Del diario de Sofia 1: el inicio 2

Aun deseaba probar mas de su semen así que pase dos dedos por mis pechos y los lleve a mi boca chapándolos lentamente para disfrutar de su sabor, había cumplido mi fantasía me había follado a Mauricio y además había cobrado por hacerlo. Todavía sentía en mi cuerpo los efectos de su follada. En ese momento entro mi padre

Queridos amigos de Todorelatos estos son extractos del diario íntimo que llevo desde hace algunos años y que quería compartir con ustedes. Mi nombre es Sofía, y esta es la historia de cómo tuve que empezar a trabajar para ayudar a mi familia.

Si bien cada relato puede ser leído de forma independiente les recomiendo leer la historia desde el comienzo, estoy seguro que no se arrepentirán.

..... Entonces se vistió y salió de la habitación con una sonrisa de completa satisfacción.

Aun deseaba probar mas de su semen así que pase dos dedos por mis pechos y los lleve a mi boca chapándolos lentamente para disfrutar de su sabor, había cumplido mi fantasía me había follado a Mauricio y además había cobrado por hacerlo. Todavía sentía en mi cuerpo los efectos de su follada.

En ese momento entro mi padre

_ perdón, pensé que ya estarías vestida __ dijo

_ estaba descansando un poco antes de bañarme nuevamente y vestirme __ le conteste.

Pero el no se retiro siguió avanzando hacia mí, mostrándome el dinero que habíamos ganado con mis clientes. Ellos ya se habían retirado agradeciendo a mi familia por la fabulosa tarde que habían pasado.

Era la segunda vez que papá me veía así, completamente desnuda y con semen en la cara y las tetas y no le resultaba indiferente, su cara de alegría por obtenerle dinero que tanto necesitábamos se mezclaba con morbo y deseo. Su erección y su mirada clavada en mi cuerpo no dejaban dudas aunque pretendiera aparentar indiferencia. Yo también estaba alegre por haber conseguido ese dinero y recordar como lo había logrado me ponía a cien.

Vi su miembro crecer bajo el pantalón al verme ahí y no pude contenerme decidí cual era la mejor manera de festejar por mi primer trabajo y el dinero que habíamos conseguido con él.

Mi padre estaba sentado al borde de la cama, hablándome de lo que podíamos hacer con el dinero, de todas las cuentas que podíamos regularizar aunque decía sentirse terrible porque yo había tenido que prostituirme pero entendía que no había otra posibilidad en ese momento.

Lo escuchaba sin decir nada, no me importaba haberlo hecho, por el contrario me había gustado pasar horas follando con un tipo tras de otro. Y aunque no había gozado con todos, sentir una polla en mi interior y saber que alguien estaba disfrutando con migo me dejaba complacida.

Era algo que ya había puesto en practica con mis novios, si los quería no los abandonaba por no complacerme en la cama como hacían mis amigas. Les daba mi cuerpo cada vez que lo pedían y les daba todo lo que pedían hasta dejarlos satisfechos, para conseguir placer tenia a mi abuelo.

Por supuesto recordaba especialmente el tratamiento que me habían dado Antonio y Mauricio.

Me sentía en el cielo y su erección seguía ahí, estire la mano y acaricie su polla por encima del pantalón. Su cara de asombro fue total, quedo sin palabras mirándome, pero no hizo nada por detenerme. Entonces saque su miembro acariciándolo suavemente. Era hijo del abuelo no cabían dudas, por su tamaño no tenia que envidiar a nadie.

Acerque mis labios y lo introduje en mi boca, lejos de detenerme puso una de sus manos en mi cabeza marcando el ritmo de mi mamada. No volví a sacarlo de mi boca, seguí  chupando hasta sentir su miel llegar a mi garganta y trague todo hasta la ultima gota.

Él acaricio mi cabeza y me bezo en la frente, me dijo que descansara, me cubrió con las sabanas y salió del dormitorio.

La cama estaba toda pringada por la fajina de las horas previas y recordé mi idea previa de bañarme y cambiar las sabanas, pero me sentía en las nubes después de haber probado la polla de papá y le hice caso me acomode y dormí.

No volví a despertar hasta la mañana siguiente.

Me desperté temprano, el abuelo estaba sentado en la cama y acariciaba mis piernas, había retirado las sabanas y miraba mi desnudes. Su mano comenzó a subir entre mis piernas. Le pedí que  me dejara bañar que estaba hecha un desastre, que me había dormido toda cubierta de leche y que se había secado sobre mi cuerpo. Pero no me escucho y su mano siguió avanzando entre mis piernas, entonces las separe para facilitar su tarea. Dos de sus dedos acariciaron mi vulva, buscaron mi sexo y se introdujeron en él. Su pulgar frotaba mi clítoris, estaba totalmente mojada, mis jugos volvían a correr por mis muslos.

Me acercaba al orgasmo de pronto abandono mi sexo se desvistió  y se acostó junto a mí, su hermosa polla apuntaba al techo. Me senté sobre él y guié su miembro hasta mi sexo.

Acaricie mi rajita con la punta de su polla y descendí clavándola en mis entrañas hasta sentir sus bolas en mi entrada. Empecé a cabalgarlo, mientras le ofrecía mis tetas para que las sobara a su antojo.

Sentí una mano sobre mis hombros empujándome hacia abajo, mire hacia atrás y vi a mi padre totalmente desnudo. Comprendí lo que buscaba y trate de facilitárselo inclinándome hacia delante, poniendo mi culo en pompa sin dejar que se escapase mi abuelo. Su polla entro en mi culo por completo. Por primera vez estaba con dos hombres a la vez. Las dos pollas más ricas de este mundo me empalaban una y otra vez. Llegamos al orgasmo casi al mismo tiempo, mis orificios se llenaron con su lefa, mientras nuestros gemidos se mezclaban y resonaban por la casa.

Mi padre salió de mi interior y se acostó junto al abuelo, pensaba en acostarme entre los dos cuando el abuelo me dijo:

_ no te olvides lo que te enseñe, una polla no puede quedar con restos de semen .

Al abuelo le encantaba que se la chupara y siempre me hacia limpiársela luego de follarme.

Y así lo hice limpie totalmente su polla con mi boca y luego seguí con papá, que rápidamente respondió a mis caricias.

_ ahora te toca montarme a mí __dijo

Por primera vez la polla de papá entro en mi panochita, lo había imaginado muchas veces y al fin lo conseguía.

El abuelo no demoro en sumarse ocupando el lugar que hacia un momento tenia mi padre y volví a sentir esa maravillosa experiencia de tener dos trancas moviéndose en mi interior.

Papa mordía uno de mis pechos mientras el abuelo estrujaba el otro. Sus pollas taladraban mi cuerpo, tuve un par de orgasmos antes de recibir una nueva descarga de sus testículos. Volví a limpiar sus pollas tragando glotonamente los restos de su leche y de mis jugos.

Había anochecido, mi abuelo luego de almorzar se había ido a la casa de unos amigos. Hacia varios días  había acordado pasar el fin de semana con ellos y se despidió prometiendo volver el lunes pronto para seguir jugando y decidir con papá si aceptaban mi propuesta de seguir prostituyendome.

Había pasado la tarde con papá limpiando y ordenando la casa, vestida únicamente con un pequeño camisón que no fue necesario sacar para recibirlo entre mis piernas y que ahora estaba manchado con semen que había escapado de mis labios en una de las tantas mamadas que le dedique. Papa no había vuelto a estar con una mujer después de perder a mama y ahora yo era la beneficiada de tanto tiempo sin descargar sus bolas.

Habíamos senado y volvíamos a la cama. Yo acostada boca arriba y el sobre mi taladrando mi sexo sin pausa. Su miembro se introducia en mi cuevita sacándome terribles suspiros, me llevaba al borde del orgasmo, se detenía un momento y comenzaba nuevamente, hasta que me derretí en un fantástico orgasmo mientras él hacia erupción en mi interior.

Nos besamos apasionadamente y nos acomodamos para dormir. En su cama y con su polla contra mis nalgas me dormí.

Me desperté al sentir como su polla volvía a crecer, se me ocurrió que tal vez soñaba con migo y lo que habíamos hecho todo el día anterior y decidí despertarlo dejándole claro que a partir de ese día siempre seria igual. Lentamente fui bajando hasta tener su miembro a la altura de mi boca y lo fui metiendo entre mis labios. Cuando lo tuve todo dentro, cerré la boca. Se sobresalto al sentirme sobre su miembro. Se despertó y al darse cuenta lo que pasaba coloco una mano sobre mi cabeza animándome a seguir. Entonces comencé a chuparlo, a recorrer entero su tronco desde la punta hasta sentir que mis labios tocaban su bello pubico. Mi lengua jugaba con su glande cuando se corrió haciendo que su leche bañara mi rostro.

Le dije que se quedara en la cama que me limpiaría y que prepararía el desayuno. Volví a la cama con una bandeja con café, tostadas y mermelada.

Conversamos mientras desayunábamos normalmente y se me antojo ampliar el menú. Cubrí mis pechos de mermelada al instante mi padre se abalanzo sobre mí lamiendo y mordiendo mis tetas hasta dejarlas totalmente limpias. Tomo el frasco de mermelada para volver a untarme pero lo detuve le saque el frasco y derrame mermelada sobre su polla. Me arrodille junto a la cama y comencé a mamarlo. Cuando estuvo limpia papá volvió a poner mermelada, el pícaro quería que siguiera chupandolo. Aunque no adivine lo que se le había ocurrido.

Me hizo seguir chupando y cuando estaba por correrse me aparto y se derramo sobre un par de tostadas que luego me ofreció.  Me pareció divertida su propuesta, era algo nuevo tostadas con semen, toda una delicia.

Me miraba mientras comía las tostadas desbordantes de su lechada. Las comí lentamente demostrándole como disfrutaba tragando su corrida. Él miraba extasiado a la viciosa de su hijita, dándose cuenta de cuanto me gustaba el sexo. Lo mire a los ojos mientras terminaba de comer sus tostadas y limpiaba su semen de mis labios.

Entonces dijo:

_ ayer cuando entre a tu dormitorio y te encontré follando con tu abuelo, no era la primera vez que lo hacían, verdad ?

Le dije que hacia dos años que lo hacíamos y que le iba a contar con detalles como empezó todo:

_ yo notaba que el abuelo andaba mal y un día lo escuche hablando con un amigo y le decía que desde la muerte de su esposa no había podido estar con otra mujer y que solo lograba placer algunas veces masturbándose y lo que me dejo descolocada le dijo a su amigo que se sentía extraño porque lo único que lo excitaba era ver a su nieta, o sea a mi.

Entonces entendí porque me parecía que su trato hacia mí había cambiado. A mis quince años ya me había desarrollado y mi cuerpo era objeto de la mirada de muchos hombres, en el colegio y en la calle me miraban y decían obscenidades.

Yo había notado que el abuelo me miraba, que espiaba cuando me cambiaba, que fisgoneaba bajo mis faldas que siempre eran cortas y  que se quedaba mirándome cuando llevaba poca ropa.

Un día me levante a media noche iba a la cocina por un vaso de agua, la puerta de su dormitorio estaba entreabierta y pude ver que estaba masturbándose mientras miraba un video porno. Una rubia  de grandes pechos era penetrada al mismo tiempo por dos negros enormes. Mi panochita comenzó a mojarse viendo las pollas de los negros perdiéndose en la rubia y la polla del abuelo que no era muy diferente en tamaño, aunque a diferencia de ellas no estaba totalmente erecta.

De pronto sin pensar lo que hacia entre en la habitación y le dije al abuelo que me parecía que no estaba disfrutando realmente con lo que estaba haciendo y que quería ayudarlo. Estaba embelesada  viendo su polla.

Él me contesto que era cierto que no lograba satisfacerse, pero al mismo tiempo note como su polla cobraba vida y se ponía totalmente dura al verme. Era la primera vez que tenia un hombre desnudo frente a mí y no podía evitar mirar fijamente su miembro. Él miraba mis formas marcadas por mi pijama que me quedaba estrecho luego de haberme desarrollado. Entonces le repetí que quería ayudarlo y me contesto que podía hacerlo, tomo una de mis manos y la llevo hasta su polla. Comencé a masturbarlo, su rostro cambio inmediatamente mis caricias estaban dando resultado. Pasó una de sus manos sobre mis pechos y me pidió que me quitara el pijama y así lo hice. Seguí masturbándolo vestida solo con mi braguita él me acariciaba las tetitas.

Me pregunto si me animaría a hacer lo mismo que la actriz. Mire el televisor y vi a la rubia chupandole la polla a uno de los negros, me puse de rodillas igual que ella y metí la tranca del abuelo en mi boca. Comencé a imitar los movimientos de la rubia. Un rato después el negro escupía su lechada en la cara de la chica y el abuelo hacia lo mismo sobre mi rostro. Volvió a meter su polla en mi boca y recibí las ultimas gotas de su semen, no sabia que hacer con eso pero creí que lo más lógico debía ser tragarlo, seguí chupando hasta que él me detuvo.

La rubia recibía sobre su lengua la corrida del otro negro, jugaba con ella y luego se tragaba hasta la ultima gota rescatando incluso lo que escapaba por las comisuras de sus labios. Me sentí orgullosa, toda una profesional por haber tragado la leche  de mi abuelo y volviendo a imitar a la actriz pase mi mano por mis mejillas recogiendo y tragando el semen que tenia en ellas.

El abuelo sonrió al verme, dijo que hacia tiempo no disfrutaba tanto y para recompensarme me iba a dar placer a mí.

Me acostó en la cama y me quito las braguitas, separo mis piernas y coloco su miembro en la entrada de mi sexo. Lentamente fue presionando y metiendo su polla, el dolor era insoportable. No entendía porque decían  que eso daba placer, pero no pensaba contrariar a mi abuelo así que permanecí quieta dejando que el hiciera lo que le gustase. Comenzó a moverse produciéndome un dolor terrible, mis manos se aferraban a las sabanas y trataba de resistir las embestidas en mi sexo. Poco a poco mi panochita fue relajándose y comencé a sentir el placer que me habían prometido. Ahora solo me concentraba en controlar mis gemidos y no hacer ruido para que mi padre que dormía en la habitación de junto no se enterase de lo que hacían su hijita y su padre.

El primer orgasmo de mi vida coincidió con el del abuelo que se retiro de mi sexo rápidamente y puso su polla frente a mi cara pidiéndome que lo chupara, demoro solo un segundo en derramar su leche en mi boca.

Me abrazo y me bezo, me explico que había hecho eso para no correr riesgo de embarazarme y me dijo que si estaba de acuerdo en no contarle a nadie podríamos repetirlo y  prometió comprarme pastillas anticonceptivas, así no tendría problemas en correrse en mi interior.

Estaba tan feliz, me había gustado tanto que le dije que si que podíamos repetirlo cuando quisiera.

Al despedirnos me pidió que no me limpiara los restos de semen que aun tenia en mi rostro, así que corrí a mi cama y me acosté a dormir. Ya no necesitaba el vaso con agua, había saciado mi sed con la lechita del abuelo.

A la mañana siguiente me despertó trayéndome el desayuno y un paquete de pastillas anticonceptivas que guardo en mi mesita de luz.

Papa se había ido a trabajar y el abuelo me miraba sorprendido al darse cuenta que estaba como él me había dejado, desnuda y con semen sobre mi rostro, aunque ahora estaba seco sobre mi piel.

Su polla se alzo pidiendo acción, el abuelo la libero y yo sabia lo que debía hacer. Me incline hacia él abriendo la boca y deje que su miembro la ocupara por completo.

Me entrego toda su corrida y luego me dejo desayunar. Ese día no fui a clases.

Unos días después papá llamo del trabajo para pedir que le llevara unos papeles que se había olvidado.

El abuelo atendió el teléfono desde la extensión en su dormitorio. En ese momento yo estaba en la cama boca abajo mientras el abuelo me estrenaba el culito.

Papa le hablaba y él continuaba penetrándome mientras yo mordía las sabanas para que no se escucharan mis quejidos. El abuelo colgó el teléfono y se aferró a mis caderas mientras se derramaba dándole a mi culo su primera ración de leche.

Una hora después entraba en la oficina de papa con un vestidito corto sin ropa interior y con semen del abuelo en todos mis agujeros. No puedo negar que me dio un poco de vergüenza besar a papa en la mejilla sabiendo lo que había hecho mi boca momentos antes.

Volví a casa y el abuelo estaba esperándome detrás de la puerta, en cuanto entre puso sus manos en mis hombros haciéndome agachar sostuvo mi cabeza con las dos manos y comenzó a meter y sacar su polla de mi boca como si la estuviese follando. Me hizo levantar y apoyándome en la puerta levanto mi vestido y penetro nuevamente mi culito mientras acariciaba mi sexo con sus manos. Se corrió en mi interior mientras yo me deshacía en un intenso orgasmo.

Una de esas mañanas mientras le hacia una dulce felacion, sin sacar su polla metió entre mis labios mi primer  pastilla anticonceptiva, que trague junto con su leche

Nuestros encuentros eran casi a diario aprovechábamos el tiempo que papá estaba en el trabajo y si yo llegaba tarde de estudiar a la noche iba a su dormitorio buscando sus caricias. Algunas veces me despertaba con la polla del abuelo tratando de meterse en alguna parte de mi cuerpo.

Al poco tiempo empecé a tener sexo con chicos del colegio y luego del barrio, ya había tenido magreos con algunos de ellos y comencé a buscarlos para ofrecerles mi cuerpito por completo. No era igual que sentir la experiencia del abuelo pero no era raro el día que el semen del abuelo se mezclaba en mi interior con semen de algún chico.

Todavía estaba en la cama con papa cuando el teléfono nos interrumpió. Montada sobre él, subía y bajaba sobre su polla y continué haciéndolo mientras él atendía la llamada del abuelo.

Tenia esa costumbre de mis encuentros con el abuelo, nos gustaba el riesgo de que pudieran escucharnos o vernos teniendo sexo.

El abuelo le decía a papá que como de costumbre sus amigos habían decidido contratar un par de prostitutas para pasar el fin de semana y él había decidido proponerles algo mejor. Les había ofrecido a su nieta. Ante el asombro de sus amigos les contó de mí muy reciente experiencia en la prostitucion.

Inmediatamente fui contratada, era la mañana del viernes papa debía llevarme en su auto y el abuelo volvería con él. Yo estaría  hasta el domingo en la noche con los cinco mejores amigos del abuelo en su casa de las afueras y papa volvería a buscarme.

Continuara........

Queridos lectores: agradeceré todos los comentarios y sugerencias que quieran hacerme, si bien ya tengo escritos varios capítulos, me gustaría saber sobre las situaciones en que ustedes quisieran ver a la protagonista de la historia.