Del odio al amor (1)
Ahí estaba nuevamente él y esta vez sólo, me dijo que mi imagen deportiva no es muy sexy, le conteste que esa era la idea, salía a correr no a levantar suspiros.
A todos afectuosos saludos, no les explicare a detalle el porqué de mi ausencia. Todo bien, solo muchas cosas escolares/laborales. De mis relatos anteriores, mi relación acabó, todo lo bueno llega a su fin y sin más les contare de una experiencia que sucedió hace años con un vecino un tanto mayor que yo.
Todo comenzó cuando me mude de casa, emprendiendo mi vida independiente a mis padres. Mi nuevo domicilio era en una zona del sur de la Ciudad de México, en un conjunto departamental. Pequeño lugar, pero justo a la medida para una persona sola, bueno yo sólo iba con mi perro.
Cada mañana salía a correr con mi perro, mi vestimenta de lo más deportiva que constaba de tenis, pants y una sudadera realmente grande. Siempre me encontraba con una señora que vivía en la planta baja del edificio, tendría alrededor de sesenta y tantos años, desde que llegue fue muy amable conmigo y sobre todo con mi perro, me comento que ella había tenido uno muy parecido de pequeña y que era juguetón.
Así transcurría el tiempo, las pláticas con la señora eran muy amenas. Hasta que cierto día la vi acompañada de un señor, de aproximadamente 40 años como siempre la salude, ella muy cortésmente me presento al hombre, su hijo mayor (por chismes me entere que era recién divorciado). El hombre sólo me miro de cabeza a pies, fingió una sonrisa y me saludo. Realmente me cayó muy mal el nuevo vecino, parecía que hacia un favor con saludarme y sin darle mucha importancia cada vez que lo veía sin su mamá lo ignoraba, algo mutuo.
Cierto día que se me hizo tarde salí con mi perro a que sólo hiciera sus necesidades, ya no había tiempo de correr, por lo cual salí arreglada para una junta. El atuendo era el típico traje sastre de mujer, color gris oscuro con una blusa de seda blanca abotonada hasta el nacimiento de mis tetas, dicho atuendo puede parecer aburrido, el detalle estaba en cómo se ajusta a mi cuerpo marcando cada curva y claro resaltando por los tacones de vértigo. Así iba caminando con mi fiel compañero cuando me encontré con el molesto nuevo vecino, por primera vez me saludo por iniciativa propia y me dio un recorrido de los más obvio, algo que me molesto y sin más me fui.
El día transcurrió de lo más normal, pero al regreso a casa me encontré en la puerta de mi departamento una bolsita negra atada, al abrirla encontré una cajita con un juego de aretes, dije y cadena de oro. Eso me pareció muy sospechoso. Al abrir la puerta encontré un sobre, al abrirlo había una nota que decía: “Solo hacía falta este detalle para tu perfecto atuendo” y sí, al llevar prisa en la mañana no llevaba ningún accesorio, pero lo más curioso del caso era el destinatario de dicho regalo, mi nuevo vecino!!!!
Obviamente no podía quedarme con el regalo tan lujoso que acababa de recibir, así que salí en su búsqueda por los lugares que solía caminar a lado de su madre. Sin suerte sólo vi a su mamá, obviamente no le iba a decir nada a ella, tampoco le podía preguntar directamente por el paradero de su hijo así que solo atine a preguntarle el por qué estaba sin compañía y me dijo que su hijo había tenido que salir de emergencia para ver a su hijo que vive en Los Ángeles y que regresaba hasta en una semana.
Así que durante una semana tuve el obsequio en mis manos, no sabía si realmente quedármelo o regresarlo. El hombre me detestaba, era muy sospechoso su cambio de actitud. Pasada la semana vi a mi vecino e inmediatamente lo aborde, le cuestione el regalo y él solo atino a decir que no me molestara, que tan sólo me lo dio porque le pareció que en verdad me hacía falta ese detalle para tener la imagen perfecta. Obviamente me sorprendí, pero le dije que me acompañara a mi departamento para que se lo devolviera, que era algo que no podía aceptar y sin más fuimos a mi lugar.
Una vez que entramos mi perro se puso realmente agresivo con él, así que lo tuve que encerrar en uno de los cuartos, ir a buscar el regalo y al regresar le sorprendí viendo algunos de los libros que tenía en la mesa de la sala. Me comento que le gustaba mucho leer, que esos títulos no los conocía y que si me recomendaba alguno de ellos, le comente de unos y me dijo que si le prestaba uno de ellos, la verdad es que soy muy celosa con mis libros y como a muchos les habrá pasado, prestan un libro y nunca vuelven a verlo. En fin con cara de duda se lo preste, el me dijo que no preocupara que somos vecinos y que hasta lo podía acusar con su mamá sino lo regresaba. Eso realmente me causo risa y solté una pequeña carcajada, por primera vez le escuche reír y nos quedamos viendo, sin más le dije que le prestaba el libro y le di la caja del regalo, de nuevo me dijo que en verdad no me molestara, que me lo quedara, es más como la garantía por el libro prestado, que una vez que lo devolviera el aceptaba la devolución del regalo.
Me pregunto si al menos me lo había probado, obviamente no lo había hecho, le dije que no, abrió la caja saco el dije con su cadena se coloco atrás de mi y sin más me lo puso. Acto seguido hizo a un lado mi cabello y beso mi cuello, sabía que eso no estaba bien, no tenía la menor idea de cómo reaccionar… comenzó a decirme que le gustaba mucho, que desde el día en que me vio tan arreglada no dejo de pensar en mí, me tomo de la cadera y me acerco a él, evidentemente sentí en mis nalgas su herramienta más que dura y eso es algo que me provoca de sobremanera, así que por instinto moví mi cadera en círculos para poder restregarme más, acto seguido mi vecino ya no odioso subió su mano derecha a mi teta y comenzó a apretarla, me mordisqueaba el lóbulo de la oreja y decirme lo buena que estaba, no sé si por suerte o no mi celular comenzó a sonar, eran mis padres que me avisaban que estaban cerca de mi domicilio y que si podían pasar a verme para ir a cenar juntos, obvio les dije que sí.
Al colgar me separe de mi acompañante y le dije que mis padres venían en camino, él solo acomodo su pantalón y me dijo que me veía pronto, tomo el libro y se fue. No mucho después llegaron mis papas y me fui con ellos, a mi regreso encontré una nota debajo de la puerta, era el número de teléfono de mi vecino. Lo que había pasado en la tarde me seguía teniendo con duda y sin más lo agregue a mi móvil y le mande un mensaje en whatsapp, rápidamente me contesto diciéndome que ya había comenzado a leer el libro, que esperaba poder comentarlo luego conmigo. Por ahí no iba mi tema, pero le deje pasar, como no sabía cómo abordar el otro tema me despedí deseándole una buena noche y sin más me dijo que iba a ser una noche dedicada a mí, obviamente sabía para donde iba la tirada y ya no le conteste.
A la mañana siguiente, como todas las mañanas, salí con mi perro a correr. Ahí estaba nuevamente él y esta vez sólo, me dijo que mi imagen deportiva no es muy sexy, le conteste que esa era la idea, salía a correr no a levantar suspiros. Dijo que era malo, que no tenía nada de malo el alegrar la vista de unos cuantos, aún no sabía si me gustaba lo suficiente como para acostarme con él, sin más me despedí y pensaba en la posibilidad de estar con él, por su parte era más que obvio que le interesaba…pero al fin es que del odio al amo hay un pequeño paso.
Continuara….