Dejame soñar contigo 3

Jennifer Jareau y Emily Prentiss son compañeras de trabajo. Aunque esta última quiere que sean algo más. Personajes de Mentes Criminales

Dedicado a todos aquellos que siguen la historia, en especial a: John Cena, AlexaR777, HombreFX, Raq, Braguitas, Patiux, Anagil, Danii2, Nazyles y Bonita pero cabrona.

Llegó el lunes y otra vez se tendrían que mirar a la cara, pero Prentiss no aparecía. JJ y García no dejaban de llamarla al móvil, pero como única respuesta obtenían el buzón de voz. Por fin apareció a la tarde, con la misma ropa que el viernes, muy desaliñada y con mal aspecto.

  • Prentiss, ¿estás bien? ¿Dónde has estado? ¿Qué te ha pasado?

Dijo JJ mientras se acercaba a ella. Le fue a tocar la mejilla pero Prentiss le dió un manotazo y le dijo de muy malas maneras:

  • Nada que te incumba.

Dicho esto le lanzó una mirada de odio a la rubia y se fue hacia su despacho. JJ se quedó en mitad de la sala desconcertada y avergonzada. García le tocó la espalda a JJ en modo de apoyo y se fue detrás de Prentiss.

  • ¿Estás bien?

  • Si, perfectamente García.

  • ¿Qué ha pasado ahí fuera?

  • Yo….no….ha pasado nada….

  • Creo que me he perdido algún capítulo, pero JJ estaba muy preocupada por ti y no creo que la debieras de tratar así. Le has dejado muy disgustada.

  • Ella se lo merecía.

  • ¿JJ?, Prentiss, JJ se gana todos los días la entrada al cielo, ¿Qué ha hecho para que la destierres del paraíso?

  • Ella…yo la vi...ella…no hizo nada…ella...me dio esperanzas

  • ¿Cómo?

  • Haber García a mi me gusta JJ, bueno no me gusta, yo…la quiero. Ella es tan dulce, tan inocente, tan pura, tan leal, tan alegre, tan buena, ella siempre me hace sentir bien, ella hace que el muro que he creado a mi alrededor se derrumbe con solo una mirada, ella hace que mi corazón lata con  tanta fuerza que pienso que jamás me he sentido tan viva, ella hace que mis instintos más básicos se despierten, ella me hace feliz con el solo hecho de existir. Quiero a JJ.

  • Bien, eso ya lo sabía, ahora la segunda parte.

Prentiss se quedó mirándola extrañada, preguntándose como lo sabría. García que vio su confusión dijo:

  • Se te nota, cómo la miras, cómo la tocas, cómo le sonríes, pero tranquila que a los demás no les he dicho nada.

  • El otro día la invite a cenar y al despedirnos sin querer nos dimos un pico y.....luego yo fui a su casa y la vi…acostándose con alguien

Prentiss se calló, porque se estaba dando cuenta de que no tenía ningún motivo para enfadarse con JJ. JJ no sabía sus sentimientos y no la hizo daño a propósito.

  • Prentiss, me ha dicho JJ que después de que irrumpieras en su casa, terminó definitivamente con Will. Le dijo que solo podrían mantener una relación de amistad porque si no rompían ese vínculo ninguno de los dos conseguiría seguir adelante.

Prentiss sonrió y pensó que García si sabía como animarle. Se oyó un toc- toc en la puerta, un instante después apareció JJ y dijo:

  • Hay otra víctima más, pero esta tiene un mensaje del asesino. Daos prisa, id a la sala de reuniones.

En la sala de reuniones estaban todas las fotos de las fallecidas, incluidas las de la última. Había una fotografía de la nota.

"Se acabó el juego. Ya no tengo nada por lo que vivir, ya no tengo nada que perder. Ahora mataré a la auténtica."

Llegaron a la conclusión de que había pasado algo en la vida del asesino para que decidiera matar a la persona que él conocía y que él apreciaba, en vez de matar a mujeres que se parecían a ella. El asesino odiaba a esa persona y por eso creía que tenía que matarla, pero por otro lado envió la nota para que los agentes le detuviesen antes de hacerlo y eso significaba que la quería. El asesino se sentiría culpable el resto de su vida si no la mataba, pero si alguien acababa con él primero no. Los chicos volverían ya que determinaron que la última víctima era en la ciudad donde habían dejado la nota.

Terminada la reunión se fueron las tres mujeres hacia el aparcamiento. García se marchó enseguida.

  • Oye JJ, yo lo siento

  • ¡Tú lo sientes! He estado todo el fin de semana llamándote y he estado preocupada por ti, y tú lo único que haces al llegar aquí es hablarme mal delante de todos nuestros compañeros, ¡cómo si te hubiese hecho algo!

  • ¡Y me lo has hecho!

  • ¿Yo? Perdona pero has sido tu quien fue a mi casa sin avisar, quien viendo que no estaba, decidió fisgonear mi casa, ¡y encima te enfadas conmigo!

  • Claro que me enfado JJ.

  • ¿Estás celosa?

  • No, no estoy celosa de ti.

  • ¡Pues parece que sí! ¡Sabes aparte de mi vida laboral, tengo vida social!

  • ¿Tú? Si tú eres la primera que llega al despacho y la última que se va, parece que pones como excusa tu trabajo para no tener que llegar a la soledad de tu casa.

  • Que te quede bien claro Prentiss, que mi trabajo es igual de importante que el tuyo, que yo tengo muchas mas responsabilidades que tú, yo soy y solo yo la que tengo que decidir a que caso ayudamos, soy yo quien decide quien vive y quien muere, por eso reviso los casos una y otra vez. Tengo que mirar miles de fotografías de personas asesinadas y tengo que decidir si por fin se podrá hacer justicia. Os lo dejo todo preparado, vosotros hacéis el perfil y os vais a casa tan tranquilos, mientras que yo me quedo para no perder el tiempo, para que no haya más asesinatos. Y por si fuera poco tengo que hablar con los familiares de las víctimas.

Prentiss se quedó muda. Nunca había valorado el trabajo de JJ. Le habían advertido que aunque JJ era un ángel caído del cielo, si la hacías enfadar era mejor que no estuvieses en su camino.

Está rematadamente sexy….con las mejillas encendidas, su pecho subiendo y bajando mas deprisa de lo normal, el pelo un poco alborotado….

JJ se fue a su coche y se marchó lo más deprisa que pudo y Prentiss se quedó mirando en la dirección por la que había desparecido el todo terreno negro se su compañera. Se quedó estática pensando en todo lo que acababa de ocurrir.

Déjame que te espere aunque no vuelvas.

Cogió su coche, se fue a una licorería de esas que abren 24 horas y compró una botella de vino tinto. Casi sin darse cuenta llegó a casa de JJ. Aparcó enfrente de la casa y mientras observaba la silueta de su rubia preferida iba bebiéndose el alcohol.

JJ fue a cerrar la ventana y distinguió el coche de Prentiss. JJ se sentía disgustada por lo acontecido.

Voy a hablar con ella. Voy a arreglar las cosas. Le diré que entre, nos sentaremos y lo hablaremos como personas adultas que somos. Le pediré disculpas.

Pero cuando abrió la puerta de su casa con intención de hablar con Prentiss, el coche ya no estaba, se había ido. JJ se quedó en el umbral de la puerta, esperando por si volvía.

Déjame que te espere aunque no vuelvas.

JJ la había visto y lo último que quería era volver a discutir con ella. Con una última mirada se despidió, arrancó el coche y se fue. Se fue a un antro cerca de su casa para tomarse la última copa acompañada, aunque solo fuese con el camarero.

Cuando fue a pagar la copa el camarero le dijo que aquella señorita la invitaba.

Desde el otro lado de la pista de baile estaba García sonriéndole y haciendo un gesto para que fuese hasta donde ella, y Prentiss así lo hizo.

Se tomaron unas cuantas copas  más, e invito a García a su casa, con la intención de contarle lo que había pasado, ya que el en bar con la música no se podía hablar. Cuando terminó de relatarle el hecho, García dijo:

  • JJ se ofende mucho cuando no valoran su trabajo, porque su trabajo no está reconocido como se debiera.

  • Ya me he dado cuenta.

Se reían tontamente las dos, desinhibidas por el alcohol.

  • Estaba de sexy García….no te la puedes imaginar…..me pone que lleve ese traje porque le hace parecer una chica muy formal, pero yo creo que esas son las mejores, las que parecen ermita y luego son catedral. Me he puesto a cien, sólo podía pensar en probar sus labios….que calores….

García se estaba cada vez acercando más a Prentiss. Estaban sentadas en el sofá muy cerca la una de la otra. García puso una mano en la espalda de Prentiss y empezó a dibujar pequeños círculos. Las dos se sonreían.

Quizás fue el alcohol, quizás fue la historia de Prentiss de JJ, quizás fue la excitación, quién sabe, pero la temperatura no paraba de subir.

García fue acercando su cara a la de Prentiss sin dejar de mirarle a los ojos. Prentiss no se movió, por lo que García supuso que no había rechazo. Sus labios se rozaron un momento, Prentiss agarró la nuca de García y tiró hacía si. El beso se profundizó. Prentiss cerró los ojos porque quería imaginarse que quien ahora le desabrochaba su camisa era JJ y no García.

Sintió una lengua recorrer su cuello y detenerse en sus pechos, en sus pezones y cuando ya estaban duros, la lengua siguió el camino. No sabía ni cómo se había quitado los pantalones, pero cuando tienes a alguien entre tus piernas, eso no importa mucho.

El orgasmo estaba apunto de llegar, por lo que Prentiss se mordió el labio, sabía que si no lo hacía gritaría el nombre de " Jennifer" , aún así cuando empezó a convulsionarse susurro al oído de García " JJ".

Déjame que te deje, tenerme pena.

-Lo siento, yo no quería decir su nombre.

  • No pasa nada, y si, si querías decir su nombre, y también que no fuese yo la que te ha aliviado. Y ahora agarrate que vienen curvas.

Prentiss volvió a besar a García, mientras que su mano derecha masajeaba los grandes pechos de García. Cuando creyó que ya estaban suficientemente duros los pezones, la mano bajo hasta la entrepierna y empezó a juguetear con el clítoris.

García no tardo mucho en llegar y Prentiss apartó su mano. No quería que se corriera en su mano. No sabía porqué, pero no quería.

En seguida ambas se quedaron dormidas.

Y mientras JJ miraba por su ventana el cielo lleno de estrellas.

Prentiss se levantó otra vez con el tiempo justo. García ya no estaba allí.

Bien mejor que no esté, que vergüenza.

Se quedó quieta y pensó que sería demasiado vergonzoso encontrarse con García y con JJ. Hoy había una rueda de prensa, en la que Strauss diría a la ciudad que no había ya un asesino en serie y que no se preocupasen. Llamó a Hotch y le dijo que había recaído y que tenía fiebre, Hotch le dijo que se quedara en casa y eso hizo.

Puso la televisión, buscó el canal donde retransmitían en directo la rueda de prensa y se sentó a esperar a que empezara. Ahí, en la tele estaba JJ, hablando desde un improvisado altar, y detrás de ella la jefa.

Cuando se acerco Strauss a JJ para tomarle el relevo, se oyó un disparo. Por un momento las cámaras enfocaban el suelo, y cuando volvieron a su lugar, se veía dos mujeres tiradas al lado del altar.

El cámara puso el zoom, y Prentiss quiso morirse en ese momento. Allí tirada, con los ojos cerrados, con la camisa llena de sangre estaba JJ.

La taza de café se resbaló de sus manos, cayó al suelo y se hizo añicos, como el corazón de Prentiss en ese momento.

Déjame que te espere aunque no vuelvas. Déjame que te deje, tenerme pena.