Dejame Gritar
La habitación apenas era iluminada por una suave luz, tener a Sebas entre sus piernas penetrándole con dedicación le arrancaba gemidos y suspiros, Sebas es el único hombre al que le ha permitido hacerle el amor,
Déjame gritar
Sebastián había crecido en una familia acomodada, sus padres lo cuidaban de sobremanera, al grado de hacerle daño, a sus diecinueve años apenas y había pisado un par de clubs nocturnos, contaba con dos amigos verdaderos Samanta y Edward , esa noche uno de sus compañeros celebraba su cumpleaños, con tanta insistencia a sus padres consiguió el tan anhelado permiso, ya que la ultima vez no le habia ido muy bien,(se sentia tan alegre y no pensaba en lo mal que era trado en casa, cuando estaba con sus amigos el chico timido desaparecia, nunca se sintio mal por ser diferente, pero vivia con el miedo constante de que su padre lo supiera.
-Que demonios te pasa a ti? Cuando lo entenderas? No puedes seguir desobedeciendo, creo que te mandare a un internado por que ya no se que hacer contigo, no entiendes que esto perjudica tus estudios?- dijo su padre como de costumbre.
-Lo siento papá, no ha sido mi intención - dijo Sebastián, mordiendose el labio para no llorar.
-Nunca es tu intención, hasta cuando entenderas que no eres como el resto, como todos esos vagos buenos para nada.- Le recrimino su padre.
Esos vagos como tú los llamas son mis amigos.- grito sebas.
Ninguno de ellos es tu amigo, te apuesto que si te quedaras en la miseria ninguno de ellos veria por ti, asi que deja de engañarte.- Le dijo Mario cansado de la misma discucion de siempre.
-Ninguno de ellos es como tu, ellos son felices con o sin dinero, no todo gira entorno a ti- dijo Sebastián antes de bajar del auto.
Salio del auto a toda prisa tratando de evitar a su padre pero nada más al entrar a la casa, su padre lo sujeto y le grito dandole un par de bofetadas que lo hicieron caer al piso bajo la mirada de su madre como muchas otras veces, cuando al otro dia se levanto para tomar el desayuno con su amada familia, se odió asi mismo por ser tan cobarde y no hacer nada con su situación, era casi imposible disimular los moretones por tener la piel blanca, alprincipio faltaba a clases inventando cualquier excusa, sentia verguenza decirle a Sam y Edu, la clase de padre que tenia, a veces pensaba que todo era culpa suya, pero no, eso no podia ser porque el era un excelente alumno, un chico educado, un amigo incondicional, su desaparecida amiga Andrea le habia abierto los ojos, su padre era un imbecil que no sabia valorar al chico mas bueno de todos, ella le enseño a cubrir los moretones un dia que vino a buscarlo a casa para terminar un trabajo, la chica quedo impactada al contemplar su hermoso rostro con esos ematomas, pero un dia no supo mas de ella.
La fiesta había ido muy bien, había bebido lo suficiente para desinhibirse, llevaba unos pantalones bota tubo negros, que le marcaban un gran paquete y un hermoso culo que muchas y muchos admiraban, una playera en color blanco con letras rojas "I love rock" con una chaqueta negra que hacia lucir su blanca piel de sobre manera, no podían faltar sus converse y su piercing en la ceja, le costó un mucho lograr que su padre le permitiera tenerlo, en estos momentos tenía en mente tatuarse aunque no tenía ni la más mínima idea de que era lo que se tatuaría, pensó en hacerse una "s" o su nombre, pero no lograba convencerse quería algo que tuviera un significado muy especial como el nombre de sus amigos, eso es lo que haría.
Sebastián es un chico muy guapo de labios rojizos y delgados, nariz recta, ojos cafés y pelo castaño corto, el cual peinaba con una crestita, cuerpo delgado pero definido. Esa noche se sentía extraño, estar en medio de todo ese ruido lo tenía atontado, realmente tenia ganas de divertirse pero sabía que con todos esos hipócritas no podía dejarse llevar, salió del lugar para despejarse un poco dejando a sus amigos, afuera hacia un poco de fresco, se arrepintió de haber salido en cuanto sintió su cuerpo chocar contra la pared del callejón junto al local, un par de golpes en su abdomen hicieron que se desorientara un poco, cuando el frio metal presiono contra su piel volvió a la realidad, lo estaban atracando tres tipos de los que apenas distinguía sus rostros, serían unos dos o tres años más grandes que él.
-Vamos chico empieza a sacar todo lo que traes- le gritaban...- vamos que esperas- volvió a escuchar mientras recibía un golpe en la cara.
-No tengo nada mas- les dijo mientras sacaba unos cuantos billetes de sus pantalones, por suerte había dejado su cartera y el celular en el bolso de samanta.
-Eso no me sirve para nada- tras otro fuerte golpe en sus abdominales sintió como el aire le faltaba...-quítate la ropa- le escucho decir.
-QUÉEE, ESTAS LOCO!?-gritó.
-NO ESCUCHASTE O QUE? - obtuvo como respuesta... - que te quites la jodida ropa y date prisa que no tenemos tu tiempo.
Se quitó la chaqueta con las manos temblorosas, se maldecía así mismo por haber salido del lugar, había que ser tan imbécil para hacer eso!, reprocharse no servía de nada.
-Anda cabron mueve ese culo- le dijo mientras otro comenzaba a tocarlo... - qué tal si nos divertimos un poco-.
- Hey! Hijos de puta, dejen en paz al chico- escucho decir a una voz que mostraba poder.
-Largo de aquí, busca diversión en otro lado- dijo uno de los agresores.
- Está bien, como quieran- dijo esa voz.
Sebastián quería llorar cuando vio cómo se alejaba al que creía su defensor y que lo sacaría de ese embrollo, mientras los delincuentes comenzaban a manosearlo, uno de ellos restregaba su entrepierna contra su culo y otro intentaba besarlo, a lo cual él respondió escupiéndole la cara recibiendo una bofetada, Sebastián lloraba sin control gritando por ayuda, no podía creer como nadie hacia nada por ayudarlo, había que ser muy mala persona para abandonar a su suerte a alguien en su situación, grito por ayuda pero otro fuerte golpe lo hizo callar, si no hubiese estado sujetado habría caído al suelo. De repente vio como uno de sus agresores caía al suelo y otro salía corriendo mientras su defensor forcejeaba con otro, el cayó al suelo vencido por el dolor que sentía en su cuerpo, después de unos minutos alguien lo toma del brazo para que se levantara quedo alucinado con el rostro de ese hombre que tenía frente a él, un súper héroe que lo había salvado, un valiente caballero de ojos azules, llevaba una barba de unos tres días con el pelo un poco largo y ligeramente ondulado, un piercing en su nariz, en definitiva era el hombre más hermoso que había visto en su vida. Caminaron hacia la salida del callejón, no quería que el trayecto terminara se sentía tan seguro rodeado por esos fuertes brazos, el aroma que desprendía era como la morfina, no sentía más dolor.
-¿Quieres que te lleve a alguna parte?- le pregunto su héroe.
-¿Te importaría si entramos!?- dijo un poco tímido.
-No creo que puedas entrar, hay una fiesta privada- pronuncio decepcionado.
Yo estaba ahí adentro... Debes creer que soy un tonto por salir solo de allí- dijo algo apenado.
No! No lo creo, en verdad lo eres- rio un poco.
-Me llamo Sebastián- dijo tendiéndole la mano.
- Mucho gusto Sebastián, yo soy Matt- dijo clavando sus azules ojos en el rostro del chico.
-Gracias por ayudarme, te debo una! - le dijo perdiéndose en los carnosos labios de su (interlocutor), quien se percató de como mordió ligeramente su labio.
-Creíste que te dejaría allí?- le cuestionó.
-La verdad es que sí, es raro que alguien exponga su vida por proteger a otros- le dijo apenado mostrando un ligero sonrojo en sus mejillas por las que aún había rastro de sus lágrimas y en su barbilla algo de sangre proveniente de sus labios.
-Pues mira que has tenido suerte aun hay algunos seres buenos sueltos por aquí o tal vez no!- le dijo echándose a reír mientras con un pañuelo le limpiaba la sangre, estuvo a punto de besarlo cuando Sebastián tomo su mano, mientras con la otra secaba sus lágrimas, lo que no pudo evitar fue abrazarlo.
Matt había tenido una semana espantosa a pesar de haberse conseguido un trabajo de medio tiempo, apenas le alcanzaba para cubrir los gastos, esa noche termino discutiendo con su padre como lo venían haciendo desde hace mucho, él sabía que si su madre viviera lo apoyaría en su decisión de estudiar artes plásticas, estaba con algunos trabajos pendientes y necesitaba algunos materiales, no contaba con el dinero necesario para ello, trató de hacer que su padre le prestara, pero este se negó a hacerlo ya que según él no tenía plata que no estuviera destinada a algo, él sabía que su padre tenía más de lo necesario pero por el simple hecho de fastidiarlo y que dejara ese estúpido sueño, se la negaba, pero si algo había aprendido Matt era a no darse por vencido, eso era algo que había heredado de su madre así como sus ojos, su padre solía preguntarse qué era lo que había hecho mal ya que para él todo lo que Matt hacia era darle disgusto tras disgusto, en una ocasión se atrevió a decir que su difunta esposa era la causante de todo eso, ella siempre apoyo a Matt en todo incluso ella sabía que su hijo era gay, desafortunadamente un paro cardiaco hizo que se fuese sin hablar los tres respecto al tema, la madre de Matt estaba fascinada con que su hijo estudiara esa carrera, ella había trabajado como maquillista antes de casarse, incluso fue ella quien había llevado a Matt a hacerse su primer tatuaje que fue una estrella en el dedo medio de la mano izquierda, tras este siguieron un corazón y un rayo, después Alex & Andrea los nombres de sus progenitores en el antebrazo derecho, meses antes de la muerte de su madre se tatuó el rostro de esta en el brazo izquierdo debajo del hombro, detrás de la oreja derecha tiene unas estrellas y en la izquierda M de Matias un antiguo amor de quién se tuvo que separar porque sus padres dejaron el país, tras la discusión con su padre tomo las llaves de su moto y se fue, necesitaba distraerse pero para su mala suerte el local que solía frecuentar estaba cerrado ya que había sido rentado para una fiesta, se disponía a marcharse cuando entre las oscuridad del callejón miro como golpeaban a alguien, si algo tenia Matt era esa bondad de la que muchos carecen a pesar de su facha de "bad boy", es un chico cuyo atuendo está marcado por el negro, es un artista que muestra alegría con un toque oscuro, podría decirse que es como una obra gótica.
Después de entrar al local siguieron su plática durante un par de horas, Sebastián estaba fascinado, él también era gay pero nunca había tenido una relación ni nada que se le pareciera ni sus mejores amigos lo sabían, muchas veces se había planteado decírselos pero tenía miedo ya que al pertenecer a ese nivel económico sabía que estaba rodeado de hipocresía, pero de algo de lo que no dudaba, era del cariño que sus amigos le tenían a pesar de su comportamiento, ellos estaban en todo momento con él, sabía que merecían saber la verdad, es por eso que ahora que lo había pensado bien en definitiva lo que se tatuaría seria sus nombres como símbolo de su amistad, pero antes debía decirles la verdad, después de compartir información y saber que Matt era artista y Sebastián estaba estudiando relaciones públicas, a la llegada de los amigos de sebas se hicieron las presentaciones correspondientes y los pusieron al tanto de lo sucedido, Sebas estuvo bastante apenado porque Matt presenciara la escena que Sam su amiga hiciera por haberse expuesto de semejante manera, sus amigos no se cansaron de agradecer a Matt por lo que había hecho, intentaron hacer que aceptara una remuneración por su acto pero este se negó rotundamente, al salir del local siendo las tres de la mañana y bástante fría, Matt no dudo en ofrecer a Sebas su cazadora, ese gesto lo ruborizo por completo, Sam quedo fascinada con la acción del chico, caminaron hasta el aparcamiento donde se encontraba la moto y el coche de los chicos, Sebas intento devolverle su cazadora a Matt pero este la rechazo diciendo que sería una excusa para verse de nuevo, intentado que sus amigos no escucharan, para luego dirigirse a ellos haciéndoles una invitación a una exposición que haría por la tarde, si querían devolverle el favor por haber ayudado a Sebas esa sería una buena forma, -Mañana hare una exposición para ayudarme con los gastos así que los espero-Dijo, subiéndose a su moto y alejándose.
Matt había llegado a casa bastante mejor de cómo había salido, se metió al baño y se dio una ducha caliente donde se hizo una paja recordando los sensuales labios de Sebas, su sonrisa tranquila, salió directo del baño a tomar sus pinceles para dibujar a un Sebas muy tierno, justo con la expresión que tenía cuando dijo que quería volver a verlo.
Eran las cuatro de la tarde cuando Sam y Edu habían llegado por Sebas para ir a la exposición, el no había perdido el tiempo y había invitado a sus hermanos también, Bruno llevaría a su novia y a un grupo de amigos, su hermana Susana llevaría a su novio, y sus compañeros de clase habían sido invitados por whatsapp, esta vez Sebastián había dejado de lado la ropa oscura y vestía más como sus amigos, llevaba un pantalón rojo igual de ajustado que el de la noche anterior una playera gris, a su padre no le gustaba nada cuando vestía con ese estilo rockero, pero eso era lo que en verdad le fascinaba.
Cuando Matt vio aparecer a Sebas se sintió como un tonto al verse reflejado con una sonrisa en el cristal, verlo con un atuendo muy radical lo hizo pensar que con lo que ese chico se pusiese seguiría viéndose jodidamente bien, sentía ese cosquilleo en su entrepierna cada que imaginaba besando esos rojizos labios, por otra parte se impresiono por la cantidad de personas que llegaban junto a Sebastián, cuando tuvo al chico frente a el, apenas si fue capaz de sonreírle, Sebastián se sentía muy apenado por haberlo dejado sin su abrigo, que nada más estar frente a él le extendió la cazadora...
-Gracias por salvar mi vida y haberme prestado esto- Decía un Sebas bastante apenado.
-No tienes nada que agradecer, fue un gusto ayudar, de no haber sido así no tendría a tanta gente aquí- dijo Matt sorprendido mientras veía entrar a más gente.
-Espero que tengas suficientes cuadros, porque vendrán todos nuestros compañeros de grupo y amigos- dijo Sebas en un tono un tanto pícaro.
- Si hay suficientes, pero ven vamos te los mostrare- dijo Matt tomándolo del brazo.
Cuando la mano de Matt toco la piel de Sebas, este sintió una descarga eléctrica que le erizo los vellos de su espalda, sentía una tranquilidad cuando miraba en sus ojos, había una fuerte atracción por ambas partes, pronto estuvieron mirando las pinturas que eran una majestuosa experiencia para la vista, Sebastián estaba maravillado con una obra muy peculiar mostraba a un chico sosteniendo una patineta mirando la puesta del sol, tenía una variedad de colores muy bien cuidados, sentías esa tranquilidad al mirarla, justo al lado de la calle había árboles, y debajo del sol ocultándose, tras los cerros un pueblo que comenzaba a encender sus farolas, cuando Matt alzo el brazo para mostrarle una pequeña escritura en la tabla de la patineta, Sebas se dio cuenta de algo, los dedos de Matt estaban tatuados, al percatarse de ello tomo la mano de Matt y la admiraba, su rostro mostraba sorpresa, en cambio el otro chico no sabía cómo tomar ese acto, nunca había sentido nada al mostrar su piel pintada pero esta vez se sintió desnudo, con miedo de estar frente al chico al cual había dibujado en la madrugada, ese a quien no podía arrancar de su cabeza desde hace algunas horas, con un movimiento un tanto brusco zafo su mano.
-Discúlpame no debí- dijo Sebastián apenado.
-No!!!, discúlpame tú a mí, ya debería estar acostumbrado a que me miren raro-. Dijo en un tono seco.
- Entonces así es como me verán?- pregunto Sebas clavando sus ojos en Matt.
-Tú tienes tatuajes?- pregunto Matt.
-Bueno, aún no, pero quiero tener algunos.- le respondió.
-Yo creo que no es una buena idea, a mí me costó encontrar trabajo?.- dijo Matt.
-Pero porque?- cuestiono Sebas.
-Te etiquetan como un vándalo, creen que solo los chicos drogadictos se hacen esto.- le respondió desilusionado!.
-Tu podrías recomendarme a alguien que haga esto?.- le dijo entusiasmado.
-Por supuesto, si es lo que tú quieres yo mismo te llevare.- le confirmo Matt con una gran sonrisa.
Le mostro todos sus tatuajes, bueno solo los visibles ya que en la espalda se había tatuado recientemente una estrella con alas, después de eso Sebas presento a Matt con sus hermanos que al igual que el estaban fascinados con la exposición y ya habían adquirido un par de pinturas, Sebas al ver esto los llevo hasta donde se encontraba el cuadro que había estado mirando, le reconocieron su gran gusto, Matt ni siquiera quería recibir el pago de tan extraordinaria obra, alegando que gracias a él todo se estaba vendiendo, pero si algo tenían los hermanos era que no aceptaban el trabajo de otros como un obsequio, ellos sabían lo que muchas personas se esfuerzan para salir adelante como lo había hecho su nana que había sacado a flote a sus hijos y los cuido a ellos, ahora la amorosa viejecita tenía una buena, vida sus hijos contaban con muy buenos empleos, eran personas honradas a las que ellos mismos admiraban y su amigo Edward era uno de ellos, al finalizar la exposición Sebas se quedó con Matt y sus amigos a guardar los cuadros restantes. Cuando guardaban las pinturas en el coche de Matt por accidente se golpearon ambos sin querer, se miraron a los ojos y Matt no lo pudo resistir, el tenerle tan cerca, respirar su aroma y mirar sus labios rojos los cuales beso lentamente, Matt sintió dentro de sí que había encontrado a su alma gemela en cuanto Sebas le correspondió el beso con pasión, siendo el mismo que lo rompio alegando que no estaban solos.
Matt estaba tan emocionado por haber sido correspondido, solo Sebas tenía dudas, si hasta ahora había mantenido en secreto sus preferencias sexuales, esta vez sentía unas inmensas ganas de gritar que estaba feliz, no voltear atrás a recibir el rechazo, pero esos pensamientos eran borrados con la idea de no saber qué era lo que quería Matt, podrían ser solo ganas de coger y después pasar de él, en alguna ocasión había sido el objeto de deseo de algunos por ser muy bello, Sebas no era la clase de chico que solo quiere una noche de sexo, es mas de los que buscan un amor para el resto de su vida.
Esa noche fueron a cenar, Matt muy amablemente se había comprometido en llevar a Sebas a casa, ambos estaban muy a gusto, se lanzaban miradas furtivas, esa noche fue estupenda ninguno disimuló el interés en el otro y a la primera oportunidad que Edu tuvo cuestiono a Sebas.
-Hay algo que debamos saber?- pregunto en un tono serio.
-Con respecto a qué?- le respondió con nerviosismo.
-Qué pasa con Matt?- pregunto Sam
-Pasar de que!? Yo no lo veo mal o algo.- respondió.
- Pues no sé, pero no ha dejado de mirarte ni un segundo, no sería raro que mirara a Sam, pero a ti.-dijo arqueado una ceja.
-Si eso es raro -Agrego Sam riendo.
-Y eso tiene algo de malo Ed?- pregunto Sebas, sintiéndose irritado, su mejor amigo lo cuestionaba, esa era la razón por la cual no había dicho nada con respecto a sus preferencias.
-No tiene nada de malo, solo que no sé, a ti no te van los chicos- le dijo riendo.
-Ya que lo mencionas, si, a mí me van los chicos- dijo casi en un susurro que Edward y Samanta escucharon a la perfección, se miraron entre si y se echaron a reír.
-Buena broma Sebas- dijo Ed, riendo como loco.
-Si Sebas, muy buena broma, pero ya en serio ese chico te come con la mirada- dijo Sam un poco seria.
- No es broma, Matt me gusta y hace un momento lo he besado- dijo bajando la mirada.
-Vamos Sebas ya estuvo bien de bromas- le dijo Ed.
- No es ninguna broma, porque te cuesta creerlo?- pregunto decepcionado.
-Porque tú no eres gay, te conozco desde que usábamos pañales, no, tú no eres gay eres mi hermano.-respondió Ed negando con la cabeza.
-Creo que dejaremos de ser hermanos...porque en verdad soy gay.- dijo Sebas dejando escapar unas lágrimas, levantándose de la mesa.
-Sebas espera- dijo Sam corriendo tras él.
-Que ha pasado, adonde van esos dos?- pregunto Matt.
-Nada, solo que Sebas dice ser gay y que tú le gustas- dijo Ed riendo.
-Pues que tontos son, tu amigo te habla con la verdad y tú te ríes, vaya amigo.- dijo Matt.
-Es verdad lo que dices? Esto no es una broma de mal gusto?- pregunto Edu.
-No es una broma, si eres su amigo deberías apoyarlo y no decir que es de mal gusto, pero creo que así son todos los niños ricos.- dijo Matt.
-Yo no soy ningún niño rico, es solo que no lo puedo creer, yo crecí con él y no, él no puede ser así.- dijo un tanto disgustado.
-No es tan malo como piensas- Matt quería partirle la cara por ser tan imbécil, Sebas estaba siendo honesto con sus amigos por que los quería.
-Crees que debo ir con él?-pregunto Ed.
-No querrás que yo te lleve?- le respondió.
-lo harías?- dijo apenado.
-No seas tonto, eres tú a quien quiere a su lado y si no sabes que decir solo abrázalo.- le dijo Matt.
Después de unos minutos, Samanta regreso a la mesa, estuvieron hablando sobre nada en particular, hasta que Sebas y Ed volvieron, después de su confesión Sebas se sintió liberado sin más ataduras, aunque su amigo se sintió incomodo en un principio, no era porque le molestara que Sebas fuera gay, lo quería como a un hermano solo que no esperaba una confesión así.
Esa noche Matt llevo a Sebas a su casa, antes de bajar del auto se besaron con ansia acordaron verse al día siguiente, ninguno de los dos podía dormir, saber que ambos se gustaban los tenía un poco locos, a las dos de la tarde cuando Matt paso por Sebas se encontró con la imagen de un Sebas bastante atractivo con pantalones ajustados playera negra, el pelo revuelto y gafas, se mordió el labio inferior, el tenerlo frente a él... Moría por besarlo, pero debía contenerse, podrían verlos y no quería armar un escándalo, estuvieron paseando por la ciudad hasta que sebas pidió a Matt que lo llevara al lugar donde él se había tatuado, un tanto indeciso Matt accedió a llevarlo, en cuanto comenzaron a tatuarlo Sebas no pudo evitar poner cara de dolor pero solo al principio, fue acostumbrándose a la sensación, solo dejaba escapar unas furtivas muecas que a Matt le hacían gracia, una vez terminado el trabajo y haber escuchado las indicaciones saco un par de fotos que mando por whatsapp a Edward y Samanta.
Después de eso se refugiaron en las afueras de la ciudad donde disfrutaron su encuentro.
Lo que comenzó con suaves caricias se convirtieron en apasionados besos e hizo que fueran desprendiéndose de sus ropas, haciendo que la necesidad de restregar sus cuerpos fuera primordial , las manos de los dos empezaron a explorar el cuerpo del otro, Sebas sentía su cuerpo estremecer, presionado sobre un árbol mientras Matt le comía la boca y acariciaba sus nalgas; sus pollas se frotaban una a la otra bañándose de líquidos pre seminales dejando escapar suaves gemidos, Matt dejó la boca y bajó con besos a su cuello, mordiendo ligeramente, haciendo que gimiera, llevo una mano hasta su pene para masturbarlo lentamente, descendió hasta el fuerte pecho de su chico besando y lamiendo sus pezones mientras continuaba masturbándole, mordió con saña lo erectos pezones, bajo recorriendo con su lengua hasta quedar arrodillado frente a la polla mas hermosa que había visto, acerco sus labios hasta ella y entre besos y lengüetazos comenzó a degustar de esa barra de carne tan deliciosa, poco a poco fue aumentando el ritmo consiguiendo que entrara hasta el fondo de su garganta, Sebas coloco sus manos en la cabeza de Matt tomando el control, enredo sus dedos en su cabello jalándolo un poco, Sebas gemía sin control. se sintió tan extasiado por la visión de tener al chico mas guapo que había conocido... dándole una mamada de campeonato y centrado en satisfacerle, al hacer contacto con sus ojos era inevitable morder su labio como muestra de lo mucho que gozaba con la atención brindada, estuvo un rato mas disfrutando de la deliciosa herramienta de su chico, pero el placer que este le generaba era tanto que lo separo de su polla, levantándolo para besarlo con pasión entrelazaron sus lenguas con lujuria, Sebas araño la espalda del chico con ojos de humo, era increíble lo que sentía en su ser, no era solo pasión, sabia que detrás de todo lo que generaba había algo puro, que no era solo sexo, sentía amor por su chico, nadie creería si le dijese que estaba enamorado pero era así.
Fue directo a la entre pierna besándola tiernamente sin prisa, jugo con su prepucio besando, chupando y mordiendo delicadamente con una mano apretaba sus huevos haciendo que Matt gimiera su nombre, cuando no pudo mas lo aparto, arrodillándose junto a el para besarlo y masturbarse juntos, entre suspiros y gemidos se fundieron en un abrazo hasta alcanzar el éxtasis bañando sus vientres de su esencia, se quedaron allí abrazados recuperando el aliento con cortos besos y palabras de amor, convirtiéndose en novios.
Sebas llego bastante tarde a su casa provocando la ira de su padre.
-Donde estabas Sebastián? hace mucho que tus hermanos llegaron.- dijo su padre.
-Fui a cenar con Edu y Sam!
-Eso fue hace como tres horas, si sigues así nunca llegaras a nada.- dijo Mario.
-Ya lo sé papa, no te cansas de repetir lo mismo cada que salgo- dijo Sebas irritado.
-Sebastián cuida tus palabras, no me alces la voz.-Dijo su padre.
-Ya me canse de tu mismo drama, solo te empeñas en hacerme sentir mal, ¿por que quieres que todo sea como tú dices? -Pregunto Sebas.
Cuando vivas solo, haras las cosas como tu quieras, mientras estes bajo mi techo harás las cosas a mi manera, LO ENTIENDES?- le grito su padre.
Pues no! No entiendo como alguien como tú puede ser mi padre. - Le gritó sintiendo arder su mejilla, pero esta vez corrió con suerte, pues cuando estaba a punto de recibir otra bofetada Bruno entraba a casa.
-QUE DEMONIOS HACE PAPÁ?-grito Bruno acercándose hasta Sebas que tenía el rostro enrojecido, este se apretó al cuerpo de su hermano.
-No te metas en esto Bruno.-dijo su padre en un tono seco.
-¿Pero por que le has pegado? Tú no eres así papa- dijo Bruno.
-Sebastián necesita ser corregido -dijo dirigiéndose a su despacho.
-Siempre lo hace- dijo Sebas con la voz entrecortada.
-¿Como que siempre lo haces?- pregunto Bruno a su padre.
-No le hagas caso, no sabe lo que dice. -respondió su padre.
-Como que no sabe lo que dice, te he visto pegarle, solo te dire una cosa, no vuelvas a ponerle una mano encima por que....- decia Bruno siendo interrumpido por su padre.
-¿Por qué Bruno? Que haras?- le pregunto su padre.
-Solo no lo vuelvas a tocar, es lo único que diré- dijo Bruno llevando a sebas a su habitación. Ahora que le habia dicho a su hermano lo que su padre le ha hecho pasar y después de esa experiencia vivida, ya no tenia nada que perder, se encontraba perdido por ese chico con su piel tatuada, ahora no habría mas soledad ni noches frías, en cuanto se encerró en su habitación llamo a Sam y a Ed para decirle que Matt era su novio, estuvieron hablando por horas.
Había pasado un mes desde que se habían hecho novios y Matt decidió que se tatuaría el nombre de Sebas en el pecho, esa noche Matt ceno en casa de Sebas aprovechando que sus padres no estarían, se sentía muy emocionado, había pedido a su hermano que le ayudara a preparar un poco de lasagna, no tuvo mas opción que decirle la verdad acerca de su relación y al menos se lo tomo muy bien, solo le pidió que tuviera cuidado, que no se expusiera de mas, por la forma de pensar de su padre, seguro no lo entendería, que con el siempre podría contar.
Después de cenar se pusieron muy cariñosos, besos con sabor a fresas y leche condensada, el primero en perder la playera fue Sebas, lentamente Matt esparció un poco de leche en su pecho la cual comenzó a quitar con su lengua mordiendo trozos de fresa que llevaba hasta la boca de Sebas que estaba encantado con el trato, por seguridad pensó que seria mejor continuar en su habitación, entre besos llegaron hasta ella, Matt empujo a su adorado chico contra la cama, Sebas lo miraba con sus ojitos brillantes llenos del amor mas puro, cuando se desprendió de su playera quedo extasiado, contemplar su nombre en el pecho de su chico lo hizo levantarse como un resorte de la cama para acariciar el tatuaje que lucia.
-Este es mi regalo por nuestro primer mes juntos- dijo dándole un tierno beso.
-Te amo Matt- dijo volviendo a besarlo.
- Yo también te amo y quiero estar por siempre contigo-dijo abrazándolo con fuerza.
-Eres el mejor regalo que la vida me ha dado- dijo Sebas haciendo que Matt cayera en la cama, comenzaron por olvidar ese juego con las fresas mientras se desabrochaban los pantalones para estar mas libres. Matt acostado sobre Sebas besándolo y restregándole su polla, quien estaba extremadamente cachondo y ansiaba hacer el amor con su adonis, sentir el calor de su tersa piel, Matt giro a Sebas haciendo que quedara boca abajo y comenzó a besar su nuca, se entretuvo en ella y le hablaba al oído, después bajo por su espalda besando y recorriendo con la punta de su lengua, cuando estuvo cerca de sus fuertes nalgas, lo hizo ponerse en cuatro para poder tener acceso a su rosado ano, quedo maravillado al contemplar ese botoncito que palpitaba pidiendo atención, comenzó a amasar esos globos hinchados acercando su lengua a ese manjar tan deseado, paso su lengua una y otra vez saboreando ese sabor a hombre que lo estaba volviendo loco, depositaba tanta saliva como podía intentando penetrarlo con su lengua deseosa de obtener mas de ese sabor, lamia como si de ello dependiera su vida, su lengua comenzó a dilatar la entrada del hermoso adonis que soltaba suspiros del gusto que estaba sintiendo, su cuerpo se sacudía cada que la lengua de Matt entraba un poco mas, con su dedo índice se abrió paso en esa cueva de amor que estaba a su disposición, un suave gemido escapo de la garganta de Sebas al sentirse invadido, el dedo entraba y salía a un ritmo lento alternado por la habida lengua de Matt, poco a poco el dedo entraba con facilidad y a este se le unió uno mas, hasta que ser tres dedos que lo follaban a un ritmo muy prudente pero Sebas necesitaba mas quería sentir a Matt en su interior, sentía ese cosquilleo recorriendo su medula, ya no solo suspiraba gemía y no era de dolor era placer, en un principio se sintió incomodo pero le agradaba tanto lo que sentía que no lo pensó mas...
-Follame Matt!- dijo en un suspiro...- quiero ser tuyo-.
-Espera un poco mi amor, no quiero lastimarte- dijo Matt conteniendo las ganas de penetrarle de una sola estocada, pero tenia razón debía esperar, tragarse 18 cm no seria cosa fácil para su primera vez, quería que su chico en verdad lo disfrutara no quería que tuviera un mal recuerdo de la primera vez que hicieran el amor.
Continuo por un rato mas dilatando la entrada de su amor, cuando creyó que estaba listo lo recostó boca arriba para besarlo, contemplo la mirada brillante de su chico, quien estaba un poco sonrojado, se sentó sobre su polla que estaba tan dura como la suya y masajeó su pecho y volvió a besarlo con mas pasión.
-Tienes condones?- pregunto Matt
-No- dijo con duda ya que el nunca había estado con un chico de esta manera.
-Lo correcto seria usarlo, yo se que tu estas bien, pero por mi parte no se que decir, hace mucho que no estoy con nadie, - dijo con una sonrisa un tanto nerviosa.
-Espera, buscare uno en el la habitación de mi hermano- dijo levantándose y echando a un lado a Matt, cogió una bata dispuesto a encontrar un condón.
- Y bien que tal te ha ido- pregunto Matt curioso.
-Mira lo que he encontrado- dijo lanzando un botecito de lubricante a la cama.
-Eso esta muy bien, has traído suficientes condones para la ocasión- dijo Matt contando seis condones.
-Si, tenemos toda la noche- dijo Sebas sonrojado mientras le daba un suave beso.
-Estas listo- pregunto Matt mientras untaba su pene y el ano de Sebas de lubricante.
-Si, estoy listo- dijo en un suspiro al sentir los dedos de Matt entrando en el.
Matt coloco las piernas de su chico en sus hombros y acerco la punta de su polla a la entrada de Sebas, este soltó un suave gemido al sentirse invadido, Matt se detuvo al ver la mueca que su amado dibujo, esperó un momento mientras lo besaba y volvió a empujar logrando entrar un poco mas, retrocedió y volvió a empujar, continuo avanzando a un ritmo lento hasta que consiguió empalarlo por completo sintio como las paredes cálidas de Sebas le apretaban la polla; Sebas por su parte se sentía lleno, creyó que no soportaría el dolor pero aguanto por que sabia que era pasajero, cuando sintió a Matt moverse lentamente una corriente eléctrica lo invadió, conforme el ritmo aumento comenzó a sentir un gran placer que lo hacia gemir sin ningún pudor tomo a Matt por su sedoso cabello y lo acerco para besarle, mordía sus labios con pasión estaba teniendo su primera relación sexual con un hombre extraordinario del cual esta enamorado, Matt estaba extasiado con la cara de placer que su amado tenia al ver su cuerpo musculado lleno de sudor, lo tenia maravillado, Sebas adoraba esa carita con el pelo revuelto, sus profundos ojos grises brillando lo hacían tocar el cielo, cambiaron de posición, Matt se sentó en la orilla de la cama sentando sobre su erecta polla a Sebas, este comenzó a botar sobre la deliciosa polla de su novio, se mordia el labio cada que la polla se hundía en su ser, Matt por su parte le apretaba el culo y chupaba el pecho blanquecino de Sebas, este al sentir como su polla empezaba a soltar su esencia mordió el hombro de Matt convulsionándose en un orgasmo que ni su mejor paja le había proporcionado, el ano de Sebas apretó la polla de Matt en cada espasmo provocando la inevitable corrida, rugió como un león al descargar su leche, Sebas sintió como la polla de Matt se hinchaba al soltar la leche que le hubiera gustado sentir en su boca llenando su interior.
Después de recuperar fuerzas se fueron al baño a darse una ducha para dormir limpios, jugaron un poco bajo la regadera se hicieron mimos el uno al otro, por primera vez en mucho tiempo ambos se sintieron completos no sintieron que la noche fuese fría pues ambos sentían el calor del amor que los embriagaba.
-Hola dormilón al fin despiertas- le dijo Matt dándole un beso en sus rojizos labios.
-No quiero dejar de estar abrazado a ti, me gusta escuchar el sonido de tu corazón- mientras Matt jugaba con su pelo.
-Te amo Sebastián!- dijo Matt colocándose sobre el.
-Yo te amo de aquí a la luna!!- dijo Sebas forcejeando para colocarse sobre Matt y besarlo.
-Tan poquito me amas?- Pregunto Matt.
-No yo te amo mas de lo que tu me amas, daría mi vida por ti- le dijo besando su deliciosos labios.
-Eso no me sirve de nada, por que sin ti yo no querría vivir, yo te quiero tanto que moriría si tu me faltaras.- dijo Matt levantándose y quedando ambos sentados, lo cual aprovecho Matt para besarle el cuello.
De repente el celular de Sebas comenzó a sonar, - mamá y papá han llegado vístanse y bajen a desayunar... Espero que te des un baño, te quiero Sebas... Un mensaje de su hermano. Sebas se sonrojo tanto al pensar que su hermano pudiera haber escuchado sus gemidos.
-Que pase amor, por que te has puesto todo rojito- pregunto Matt divertido.
- No, nada, anda vístete que nos esperan para desayunar- dijo Sebas saliendo de la cama.
-Nos esperan para desayunar? Quienes?- pregunto Matt.
-Mmm... En realidad solo Bruno, por que ni mis papas, ni mi hermana saben que estas acá... Por cierto Bruno sabe que tu y yo- dijo entrando al baño para lavarse la cara.
-Tu hermano sabe que tu y yo que?- le dijo abrazandolo por detras.
-Cogemos!!!- respondió soltando una risita.
-Has escuchado lo que has dicho?... Tu y yo no cogemos hacemos el amor, por que eso hicimos anoche- dijo un poco molesto mientras lo soltaba.
Lo se amor, no te molestes, solo era un decir- le dijo con voz mimosa y carita de niño regañado.
Pues como vez que si me enojo- le dijo retrocediendo.
y si te doy un beso para que se te quite lo molesto?- pregunto divertido.
Un beso no será suficiente- le dijo dejando que su amado le besara con tal pasión que hasta un gemido lo hizo soltar.
-Tendrás que conformarte, con eso por que nos esperan y no creo que quieras que mi padre suba por mi.- le dijo jalándolo hasta la puerta de la habitación.
-Buenos días familia- dijo Sebas entrando al comedor con Matt.
-Buenos días-respondieron todos.
-El es Matt un amigo- dijo Sebas.
-Buenos días- saludo Matt un poco nervioso.
-Buenos días- volvieron a responder todos.
-Papa el es el chico del que te hable, el es quien pinto los cuadros que te mostramos hace algun tiempo y lo he invitado a desayunar- dijo Bruno.
-Ya veo, mucho gusto joven, tiene usted mucho talento.- dijo el padre de los chicos.
-Gracias señor- dijo Matt, sintiendo la mirada desaprobatoria de aquel hombre que, lo examinaba de pies a cabeza.
Después del desayuno Matt se retiro, bastante irritado por la manera en que el padre lo miraba, esa tarde Sebas salió con sus amigos, les mostro fotos del tatuaje que Matt se había hecho por su primer mes juntos, el primero de tantos que esperaba pasar con el.
- Me alegra mucho verte feliz- dijo Edu.
-Ese chico esta enamorado hasta la medula- dijo Sam.
-Si, yo también lo amo, es el mejor hombre que conozco- dijo Sebas muy entusiasmado.
- Hasta hace un tiempo yo era el mejor hombre que conocías-le recrimino Ed.
-Eso es diferente Ed, tú no te has tatuado mi nombre, ni te has enamorado de mi- dijo Sebas riendo.
-Que tiene de diferente Sebas, como sabes que yo no te amo- dijo Ed, creando un silencio incomodo...- lo siento Sebas no quería decir eso, si te amo pero tú sabes que como aun hermano- dijo Ed para romper el silencio.
-Lo sé tontito- dijo Sebas echándose sobre él.
-Entonces a tu padre no le agrado en nada?-pregunto Sam.
-Pues ya sabes cómo es papá, seguro que es por sus tatuajes, lo bueno que ese día iba formal, pero sin perder su esencia- dijo Sebas un poco afligido, pues sabía que si su padre no lo aprobaba haría que se alejara del, como hacía con los amigos que no le agradaban.
-Y cómo es eso de vestido formal sin perder su esencia?- pregunto Ed.
-No sé cómo explicarlo, no es que vista mal, que de hecho no lo hace, no sé, él es como un "rockero" de esos que no exageran en su vestimenta, es simplemente sencillo- dijo Sebas tratando de entender lo que acababa de decir.
-Jajája, ni te esfuerces Sebas, se a lo que te refieres y Ed nunca lo entenderá.- dijo Sam riendo.
Dos semanas después tras una visita de Matt, sebas discutió con su padre ya que a él no le parecía una buena influencia, y menos después de ver que él se había tatuado.
No lo entiendo papá, porque te comportas así, esto no tiene nada de malo no me hace ni más ni menos, y él no es una mala persona, si tan solo lo trataras, sabrías lo mucho que se ha esforzado por salir adelante, su padre ni siquiera lo apoya en esto- dijo Sebas bastante cabreado.
Lo reconozco, eso es admirable, pero no es una buena influencia, te lo digo por tu bien- dijo su padre.
-¡ No!! Papá esta vez no será así, no voy a dejar de verlo- dijo Sebas casi gritando.
- Mira Sebastián, no lo voy a discutir más, mejor compórtate y haz lo que te digo, no me quieres ver enojado.-le advirtió su padre.
-¿Que harás? Me pegaras como haces siempre?
Sebastian salio enojado del despacho, llamo a Matt para decirle que su padre no queria que lo volviera a ver, esa noche Sebas lloro en los brazos de Bruno, quien prometio ayudarle, al dia siguiente Sebas se encontró con Matt en un café muy apartado de su barrio, para no sentirse incomodo, cuando estaba con Matt olvidaba sus miedos, sabía que su padre era de armas tomar, al volver a su casa por la noche se llevó una fuerte sorpresa, - su padre lo espera en el despacho, fue lo primero que le dijo la joven del servicio, al entrar miro a su padre bebiendo una copa de vino, le indico que se sentara, sin imaginarse lo que le esperaba.
-Donde estuviste Sebastián- pregunto el hombre de la casa.
Con Sam y Ed, papá- respondió.
¡¡¡NO ME MIENTAS!!!
Está bien, estuve con Matt- le dijo fastidiado por la situación.
-¿Y QUE SIGNIFICA ESTO!? - le grito lazándole unas fotos sobre el escritorio donde aparecían él y Matt besándose, Se quedó mudo, no sabía que responder.
- Eso es deplorable, un hijo mío cometiendo esa barbaridad, es anti natural.- dijo levantándose de su silla.
-Yo lo amo y no me importa si es bueno o malo- dijo con la voz quebrada.
- Quizá a ti no, pero a mí sí que me importa y no permitiré que expongas a la familia de esa manera- dijo su padre colocándose frente a él.
-De verdad siento mucho que lo veas así, porque yo no puedo cambiar, créeme lo intente pero no funciono, yo lo amo y no voy a dejarlo, perdóname papá por provocarte esto, pero así son las cosas...
- NO DIGAS ESTÚPIDESES. Saz!...Le dio un fuerte golpe en la cara- no volverás a verlo y punto.
-SI PARA ESTAR CON EL, DEBO DEJAR LA CASA, LO HARÉ CON GUSTO- le grito Sebas mientras entraban los guardias de su padre.
-Llévenlo a su habitación y déjenlo sin comunicación, ya saben lo que tienen que hacer- dijo volviendo a su asiento.
-Vamos joven Sebastián, ya ha escuchado a su padre- dijo el más amable de los escoltas -realmente no se para que los quiere mi padre, su negocio no es tan importante, dueño de una compañía de vino.
- No es necesario lo puedo hacer solo- dijo tranquilo.
-Necesito que me entregue su celular- dijo el robusto, mientras los otros sacaban mi lap y el teléfono de la habitación.
-¡¡¡Por favor el cel. NO!!!
-Vamos chico no hagas esto más difícil para ti- dijo el más afable.
- No se los daré ya pueden retirarse- dijo girando sobre sí para entrar en la habitación.
-Mira maricon de mierda, me entregas ese mugroso celular o te lo quitare por la fuerza- dijo el gorila sujetándolo por el brazo.
-Cierra la boca hijo de puta, nada teda derecho de llamarme así- le grito zafándose del brazo clavando uno de sus puños en el rostro de ese grandulón.
-Sujétenlo- dijo sobándose el rostro.
Se acercó hasta el, estaba sujetado por ambos brazos intentando zafarse pero era inútil eran mucho más fuertes que él, sintió arder su mejilla el muy cobarde lo había golpeado con saña, Sebas en respuesta le escupió la cara, recibiendo un fuerte golpe en el estómago que lo hizo perder el aliento, -cómo ese ser que le había dado la vida estaba haciéndole pasar por esto, tratándolo peor que aun perro, el hombre al que de algún modo veía como su protector, a pesar de los malos tratos que le daba lo quería, pero ahora lo había mirado con desprecio si tan solo su madre le hubiara defendido, seguro esta vez tampoco haria nada por el, aunque lo encerraran de por vida el igual seguiría amando a Matt porque desde aquel día en ese callejón se convirtió en su héroe, llenando su vida de felicidad a pesar de tener a dos grandes amigos siempre necesito algo más en su mundo y eso era el amor de Matt, Sebas tenía el rostro bañado en lágrimas, seguía débilmente luchando por liberarse.
-Qué demonios hacen ustedes- resonó la voz de Bruno en el pasillo.
-Son órdenes de su padre, no intervenga joven Bruno- dijo el grandulón.
-Ustedes, suéltenlo, no me importa lo que mi padre haya dicho- sentencio Bruno contemplando la imagen de su hermano pequeño tan desvalido, lo tomo entre sus brazos ayudándolo a entrar en la habitación.
-Papá lo sabe- dijo entre sollozos aferrándose al fuerte cuerpo de su hermano.
-Tranquilo Sebas, estoy aquí no dejare que nada te pase- le dijo dándole un beso en su frente, sabía que su padre no entendería de razones pero él no dejaría que su hermanito sufriera.
Gracias a Bruno había conservado su celular, pudo llamar a Matt para contarle lo sucedido y que no se acercara a su casa, después hablo con Edu y sam, quienes tampoco era recomendable que estuvieran cerca aunque los necesitaba más que nunca, sentía su cuerpo adolorido por los golpes, no queria arrastrarlos con él, no sabía cómo reaccionaría su padre a partir de ahora, hablar con Matt durante el día no era suficiente necesitaba sus besos y sentirse protegido entre los fuertes brazos de su chico.
Después de una semana volvió a la universidad, se sentía como un delincuente, constantemente vigilado, apenas salir del recinto educativo ya estaba dentro de la camioneta, despidiéndose solo con un ademan de sus amigos, tras dos largas semanas se las ingenió para dar rienda suelta a su amor con Matt, en una de las aulas, esas que nadie visitaba la que estaba al final del pasillo fue testigo de su desenfrenado amor, parado frente a la ventana recibió el cálido miembro de su amado que lo invadía con una necesidad contenida por tanto tiempo, con besos apasionados, esas cuatro paredes encerraron sus gemidos y al final testigos del dolor que sentían al estar el uno sin el otro, Matt no soportaba como esos ojos castaños se empañaban perdiendo ese brillo que lo había sacado de la oscuridad, beso una y otra vez los rojizos labios.
-Te necesito tanto amor- le dijo.
-Yo te necesito más aun.-respondió con un profundo beso.
-Matt quiero pasar el resto de mi vida contigo.- dijo sosteniendo su rostro mientras lo miraba con los ojos bañados en lágrimas.
-Huyamos de aquí - le dijo secando sus lágrimas.
-Mi padre no lo permitirá- dijo fundiéndose en un abrazo.
-Cásate conmigo Sebastián-susurro en su oído.
-Estás hablando en serio- dijo sorprendido.
-Claro que hablo en serio, eres mi todo, sin ti moriría- respondió.
Sebastián sabía que esto sería complicado, nada más llegar a casa corrió en busca de su hermano para comunicarle sus planes, este feliz por su hermanito se ofreció ayudarlo, el tenia a un conocido que los podía casar, pero para ello tendrían que viajar a otro estado donde eso si estaba permitido, llamo a Matt para comunicarle que en dos días viajarían, pero se llevó una sorpresa cuando este le dijo que su padre le había echado de casa, que su padre se había encargado de mandarle fotos al suyo, aparte de haberlo golpeado, en realidad había salido un poco magullado nada grave.
Matt por su parte empezó por rescatar sus cuadros más valiosos, recurrió a la familia de su madre quienes eran muy sencillos, había estado un poco alejados de ellos porque su padre no está de acuerdo en que los viera, su tía le dijo algo que el desconocía, había unos bienes que su madre tenía a nombre suyo, y un fondo de ahorro del cual Matt era el beneficiario, así que regreso a su casa por los papeles y los cuadros que pudo llevar consigo, le costó dejar el cuadro de su madre, pero sabía que con su tía estaría seguro, solo le pidió que cuidara mucho de él y cuando pudiera le enviara el retrato de Sebas, sabía que su familia necesitaba dinero y les regalo algunos cuadros para su beneficio.
El día del viaje se sentía un poco frio, sabían que sería un viaje bastante largo 15horas, Bruno había arreglado todo, salieron de casa bastante temprano, Edu llevaría su auto, Sam usaría el auto de Sebas y Bruno llevaría su hermano, Sam pasaría a recoger a Matt y se encontrarían a la salida de ciudad, el viaje fue muy entretenido, las paradas que hicieron para comer y descansar eran muy entretenidas Bruno se sentía muy feliz al ver como el chico de ojos grises trataba a su hermanito, esos dos irradiaban amor, en cuanto estuvieron en el hotel se dedicaron a dormir puesto que en unas horas seria el momento más felices de sus vidas. Esa mañana cuando llamaron a la puerta un hermoso Sebas se encontró con su padre, quien entro abruptamente a la habitación y lo sujeto por el brazo para llevárselo.
-Qué crees que haces Sebastián, estás loco si crees que dejare que continúes con esta locura- le grito mientras lo arrastraba por el pasillo hasta el elevador.
-No papa, déjame, yo lo amo, ¿porque te cuesta entender eso?- decía intentando liberarse.
-Entiéndelo tú, nunca dejare que arruines tu vida de esta forma, quieres casarte, pues te casaras con una buena chica, no con ese maricon- le grito.
Matt no es ningún maricon, es el hombre al que amo- le dijo soltándose, pero uno de los guardias de su padre lo sujeto.
No quiero volver a escucharte decir eso- dijo su padre dándole un par de bofetadas.
Yo amo a Matt, porque no lo entiendes- grito entre lágrimas, y recibió otra bofetada.
-TE ODIO PAPÁ, DEBERIAS MORIRTE, liberándose y corriendo hacia su hermano y los chicos que aparecían en el pasillo.
-¿¡¡¡DONDE ESTA ESE MARICÓN!!!?- grito sacando un arma.
-¿PAPÁ QUE CREES QUE HACES CON ESO!!!?- grito Bruno asustado.
Cuando Matt apareció, el padre de Sebas no lo dudo un segundo, disparo su arma, pero sucedió algo que no esperaba Bruno se interpuso recibiendo una bala que solo alcanzo a rozar su brazo.
-¡¡¡SEBAS VETE!!!- le grito Bruno.
-No!, no puedo dejarte- decía Sebas asustado aferrado a su hermano.
-Estoy bien solo tienes que irte, MATT, LLEVATELO, anda.
-No te atrevas Sebastián, no dudare en disparar- dijo su padre haciendo que Sebas se quedara inerte.
Edu se acercó hasta Sebas haciendo que reaccionara y corrieron hasta el estacionamiento seguidos de su padre y los guardias, Sebas jamás había sentido tanto miedo, esa fuerte presión en el pecho que no lo dejaba pensar, temía que en cualquier momento esto acabara en tragedia, se montaron en el coche de su hermano sin saber a dónde dirigirse, sabía que su padre no los dejaría, como pudo empezó a recorrer la cuidad, cruzando calles hasta perder a los agresores, no era mucho de conducir, estaba a acostumbrado a que su hermano lo llevara a la uní, o que Ed pasara por él, llevaba el acelerador afondo no quería cometer ningún error, no quería perder a Matt, reflejaba su miedo en la manera en que se aferraba al volante.
-Matthew puedes encender la radio- dijo sintiendo como sus sudorosas manos temblaban.
-¿Como me has llamado?- pregunto el chico de ojos grises mientras encendía la radio.
-Matthew- respondió el castaño.
-Nunca lo habías hecho-le dijo
-Estoy nervioso y tengo miedo -dijo dejando escapar unas lágrimas.
-Tranquilo amor, todo estará bien, solo somos tu y yo hasta el final- dijo acercándose y abrazándolo.
- Tú y yo hasta el final- repitió Sebas.
-¿Quieres que yo conduzca mi niño?- pregunto Matt.
-No te preocupes estoy bien- dijo esbozando una sonrisa.
Estaban ya en las afueras de la ciudad cuando escucho una canción que le hizo prestar atención:
No supo en que momento paso, pero llevaba dos autos siguiéndolos, comenzaban las curvas, sabía que no había otra salida en cualquier momento los alcanzarían así que empezó a rebasar peligrosamente, lo último que sus ojos castaños vieron fue el precipicio y escuchar a Matt decirle te amo Sebastián...
La habitación apenas era iluminada por una suave luz, tener a Sebas entre sus piernas penetrándole con dedicación le arrancaba gemidos y suspiros, Sebas es el único hombre al que le ha permitido hacerle el amor,
- Oooh!!! Sebas, sigue así- decía Matt
-Te gusta cariño, vamos pide más que sabes que no puedo negarte nada.- le dijo de manera lujuriosa.
-Oooh!!! si, dame más amor, soy tuyo-gimió Matt.
-Te amo Matt- dijo Sebas besándole apasionadamente, aumentado el ritmo de sus estocadas, Matt sintió como el pene de Sebas aumentaba de tamaño al soltar su semen dentro de el, se sintió lleno, se dejó caer sobre el recuperando un poco el aliento mientras lo masturbaba, al sentir llegar el éxtasis este se aferró al cuerpo de su amado mordiendo su hombro, cuando se normalizaron sus respiraciones, Matt se sentó sobre Sebas lo miro tiernamente y lo beso.
-Luce bien mi nombre en tu piel de mármol amor.- dijo Matt acariciando el fuerte pecho que al igual que el lucía un tatuaje con su nombre.
-Una prueba más de que mi corazón es solo tuyo- dijo levantándose para besarlo.
-Te amo Sebastián.
-Lo sé Mathew -dijo mientras lo besaba con fiereza...- de no ser así no estarías aquí conmigo.- le dijo dándole una nalgada en su desnuda piel.
-Eres el chico más brillante del universo- dijo alborotándole el pelo.
-Aún recuerdo tu cara cuando pare el auto, y te pedí que bajaras, porque no podíamos seguir.-le dijo dándole cortos besos y después reír.
-Deja de reírte que no es divertido- le dijo tumbándolo en la cama.
-No! no es divertido pero si gracioso...jajajaja!!!.... Y luego cuando pedí que empujáramos el coche, mientras sonaba esa canción- dijo aferrándose más a él.
-Era un buen auto, desde entonces no has podido dejar de escuchar esa canción almenos una vez en el día- dijo divertido.
-¿Estás cansado de mí?-pregunto inocente.
-Eso no mi vida, nunca me cansare de ti, te amo!!!- dijo morreándolo con delicadeza mientras sus lenguas jugaban entre sí.
- Si no hubiera sido por ese chico Andy, no estaríamos aquí, es un ángel.- dijo Sebas.
-Andy un ángel, bla, bla.- dijo celoso.
-tú eres mi dios- le dijo acariciando su rostro.
- Ya levántate tenemos que abrir ya deben estar por llegar los chicos- dijo Matt.
-Si no fueses tan lento…
-Pero si bien que te gusta-ataco el chico de ojos grises.
-A mí me gustan todas las formas en que lo haces- dijo mordiéndose el labio.
Con el dinero que Bruno le había hecho llegar y el que Matt tenia, compraron un establecimiento que les servía como casa, pusieron una cafetería y allí exhibían las pinturas de Matt, estaban muy bien ubicados a un par de cuadras estaba la universidad, miraron a parecer a Andy junto a su hermano y sus amigos...
Déjame gritar
Sebastián había crecido en una familia acomodada, sus padres lo cuidaban de sobremanera, al grado de hacerle daño, a sus diecinueve años apenas y había pisado un par de clubs nocturnos, contaba con dos amigos verdaderos Samanta y Edward , esa noche uno de sus compañeros celebraba su cumpleaños, con tanta insistencia a sus padres consiguió el tan anhelado permiso, ya que la ultima vez no le habia ido muy bien,(se sentia tan alegre y no pensaba en lo mal que era trado en casa, cuando estaba con sus amigos el chico timido desaparecia, nunca se sintio mal por ser diferente, pero vivia con el miedo constante de que su padre lo supiera.
-Que demonios te pasa a ti? Cuando lo entenderas? No puedes seguir desobedeciendo, creo que te mandare a un internado por que ya no se que hacer contigo, no entiendes que esto perjudica tus estudios?- dijo su padre como de costumbre.
-Lo siento papá, no ha sido mi intención - dijo Sebastián, mordiendose el labio para no llorar.
-Nunca es tu intención, hasta cuando entenderas que no eres como el resto, como todos esos vagos buenos para nada.- Le recrimino su padre.
Esos vagos como tú los llamas son mis amigos.- grito sebas.
Ninguno de ellos es tu amigo, te apuesto que si te quedaras en la miseria ninguno de ellos veria por ti, asi que deja de engañarte.- Le dijo Mario cansado de la misma discucion de siempre.
-Ninguno de ellos es como tu, ellos son felices con o sin dinero, no todo gira entorno a ti- dijo Sebastián antes de bajar del auto.
Salio del auto a toda prisa tratando de evitar a su padre pero nada más al entrar a la casa, su padre lo sujeto y le grito dandole un par de bofetadas que lo hicieron caer al piso bajo la mirada de su madre como muchas otras veces, cuando al otro dia se levanto para tomar el desayuno con su amada familia, se odió asi mismo por ser tan cobarde y no hacer nada con su situación, era casi imposible disimular los moretones por tener la piel blanca, alprincipio faltaba a clases inventando cualquier excusa, sentia verguenza decirle a Sam y Edu, la clase de padre que tenia, a veces pensaba que todo era culpa suya, pero no, eso no podia ser porque el era un excelente alumno, un chico educado, un amigo incondicional, su desaparecida amiga Andrea le habia abierto los ojos, su padre era un imbecil que no sabia valorar al chico mas bueno de todos, ella le enseño a cubrir los moretones un dia que vino a buscarlo a casa para terminar un trabajo, la chica quedo impactada al contemplar su hermoso rostro con esos ematomas, pero un dia no supo mas de ella.
La fiesta había ido muy bien, había bebido lo suficiente para desinhibirse, llevaba unos pantalones bota tubo negros, que le marcaban un gran paquete y un hermoso culo que muchas y muchos admiraban, una playera en color blanco con letras rojas "I love rock" con una chaqueta negra que hacia lucir su blanca piel de sobre manera, no podían faltar sus converse y su piercing en la ceja, le costó un mucho lograr que su padre le permitiera tenerlo, en estos momentos tenía en mente tatuarse aunque no tenía ni la más mínima idea de que era lo que se tatuaría, pensó en hacerse una "s" o su nombre, pero no lograba convencerse quería algo que tuviera un significado muy especial como el nombre de sus amigos, eso es lo que haría.
Sebastián es un chico muy guapo de labios rojizos y delgados, nariz recta, ojos cafés y pelo castaño corto, el cual peinaba con una crestita, cuerpo delgado pero definido. Esa noche se sentía extraño, estar en medio de todo ese ruido lo tenía atontado, realmente tenia ganas de divertirse pero sabía que con todos esos hipócritas no podía dejarse llevar, salió del lugar para despejarse un poco dejando a sus amigos, afuera hacia un poco de fresco, se arrepintió de haber salido en cuanto sintió su cuerpo chocar contra la pared del callejón junto al local, un par de golpes en su abdomen hicieron que se desorientara un poco, cuando el frio metal presiono contra su piel volvió a la realidad, lo estaban atracando tres tipos de los que apenas distinguía sus rostros, serían unos dos o tres años más grandes que él.
-Vamos chico empieza a sacar todo lo que traes- le gritaban...- vamos que esperas- volvió a escuchar mientras recibía un golpe en la cara.
-No tengo nada mas- les dijo mientras sacaba unos cuantos billetes de sus pantalones, por suerte había dejado su cartera y el celular en el bolso de samanta.
-Eso no me sirve para nada- tras otro fuerte golpe en sus abdominales sintió como el aire le faltaba...-quítate la ropa- le escucho decir.
-QUÉEE, ESTAS LOCO!?-gritó.
-NO ESCUCHASTE O QUE? - obtuvo como respuesta... - que te quites la jodida ropa y date prisa que no tenemos tu tiempo.
Se quitó la chaqueta con las manos temblorosas, se maldecía así mismo por haber salido del lugar, había que ser tan imbécil para hacer eso!, reprocharse no servía de nada.
-Anda cabron mueve ese culo- le dijo mientras otro comenzaba a tocarlo... - qué tal si nos divertimos un poco-.
- Hey! Hijos de puta, dejen en paz al chico- escucho decir a una voz que mostraba poder.
-Largo de aquí, busca diversión en otro lado- dijo uno de los agresores.
- Está bien, como quieran- dijo esa voz.
Sebastián quería llorar cuando vio cómo se alejaba al que creía su defensor y que lo sacaría de ese embrollo, mientras los delincuentes comenzaban a manosearlo, uno de ellos restregaba su entrepierna contra su culo y otro intentaba besarlo, a lo cual él respondió escupiéndole la cara recibiendo una bofetada, Sebastián lloraba sin control gritando por ayuda, no podía creer como nadie hacia nada por ayudarlo, había que ser muy mala persona para abandonar a su suerte a alguien en su situación, grito por ayuda pero otro fuerte golpe lo hizo callar, si no hubiese estado sujetado habría caído al suelo. De repente vio como uno de sus agresores caía al suelo y otro salía corriendo mientras su defensor forcejeaba con otro, el cayó al suelo vencido por el dolor que sentía en su cuerpo, después de unos minutos alguien lo toma del brazo para que se levantara quedo alucinado con el rostro de ese hombre que tenía frente a él, un súper héroe que lo había salvado, un valiente caballero de ojos azules, llevaba una barba de unos tres días con el pelo un poco largo y ligeramente ondulado, un piercing en su nariz, en definitiva era el hombre más hermoso que había visto en su vida. Caminaron hacia la salida del callejón, no quería que el trayecto terminara se sentía tan seguro rodeado por esos fuertes brazos, el aroma que desprendía era como la morfina, no sentía más dolor.
-¿Quieres que te lleve a alguna parte?- le pregunto su héroe.
-¿Te importaría si entramos!?- dijo un poco tímido.
-No creo que puedas entrar, hay una fiesta privada- pronuncio decepcionado.
Yo estaba ahí adentro... Debes creer que soy un tonto por salir solo de allí- dijo algo apenado.
No! No lo creo, en verdad lo eres- rio un poco.
-Me llamo Sebastián- dijo tendiéndole la mano.
- Mucho gusto Sebastián, yo soy Matt- dijo clavando sus azules ojos en el rostro del chico.
-Gracias por ayudarme, te debo una! - le dijo perdiéndose en los carnosos labios de su (interlocutor), quien se percató de como mordió ligeramente su labio.
-Creíste que te dejaría allí?- le cuestionó.
-La verdad es que sí, es raro que alguien exponga su vida por proteger a otros- le dijo apenado mostrando un ligero sonrojo en sus mejillas por las que aún había rastro de sus lágrimas y en su barbilla algo de sangre proveniente de sus labios.
-Pues mira que has tenido suerte aun hay algunos seres buenos sueltos por aquí o tal vez no!- le dijo echándose a reír mientras con un pañuelo le limpiaba la sangre, estuvo a punto de besarlo cuando Sebastián tomo su mano, mientras con la otra secaba sus lágrimas, lo que no pudo evitar fue abrazarlo.
Matt había tenido una semana espantosa a pesar de haberse conseguido un trabajo de medio tiempo, apenas le alcanzaba para cubrir los gastos, esa noche termino discutiendo con su padre como lo venían haciendo desde hace mucho, él sabía que si su madre viviera lo apoyaría en su decisión de estudiar artes plásticas, estaba con algunos trabajos pendientes y necesitaba algunos materiales, no contaba con el dinero necesario para ello, trató de hacer que su padre le prestara, pero este se negó a hacerlo ya que según él no tenía plata que no estuviera destinada a algo, él sabía que su padre tenía más de lo necesario pero por el simple hecho de fastidiarlo y que dejara ese estúpido sueño, se la negaba, pero si algo había aprendido Matt era a no darse por vencido, eso era algo que había heredado de su madre así como sus ojos, su padre solía preguntarse qué era lo que había hecho mal ya que para él todo lo que Matt hacia era darle disgusto tras disgusto, en una ocasión se atrevió a decir que su difunta esposa era la causante de todo eso, ella siempre apoyo a Matt en todo incluso ella sabía que su hijo era gay, desafortunadamente un paro cardiaco hizo que se fuese sin hablar los tres respecto al tema, la madre de Matt estaba fascinada con que su hijo estudiara esa carrera, ella había trabajado como maquillista antes de casarse, incluso fue ella quien había llevado a Matt a hacerse su primer tatuaje que fue una estrella en el dedo medio de la mano izquierda, tras este siguieron un corazón y un rayo, después Alex & Andrea los nombres de sus progenitores en el antebrazo derecho, meses antes de la muerte de su madre se tatuó el rostro de esta en el brazo izquierdo debajo del hombro, detrás de la oreja derecha tiene unas estrellas y en la izquierda M de Matias un antiguo amor de quién se tuvo que separar porque sus padres dejaron el país, tras la discusión con su padre tomo las llaves de su moto y se fue, necesitaba distraerse pero para su mala suerte el local que solía frecuentar estaba cerrado ya que había sido rentado para una fiesta, se disponía a marcharse cuando entre las oscuridad del callejón miro como golpeaban a alguien, si algo tenia Matt era esa bondad de la que muchos carecen a pesar de su facha de "bad boy", es un chico cuyo atuendo está marcado por el negro, es un artista que muestra alegría con un toque oscuro, podría decirse que es como una obra gótica.
Después de entrar al local siguieron su plática durante un par de horas, Sebastián estaba fascinado, él también era gay pero nunca había tenido una relación ni nada que se le pareciera ni sus mejores amigos lo sabían, muchas veces se había planteado decírselos pero tenía miedo ya que al pertenecer a ese nivel económico sabía que estaba rodeado de hipocresía, pero de algo de lo que no dudaba, era del cariño que sus amigos le tenían a pesar de su comportamiento, ellos estaban en todo momento con él, sabía que merecían saber la verdad, es por eso que ahora que lo había pensado bien en definitiva lo que se tatuaría seria sus nombres como símbolo de su amistad, pero antes debía decirles la verdad, después de compartir información y saber que Matt era artista y Sebastián estaba estudiando relaciones públicas, a la llegada de los amigos de sebas se hicieron las presentaciones correspondientes y los pusieron al tanto de lo sucedido, Sebas estuvo bastante apenado porque Matt presenciara la escena que Sam su amiga hiciera por haberse expuesto de semejante manera, sus amigos no se cansaron de agradecer a Matt por lo que había hecho, intentaron hacer que aceptara una remuneración por su acto pero este se negó rotundamente, al salir del local siendo las tres de la mañana y bástante fría, Matt no dudo en ofrecer a Sebas su cazadora, ese gesto lo ruborizo por completo, Sam quedo fascinada con la acción del chico, caminaron hasta el aparcamiento donde se encontraba la moto y el coche de los chicos, Sebas intento devolverle su cazadora a Matt pero este la rechazo diciendo que sería una excusa para verse de nuevo, intentado que sus amigos no escucharan, para luego dirigirse a ellos haciéndoles una invitación a una exposición que haría por la tarde, si querían devolverle el favor por haber ayudado a Sebas esa sería una buena forma, -Mañana hare una exposición para ayudarme con los gastos así que los espero-Dijo, subiéndose a su moto y alejándose.
Matt había llegado a casa bastante mejor de cómo había salido, se metió al baño y se dio una ducha caliente donde se hizo una paja recordando los sensuales labios de Sebas, su sonrisa tranquila, salió directo del baño a tomar sus pinceles para dibujar a un Sebas muy tierno, justo con la expresión que tenía cuando dijo que quería volver a verlo.
Eran las cuatro de la tarde cuando Sam y Edu habían llegado por Sebas para ir a la exposición, el no había perdido el tiempo y había invitado a sus hermanos también, Bruno llevaría a su novia y a un grupo de amigos, su hermana Susana llevaría a su novio, y sus compañeros de clase habían sido invitados por whatsapp, esta vez Sebastián había dejado de lado la ropa oscura y vestía más como sus amigos, llevaba un pantalón rojo igual de ajustado que el de la noche anterior una playera gris, a su padre no le gustaba nada cuando vestía con ese estilo rockero, pero eso era lo que en verdad le fascinaba.
Cuando Matt vio aparecer a Sebas se sintió como un tonto al verse reflejado con una sonrisa en el cristal, verlo con un atuendo muy radical lo hizo pensar que con lo que ese chico se pusiese seguiría viéndose jodidamente bien, sentía ese cosquilleo en su entrepierna cada que imaginaba besando esos rojizos labios, por otra parte se impresiono por la cantidad de personas que llegaban junto a Sebastián, cuando tuvo al chico frente a el, apenas si fue capaz de sonreírle, Sebastián se sentía muy apenado por haberlo dejado sin su abrigo, que nada más estar frente a él le extendió la cazadora...
-Gracias por salvar mi vida y haberme prestado esto- Decía un Sebas bastante apenado.
-No tienes nada que agradecer, fue un gusto ayudar, de no haber sido así no tendría a tanta gente aquí- dijo Matt sorprendido mientras veía entrar a más gente.
-Espero que tengas suficientes cuadros, porque vendrán todos nuestros compañeros de grupo y amigos- dijo Sebas en un tono un tanto pícaro.
- Si hay suficientes, pero ven vamos te los mostrare- dijo Matt tomándolo del brazo.
Cuando la mano de Matt toco la piel de Sebas, este sintió una descarga eléctrica que le erizo los vellos de su espalda, sentía una tranquilidad cuando miraba en sus ojos, había una fuerte atracción por ambas partes, pronto estuvieron mirando las pinturas que eran una majestuosa experiencia para la vista, Sebastián estaba maravillado con una obra muy peculiar mostraba a un chico sosteniendo una patineta mirando la puesta del sol, tenía una variedad de colores muy bien cuidados, sentías esa tranquilidad al mirarla, justo al lado de la calle había árboles, y debajo del sol ocultándose, tras los cerros un pueblo que comenzaba a encender sus farolas, cuando Matt alzo el brazo para mostrarle una pequeña escritura en la tabla de la patineta, Sebas se dio cuenta de algo, los dedos de Matt estaban tatuados, al percatarse de ello tomo la mano de Matt y la admiraba, su rostro mostraba sorpresa, en cambio el otro chico no sabía cómo tomar ese acto, nunca había sentido nada al mostrar su piel pintada pero esta vez se sintió desnudo, con miedo de estar frente al chico al cual había dibujado en la madrugada, ese a quien no podía arrancar de su cabeza desde hace algunas horas, con un movimiento un tanto brusco zafo su mano.
-Discúlpame no debí- dijo Sebastián apenado.
-No!!!, discúlpame tú a mí, ya debería estar acostumbrado a que me miren raro-. Dijo en un tono seco.
- Entonces así es como me verán?- pregunto Sebas clavando sus ojos en Matt.
-Tú tienes tatuajes?- pregunto Matt.
-Bueno, aún no, pero quiero tener algunos.- le respondió.
-Yo creo que no es una buena idea, a mí me costó encontrar trabajo?.- dijo Matt.
-Pero porque?- cuestiono Sebas.
-Te etiquetan como un vándalo, creen que solo los chicos drogadictos se hacen esto.- le respondió desilusionado!.
-Tu podrías recomendarme a alguien que haga esto?.- le dijo entusiasmado.
-Por supuesto, si es lo que tú quieres yo mismo te llevare.- le confirmo Matt con una gran sonrisa.
Le mostro todos sus tatuajes, bueno solo los visibles ya que en la espalda se había tatuado recientemente una estrella con alas, después de eso Sebas presento a Matt con sus hermanos que al igual que el estaban fascinados con la exposición y ya habían adquirido un par de pinturas, Sebas al ver esto los llevo hasta donde se encontraba el cuadro que había estado mirando, le reconocieron su gran gusto, Matt ni siquiera quería recibir el pago de tan extraordinaria obra, alegando que gracias a él todo se estaba vendiendo, pero si algo tenían los hermanos era que no aceptaban el trabajo de otros como un obsequio, ellos sabían lo que muchas personas se esfuerzan para salir adelante como lo había hecho su nana que había sacado a flote a sus hijos y los cuido a ellos, ahora la amorosa viejecita tenía una buena, vida sus hijos contaban con muy buenos empleos, eran personas honradas a las que ellos mismos admiraban y su amigo Edward era uno de ellos, al finalizar la exposición Sebas se quedó con Matt y sus amigos a guardar los cuadros restantes. Cuando guardaban las pinturas en el coche de Matt por accidente se golpearon ambos sin querer, se miraron a los ojos y Matt no lo pudo resistir, el tenerle tan cerca, respirar su aroma y mirar sus labios rojos los cuales beso lentamente, Matt sintió dentro de sí que había encontrado a su alma gemela en cuanto Sebas le correspondió el beso con pasión, siendo el mismo que lo rompio alegando que no estaban solos.
Matt estaba tan emocionado por haber sido correspondido, solo Sebas tenía dudas, si hasta ahora había mantenido en secreto sus preferencias sexuales, esta vez sentía unas inmensas ganas de gritar que estaba feliz, no voltear atrás a recibir el rechazo, pero esos pensamientos eran borrados con la idea de no saber qué era lo que quería Matt, podrían ser solo ganas de coger y después pasar de él, en alguna ocasión había sido el objeto de deseo de algunos por ser muy bello, Sebas no era la clase de chico que solo quiere una noche de sexo, es mas de los que buscan un amor para el resto de su vida.
Esa noche fueron a cenar, Matt muy amablemente se había comprometido en llevar a Sebas a casa, ambos estaban muy a gusto, se lanzaban miradas furtivas, esa noche fue estupenda ninguno disimuló el interés en el otro y a la primera oportunidad que Edu tuvo cuestiono a Sebas.
-Hay algo que debamos saber?- pregunto en un tono serio.
-Con respecto a qué?- le respondió con nerviosismo.
-Qué pasa con Matt?- pregunto Sam
-Pasar de que!? Yo no lo veo mal o algo.- respondió.
- Pues no sé, pero no ha dejado de mirarte ni un segundo, no sería raro que mirara a Sam, pero a ti.-dijo arqueado una ceja.
-Si eso es raro -Agrego Sam riendo.
-Y eso tiene algo de malo Ed?- pregunto Sebas, sintiéndose irritado, su mejor amigo lo cuestionaba, esa era la razón por la cual no había dicho nada con respecto a sus preferencias.
-No tiene nada de malo, solo que no sé, a ti no te van los chicos- le dijo riendo.
-Ya que lo mencionas, si, a mí me van los chicos- dijo casi en un susurro que Edward y Samanta escucharon a la perfección, se miraron entre si y se echaron a reír.
-Buena broma Sebas- dijo Ed, riendo como loco.
-Si Sebas, muy buena broma, pero ya en serio ese chico te come con la mirada- dijo Sam un poco seria.
- No es broma, Matt me gusta y hace un momento lo he besado- dijo bajando la mirada.
-Vamos Sebas ya estuvo bien de bromas- le dijo Ed.
- No es ninguna broma, porque te cuesta creerlo?- pregunto decepcionado.
-Porque tú no eres gay, te conozco desde que usábamos pañales, no, tú no eres gay eres mi hermano.-respondió Ed negando con la cabeza.
-Creo que dejaremos de ser hermanos...porque en verdad soy gay.- dijo Sebas dejando escapar unas lágrimas, levantándose de la mesa.
-Sebas espera- dijo Sam corriendo tras él.
-Que ha pasado, adonde van esos dos?- pregunto Matt.
-Nada, solo que Sebas dice ser gay y que tú le gustas- dijo Ed riendo.
-Pues que tontos son, tu amigo te habla con la verdad y tú te ríes, vaya amigo.- dijo Matt.
-Es verdad lo que dices? Esto no es una broma de mal gusto?- pregunto Edu.
-No es una broma, si eres su amigo deberías apoyarlo y no decir que es de mal gusto, pero creo que así son todos los niños ricos.- dijo Matt.
-Yo no soy ningún niño rico, es solo que no lo puedo creer, yo crecí con él y no, él no puede ser así.- dijo un tanto disgustado.
-No es tan malo como piensas- Matt quería partirle la cara por ser tan imbécil, Sebas estaba siendo honesto con sus amigos por que los quería.
-Crees que debo ir con él?-pregunto Ed.
-No querrás que yo te lleve?- le respondió.
-lo harías?- dijo apenado.
-No seas tonto, eres tú a quien quiere a su lado y si no sabes que decir solo abrázalo.- le dijo Matt.
Después de unos minutos, Samanta regreso a la mesa, estuvieron hablando sobre nada en particular, hasta que Sebas y Ed volvieron, después de su confesión Sebas se sintió liberado sin más ataduras, aunque su amigo se sintió incomodo en un principio, no era porque le molestara que Sebas fuera gay, lo quería como a un hermano solo que no esperaba una confesión así.
Esa noche Matt llevo a Sebas a su casa, antes de bajar del auto se besaron con ansia acordaron verse al día siguiente, ninguno de los dos podía dormir, saber que ambos se gustaban los tenía un poco locos, a las dos de la tarde cuando Matt paso por Sebas se encontró con la imagen de un Sebas bastante atractivo con pantalones ajustados playera negra, el pelo revuelto y gafas, se mordió el labio inferior, el tenerlo frente a él... Moría por besarlo, pero debía contenerse, podrían verlos y no quería armar un escándalo, estuvieron paseando por la ciudad hasta que sebas pidió a Matt que lo llevara al lugar donde él se había tatuado, un tanto indeciso Matt accedió a llevarlo, en cuanto comenzaron a tatuarlo Sebas no pudo evitar poner cara de dolor pero solo al principio, fue acostumbrándose a la sensación, solo dejaba escapar unas furtivas muecas que a Matt le hacían gracia, una vez terminado el trabajo y haber escuchado las indicaciones saco un par de fotos que mando por whatsapp a Edward y Samanta.
Después de eso se refugiaron en las afueras de la ciudad donde disfrutaron su encuentro.
Lo que comenzó con suaves caricias se convirtieron en apasionados besos e hizo que fueran desprendiéndose de sus ropas, haciendo que la necesidad de restregar sus cuerpos fuera primordial , las manos de los dos empezaron a explorar el cuerpo del otro, Sebas sentía su cuerpo estremecer, presionado sobre un árbol mientras Matt le comía la boca y acariciaba sus nalgas; sus pollas se frotaban una a la otra bañándose de líquidos pre seminales dejando escapar suaves gemidos, Matt dejó la boca y bajó con besos a su cuello, mordiendo ligeramente, haciendo que gimiera, llevo una mano hasta su pene para masturbarlo lentamente, descendió hasta el fuerte pecho de su chico besando y lamiendo sus pezones mientras continuaba masturbándole, mordió con saña lo erectos pezones, bajo recorriendo con su lengua hasta quedar arrodillado frente a la polla mas hermosa que había visto, acerco sus labios hasta ella y entre besos y lengüetazos comenzó a degustar de esa barra de carne tan deliciosa, poco a poco fue aumentando el ritmo consiguiendo que entrara hasta el fondo de su garganta, Sebas coloco sus manos en la cabeza de Matt tomando el control, enredo sus dedos en su cabello jalándolo un poco, Sebas gemía sin control. se sintió tan extasiado por la visión de tener al chico mas guapo que había conocido... dándole una mamada de campeonato y centrado en satisfacerle, al hacer contacto con sus ojos era inevitable morder su labio como muestra de lo mucho que gozaba con la atención brindada, estuvo un rato mas disfrutando de la deliciosa herramienta de su chico, pero el placer que este le generaba era tanto que lo separo de su polla, levantándolo para besarlo con pasión entrelazaron sus lenguas con lujuria, Sebas araño la espalda del chico con ojos de humo, era increíble lo que sentía en su ser, no era solo pasión, sabia que detrás de todo lo que generaba había algo puro, que no era solo sexo, sentía amor por su chico, nadie creería si le dijese que estaba enamorado pero era así.
Fue directo a la entre pierna besándola tiernamente sin prisa, jugo con su prepucio besando, chupando y mordiendo delicadamente con una mano apretaba sus huevos haciendo que Matt gimiera su nombre, cuando no pudo mas lo aparto, arrodillándose junto a el para besarlo y masturbarse juntos, entre suspiros y gemidos se fundieron en un abrazo hasta alcanzar el éxtasis bañando sus vientres de su esencia, se quedaron allí abrazados recuperando el aliento con cortos besos y palabras de amor, convirtiéndose en novios.
Sebas llego bastante tarde a su casa provocando la ira de su padre.
-Donde estabas Sebastián? hace mucho que tus hermanos llegaron.- dijo su padre.
-Fui a cenar con Edu y Sam!
-Eso fue hace como tres horas, si sigues así nunca llegaras a nada.- dijo Mario.
-Ya lo sé papa, no te cansas de repetir lo mismo cada que salgo- dijo Sebas irritado.
-Sebastián cuida tus palabras, no me alces la voz.-Dijo su padre.
-Ya me canse de tu mismo drama, solo te empeñas en hacerme sentir mal, ¿por que quieres que todo sea como tú dices? -Pregunto Sebas.
Cuando vivas solo, haras las cosas como tu quieras, mientras estes bajo mi techo harás las cosas a mi manera, LO ENTIENDES?- le grito su padre.
Pues no! No entiendo como alguien como tú puede ser mi padre. - Le gritó sintiendo arder su mejilla, pero esta vez corrió con suerte, pues cuando estaba a punto de recibir otra bofetada Bruno entraba a casa.
-QUE DEMONIOS HACE PAPÁ?-grito Bruno acercándose hasta Sebas que tenía el rostro enrojecido, este se apretó al cuerpo de su hermano.
-No te metas en esto Bruno.-dijo su padre en un tono seco.
-¿Pero por que le has pegado? Tú no eres así papa- dijo Bruno.
-Sebastián necesita ser corregido -dijo dirigiéndose a su despacho.
-Siempre lo hace- dijo Sebas con la voz entrecortada.
-¿Como que siempre lo haces?- pregunto Bruno a su padre.
-No le hagas caso, no sabe lo que dice. -respondió su padre.
-Como que no sabe lo que dice, te he visto pegarle, solo te dire una cosa, no vuelvas a ponerle una mano encima por que....- decia Bruno siendo interrumpido por su padre.
-¿Por qué Bruno? Que haras?- le pregunto su padre.
-Solo no lo vuelvas a tocar, es lo único que diré- dijo Bruno llevando a sebas a su habitación. Ahora que le habia dicho a su hermano lo que su padre le ha hecho pasar y después de esa experiencia vivida, ya no tenia nada que perder, se encontraba perdido por ese chico con su piel tatuada, ahora no habría mas soledad ni noches frías, en cuanto se encerró en su habitación llamo a Sam y a Ed para decirle que Matt era su novio, estuvieron hablando por horas.
Había pasado un mes desde que se habían hecho novios y Matt decidió que se tatuaría el nombre de Sebas en el pecho, esa noche Matt ceno en casa de Sebas aprovechando que sus padres no estarían, se sentía muy emocionado, había pedido a su hermano que le ayudara a preparar un poco de lasagna, no tuvo mas opción que decirle la verdad acerca de su relación y al menos se lo tomo muy bien, solo le pidió que tuviera cuidado, que no se expusiera de mas, por la forma de pensar de su padre, seguro no lo entendería, que con el siempre podría contar.
Después de cenar se pusieron muy cariñosos, besos con sabor a fresas y leche condensada, el primero en perder la playera fue Sebas, lentamente Matt esparció un poco de leche en su pecho la cual comenzó a quitar con su lengua mordiendo trozos de fresa que llevaba hasta la boca de Sebas que estaba encantado con el trato, por seguridad pensó que seria mejor continuar en su habitación, entre besos llegaron hasta ella, Matt empujo a su adorado chico contra la cama, Sebas lo miraba con sus ojitos brillantes llenos del amor mas puro, cuando se desprendió de su playera quedo extasiado, contemplar su nombre en el pecho de su chico lo hizo levantarse como un resorte de la cama para acariciar el tatuaje que lucia.
-Este es mi regalo por nuestro primer mes juntos- dijo dándole un tierno beso.
-Te amo Matt- dijo volviendo a besarlo.
- Yo también te amo y quiero estar por siempre contigo-dijo abrazándolo con fuerza.
-Eres el mejor regalo que la vida me ha dado- dijo Sebas haciendo que Matt cayera en la cama, comenzaron por olvidar ese juego con las fresas mientras se desabrochaban los pantalones para estar mas libres. Matt acostado sobre Sebas besándolo y restregándole su polla, quien estaba extremadamente cachondo y ansiaba hacer el amor con su adonis, sentir el calor de su tersa piel, Matt giro a Sebas haciendo que quedara boca abajo y comenzó a besar su nuca, se entretuvo en ella y le hablaba al oído, después bajo por su espalda besando y recorriendo con la punta de su lengua, cuando estuvo cerca de sus fuertes nalgas, lo hizo ponerse en cuatro para poder tener acceso a su rosado ano, quedo maravillado al contemplar ese botoncito que palpitaba pidiendo atención, comenzó a amasar esos globos hinchados acercando su lengua a ese manjar tan deseado, paso su lengua una y otra vez saboreando ese sabor a hombre que lo estaba volviendo loco, depositaba tanta saliva como podía intentando penetrarlo con su lengua deseosa de obtener mas de ese sabor, lamia como si de ello dependiera su vida, su lengua comenzó a dilatar la entrada del hermoso adonis que soltaba suspiros del gusto que estaba sintiendo, su cuerpo se sacudía cada que la lengua de Matt entraba un poco mas, con su dedo índice se abrió paso en esa cueva de amor que estaba a su disposición, un suave gemido escapo de la garganta de Sebas al sentirse invadido, el dedo entraba y salía a un ritmo lento alternado por la habida lengua de Matt, poco a poco el dedo entraba con facilidad y a este se le unió uno mas, hasta que ser tres dedos que lo follaban a un ritmo muy prudente pero Sebas necesitaba mas quería sentir a Matt en su interior, sentía ese cosquilleo recorriendo su medula, ya no solo suspiraba gemía y no era de dolor era placer, en un principio se sintió incomodo pero le agradaba tanto lo que sentía que no lo pensó mas...
-Follame Matt!- dijo en un suspiro...- quiero ser tuyo-.
-Espera un poco mi amor, no quiero lastimarte- dijo Matt conteniendo las ganas de penetrarle de una sola estocada, pero tenia razón debía esperar, tragarse 18 cm no seria cosa fácil para su primera vez, quería que su chico en verdad lo disfrutara no quería que tuviera un mal recuerdo de la primera vez que hicieran el amor.
Continuo por un rato mas dilatando la entrada de su amor, cuando creyó que estaba listo lo recostó boca arriba para besarlo, contemplo la mirada brillante de su chico, quien estaba un poco sonrojado, se sentó sobre su polla que estaba tan dura como la suya y masajeó su pecho y volvió a besarlo con mas pasión.
-Tienes condones?- pregunto Matt
-No- dijo con duda ya que el nunca había estado con un chico de esta manera.
-Lo correcto seria usarlo, yo se que tu estas bien, pero por mi parte no se que decir, hace mucho que no estoy con nadie, - dijo con una sonrisa un tanto nerviosa.
-Espera, buscare uno en el la habitación de mi hermano- dijo levantándose y echando a un lado a Matt, cogió una bata dispuesto a encontrar un condón.
- Y bien que tal te ha ido- pregunto Matt curioso.
-Mira lo que he encontrado- dijo lanzando un botecito de lubricante a la cama.
-Eso esta muy bien, has traído suficientes condones para la ocasión- dijo Matt contando seis condones.
-Si, tenemos toda la noche- dijo Sebas sonrojado mientras le daba un suave beso.
-Estas listo- pregunto Matt mientras untaba su pene y el ano de Sebas de lubricante.
-Si, estoy listo- dijo en un suspiro al sentir los dedos de Matt entrando en el.
Matt coloco las piernas de su chico en sus hombros y acerco la punta de su polla a la entrada de Sebas, este soltó un suave gemido al sentirse invadido, Matt se detuvo al ver la mueca que su amado dibujo, esperó un momento mientras lo besaba y volvió a empujar logrando entrar un poco mas, retrocedió y volvió a empujar, continuo avanzando a un ritmo lento hasta que consiguió empalarlo por completo sintio como las paredes cálidas de Sebas le apretaban la polla; Sebas por su parte se sentía lleno, creyó que no soportaría el dolor pero aguanto por que sabia que era pasajero, cuando sintió a Matt moverse lentamente una corriente eléctrica lo invadió, conforme el ritmo aumento comenzó a sentir un gran placer que lo hacia gemir sin ningún pudor tomo a Matt por su sedoso cabello y lo acerco para besarle, mordía sus labios con pasión estaba teniendo su primera relación sexual con un hombre extraordinario del cual esta enamorado, Matt estaba extasiado con la cara de placer que su amado tenia al ver su cuerpo musculado lleno de sudor, lo tenia maravillado, Sebas adoraba esa carita con el pelo revuelto, sus profundos ojos grises brillando lo hacían tocar el cielo, cambiaron de posición, Matt se sentó en la orilla de la cama sentando sobre su erecta polla a Sebas, este comenzó a botar sobre la deliciosa polla de su novio, se mordia el labio cada que la polla se hundía en su ser, Matt por su parte le apretaba el culo y chupaba el pecho blanquecino de Sebas, este al sentir como su polla empezaba a soltar su esencia mordió el hombro de Matt convulsionándose en un orgasmo que ni su mejor paja le había proporcionado, el ano de Sebas apretó la polla de Matt en cada espasmo provocando la inevitable corrida, rugió como un león al descargar su leche, Sebas sintió como la polla de Matt se hinchaba al soltar la leche que le hubiera gustado sentir en su boca llenando su interior.
Después de recuperar fuerzas se fueron al baño a darse una ducha para dormir limpios, jugaron un poco bajo la regadera se hicieron mimos el uno al otro, por primera vez en mucho tiempo ambos se sintieron completos no sintieron que la noche fuese fría pues ambos sentían el calor del amor que los embriagaba.
-Hola dormilón al fin despiertas- le dijo Matt dándole un beso en sus rojizos labios.
-No quiero dejar de estar abrazado a ti, me gusta escuchar el sonido de tu corazón- mientras Matt jugaba con su pelo.
-Te amo Sebastián!- dijo Matt colocándose sobre el.
-Yo te amo de aquí a la luna!!- dijo Sebas forcejeando para colocarse sobre Matt y besarlo.
-Tan poquito me amas?- Pregunto Matt.
-No yo te amo mas de lo que tu me amas, daría mi vida por ti- le dijo besando su deliciosos labios.
-Eso no me sirve de nada, por que sin ti yo no querría vivir, yo te quiero tanto que moriría si tu me faltaras.- dijo Matt levantándose y quedando ambos sentados, lo cual aprovecho Matt para besarle el cuello.
De repente el celular de Sebas comenzó a sonar, - mamá y papá han llegado vístanse y bajen a desayunar... Espero que te des un baño, te quiero Sebas... Un mensaje de su hermano. Sebas se sonrojo tanto al pensar que su hermano pudiera haber escuchado sus gemidos.
-Que pase amor, por que te has puesto todo rojito- pregunto Matt divertido.
- No, nada, anda vístete que nos esperan para desayunar- dijo Sebas saliendo de la cama.
-Nos esperan para desayunar? Quienes?- pregunto Matt.
-Mmm... En realidad solo Bruno, por que ni mis papas, ni mi hermana saben que estas acá... Por cierto Bruno sabe que tu y yo- dijo entrando al baño para lavarse la cara.
-Tu hermano sabe que tu y yo que?- le dijo abrazandolo por detras.
-Cogemos!!!- respondió soltando una risita.
-Has escuchado lo que has dicho?... Tu y yo no cogemos hacemos el amor, por que eso hicimos anoche- dijo un poco molesto mientras lo soltaba.
Lo se amor, no te molestes, solo era un decir- le dijo con voz mimosa y carita de niño regañado.
Pues como vez que si me enojo- le dijo retrocediendo.
y si te doy un beso para que se te quite lo molesto?- pregunto divertido.
Un beso no será suficiente- le dijo dejando que su amado le besara con tal pasión que hasta un gemido lo hizo soltar.
-Tendrás que conformarte, con eso por que nos esperan y no creo que quieras que mi padre suba por mi.- le dijo jalándolo hasta la puerta de la habitación.
-Buenos días familia- dijo Sebas entrando al comedor con Matt.
-Buenos días-respondieron todos.
-El es Matt un amigo- dijo Sebas.
-Buenos días- saludo Matt un poco nervioso.
-Buenos días- volvieron a responder todos.
-Papa el es el chico del que te hable, el es quien pinto los cuadros que te mostramos hace algun tiempo y lo he invitado a desayunar- dijo Bruno.
-Ya veo, mucho gusto joven, tiene usted mucho talento.- dijo el padre de los chicos.
-Gracias señor- dijo Matt, sintiendo la mirada desaprobatoria de aquel hombre que, lo examinaba de pies a cabeza.
Después del desayuno Matt se retiro, bastante irritado por la manera en que el padre lo miraba, esa tarde Sebas salió con sus amigos, les mostro fotos del tatuaje que Matt se había hecho por su primer mes juntos, el primero de tantos que esperaba pasar con el.
- Me alegra mucho verte feliz- dijo Edu.
-Ese chico esta enamorado hasta la medula- dijo Sam.
-Si, yo también lo amo, es el mejor hombre que conozco- dijo Sebas muy entusiasmado.
- Hasta hace un tiempo yo era el mejor hombre que conocías-le recrimino Ed.
-Eso es diferente Ed, tú no te has tatuado mi nombre, ni te has enamorado de mi- dijo Sebas riendo.
-Que tiene de diferente Sebas, como sabes que yo no te amo- dijo Ed, creando un silencio incomodo...- lo siento Sebas no quería decir eso, si te amo pero tú sabes que como aun hermano- dijo Ed para romper el silencio.
-Lo sé tontito- dijo Sebas echándose sobre él.
-Entonces a tu padre no le agrado en nada?-pregunto Sam.
-Pues ya sabes cómo es papá, seguro que es por sus tatuajes, lo bueno que ese día iba formal, pero sin perder su esencia- dijo Sebas un poco afligido, pues sabía que si su padre no lo aprobaba haría que se alejara del, como hacía con los amigos que no le agradaban.
-Y cómo es eso de vestido formal sin perder su esencia?- pregunto Ed.
-No sé cómo explicarlo, no es que vista mal, que de hecho no lo hace, no sé, él es como un "rockero" de esos que no exageran en su vestimenta, es simplemente sencillo- dijo Sebas tratando de entender lo que acababa de decir.
-Jajája, ni te esfuerces Sebas, se a lo que te refieres y Ed nunca lo entenderá.- dijo Sam riendo.
Dos semanas después tras una visita de Matt, sebas discutió con su padre ya que a él no le parecía una buena influencia, y menos después de ver que él se había tatuado.
No lo entiendo papá, porque te comportas así, esto no tiene nada de malo no me hace ni más ni menos, y él no es una mala persona, si tan solo lo trataras, sabrías lo mucho que se ha esforzado por salir adelante, su padre ni siquiera lo apoya en esto- dijo Sebas bastante cabreado.
Lo reconozco, eso es admirable, pero no es una buena influencia, te lo digo por tu bien- dijo su padre.
-¡ No!! Papá esta vez no será así, no voy a dejar de verlo- dijo Sebas casi gritando.
- Mira Sebastián, no lo voy a discutir más, mejor compórtate y haz lo que te digo, no me quieres ver enojado.-le advirtió su padre.
-¿Que harás? Me pegaras como haces siempre?
Sebastian salio enojado del despacho, llamo a Matt para decirle que su padre no queria que lo volviera a ver, esa noche Sebas lloro en los brazos de Bruno, quien prometio ayudarle, al dia siguiente Sebas se encontró con Matt en un café muy apartado de su barrio, para no sentirse incomodo, cuando estaba con Matt olvidaba sus miedos, sabía que su padre era de armas tomar, al volver a su casa por la noche se llevó una fuerte sorpresa, - su padre lo espera en el despacho, fue lo primero que le dijo la joven del servicio, al entrar miro a su padre bebiendo una copa de vino, le indico que se sentara, sin imaginarse lo que le esperaba.
-Donde estuviste Sebastián- pregunto el hombre de la casa.
Con Sam y Ed, papá- respondió.
¡¡¡NO ME MIENTAS!!!
Está bien, estuve con Matt- le dijo fastidiado por la situación.
-¿Y QUE SIGNIFICA ESTO!? - le grito lazándole unas fotos sobre el escritorio donde aparecían él y Matt besándose, Se quedó mudo, no sabía que responder.
- Eso es deplorable, un hijo mío cometiendo esa barbaridad, es anti natural.- dijo levantándose de su silla.
-Yo lo amo y no me importa si es bueno o malo- dijo con la voz quebrada.
- Quizá a ti no, pero a mí sí que me importa y no permitiré que expongas a la familia de esa manera- dijo su padre colocándose frente a él.
-De verdad siento mucho que lo veas así, porque yo no puedo cambiar, créeme lo intente pero no funciono, yo lo amo y no voy a dejarlo, perdóname papá por provocarte esto, pero así son las cosas...
- NO DIGAS ESTÚPIDESES. Saz!...Le dio un fuerte golpe en la cara- no volverás a verlo y punto.
-SI PARA ESTAR CON EL, DEBO DEJAR LA CASA, LO HARÉ CON GUSTO- le grito Sebas mientras entraban los guardias de su padre.
-Llévenlo a su habitación y déjenlo sin comunicación, ya saben lo que tienen que hacer- dijo volviendo a su asiento.
-Vamos joven Sebastián, ya ha escuchado a su padre- dijo el más amable de los escoltas -realmente no se para que los quiere mi padre, su negocio no es tan importante, dueño de una compañía de vino.
- No es necesario lo puedo hacer solo- dijo tranquilo.
-Necesito que me entregue su celular- dijo el robusto, mientras los otros sacaban mi lap y el teléfono de la habitación.
-¡¡¡Por favor el cel. NO!!!
-Vamos chico no hagas esto más difícil para ti- dijo el más afable.
- No se los daré ya pueden retirarse- dijo girando sobre sí para entrar en la habitación.
-Mira maricon de mierda, me entregas ese mugroso celular o te lo quitare por la fuerza- dijo el gorila sujetándolo por el brazo.
-Cierra la boca hijo de puta, nada teda derecho de llamarme así- le grito zafándose del brazo clavando uno de sus puños en el rostro de ese grandulón.
-Sujétenlo- dijo sobándose el rostro.
Se acercó hasta el, estaba sujetado por ambos brazos intentando zafarse pero era inútil eran mucho más fuertes que él, sintió arder su mejilla el muy cobarde lo había golpeado con saña, Sebas en respuesta le escupió la cara, recibiendo un fuerte golpe en el estómago que lo hizo perder el aliento, -cómo ese ser que le había dado la vida estaba haciéndole pasar por esto, tratándolo peor que aun perro, el hombre al que de algún modo veía como su protector, a pesar de los malos tratos que le daba lo quería, pero ahora lo había mirado con desprecio si tan solo su madre le hubiara defendido, seguro esta vez tampoco haria nada por el, aunque lo encerraran de por vida el igual seguiría amando a Matt porque desde aquel día en ese callejón se convirtió en su héroe, llenando su vida de felicidad a pesar de tener a dos grandes amigos siempre necesito algo más en su mundo y eso era el amor de Matt, Sebas tenía el rostro bañado en lágrimas, seguía débilmente luchando por liberarse.
-Qué demonios hacen ustedes- resonó la voz de Bruno en el pasillo.
-Son órdenes de su padre, no intervenga joven Bruno- dijo el grandulón.
-Ustedes, suéltenlo, no me importa lo que mi padre haya dicho- sentencio Bruno contemplando la imagen de su hermano pequeño tan desvalido, lo tomo entre sus brazos ayudándolo a entrar en la habitación.
-Papá lo sabe- dijo entre sollozos aferrándose al fuerte cuerpo de su hermano.
-Tranquilo Sebas, estoy aquí no dejare que nada te pase- le dijo dándole un beso en su frente, sabía que su padre no entendería de razones pero él no dejaría que su hermanito sufriera.
Gracias a Bruno había conservado su celular, pudo llamar a Matt para contarle lo sucedido y que no se acercara a su casa, después hablo con Edu y sam, quienes tampoco era recomendable que estuvieran cerca aunque los necesitaba más que nunca, sentía su cuerpo adolorido por los golpes, no queria arrastrarlos con él, no sabía cómo reaccionaría su padre a partir de ahora, hablar con Matt durante el día no era suficiente necesitaba sus besos y sentirse protegido entre los fuertes brazos de su chico.
Después de una semana volvió a la universidad, se sentía como un delincuente, constantemente vigilado, apenas salir del recinto educativo ya estaba dentro de la camioneta, despidiéndose solo con un ademan de sus amigos, tras dos largas semanas se las ingenió para dar rienda suelta a su amor con Matt, en una de las aulas, esas que nadie visitaba la que estaba al final del pasillo fue testigo de su desenfrenado amor, parado frente a la ventana recibió el cálido miembro de su amado que lo invadía con una necesidad contenida por tanto tiempo, con besos apasionados, esas cuatro paredes encerraron sus gemidos y al final testigos del dolor que sentían al estar el uno sin el otro, Matt no soportaba como esos ojos castaños se empañaban perdiendo ese brillo que lo había sacado de la oscuridad, beso una y otra vez los rojizos labios.
-Te necesito tanto amor- le dijo.
-Yo te necesito más aun.-respondió con un profundo beso.
-Matt quiero pasar el resto de mi vida contigo.- dijo sosteniendo su rostro mientras lo miraba con los ojos bañados en lágrimas.
-Huyamos de aquí - le dijo secando sus lágrimas.
-Mi padre no lo permitirá- dijo fundiéndose en un abrazo.
-Cásate conmigo Sebastián-susurro en su oído.
-Estás hablando en serio- dijo sorprendido.
-Claro que hablo en serio, eres mi todo, sin ti moriría- respondió.
Sebastián sabía que esto sería complicado, nada más llegar a casa corrió en busca de su hermano para comunicarle sus planes, este feliz por su hermanito se ofreció ayudarlo, el tenia a un conocido que los podía casar, pero para ello tendrían que viajar a otro estado donde eso si estaba permitido, llamo a Matt para comunicarle que en dos días viajarían, pero se llevó una sorpresa cuando este le dijo que su padre le había echado de casa, que su padre se había encargado de mandarle fotos al suyo, aparte de haberlo golpeado, en realidad había salido un poco magullado nada grave.
Matt por su parte empezó por rescatar sus cuadros más valiosos, recurrió a la familia de su madre quienes eran muy sencillos, había estado un poco alejados de ellos porque su padre no está de acuerdo en que los viera, su tía le dijo algo que el desconocía, había unos bienes que su madre tenía a nombre suyo, y un fondo de ahorro del cual Matt era el beneficiario, así que regreso a su casa por los papeles y los cuadros que pudo llevar consigo, le costó dejar el cuadro de su madre, pero sabía que con su tía estaría seguro, solo le pidió que cuidara mucho de él y cuando pudiera le enviara el retrato de Sebas, sabía que su familia necesitaba dinero y les regalo algunos cuadros para su beneficio.
El día del viaje se sentía un poco frio, sabían que sería un viaje bastante largo 15horas, Bruno había arreglado todo, salieron de casa bastante temprano, Edu llevaría su auto, Sam usaría el auto de Sebas y Bruno llevaría su hermano, Sam pasaría a recoger a Matt y se encontrarían a la salida de ciudad, el viaje fue muy entretenido, las paradas que hicieron para comer y descansar eran muy entretenidas Bruno se sentía muy feliz al ver como el chico de ojos grises trataba a su hermanito, esos dos irradiaban amor, en cuanto estuvieron en el hotel se dedicaron a dormir puesto que en unas horas seria el momento más felices de sus vidas. Esa mañana cuando llamaron a la puerta un hermoso Sebas se encontró con su padre, quien entro abruptamente a la habitación y lo sujeto por el brazo para llevárselo.
-Qué crees que haces Sebastián, estás loco si crees que dejare que continúes con esta locura- le grito mientras lo arrastraba por el pasillo hasta el elevador.
-No papa, déjame, yo lo amo, ¿porque te cuesta entender eso?- decía intentando liberarse.
-Entiéndelo tú, nunca dejare que arruines tu vida de esta forma, quieres casarte, pues te casaras con una buena chica, no con ese maricon- le grito.
Matt no es ningún maricon, es el hombre al que amo- le dijo soltándose, pero uno de los guardias de su padre lo sujeto.
No quiero volver a escucharte decir eso- dijo su padre dándole un par de bofetadas.
Yo amo a Matt, porque no lo entiendes- grito entre lágrimas, y recibió otra bofetada.
-TE ODIO PAPÁ, DEBERIAS MORIRTE, liberándose y corriendo hacia su hermano y los chicos que aparecían en el pasillo.
-¿¡¡¡DONDE ESTA ESE MARICÓN!!!?- grito sacando un arma.
-¿PAPÁ QUE CREES QUE HACES CON ESO!!!?- grito Bruno asustado.
Cuando Matt apareció, el padre de Sebas no lo dudo un segundo, disparo su arma, pero sucedió algo que no esperaba Bruno se interpuso recibiendo una bala que solo alcanzo a rozar su brazo.
-¡¡¡SEBAS VETE!!!- le grito Bruno.
-No!, no puedo dejarte- decía Sebas asustado aferrado a su hermano.
-Estoy bien solo tienes que irte, MATT, LLEVATELO, anda.
-No te atrevas Sebastián, no dudare en disparar- dijo su padre haciendo que Sebas se quedara inerte.
Edu se acercó hasta Sebas haciendo que reaccionara y corrieron hasta el estacionamiento seguidos de su padre y los guardias, Sebas jamás había sentido tanto miedo, esa fuerte presión en el pecho que no lo dejaba pensar, temía que en cualquier momento esto acabara en tragedia, se montaron en el coche de su hermano sin saber a dónde dirigirse, sabía que su padre no los dejaría, como pudo empezó a recorrer la cuidad, cruzando calles hasta perder a los agresores, no era mucho de conducir, estaba a acostumbrado a que su hermano lo llevara a la uní, o que Ed pasara por él, llevaba el acelerador afondo no quería cometer ningún error, no quería perder a Matt, reflejaba su miedo en la manera en que se aferraba al volante.
-Matthew puedes encender la radio- dijo sintiendo como sus sudorosas manos temblaban.
-¿Como me has llamado?- pregunto el chico de ojos grises mientras encendía la radio.
-Matthew- respondió el castaño.
-Nunca lo habías hecho-le dijo
-Estoy nervioso y tengo miedo -dijo dejando escapar unas lágrimas.
-Tranquilo amor, todo estará bien, solo somos tu y yo hasta el final- dijo acercándose y abrazándolo.
- Tú y yo hasta el final- repitió Sebas.
-¿Quieres que yo conduzca mi niño?- pregunto Matt.
-No te preocupes estoy bien- dijo esbozando una sonrisa.
Estaban ya en las afueras de la ciudad cuando escucho una canción que le hizo prestar atención:
No supo en que momento paso, pero llevaba dos autos siguiéndolos, comenzaban las curvas, sabía que no había otra salida en cualquier momento los alcanzarían así que empezó a rebasar peligrosamente, lo último que sus ojos castaños vieron fue el precipicio y escuchar a Matt decirle te amo Sebastián...
La habitación apenas era iluminada por una suave luz, tener a Sebas entre sus piernas penetrándole con dedicación le arrancaba gemidos y suspiros, Sebas es el único hombre al que le ha permitido hacerle el amor,
- Oooh!!! Sebas, sigue así- decía Matt
-Te gusta cariño, vamos pide más que sabes que no puedo negarte nada.- le dijo de manera lujuriosa.
-Oooh!!! si, dame más amor, soy tuyo-gimió Matt.
-Te amo Matt- dijo Sebas besándole apasionadamente, aumentado el ritmo de sus estocadas, Matt sintió como el pene de Sebas aumentaba de tamaño al soltar su semen dentro de el, se sintió lleno, se dejó caer sobre el recuperando un poco el aliento mientras lo masturbaba, al sentir llegar el éxtasis este se aferró al cuerpo de su amado mordiendo su hombro, cuando se normalizaron sus respiraciones, Matt se sentó sobre Sebas lo miro tiernamente y lo beso.
-Luce bien mi nombre en tu piel de mármol amor.- dijo Matt acariciando el fuerte pecho que al igual que el lucía un tatuaje con su nombre.
-Una prueba más de que mi corazón es solo tuyo- dijo levantándose para besarlo.
-Te amo Sebastián.
-Lo sé Mathew -dijo mientras lo besaba con fiereza...- de no ser así no estarías aquí conmigo.- le dijo dándole una nalgada en su desnuda piel.
-Eres el chico más brillante del universo- dijo alborotándole el pelo.
-Aún recuerdo tu cara cuando pare el auto, y te pedí que bajaras, porque no podíamos seguir.-le dijo dándole cortos besos y después reír.
-Deja de reírte que no es divertido- le dijo tumbándolo en la cama.
-No! no es divertido pero si gracioso...jajajaja!!!.... Y luego cuando pedí que empujáramos el coche, mientras sonaba esa canción- dijo aferrándose más a él.
-Era un buen auto, desde entonces no has podido dejar de escuchar esa canción almenos una vez en el día- dijo divertido.
-¿Estás cansado de mí?-pregunto inocente.
-Eso no mi vida, nunca me cansare de ti, te amo!!!- dijo morreándolo con delicadeza mientras sus lenguas jugaban entre sí.
- Si no hubiera sido por ese chico Andy, no estaríamos aquí, es un ángel.- dijo Sebas.
-Andy un ángel, bla, bla.- dijo celoso.
-tú eres mi dios- le dijo acariciando su rostro.
- Ya levántate tenemos que abrir ya deben estar por llegar los chicos- dijo Matt.
-Si no fueses tan lento…
-Pero si bien que te gusta-ataco el chico de ojos grises.
-A mí me gustan todas las formas en que lo haces- dijo mordiéndose el labio.
Con el dinero que Bruno le había hecho llegar y el que Matt tenia, compraron un establecimiento que les servía como casa, pusieron una cafetería y allí exhibían las pinturas de Matt, estaban muy bien ubicados a un par de cuadras estaba la universidad, miraron a parecer a Andy junto a su hermano y sus amigos...