DEL DIARIO DE SOFÍA_ 2Que Los amigos del abuelo 2

Queridos amigos de Todorelatos estos son extractos del diario íntimo, que llevo desde hace algunos años y que quería compartir con ustedes. Mi nombre es Sofía, y esta es la historia de cómo tuve que empezar a trabajar para ayudar a mi familia. Si bien cada relato puede ser leído de forma independiente les recomiendo leer la historia desde el comienzo, estoy segura que no se arrepentirán.

Queridos amigos de Todorelatos estos son extractos del diario íntimo, que llevo desde hace algunos años y que quería compartir con ustedes. Mi nombre es Sofía, y esta es la historia de cómo tuve que empezar a trabajar para ayudar a mi familia.

Si bien cada relato puede ser leído de forma independiente les recomiendo leer la historia desde el comienzo, estoy segura que no se arrepentirán.

_ el almuerzo esta servido no hay que dejarlo enfriar, dejen el postre para después __ dijo.

Los muchachos no estaban de acuerdo y se quejaron pero los convencieron y todos fuimos a comer.

_ Pastas para todos salvo para Sofía que prefiere el bistec __ dijo Mario

Entendí perfectamente el mensaje y repetí frente a todos el espectáculo que la noche anterior les había dado a sus abuelos.

_ como le gusta tragar leche__ fue la frase que inicio una nueva catarata de comentarios sobre lo puta que era. Nadie se privo de opinar al verme untar el bistec con semen y comerlo golosamente exhibiéndome ante todos.

Estaba ayudando a levantar los platos de la mesa cuando al pasar junto a Ramiro dijo:

_ nos quedo algo pendiente __

Y comenzó a sobarme las nalgas. Me hizo soltar los platos y me inclino sobre la mesa. Mis tetas recibieron el frió del cristal, mientras Ramiro tenia su primer experiencia anal. Los demás miraban como su polla se perdía en mi ano una y otra vez. Mi ano había recibido miembros de mayores dimensiones y sus abuelos habían ayudado a dilatarlo más así que no tuvo dificultad en penetrarme.

Los chicos se colocaron detrás nuestro y ordenaron el turno de cada uno. Imitando a Ramiro fueron pasando los demás chicos, se aferraban a mis caderas y de un golpe se introducían en mi culito y se sacudían sin piedad hasta correrse en mi interior. Mientras del otro lado de la mesa sus abuelos se turnaban en mi boca.

Cuando todos terminaron me hicieron limpiar los restos de semen que habían quedado en la mesa. Fui pasando la lengua y tragando hasta dejar la mesa totalmente limpia.

La cocina quedo así como estaba.

_ Ya habrá tiempo para limpiar __ dijo alguien.

Me llevaron a uno de los dormitorios y Esteban  se acostó en la cama boca arriba, me monte sobre él y guíe su polla dentro de mi sexo. Una pequeña polla se abrió paso entre mis nalgas y otra rozo mis labios, los separe permitiéndole el paso al interior de mi boca.

Mas leche llego a mi cuerpo, llenándolo y cubriéndolo. Volví a gozar, ya no estaba sobre el duro cristal mis tetas estaban libres y eran sobadas y mis pezones pellizcados, tres miembros entraban a mi cuerpo ahora sin el apuro de la primera vez haciéndome gozar nuevamente.

No podria decir en que orden me follaron o cuantas veces lo hizo cada uno, quien me hizo tragar su leche y quien se derramo sobre mi cuerpo. Lo que puedo decir es que cuando él último se retiro y hecho su leche sobre mis nalgas habían pasado cerca de diez horas. Durante ese tiempo once pollas habían penetrado mi cuerpo sin descanso, cuando una se retiraba otra tomaba su lugar dándome tanto placer que solo el cansancio pudo vencer mis ganas de seguir pidiendo más.

Por primera vez permitieron que me bañara luego cenamos y me devolvieron las medias que me había quitado al entrar a bañarme las habían lavado y secado. Ahora volvían a ser negras, tanto semen habían recibido que al sacármelas estaban pegajosas y llenas de manchones blancos.

Me coloque el liguero y me sentí vestida otra vez. Había salido de la ducha envuelta en una toalla pero me la habían quitado y tuve que cenar totalmente desnuda. No es que me molestara  había pasado un día y medio solo con mi liguero, era solo una cuestión de costumbre no solía ir por ahí como dios me trajo al mundo y al perder mi ultima prenda sentí que estaba indefensa no solo desnuda. Me sentía sometida a la voluntad de aquellos hombres a los que nada me unía.

Pero claro ya no importaba especialmente en esa casa donde no había secretos sobre mí y donde iniciaba un nuevo camino en mi vida.

Las cosas habían cambiado ahora era una puta y no tenia porque sentir vergüenza de estar desnuda frente a extraños. Antes follaba para recibir y dar placer ahora solo importaba el placer de mis clientes que yo disfrutara era accesorio pero lo había hecho en abundancia y eso me hacia seguir adelante aunque todavía me sentía un poco sucia por prostituirme.

Se repartieron las camas, era tan frecuente que fueran los chicos que había suficientes para todos. Iba a dormir sola toda la noche, aunque me hacían dormir en la habitación de los niños así que ya me imaginaba como seria la noche y la mañana al despertar.

Pero me equivoque dormí placidamente toda la noche y cuando desperté estaba sola en el dormitorio. Me levante y fui hasta la cocina de donde venia un extraño murmullo.

A diferencia de lo que esperaba no estaban desayunando, estaban en círculo en un rincón de la cocina. Seguí acercándome sin entender que hacían ahí.

Estaba a un par de metros de ellos cuando se percataron de mi presencia, voltearon  y me miraron sonriendo y lanzándose miradas cómplices.

_ estábamos preparando tu desayuno __ dijo Antonio mientras Eduardo me extendía un vaso lleno de un liquido blanco. Las pollas fuera de sus pantalones no dejaban dudas sobre lo que era.

_ nada mejor que un vaso de leche para empezar el día __ dijo Alejandro.

Mire hacia la mesa con tazas de café desordenadas junto a pan y mantequilla, estaba claro que ya habían desayunado. Hubiera preferido una taza de café, por mas que me gustase tragar semen seguro que eso no me faltaría. Era el último día de mi contrato en esa casa pero papa vendría a buscarme a la noche así que tenia asegurada otra buena ración de semen.

Tome el vaso y fui bebiendo mi desayuno, cuando el vaso estuvo vacío pase la lengua por el borde y luego un dedo por las paredes del vaso recogiendo los ultimo restos. Las caras de mis espectadores no disimulaban su sorpresa y excitación. Incluso a mí me costaba creer lo que había hecho.

_ delicioso __ dije y me sorprendió que no se arrojaran sobre mi para follarme ahí mismo.

_ lastima que no podamos quedarnos __ dijo Juan.

Los abuelos tenían que marcharse, los habían llamado como voluntarios para ayudar a combatir un incendio en un campo cercano.

_ cuiden a Sofía __ dijo Mario con una guiñada, al cerrar la puerta.

Entonces me di cuenta, no estaba segura de querer estar sola con los chicos. Quería sus pollas pero recordaba como cambiaban al estar solos. Con los abuelos se comportaban como angelitos y al estar solos me hacían la vida imposible.

En ese momento Christian entro en la casa, no me había percatado de que no estaba. Traía un paquete que me entrego.

_ pensamos en ir a la playa y nos dimos cuenta que no tenias nada que ponerte __ dijo

_ revisamos tu bolso y solo encontramos una tanguita __ dijo Bruno.

Era cierto, me había ganado la ansiedad por llegar pronto a cumplir con mi trabajo y no había tenido en cuenta que iba a pasar casi tres días en esa casa y podría  disfrutar de la piscina y hasta de la playa, solo había pensado que para ese tipo de trabajo no necesitaba mucha ropa.

En el paquete había un bikini diminuto. Me quite el liguero y las medias y me coloque el bikini la parte superior dejaba muy poco a la imaginación y la parte inferior apenas cubría mi sexo y por detrás apenas un hilito se perdía entre mis nalgas.

Jamás hubiera elegido un conjunto así pero no podía ponerme con remilgos frente a los niños, aunque tuviera que caminar así por la playa  llena de gente.

Salimos de la casa y caminamos los doscientos metros que nos separaban de la playa. Ellos vestidos con shorts y  remeras y yo solo con mi bikini nuevo pues no dejaron que me cubriera.

Solo había unas pocas casas a cada lado de la calle y afortunadamente no había nadie en los jardines. Ojala no hubiese nadie en las ventanas, todavía me pesaba que los vecinos pudiesen verme sobre todo desde el momento en que los chicos no resistieron mas y comenzaron a sobarme con muy poco disimulo.

Unos metros antes de la entrada de la playa estaba el almacén del gordo Pérez, un local pensado para el turista donde podía encontrarse todo lo que uno buscase y como de costumbre el estaba parado fuera recostado contra la puerta, como hacia siempre que no había clientes en el local.

_ decile gracias al señor Pérez tu bikini es de su tienda, él me ayudo a elegirlo. Le dije que necesitaba un regalo para una amiga que es muy puta y el personalmente busco y me ofreció este bikini que era el más chiquito que tenia __ dijo Christian.

El gordo nos había visto llegar y ahora me miraba sin disimulo, los roces de los muchachos habían disminuido al verlo pero no habían cesado y sin duda él podía notar las manos yendo hacia mis nalgas.

_ que te parece, como le queda? __ grito Christian y  una sensación helada recorrió mi espalda, los chicos se detuvieron y me hicieron girar para que el gordo Pérez pudiera apreciar como me quedaba el bikini que el había elegido.

Una sonrisa y un silencioso aplauso mostraron su total aprobación. Pérez siempre había sido un baboso pero había una diferencia entre tolerar las miradas que me dirigía años atrás y exponerme casi desnuda frente a el ahora que estaba totalmente desarrollada.

Al entrar en la playa alguien desprendió mi corpiño que cayó en la arena, cubrí mis pechos con un brazo mientras me arrodillaba a recogerlo pero se me adelantaron, Lorenzo lo tomo y los demás me tomaron de las muñecas obligándome a descubrir mis tetas.

_ no te preocupes en esta playa la mayoría de las mujeres hacen toples __  dijo Ramiro.

Yo sabia que no era cierto, o así lo recordaba y no creía que hubiese cambiado en esos años.

Pensaba en el gordo Pérez estaba segura que todavía estaba allí mirándome, estaba de espaldas a el y aunque no pensaba darme vuelta sentía sus ojos clavados en mis pechos.

A pocos metros una mujer que miraba al mar volteo y nos miro, pude reconocerla y junto a ella estaban sentados su marido y uno de sus hijos los otros dos seguro estarían cerca, vivían junto a la casa de los abuelos.

Sin duda me había reconocido y no había visto cuando me quitaron el corpiño así que pensaría que había llegado así.

Que pensaría de mí? Cuantos vecinos más nos cruzaríamos?

Una palmada en las nalgas me hizo reaccionar y empezamos a avanzar recorriendo la playa hasta un lugar apartado entre las rocas.

Los magreos comenzaron nuevamente, esta vez sin ninguna inhibición. Estábamos en una pendiente formada por las rocas y los chicos se sentían completamente libres. Sus manos recorrían todo mi cuerpo, mis tetas y mis nalgas eran sobadas y pellizcadas a su antojo.

Eduardo me quito el bikini, intente resistirme pero no me lo permitieron y quede totalmente desnuda, las manos en mis nalgas ahora seguían camino hacia mi sexo, sus dedos se hundían en él haciéndome separar las piernas lo cual hacia que trabajaran más cómodos.

Abandonaron mi cuerpo y me hicieron poner de rodillas, ahora podía estar segura que no íbamos  a bañarnos y tomar sol como habían dicho. Solo querían follarme en otro ambiente. En cuanto estuve de rodillas Lorenzo libero su polla y la acercó a mis labios, no tenia elección no quería hacerlo ahí aunque me llenase de morbo y a pesar de que me habían contratado para eso. Pero que podía hacer, quejarme no serviría de nada los muchachos seguían siendo unos marranos y en parte también me gustaba ser obligada a hacer cosas que de otra manera no haría y si protestaba y todo terminaba no tendría mas pollas para mi sexo, sin contar que ellos tenían mi ropa y si los hacia enojar seguro eran capaces de no devolvérmela y no podía correr hasta la casa totalmente desnuda.

Cerré los labios sobre la polla de Lorenzo y la chupe con fuerza, desenfrenadamente como si necesitara el semen más que al aire. Era una puta, había sido contratada y estaba decidida a darles a esos marranos lo que querían eso para lo que me habían pagado, a cambio no solo iba a recibir dinero sino también muchísimo placer.

Ni siquiera mire atrás cuando alguien me hizo cambiar de posición y se hundió en mi sexo, seguí mamando hasta recibir toda su leche en mi boca.

Eduardo tomo su lugar y un rato después otra polla ocupo mi almejita lubricada con los jugos de su primer visitante. Ramiro nos hizo cambiar otra vez de posición haciendo que me sentara sobre él, lentamente fui metiendo cada centímetro de su polla en mi recto. Explote en cuanto sus testículos tocaron mi esfínter, el primer orgasmo del día y la mañana recién empezaba.

A media mañana Ramiro pidió que nos detuviéramos que necesitaba decir algo pero los chicos que me follaban no le hicieron caso y solo pudo hacerlo luego de que se corrieron sobre mí. Entonces me di cuenta que no estábamos solos, una pareja nos había visto y se acerco pues quería unirse a la fiesta.

Se asomaron discretamente y llamaron a los chicos que descansaban entre las rocas esperando otra oportunidad de follarme.

Continuara........

Queridos lectores: agradeceré todos los comentarios y sugerencias que quieran hacerme, si bien ya tengo escritos varios capítulos, me gustaría saber sobre las situaciones en que ustedes quisieran ver a la protagonista de la historia.