Delicias familiares

Una madre descubre a sus hijos cogiendo y...

Delicias familiares

Esta es la historia de una familia donde la madre es Claribel, tiene 42 años, piel blanca, de1,60 de estatura, hermosas piernas y un buen culo, cintura mas o menos fina para su edad, y pechos medios. El es Charles, de 45 años, de buen cuerpo, atractivo, piel morena.

La hija mayor es Muriel, quien tiene 22 años, separada con 2 hijos, es igual a la madre solo que con la piel del padre. El hijo es Marcos, de 20 años, flaco, y es parecido a la madre, pero con piel también oscura. Son de clase media, su casa tiene 3 dormitorios, uno para el matrimonio, y después uno para la nena y otro para el nene.

Una noche Claribel no podía dormir, y a eso de las 3 de la mañana, sale a tomar agua. Al pasar por frente la puerta del dormitorio de su hijo, escucha unos gemidos. Lo primero que piensa es que su hijo está enfermo, por lo que abre la puerta, y para su sorpresa, su hija estaba sentada en la pija de su hermano.

La escena se veía bien, pues estaba prendido un pequeño velador. Lo que más le impactó era ver el tamaño de la pija de su hijo, y que en ese momento recorría el culo de su hija mientras ella decía."por fin una buena cogida después de tanto tiempo". Los chicos estaban tan atareados que no se dieron cuenta de la presencia de su mamá, quien cerró la puerta dejando una pequeña abertura para seguir mirando lo que le escandalizaba. Quería gritar, pero tampoco le gustaba el escándalo.

Siguió mirando hasta que Marcos dijo "estoy por acabar" y entonces Muriel se salió de encima, tomó la pija de su hermano con las dos manos y se la metió en la boca mientras su hermano convulsionaba. Aún con la luz suave, se veía restos de semen corriendo por los labios de Muriel. Claribel se fue a su dormitorio, y sin saber porqué, estaba metiéndose un dedo un la concha, y después, al recordar la imagen de la pija de su hijo en el culo de su hijo, también puso un dedo en su culo.

Ella nunca había hecho sexo anal, y a su esposo no le gustaba otro tipo de sexo que no sea el coito normal. Nunca una chupada o esas "cosas raras". Se quedó dormida. Al otro día era sábado, y Charles se fue temprano a su trabajo. Claribel se levanta y vuelve a mirar la pieza de su hijo. Los dos estaban durmiendo abrazados, y la pieza tenía un dulce aroma de semen. Ella pegó el grito, lo que hizo que tanto Marcos como Muriel se levantaron de golpe sin entender lo que estaba pasando. Claribel comenzó a gritar y llorar, pero los chicos la calmaron diciendo que eso fue una situación circunstancial y que iba a ocurrir más.

Muriel le preparó un té de tilo mientras le contaba a su madre que desde que se separó hace 6 meses no tenía sexo, y que esa noche al pasar por el cuarto de su hermano vió como el se pajeaba, y entonces no resistió la tentación, y además de dijo que era mejor para todos si ella no salía a buscar hombres afuera, ya que estaba muy desilusionada. A todo esto Claribel ya estaba más tranquila, pero mientras Muriel hablaba, ella solo la veía subiendo y bajando con su culo la pija de su hermano. Cuando se dio cuenta, estaba mojada.

Charles mientras tanto escuchaba lo que hablaban las mujeres e instintivamente se tocaba su poronga por sobre el pantalón del pijama. Lo único que atinó a decir era que el estaba cansado de hacerse pajas pensando en su hermana y que realmente era feliz por lo que ocurrió.

A Claribel solo se le ocurrió contestar "y tu padre que dirá si se entera". La respuesta que recibió la impactó. Muriel le contó que hace 8 años, cuando ella tenía solo 14, que estaba en casa de una amiga de su edad, y se enteró que los padres de ella eran fiesteros y que esa noche harían una y estaba invitada. Muriel no entendió de que fiesta se trataba.

Al llegar la noche vió que estaban todos vestidos provocativamente, y su amiga le aconsejó ponerse un top con un pantaloncito sin nada debajo. A las 2 horas y después de haber tomado algo de alcohol, recorrió la casa y encontraba en las habitaciones a parejas cojiendo, pero lo que más le impactó era ver a su amiga siendo cogida por su padre mientras la madre le chupaba las tetitas. No aguantó, se bajó su pantalón y se pajeo allí mismo.

Estaba algo oscuro el pasillo, y mientras estaba con un dedo en su clítoris, siente una pija recostada en su culo. Lo único que hizo fue abrir las nalgas y permitir que el pedazo de carne penetre su virgen culito, mientras ella gozaba. Cuando su culo se llenó de leche, ella se dio vuelta, y para su sorpresa era su papá el que le había desvirgado.

Los dos se sorprendieron, pero el le pidió disculpas diciendo que hacía eso porque "tu mamá no quiere coger de otra manera que no se la tradicional, y que por eso el se desahogaba afuera, aprovechando la amistad con los padres de mi amiga". Muriel seguía caliente y entonces se agachó para tragar la poronga de su padre y cuando esta estuvo nuevamente dura, le pidió que desvirgue su conchita a lo que Charles accedió gustoso y la cepilló por lo menos media hora antes de acabar. Desde esa noche, nunca más los dos hablaron del tema y es como si nunca hubiera ocurrido. Muriel siguió yendo a las fiestas de su amiga, pero nunca más encontró a su padre. Pero allí siempre gozaba del sexo con su amiga y los padres de esta hasta que se casó.

Su matrimonio fue un fracaso y duró dos años, hasta que su esposo la dejó, y desde ese momento no tuvo más sexo hasta esa noche con su hermano.

Claribel no daba crédito a lo que oía. Estaba como embotada y por eso no se dio cuenta de que su hijo Marcos estaba con la pija afuera y se masturbaba mientras la miraba. Muriel acariciaba su cabello y su rostro y le decía "que linda sos mami", y recostó sus labios sobre la mejilla de su mamá, que seguía mirando fijo la poronga de su hijo. Marcos se levanta y toma la mano de Claribel y la apoya en su pija. Claribel instintivamente comienza un sube y baja mientras Muriel, al ver esta escena se quita su ropa y la remera de su mamá y comienza a chupar sus tetas.

Marcos al ver esto, no aguanta más y le saca el pantalón a su mamá y pone en medio de sus piernas comenzando una fenomenal chupada. Claribel reaccionó y se dio cuenta de que su hijo le chupaba la concha mientras que su hija le chupaba las tetas, y le gustó. Se fueron les tres a la cama. Marcos se puso boca arriba y Claribel no aguantó más, se sentó de un solo golpe en la gran pija. Al entra la punta de la cabeza, ya comenzaron sus orgasmos. Sentía algo raro en su trasero y era su hija que le estaba chupando el culo.

De un manotazo, Muriel sacó la pija de la concha de su madre y se la metió en el culo. Claribel quedó como sin aire, pero sentir su culo lleno de carne le provocó otro orgasmo, mientras Muriel se paró frente a su mamá y le ofreció su concha para que la chupara. Gozaron todos juntos. Claribel a los gritos, Marcos llenado el culo de leche a su madre y Muriel casi orinando en la boca de su madre de tanto jugo que echó.

Descansaron un rato y luego hizo un delicioso 69 con su hija mientras marcos cojía a su hermana por la concha. Cuando iba a acabar, Marcos retiró la pija de la concha de su hermana y se la dio su mamá que tragó mucha leche.

Con el tiempo, Charles fue sumado a la fiesta. Sucedió en una noche en que estaba cojiendo a Claribel y sintió una lengua en su culo. Cuando se dio vuelta vio que era Muriel y que Claribel sonreía. Hacía mucho tiempo que Charles no echaba tanta leche. Ya tranquilo, pregunta a que se debía esto y el que contesta es Marcos, que se había pajeado en un rincón de la habitación mientras los veía coger "ahora está todo bien papi". Se le puso de nuevo dura la pija, y Muriel se la ensartó en la concha mientras que Marcos cogía a su mamá por el culo. Charles sintió un poco de celos, se levantó y ensartó de un solo golpe su pija en el culo de Marcos, mientras Muriel ponía tres dedos en el culo de su padre. Acabaron juntos en un gran grito.