo espero pero le gusto, sus ojos lo decían) de verdad que la ves tan bien? Porque será que como la veo todos los días, pues me he acostumbrado. Que es lo más llamativo para ti?
- La veo cañón. Lo más llamativo sin lugar a duda el culazo que tiene, que hace pensar cómo hacerle locuras.
- Jajajajaja, veo que sabes valorar lo bueno.
- Es que perdona, no se ve todos los días uno así.
- Jajajajajajaja, a saber qué harías tu con uno así.
- No te puedo contestar, lo tendría que ver en primer plano para saberlo.
- Jajajajaja.
Se reía pero estaba super cachondo, no lo podía disfrazar. En ese momento hubiera hecho lo que le hubiera dicho. Me caía bien, sabía lo que quería, sabía lo que le ponía a su mujer y estaba dispuesto a verla gozar a tope. Cuando Nuria vino, venia preciosa y mas puta. Esta vez venia con una mini, mini falda, ajustada a sus muslos, a su culo y una blusa con un escote casi hasta el ombligo, donde no podía moverse mucho, porque sus tetas se quedarían libres. Le miro a el primero, lo que me indico que él había elegido el modelo que llevaba y sin quitarse los tacones.
Su marido le había servido una copa. Cogió su vaso y dio un sorbo. Se iba a sentar, pero Gaspar no la dejo, “espera date una vuelta que te vea mejor nuestro invitado, que dice que estas suprema” ella se dio la vuelta lentamente y luego él le dijo , “te importa enseñarle un poco, solo un poquito el culo? Que no ha visto otro igual” todo estaba siendo muy surrealista peo morboso. “Pero que dices Gaspar? Qué vergüenza. No sería capaz de subirme la falda, es que me moriría de vergüenza” . Él se ofreció a levantar la falda y ella fingía tapándose la cara. La subió despacio, se veía su perfecto culo y una tanga blanca que se la comían sus nalgas. No me corte y le dije que por culpa de esa tela blanca no se veía bien. Se agacho del todo metió sus dos manos y le quito el tanga. Le dije con tu permiso y acaricie sus nalgas, sus ojos se desorbitaban, me quede con ganas de tocarle el coño, que se veía con alguna gotita de la excitación.
Gaspar se lanzó, mientras su mujer se sentaba con una mirada de cachonda a rabiar, para decirme lo justo seria que tú le enseñases algo a ella, le mire fijamente a él, se quedó expectante, “no tengo ninguna pega, pero si dos condiciones. Que igual que has hecho con tu mujer, seas tú el que lo hagas conmigo y una vez hecho, mi rabo saludara la raja de su coño y para no sobrepasarme, serás tú quien guie mi rabo” No tenía duda que quería, eso lo sabía porque se veía. El problema si lo había, era verse de esa manera por su mujer. Eran una pareja muy singular, porque los dos jugaban a buscar el placer del otro, eso era compenetración. Se decidió vino hacia mí y me desabrocho los pantalones, me bajo el slip y mi rabo salto impulsado, sus ojos eran de una excitación máxima. Me puse de pie, hizo a su mujer apoyarse sobre el reposabrazos de un sillón. Se deleito levantado la falda de su mujer de nuevo. Me acerque y me lo agarro, lo llevo a la raja de su mujer y paso mi rabo por toda la raja. Solo le falto gemir como lo hizo su mujer.
No deje pasar mas tiempo. Me la quería follar de nuevo y todo se acelero cuando a el se le escapo, “fóllate a esta puta de nuevo” y se cortó, me sonreí, “así que me habéis engañado y tu cornudo has estado viendo como me la follaba, pues ahora vais a hacer un 69 y veras como me follo su culo” nos fuimos a su cama, gaspar se había desnudado prácticamente por el pasillo, se tumbo desnudo en la cama mientras ella y yo nos besábamos con mucha fogosidad. Ellos empezaron a hacer el 69 mientras me desnudaba despacio y viéndolos. Una vez que estuve desnudo, me puse de rodillas a la altura de la cabeza de él y del culo de ella. No me puse condón, folle un poco su coño, para que se me lubricara bien el rabo y prácticamente mis huevos le daban en la cara de Gaspar que no se quejaba.
Después saque mi rabo y me acuclille y empecé a penetrar ese culo que desde que lo vi me traía a mal traer. Lo follaba poco a poco y ella no se lamentaba, es mas movía su culo para atrás y eso que me estaba costando, porque mi rabo estaba aprisionado, tenia un culo estrecho. Gaspar me decía, “métesela de golpe, que sienta como la rompes, vamos” y ella rápido interactuaba con su marido, “serás cabrón, que clase de cornudo eres, no te conformas con que se follen a tu mujer, también quieres que le rompan el culo, pues venga dale, que aprenda este cornudo” y ya le metí el rabo a tope, gritando y gimiendo. A mi me tocaba hacer doblete, con Gaspar le decíamos de todo a su mujer y con Nuria me unía para decirle de todo a su marido, hacían un papel perfecto y excitante para todos de puta y cornudo, seguro que era algo que usaban en sus encuentros sexuales, sus fantasías.
Entre la lengua de Gaspar y mi rabo, Nuria llevaba tres corridas seguidas y solo nos decía que la matábamos de gusto, que siguiéramos, me agarre mas fuerte a ella y grite mientras me corría, animado por ella que me decía que si, que me corriese dentro, que quería notarlo y decía también, “amor me va a llenar el culo, ya, ya, ya, lo noto que gusto mi amor, sigue, sigue, ahahahahahahhhhhh” y una vez que me corrí, saque mi rabo y vi cómo le salía parte de la corrida, fui a limpiare al baño y como deje la puesta abierta los podía oír, “Gaspar, Gaspar, nunca me lo has hecho tan bien, sigue que me vas a hacer correrme de nuevo, comételo todo, chúpalo, a que esta mas rico ahora, porque no te abre puesto los cuernos antes, que buena idea, sigue mi amor, siiiiiigue ahahahahahhhhhh” y oí como gemía el y por la manera que lo hacia se estaba corriendo.
El tiempo había pasado muy rápido ya era de madrugada, era momento de irse y los dos me dijeron que no, que me quedase, que a donde iba a ir tan tarde. Nos quedamos tumbamos el y yo, Nuria fue al baño, regreso y olía a recién duchada y a que se había limpiado los dientes. Nuria decía que estaba agotada, pero Gaspar tenia algo mas en mente y no se iba a rendir. Quería que le hiciéramos una doble penetración y nos lo dijo, mi respuesta es que estaba dispuesto y Nuria con humor nos respondió, “estoy reventada pero si es por darle el capricho a mi marido, me dejare y me sacrificare” los dos a la vez le dijimos que era muy puta. El capricho de su marido no acaba solo ahí, quería ser el quien follara su coño y que follara yo su culo, porque quería ver la cara de ella.
Para entrar en calor, cada uno nos pusimos a comerle una teta, ella acariciaba nuestras cabezas, gemía dulcemente y a dos manos acariciábamos su coño, era como si se lo hubiéramos hecho muchas veces, nos compenetramos a la perfección. A Nuria solo se le oía, “dios, dios, dios, que bueno, me tenéis cachondísima, sois unos cabrones, me matáis de placer, no esperéis mas FOLLARME” nos aparto de forma airada y se sento bruscamente sobre el rabo de su marido, se echo sobre su pecho una vez se lo habia metido todo, invitándome a follar su culo, estaba tan nerviosa que no se colocaba bien, tuve que indicarle cómo y empecé a follarme su culo y se pusieron a hablar entre los dos, no quise decirles nada les deje. * Este tío no es la primera vez que hace esto, sabe demasiado. * Calla, que me gusta la cara de puta que se te esta poniendo mientras te meten ese pollón en el culo. * Es una puta pasada, como lo voy notando. * Joder si noto hasta yo el roce, si que es una pasada. * Esto no lo voy a olvidar jamás. * Claro que no, lo volveremos a repetir puta mía. * Como os noto ahora moviéndoos, esto es una gozada, seguir, seguir, meterlas hasta dentro. Mas, mas, mas, no paréis joder, follarme que soy vuestra puta.
No solo ella estaba cachondísima él estaba también que se salía. Azotaba su culo y le pillo de sorpresa pero luego decía, “si pégame, pégame, que me gusta joder, no pares, soy tuya, soy de él, soy vuestra, vamos, vamos” y se corría a continuación, pero se acabo de correr y seguía pidiendo más, hasta que nos corrimos los tres a la vez. Me quede quieto porque cuando nos empezamos a correr ellos se pusieron a darse un morreo tremendo y no quise joderles ese momento. Terminaron con un te quiero y ya me salí de su culo. Riéndose casi a carcajadas mientras me iba a lavar de nuevo, oí como Nuria le decía a Gaspar, “si míralo lo que quieras, que cunado metas tu cosita poco lo voy a notar” y se reían los dos.
Estábamos tumbados de nuevo de la misma forma ella en medio. Había poca luz y empecé a acariciar suavemente a Nuria y movió su brazo y su mano rozo mi rabo que estaba otra vez preparado, “madre mía Gaspar este chico nunca se cansa ya esta con el arma preparada otra vez” y lo decía agarrándome el rabo. Gaspar decía que el se había quedado sin munición de momento, que hiciéramos lo que quisiéramos y ella dijo que necesitaba descansar. Nos quedamos dormidos. Peo no fue mucho, los oía murmurar. Me despeje pero sin abrir los ojo. El mas morboso de la pareja era él. Eso era muy bueno, en la pareja que es así todo va mejor.
Como no había oído lo que pasaba desde el principio, no cogía bien el hilo. Gaspar le decía, “pero empieza tú, que no se despierte, solo ponle” como estaba de lado dándoles la espalda, esperaba los acontecimientos. Un dedo se metía por detrás pasando la uña por mis huevos. Me empecé a empalmar y eso era lo que buscaban. Nuria le pidió la crema. Después algo frio empecé a sentirlo por mi rabo, Era una paja muy suave y la mano resbala perfectamente. Me muevo hasta quedarme boca arriba, se paran y apagan las luces, dejando solo la luz que entra del pasillo. Vuelven a la carga, es ella quien me esta masturbando. Ya la poca crema que echo no se nota, por lo que deja caer saliva sobre mi capullo y sigue. Ahora es el que me esta haciendo la paja ante la mirada cachonda de su mujer, que le dice muchas guarradas en su oído. “Yo seré una puta pero tu estas convirtiéndote en un putito de momento, como me pone verte así cabrón, me pones muy guarra”
Gaspar oyendo esas guarradas que le decía su mujer, apretaba con mas ganas mi rabo y me hacia la paja mucho mejor. “Venga, no seas tonto, estas que te mueres y quiero verte” ya me imaginaba lo que quería, el solo le dijo a su mujer que estuviera atenta por si abría los ojos. Pero no se decidía por si le veía, ella le tranquilizo diciendo que se colocaría tapándole. Así lo hizo, se coloco de lado sobre mi tripa casi sobre mi pecho y no podía ver a su marido. Abrí los ojos y ella me dijo con los ojos que no dijese nada. Se puso a mirar a su marido, se movió un poco mas quedando su coño a la altura de una de mis manos. Note su lengua y sus labios, era muy torpe haciendo una mamada y su mujer además de animarle le iba indicando como hacerlo.
Los dos estaban muy cachondos y Nuria chorreaba, se lo decía a su marido que nunca la había puesto tan cachonda como verlo ahora. Hice como si me fuera despertando de forma que se notara, gaspar huyo rápidamente y se tumbo boca abajo como si estuviera durmiendo. La que se quedo tal cual fue Nuria y siguiendo el juego dije, “mira que puta que eres, la que estaba agotada y ya estas enganchada a mi rabo mientras tu marido duerme” se aguantaba la risa. De “malas” maneras la hice darse la vuelta quedando apoyada sobre el culo de su marido, me coloque un condón y me puse a follarla, Gaspar estaba notando como la penetraba, como el cuerpo de ella se aplastaba sobre el de él. Le dije que follara su culo y ella ni se lo pensó, primero un dedo, luego dos y el no se aguantó mas, se dio la vuelta y estaba empalmado, su mujer siguio follándoselo mientras me la follaba.
Cambiamos posiciones y esta vez seria Gaspar quien la diera por culo. Era la leche ver la cara de Nuria siendo follada por los dos, cambiaba totalmente, estaba como ida, era la expresión pura del placer. Se corría fácilmente, los orgasmos los encadenaba, hasta que primero se corrió Gaspar y después yo, esta vez no se fue ni al baño quedo tumbada como si estuviese desvanecida y con una sonrisa llena de placer. Ahora la dejamos sola, bajamos la persiana porque ya entra la luz y nos fuimos a desayunar. Gaspar preparo cola cao con cereales, ni pregunto, solo dijo que con eso repondríamos fuerzas. Me gustaba lo abierto que era.
- Creo que mereces una explicación, si os he estado viendo. Era una fantasía que teníamos hace años y después de muchos baches la hemos llevado a cabo. Que no ha sido fácil. Tenia que haber sido más directo pero bueno.
- Lo difícil es dar el primer paso. Ya lo habéis dado.
- Jajajajajaja y a lo grande que se nos ha hecho de día. No se si lo habrás vivido ya o te lo habrán dicho, es que hay una mezcla de dolor de estómago, unido a unas ganas por ver a tu mujer con otro, que se mezcla con unos ramalazos de celos.
- Y como lo has vivido?
- Se me ha ido todo lo malo que pensaba y ha sido acojonante y por la cara de mi mujer y como se ha quedado, te digo que le ha pasado lo mismo.
- Me alegro. Que es lo que no hemos hecho que te hubiera gustado hacer y de lo que hemos hecho que te ha gustado mas?
- Alguna cosa hay que me gustaría hacer, pero ya te lo diré si se tercia. Lo que me ha gustado mas difícil elegir porque todo me ha gustado, tal vez dos cosas cuando estaba debajo de mi mujer y vi como le follabas el culo, una imagen super excitante, como ver su cara cuando le hacíamos la DP, increíble, nunca la vi esa cara de cachonda.
De las dos formas de doble penetración me confeso que le gusto mas la de ver su cara. Estábamos desnudos, fue por unas tollas las coloco sobre el sillón y nos sentamos a seguir hablando y nos quedamos dormidos. No se que hora era cuando abrí los ojos, los abrí porque note algo raro y agradable, era Nuria haciéndome una mamada. Gaspar estaba vestido con un pantalón corto y un camiseta, nos miraba sonriendo. “Venga dormilón, que no había manera de despertarte, que ya está la comida” me fui a dar una ducha rápida y estaban esperándome en la mesa. Habían hecho ensaladilla rusa que me priva. La comida era como si fuéramos de la misma edad y amigos de toda la vida. Me sentía muy cómodo. La tarde no podría seguir porque se tenían que ir por sus hijos.
Tomábamos un café cuando de la urbanización donde vivían, se oían una voces y unas risas. Nuria se levanto y fue a la terraza. Como soy muy morboso le dije a Gaspar si quería una situación “especial” cachonda. Se lo pregunte sabiendo la respuesta, me dijo que sí. Le mande que se colocara junto a su mujer a hablar con los que hablara y que no la dejara irse. Lo hizo como le dije. Me agache y me puse entre las piernas de Nuria, que me di cuenta en ese momento que solo llevaba el vestido, su coño lo tenia libre ante mis ojos. A pesar de que la postura era incomoda me afane y puse lo mejor de mi en comerme su coño. No aguantaba se meneaba con discreción y sentía como me llenaba la boca, porque cada vez estaba mas cachonda.
Llamaron por teléfono y fue Gaspar a atender la llamada, quien fuera le preguntaba que si se acordaban de que tenían que recoger a sus hijos y el decía que ya mismo salían. Nuria se despidió, entro en su salón y yo también. Cuando me puse de pie me dijo que éramos unos cabrones, pero que le habíamos puesto muy cachonda y que lo íbamos a pagar otro día. Se fueron a vestir que llegaban tarde. Ya estábamos vestidos y sin esperárnoslo sentó a su marido en el sillón, le desabrocho el pantalón, le saco su rabo, ella se quitó las bragas, levanto, que le costó, su estrecha falda y se empezó a follar su marido pidiéndome que el follara el culo rápido. . Hizo a su marido sentarse en el sillón y me dijo que se la metiera por el culo. Nunca había hecho una doble penetración a ese ritmo. Ellos se notaban que se conocían bien porque se corrieron a la vez. Se levanto , me pidió que me hiciera una paja y me corriera en su boca, saco la lengua y espero mi corrida. Le llene la boca y después de tragárselo dijo vámonos. Las bragas las llevaba en la mano y decía que se las pondría en el coche. En el ascensor hizo algo muy significativo, “vamos a dejarnos de tonterías joder, si los tres sabemos que eres un cornudo satisfecho y que te gusta” dándole un morreo en la boca a su marido que se deshizo lamiéndola. Gaspar se ruborizo un poco pero tenía cara de satisfecho.