¿Delirio de sufrimiento o de placer?
Relato inspirado en la fantasía de un amigo que describe una violación relatando escenas de sexo duro y dominación(no recomendable para personas sensibles o impresionables).Dedicado a esa persona cuya inspiración lo ha hecho posible.
Ocurrió a la vuelta de la semana de vacaciones que había tenido con unos colegas en la playa. Había sido un largo viaje de más de seis horas con cinco personas apretujadas en un coche al que casualmente se le había estropeado el aire acondicionado.
Como os podéis imaginar venia reventado todo sudando con ganas únicamente de darme una ducha y irme directamente a la cama pero nada más lejos de la realizad, la prominencia tenía preparado unos planes para mi muy diferentes.
Nada más abrir la puerta de casa note que algo no iba bien, escuche unos ruidos extraños dentro de casa. En otras circunstancias no me hubiese parecido demasiado extraño por que de vez en cuando el gato de la vecina se cuela en mi casa para hacer de las suyas y más ahora en verano que las ventas siempre suelen estar abiertas. Sin embargo me extraño porque el día que salí de casa cerré todas las ventanas y baje todas las persianas pero quien sabe a lo mejor se me paso alguna por alto y el dichoso gato aprovecho la brecha para invadir mi casa una vez más.
Sin embargo los ruidos eran demasiado fuertes y procedían del salón así que solté todo mi equipaje que cayó a plomo al suelo y me dirigí al salón.
Cruce el pasillo a oscuras y al llegar a la entrada del salón encendí la luz para pillar infraganti al pequeño invasor. Pero lo que pudieron ver mis ojos fue una imagen dantesca. Estaba todo revuelto, completamente patas arriba. Los libros de la estantería por los suelos, los cajones fuera de los armarios con todas las cosas por los suelos, las sillas y la mesa fuera de su sitio, los cuadros arrancados de las paredes, cristales rotos de los cuadros y los jarrones.
No me dio tiempo a reaccionar ni tan siquiera a pensar en nada apenas un par de segundos después de encender la luz una mano enguantada con un guante de cuero negro se cernió sobre mi boca. Al mismo tiempo un brazo me abrazo cogiéndome los brazos he inmovilizándome con la misma fuerza y destreza que las más poderosa de las serpientes constrictoras.
Intente gritar pero apenas pude lanzar un quejido que quedo completamente ahogado por la mano enguantada que tapaba la boca. Intente después zafarme pero sencillamente me fue imposible mis músculos no reaccionaban se encontraban completamente rígidos como si se hubiesen petrificado al instante. Tenía el cerebro embotado ya que aparte de el pequeño quejido y el intento de zafarme no pude pensar ni reaccionar de ninguna otra forma que no fuesen esos dos actos reflejos que intente llevar acabo involuntariamente. Sencillamente la acongoja me paralizo por completo tanto física como psíquicamente. Lo único que había sobrevivido al shock eran mis sentidos.
Podía escuchar una respiración lenta profunda y podía sentirla cálida y húmeda en mi nuca . También sentía la enorme presión que mi atacante ejercía sobre mi dificultándome incluso la respiración. El olor del cuero del guante que estaba en mi boca pegando a mi nariz. Mi corazón palpitaba a una velocidad inaudita ejerciendo una enorme presión ya de por si aprisionado pecho, Parecía que de un momento a otro fuese a estallar.
Una voz grave profunda y hosca inundo la habitación.
Como hagas una sola te juro que te mato... así que ni se te ocurra soltar un grito, vas a hacer todo lo que yo te ordene está claro.
Entonces me libero de su implacable abrazo e intente responder obedientemente un escueto sí, pero mi garganta seguía en mutis, así que me limite a asentir casi de forma imperceptible todavía mis músculos se encontraban congelados bajo la escarcha del pavor.
El desconocido se quito los guantes tirándolos al suelo, dejando ver unas enormes y venosas manazas que empezaron a manosearme, primero atreves de la camisa y después pasándomelas por debajo de ella. Al mismo tiempo empezó a lamerme el cuello con una lengua húmeda y ardiente, tan ardiente que por donde deslizaba esa lengua viperina sentía como si me estuviesen vertiendo cera de vela derretida. Empezó a restregar su cuerpo sobre el mío, pude advertir que a cada segundo que pasaba su paquete crecía en cada nuevo restregón.
Ahí seguía yo tieso como una estaca y el corazón lejos de relajarse cada vez latiendo más deprisa al borde del infarto. Sin embargo pese a estar muerto de miedo mi rabo empezó a aumentar de tamaño. No podía creerlo o más bien no quería reconocerlo pero la situación me estaba poniendo súper cachondo.
Entonces me agarro y me dio la vuelta y por primera vez estuve cara a cara con el incursor. Lance una rápida mirada de soslayo intentando analizar al cabronazo. Era enorme media bastante más de 190 rozaba los dos metros si es que no los alcanzaba. iba ataviado con un pasamontañas una camisa corta unos pantalones vaqueros y zapatillas de deporte, todo absolutamente todo de negro sin el más mínimo atisbo de otro color en su indumentaria, vamos que llevaba el uniforme reglamentario de ladrón de toda la vida. Brazos musculosos y con tatuajes de tribales, espalda ancha, y la camiseta ajustada dejaba entrever una silueta igualmente marcada y musculosa. No me fije en sus ojos quizás no me dio tiempo o más bien no me atreví a enfrentar su mirada con la mía. Yo no soy de una estatura para nada baja y tengo una corpulencia normal pero lo cierto es que yo a su lado debería parecer David y el Goliat.
Entonces puso sus manos sobre mis hombros y empujo hacia abajo obligándome a hacer genuflexión . No me lo pensé dos veces lance mi mano rápidamente para liberar a la bestia que estaba escondida detrás de ese pantalón vaquero negro. No sé si lo hice para demostrar lo obediente que era y así salvar el pellejo o si lo hice porque de verdad estaba ávido por probar la lujuriosa maravilla que estaba escondida en ese descomunal paquete que había estado restregándose en mi con la ropa de por medio momentos antes y que ahora tenía justo delante de mis narices.
Quite el cinturón con presteza y desabroche los botones del pantalón dejándolos caer. mostrando unas atléticas piernas cubiertas por una manta de pelo azabache. Lo único que me separaba de su nardo era un bóxer blanco. Me dispuse a bajarlo, entonces un sonoro bofetón golpeo mi cara haciendo que casi caiga al suelo.
No seas ansioso todavía no está preparada.
Cogió mi cabeza y me obligo a restregarla contra su paquete entonces lo entendí. Abrí la boca y empecé a sobetear su paquete con el bóxer puesto. Cuando vio que lo había pillado ,alejo sus garras de mi cabeza dejándome libre para seguir yo solo. Lo hacía con gran brío tanto que babosee hasta tal punto el bóxer que había empezado a transparentarse el pollón que increíblemente había seguido aumentando de tamaño con mis lametazos.
Entonces él se saco los cojones por uno de los laterales dejando todavía su nabo oculto. Eran enormes, sin embargo lo que más llamaba la atención era lo peludos que eran. No dude comencé a lamerlos.
Vamos déjate de mariconadas cómeme los huevos.
Entonces mire hacia arriba perplejo y pensando: no es acaso lo que estoy haciendo. No sabía qué hacer. El miraba desde arriba con la cabeza inclinada hacia mí ,entonces pude ver que tenía los ojos de color negro como el carbón casi igual de oscuros que el color de su ropa. Con mi postura parecía todavía mas grande y colosal que antes. Un nuevo estruendo de golpe seco sonó, otra bofetada que había ido a parar a mi otra mejilla.
¡Que te tragues mis putos huevos métetelos en la boca mamón!
Tenía los mofletes rojos lo sé por qué podía notar como picaban y ardían. Sin embargo no perdí tiempo en lamentarme por mis mejillas y me trague los huevos sin pensármelo antes de que mi indecisión sirviese de excusa para propinarme otra hostia.
Otra nueva hostia cayó sobre mi esta vez sobre la mejilla que había recibido la primera ostia reavivando el dolor que ya estaba empezando a desaparecer. Lo hacía al tiempo que esa brusca e imponente voz decía:
A los perros que muerden se les sacrifica así que si vuelvo a notar un solo diente te lo arranco de cuajo.
Sin perder un segundo fui a meterme los cojones en la boca pero esta vez tragándolos poco a poco, succionándolos con cuidado para no cabrear a ese puto psicópata. Me costó mucho tragarlos enteros tuve que abrir la boca al máximo. Entonces empecé a dar vueltas con mi lengua para masajearlos como pude en mi congestionada boca. Hasta que el mismo los alejo de mi sacándomelos de la boca. Entonces note que un pelo se me había quedado en la boca e intente escupirlo y eso me hizo ganarme un nuevo castigo que fue a parar exactamente al mismo sitio de la ultima vez y ya iban tres en ese sitio. Me escocía enormemente y lo tenía tan caliente que sentía como si tuviese una brasa pegada en esa mejilla. Nuevamente vino la lección que no me convendría olvidar en adelante.
Si te obsequio con algo lo aceptas y punto.
Acto seguido dejo caer un gargajo desde su boca caía lentamente sujeto por un hilo de saliva. Estaba claro lo que quería ese loco. Cerciorarse de que acababa de aprender la nueva lección. así que abrí la boca y cuando la gravedad rompió el hilo de saliva el gapo cayó en mi lengua. Tenía un sabor amargo que me revolvió la tripa sin embargo hice de tripas corazón y trague la saliva llevándome por en medio también el pelo que aun seguía en mi boca.
Entonces esbozó una sonrisa y se saco su nardo ... su descomunal nardo media unos 19 cm sin embargo lo que más impresionaba no era lo largo y grueso que era( que de por sí lo era y mucho) si no el enorme capullo que era mucho más grueso que la de por si gruesa polla. Además esa tranca destacaba por sus venas, muchas de ellas y muy marcadas. me dio fuertes latigazos con su polla en mi cara. Estaba húmeda ya que su capillo estaba envuelto en precum, lejos de ser doloroso, el precum que salpicaba en mi cara parecía actuar como bálsamo para mis castigadas mejillas. Cuando se detuvo supe que no iba a poder con ella pero me arme de valor y fui a chuparla, no convenía hacer esperar a ese impaciente majara. Me metí la polla hasta donde pude, algo más de la mitad, una vez llegue ahí empecé a alejar y acercar la cabeza hasta ese punto para hacer la mamada.
No me seas maricón cómetela entera.
Empecé a mamarla más deprisa y metiéndomela mas al fondo hasta que casi me dan arcadas. No satisfecho con mi trabajo empezó a embestirme el con su ariete llegándome a rozar hasta la campanilla provocándome autenticas arcadas. intento recular hacia atrás lo cual es un nuevo error ya que me agarra con una de sus manos de los pelos tirándome de los pelos haciéndome mucho daño , permitiendo de nuevo que su polla entre entera en mi boca. Empecé a salivar efusivamente y a emitir unos sonidos guturales muy fuertes como si me estuviese ahogando. Reprimí las arcadas como pude tragando tanta saliva poco podía mientras ese cabrón me violaba la boca sin piedad. sus huevos que re colgaban mucho en su bolsa escrotal llagaban a chocar con mi garganta debido a las inexorables embestidas. El jadeaba cada vez más fuerte y yo ya estaba preparando para recibir el enorme tsunami que de seguro me tenían preparados esos dos descomunales cojones. Pero el muy cabrón no iba a ser tan magnánimo como para permitir que mi calvario finalizase todavía.
Saco su tranca retirándola hacia atrás permitiendo que cayéndose un buen choro de mi saliva acumulada al suelo. vi como ese ariete que había doblegado mis defensas y mi voluntad se separaba de mi boca arrastrando un hilillo de saliva que estaba unido todavía a mi boca abierta(anuqué me dolía la mandíbula y deseaba cerrar la boca no lo hice por si acaso estaba cogiendo carrerilla para embestirme con su ariete, de ser así si encontraba mi boca cerrada eso solo podía significar ganarse otra hostia). Su nardo estaba completamente embadurnado con mi saliva, casi goteaba. Nuevamente sin previo aviso lanzo nuevos latigazos dejándome la cara impregnada con mis propias babas.
Entonces me levanto tirándome de una oreja deshilacho con un hábil movimiento mi camiseta dejando mi torso parcialmente al descubierto. entonces con una mano empezó a retorcerme los pezones con mucha fuerza. comencé a emitir quejidos de dolor reprimidos. Rompió por completo mis calzonas y después mi slip blanco que lanzo contra el sofá. Dejando así al descubierto mi verga la cual estaba ya tan dura y erecta que casi podía sentir los latidos del corazón en ella.
Valla parece que estas disfrutando tu mas que yo.
Me propino varios golpes en la punta del capullo con la mano abierta haciendo que como si de un muelle se tratase mi verga botase de arriba a abajo. Sentía una dolorosa sensación como si dé un momento a otro la polla se me fuese a partir.
Me propino un tremendo empujón que me hizo caer boca arriba en el sofá. Se acerco rápidamente me levanto con fuerza bruta y me puso boca abajo en el sofá. Ahora es cuando llegaba el momento que tanto había temido el momento en el que ese trabuco me iba a partir el culo en dos. Me cogió de los pies arrastrándomelas piernas fuera del sofá mientras que mi cuerpo seguí apoyado boca abajo en el sofá, mi s nalgas estaban ligeramente levantadas al estar apoyadas en el posa brazos del sofá. instintivamente abrí las piernas. El tío metió sin ninguna dificultad en mi culo un dedo después metió dos y después tres para comprobar más que nada si tenía el culo bien dilatadito para su señora polla. Al parecer mi culo discernía con migo en eso de que el peor momento estaba a punto de llegar por que se encontraba bien dilatado desafiando fervientemente a ese ariete que ya habría conquistado mi boca.
El muy hijo de puta no tuvo ni siquiera la decencia de lubricarme con saliva al parecer bastante humildad había demostrado ya al tomarse la delicadeza de comprobar si tenía el ano dilatado. Separo mis nalgas con las manos todo lo que pudo y coloco con precisión su capullo en mi ano el cual se abrió aun más, ávido de engullir esa viga de carne. entonces con una rápida y fuerte estocada introdujo su ariete de golpe hasta el final provocándome un estallido de dolor que recorrió mi cuerpo igual que un escalofrió lo recorre subiendo por la espalda dirigiéndose al resto del cuerpo. Lance un fuerte alarido. Comenzó con ahínco el mete-saca que resulto ser mucho mas rápido y virulento todavía del que había violado mi boca esto me embriago con un profundo placer. Lo hacía con tal vehemencia que a veces se le salía la polla entera y tenía que pasar de nuevo por el mal trago de que el enorme capullo pasase a estar dentro de mí de nuevo. Yo no podía parar de chillar.
Cállate hijo de perra te dije que no gritases.
Intente reprimirme sin existo. Pero no se que me suponía más dificultad si reprimir mis gemidos de placer o mis gritos de dolor. Como no podía parar el violador cogió el harapo en el que se había convertido mi calzoncillo metiéndomelo por la boca hecho un gurruño insonorizando así en parte mis alaridos. Dejando de esta forma el protagonismo a un sonido como de fuertes palmadas secas que eran producidas por sus huevos al chocar conmigo. Ahora que mi mente no tenia que concentrarse en apagar mi alaridos pude ser consciente del lascivo placer que estaba recibiendo. Me follo como una bestia incansable yo no me estaba sintiendo follado por un tío si no por un toro por un autentico minotauro. No entendía como podía tener tanto aguante pensaba que yo mismo no podría aguantar mucho más antes de caer extenuado. Sin embargo en pleno éxtasis mi poya se corrió sin que hubiese tenido otro contacto aparte de los golpes que había recibido antes de estar siendo follado. lanzo tres largas y potentes corridas que fueron a parar al suelo y al sofá. Sin embargo esa bestia inhumana seguía cejada en su menester de abrirme en canal solo con su polla. empezó a azotarme con convicción mi nalga derecha.
Lanzo un tremendo alarido y empezó a disminuir sus envites poco a poco hasta detenerse por completo. se dejo caer encima mío desplomando su peso mastodóntico sobre mí. Ambos estábamos totalmente extenuados. Cuando descanso lo suficiente se puso en pie y retiro de golpe su poya. Su corrida había sido tan abundante y mi culo se encontraba tan dado de sí que de ano empezó a manar lefa tan pronto como el saco la poya que hacía de embalse. Notaba como escurría lentamente pastosa y muy caliente como si de mis entrañas estuviese brotando magma.
Entonces puso de nuevo su verga barnizada con su propia leche en mi cara, Empecé a mamársela y esta vez si me dejo a mi ritmo. Además era mucho más manejable puesto que aunque estaba morcillona ya no estaba erecta del todo. Note el agrio de de su simiente el cual me pareció casi dulce ya que me permitió librarme del desagradable sabor a vomito que me había quedado en la boca con las arcadas de antes. Como siempre el eligió cuando había terminado yo mi faena apartándola de mi .
No hubo más nada. Se fue sin decir una sola palabra dejándome allí vejado y humillado pero sobre todo confuso ya que no tenía claro si cuando soñaba reviviendo esa experiencia se trataba de una pesadilla o un dulce sueño.