Delicioso placer
Como una noviecita caliente termina con el padre de su novio.
Tengo bastante tiempo entrando a leer en esta página de relatos , y la verdad me encantan, aquí encuentro la excitación que necesito para masturbarme, cuando no tengo al alcance alguien con quien pasar un "buen rato". Soy una chica de casi 21 años y conocí los placeres del sexo a muy corta edad, cabe decir que tengo unas medidas casi perfectas, 95-62-96 lo cual me permite pasar siendo vista siempre por los hombres. Lo que voy a contar sucedió el verano pasado cuando decidí acompañar a mi novio Ricardo a un viaje a su rancho, ubicado cerca de la ciudad donde vivimos.
Todo comenzó de lo mas normal, prepararía mis cosas y el pasaría por mi al día siguiente muy temprano; al otro día hacia un calor infernal, por lo que opte por solo ir vestida por una pequeña minifalda de mezclilla la cual apenas tapaba mi culo parado, y un top blanco chiquito, que apenas y me quedaba, me dejaba casi se me salieran mis grandes tetas de el, cuando me vi en el espejo me gusto la forma en que me veía, muy sexy a decir verdad, había amanecido con unas ganas de sexo terribles y cuando me disponía a meter mi mano debajo de la tanga sonó el claxon, por lo cual tuve que parar.
Salí al encuentro de mi amado, pero al ver a Don Eduardo (su padre) no pude evitar sentir la piel de gallina al imaginar las ganas salvajes con las que aquel hombre de experiencia le haría el amor a su esposa que aunque ya era mayor, aún se conservaba muy bien.
En el camino, podía ver por el retrovisor como aquel hombre no dejaba de buscar más allá de donde mi falda dejaba ver mis bien torneadas piernas, y decidí hacerme la dormida y abrir un poquito mis piernas para que viera mi tanga blanca, ese juego en el cual me quemaría mas tarde, comenzó a gustarme a tal grado que empecé a sentir mojada mi entrepierna.
Por fin llegamos al rancho y cuando por fin estuve en la habitación me recosté unos 10 minutos, ya que mas tarde nos veríamos para salir a nadar al rio que se encuentra ahí cerca, me puse mi bikini amarillo y solo un vestido ligero encima, y baje lista para irme a disfrutar del agua, que bien me haría y me ayudaría a bajarme un poco la calentura.
Encontré a don Eduardo en la sala y me dijo
Hola Indira, no había visto lo "bien" que estas
Yo solo conteste gracias, y vi el morbo con que me veía el señor.
Camino al rio, doña Eva se sintió con un fuerte dolor de cabeza por lo cual pidió regresáramos, pero mi novio, le dijo a su padre que nos adelantáramos y , el regresaría a acompañar a su madre y mas tarde nos alcanzaría por allá.
Llegamos al lugar, y me dirigí a dejar mi maleta con mis cosas personales en una mesa de madera ahí cercana, cuando de pronto sentí una mano que se metía debajo de mi vestido y masajeaba mis nalgas, quise voltear y darle una cachetada a ese hombre pero algo dentro de mi lo impidió, lo único que hice fue voltear y quedar de frente a el para después sentir como nos fundíamos en un rico y apasionado beso, sus manos no pudieron contenerse mas y bajaron rápidamente el cierre de mi vestido, después desato los nudos de mi top y quedaron al aire libre mis grandes pechos a merced de él, el las chupaba igual que un niño, y yo pronto empecé a gemir y a sentir como empezaba a lubricarme, tire lo que estaba sobre la mesa y me recosté sobre ella, él me quito la tanga y así me lambió toda desde mi cuello hasta mi vagina, jugaba con mi clítoris y yo solo abría mas y mas mis piernas esperando que aquello nunca terminara, el se bajo sus pantalones y dejo brotar aquella enorme verga que con solo ver se me antojaba que me penetrara ya, cuando por fin lo sentí hasta adentro, sentí la gloria y yo solo podía gemir disfrutando de aquel sexo salvaje que siempre había deseado sentir, el me murmuraba al oído "que rica estas preciosa, desde ahora solo serás mía, como se nota que ese bueno para nada de mi hijo no sabe complacerte, eres toda una hembra" después de un rato sentí el mas delicioso orgasmo que nunca había tenido, y le permití gozarme una y otra vez, cuando todo había terminado nos vestimos y sentamos a esperar a su hijo como dos buenas personas platicando de cosas de la vida, al cabo de unos 5 minutos llego Ricardo y yo su novia siempre cariñosa me abrace de el, quien se imaginaria que había disfrutado la cogida mas rica de mi vida con su padre
Ahora después de casi 6 meses voy a visitar a mi suegro a su oficina, pero nadie imagina que soy su hembra, con la que goza y se siente vivo.