Dedicado a tu Novio... (3)

Tercera parte de mis aventuras con Elena... en esta ocasión con espectadores.

DEDICADO A TU NOVIO… (parte 3)

Ésta es la tercera parte de una tetralogía que comenzó en http://www.todorelatos.com/relato/36622/ y cuyo segundo episodio publiqué en http://www.todorelatos.com/relato/36846/ . En cualquier caso y aunque recomiendo de verdad no perderse las anteriores entregas haré una pequeña sinopsis de lo que llevamos publicado para aquellos lectores que sólo quieran leer este capítulo:

{Tras conocer vía Internet a una ardiente chica con la irreprimible fantasía de poner los cuernos a su pareja, y vivir junto a ella episodios verdaderamente morbosos a través de medios virtuales como sms, fotos, Messenger, NetMeeting o teléfono (todo ello descrito con todo lujo de detalles en la parte 1) Elena decide por fin desplazarse a mi ciudad a espaldas de su novio y familia en un viaje relámpago diseñado especialmente para disfrutar (y ser disfrutada) con un añadido: el maravilloso morbazo de la infidelidad. Una vez allí tenemos un primer y excitante encuentro en persona que sólo se ve interrumpido por unas visitantes inesperadas que aparecen en escena en el mejor momento (todo ello es el contenido de la parte 2). Bien, aquí nos quedamos el otro día y aquí vamos a retomar la historia para este tercer episodio. Estáis listos? Pues… allá vamos!

Aún escuchábamos las risitas contenidas de nuestras no invitadas espectadoras que nos habían pillado literalmente en bragas, bueno… en tanga en este caso, así que la frase no es completamente literal pero efectivamente de ropa interior iba la cosa, y la de Elena en ese momento estaba completamente descolocada y empapada por el ajetreo que acabábamos de tener. Ella se la colocaba de forma inusualmente tranquila mientras yo aún me reponía del reciente susto que nos había acaecido. La única noticia positiva de la intromisión era que en parte había conseguido rebajar la gran erección que tenía en aquel momento, y con ello se facilitaba la reubicación de mi miembro en mis ajustados pantalones. A Elena, como he dicho, se la veía bastante más relajada que a mí… cosa que no sorprenderá a cualquiera que haya seguido las andanzas de esta chica en los episodios anteriores. Su única preocupación parecía ser recuperar un aspecto medianamente presentable, aunque no me quedaba claro si lo hacía tanto por disimular cara al exterior, cuya opinión ya había demostrado de sobra que le era indiferente, como para poder seguir seduciéndome a mí sin handicap alguno. Mientras tanto nuestras voyeurs de turno parecían estar pasándoselo en grande comentando el repasito que le estaban dando a la “guarra esa” (como les oímos decir entre dientes) en plena calle, e intentaban adivinar la identidad de los amantes, cosa difícil dado que era una noche poco iluminada. Yo no tenía especiales ganas de adquirir popularidad por aquel suceso, así que disimulaba pegándome contra el cuerpo de Elena (disfrutando a la vez del contacto, no lo voy a negar) y mordisqueándole el cuello para hacer tiempo mientras discutíamos nuestro siguiente paso. Rememoremos nuestro último diálogo de la entrega anterior:

  • Vaya un grupo de guarrillas – decía ella- Seguro que se lo están pasando en grande las muy putas.

  • Ya… pues vaya putada… en que momento han ido a aparecer. Que hacemos Elena? Éstas fijo que ya no se van. Imagínate: sabiendo que tienen espectáculo garantizado y gratuito. Tendremos que buscar otro sitio para seguir con nuestra fiestecita no crees?

  • Bueno… sí que sería lo mejor porque yo he venido a follar y quiero hacerlo a gusto… pero antes se van a enterar las lobas estas… me están tocando las narices con tanto cachondeíto, y si quieren espectáculo lo van a tener, y a lo grande! –A todo esto se removía insinuante contra mí y me atizó un par de morreos impresionantes de estos que prometen segundas partes, para después añadir más bajo y con vocecilla sugerente- Tú no tenías algo que chupar por ahí que habíamos dejado a medias?

  • Queeeé? Me estás diciendo que me la vas a comer delante de ellas? Estarás de coña… -pero al mirarla supe inmediatamente que hablaba muy en serio y que no iba a aceptar un no por respuesta- Pero como vamos a hacer eso? Se te va mucho la olla, eh?

  • Tranquilo hombre, solo va a ser una mamadita corta, un par de chupaditas para poner calentonas a las mironas esas… el plato fuerte vendrá cuando estemos a solas. Pero ya te dije que yo no me corto por nada ni por nadie, y si estas tías se creen que me van a dar un corte a mí no saben con quien están tratando… así que venga niño, sácate ese aparato que tanto me gusta que creo que no lo vas a pasar tan mal con mi nuevo jueguecito

  • Venga ya Elena! Sabiendo que nos están mirando ni siquiera se me va a subir –le contesté hecho un lío-

  • Sí, sí… que te crees tu eso! Aún no ha nacido la polla que se me resista a mí –dijo volviéndose a poner en cuclillas ante el asombro general que se produjo tras la esquina y que quedó patente con un sonoro “Joder tía! que se la va a comer con público y todo… será zorra la niña!”-

  • Eleenaaaa… que tu no estás en tu ciudad pero yo sí, y me conoce mucha gente –insistí visiblemente alarmado- No quiero ser la comidilla del campus! –pero ella ya me había desabrochado del todo los pantalones y procedía a bajármelos junto a los boxers hasta los muslos sin hacer mucho caso de mis quejas-

  • Comidilla la que te voy a hacer yo guapo… y creo que voy a empezar por tus huevos. Mmmm me encanta como huelen! –dijo aspirando mientras ponía su nariz apuntando al cielo justo bajo la bolsa escrotal-

Tengo muy buena memoria, pero a partir de ese momento curiosamente mi mente empieza a nublarse. Lo siguiente que recuerdo es un lametón en los huevos que me transportó al séptimo cielo, y después otro y otro y otro… sin compasión ni ningún miramiento, como debe ser. Aquellas chicas habían desaparecido de escena para mí en solo unos segundos, aunque un rincón lejano de mi cerebro sabía que con total certeza seguían muy atentas a la función. Pero daba igual, en mi mundo solo existía la lengua de Elena en mis testículos… y más abajo de ellos, ya que no se detuvo ahí! Continuó lamiéndome la zona de la próstata con delicadeza, recreándose hasta llegar prácticamente a mi ano con su lengua. En aquel momento mi polla ya iba a su bola, y la primera decisión que tomó en su nuevo status independiente fue ponerse de nuevo en “presenten armas”. La excitación estaba volviendo al punto donde había sido cortada de raíz, y todo gracias a la habilidad y sensualidad de aquella experta. Sí, experta porque no se la puede denominar de otra forma. Constaté este hecho cuando comenzó la mamada propiamente dicha… y que mamada señores! Sin duda la mejor de mi vida. Aquella chica la chupaba como los ángeles (no se ofenda la gente religiosa, porque especificaré que esto es solo si es que estos personajes se dedican a tales menesteres, claro está, porque en caso contrario Elena carecía de cualquier posible competencia). Me cuesta describir aquellas sensaciones sin empalmarme de nuevo, pero en mi mente quedó grabada a fuego cada una de ellas… su lengua retornando desde mi zona inferior hasta llegar a mi polla y comenzar a lamerme todo el tronco, siguiendo su borde inferior, sus venitas hinchadas… en movimientos azarosos, cada vez mas arriba, llegando casi hasta el capullo, haciéndome desearlo pero volviendo hacia abajo en el último momento. Saboreaba mi polla sin importarle tiempo ni espacio y yo sólo podía apoyar mi espalda en la pared para no derrumbarme de puro gusto. A la tercera repetición de este sube-baja se dignó a llegar a la punta y empezar a morrearse con ella… metafóricamente, aunque es la única palabra que se me ocurre para definir las veloces vueltas que daba su lengua alrededor de mi capullo, aprovechando para paladear todas las gotitas de líquido preseminal que había ido acumulando en nuestra media hora de sesión anterior.

  • Ummm que rico –dijo con voz calculadamente audible y completando una escena de morbo que habría hecho caerse de espaldas al mas osado-

  • Me… me muero… –logré articular yo-

  • Te gusta eh? Pues a mi también, no te creas… no te estoy haciendo ningún favor. Me encanta comerme una buena polla como ésta… no entiendo a esas tías remilgadas a las que les da asco el sexo oral, no saben lo que se pierden… Esto es un verdadero manjar y no voy a dejar ni las migajas.

Parecía ser sincera, porque un segundo después abrió la boca y me engulló toda la polla… y cuando digo TODA la polla es porque me refiero a toda, a la totalidad. Aún me pregunto donde la metía pero es la única vez que una mujer me ha hecho partícipe de algo similar. Mi polla entraba en su garganta hasta la empuñadura, y el calor que emanaba de su boca no tenía nada que envidiar al mismísimo infierno. Como colofón, por si todo esto no fuera suficiente para que entendáis como la chupaba esta chica, tengo que decir que sus labios eran suaves como la seda, y su roce me envolvía en cada entrada-salida, las cuales se producían con una deliciosa lentitud que te hacía desear que acelerase, pero a su vez que se prolongase aquella deliciosa tortura por los siglos de los siglos. Maravillosa contradicción… no creéis? Aunque no estaba yo para filosofar mucho en aquel momento, más bien me concentraba en las sensaciones irrepetibles que me estaban proporcionando.

  • Diosss Elena! Nunca me la han comido así! No… no puedo creerlo! –gemía yo haciendo verdaderos esfuerzos por decir algo entendible- es una pasada!

  • Ah nooo? -Me decía con cara de niña buena (aunque de eso no tenía un pelo) entre chupada y chupada, mientras sonreía tan sólo para volver a comérmela de forma aún mas placentera- Con que sólo me dejabas un par de chupaditas eh? Si lo prefieres paro ahora

  • Nooo! Ni se te ocurra, no puedes dejarme así, esto es maravilloso, insuperable!

Insuperable… je! Eso es lo que pensaba yo, pero ése fue el momento que eligió ella para añadir dos vueltas de tuerca más aún a aquella maravilla. La primera fue agarrarme del culo con las dos manos para pegarme aún más a su cabeza, y creo que con esto, aunque pareciera físicamente imposible, mi polla entró en su cueva aún dos centímetros más. Además me lo acariciaba con sus dos manos en círculos y de vez en cuando le daba fuertes pellizcos o me lo arañaba con sus uñas de gatita… y yo tenía que aguantarme para no llenarle el depósito de leche cada vez que añadía uno de estos elementos. La siguiente sorpresa que incorporó fue la entrada en escena de su saliva… Sé perfectamente que lo tenía calculado, al saberse observada y escuchada… pero sin duda influyó que se le estaba haciendo la boca agua por estar degustando su comida preferida… y también sé que cuando comencé a oír los chapoteos de mi polla en su boca se me quitó toda esperanza de reservarme la corrida para más tarde. Aquella ventosa humana iba a vaciarme los huevos en medio minuto a lo sumo

  • Chup, chup… Slurp mmmm que polla! Aaaaah! Slurp… pero que polla tan rica!

  • Así así, Elena… no pares! Diossss lo haces tan biennnn… aahhhh tan biennnnn!

  • Parar? Si hombre! con lo bien que estoy yo aquí abajo, no pienso parar hasta ordeñarte enterito.

  • Mmmm me parece que no vas a necesitar mucho rato para eso porque como sigas así me vas a sacar todo en breve… creo que no he sentido tanto gusto en la polla en mi vida! Ufff que pasada! No creo que pueda retrasarlo mucho más! Me tienes a puntito

  • Chup chup! –cada vez más alto y mirando de reojo a la afición que seguramente estaría con la boca tan abierta como ella… y eso no es poca cosa- mmm correté ya! lléname la boca de leche tío bueno! Vamos correté en mi boquita! -repetía con media boca llena de polla, y a mí me resultaba incomprensible como podía pronunciar con todo eso ahí metido-

  • Siiiií! No me aguanto más, abre bien la boca que te la lleno! Ufff que corrida! –preveía yo al notar como me subía el gusto desde los huevos hacia arriba en una de esas selectas corridas que sientes en su totalidad, desde que segregas el semen hasta que lo expulsas-

  • Eso es machote! Dame tu leche! La quiero toda… toda, todita para mí! mmmm me la tragoooo!

  • Oooooh siiiií tómala! –jadeé mientras tres… cuatro… cinco! chorros de leche caliente, blanca y espesa a gran presión salieron de mi polla directamente a su garganta mientras ella la recibía gustosa, relamiéndose y procurando tragar la máxima cantidad posible de mi semen-

Creía ver luces de todos los colores. Me derrumbé en la pared del edificio dejándome resbalar por ella sin fuerzas, me había robado sin duda una parte de esencia vital, pero para nada tenía queja de ello... al contrario! A Elena por su parte se la notaba contenta, orgullosa. Había conseguido vengarse de la pequeña derrota que le había infringido en la sesión manual previa; y ahora, como una niña con su trofeo, se limpiaba sus chorreantes labios con el dorso de la mano mientras miraba a la esquina donde una parte olvidada de mi mente (que en ese momento volvía a activarse) recordó que se encontraban nuestras espectadoras. Ante mi sorpresa mi diosa particular del vicio habló en voz alta para ellas:

  • Bueno chicas, al menos espero que hayáis aprendido como hay que comerse una polla… Venga cariño, ahora podemos irnos que quiero que me eches el polvo de mi vida! –todo ello en voz suficientemente audible como para que no les pasase por alto una sola palabra-

Yo, alucinado y aún un poco atontado por el orgasmo, contemplé como Elena se incorporaba del suelo, me cogía de la mano y echaba una ojeada a mis desabrochados pantalones añadiendo:

  • Pero bueno! Aún no te has guardado eso? Venga hombre que no tenemos todo el día.

  • Ya… ya… déja que me recupere un poco, por favor. Solo será un segundo.

  • Bueno, tienes razón, donde están mis modales? Después de todo ha sido una generosa corrida.

Nos fuimos caminando en dirección contraria a ellas mientras me iba arreglando la ropa por el camino y dejábamos atrás el que había sido nuestro escondite por un rato. Aunque mi cabeza aún me daba vueltas yo ya iba pensando a donde la llevaría para completar nuestra gran noche con una follada de las que hacen historia… esto no se iba a quedar así, por supuesto. Tenía que recuperar el control de la situación en aquella lucha de aptitudes sexuales. Aunque estar a la altura de aquella bomba de relojería no iba a resultar nada fácil

  • Madre mía Elena… como la chupas! Donde has aprendido a hacer esto mujer?

  • Practicando! Aunque también habrá un poco de nacimiento supongo y… bueno para que negarlo? Viendo pelis porno también se aprende mucho sabes? Siempre digo que son muy… didácticas.

  • Eres de lo que no hay… pero tengo que admitir que ha sido la mejor mamada de mi vida… te aseguro que nunca se me olvidará.

  • Seguro que estás exagerando… aunque tengo claro que una de las mejores si que será ;) conozco mis… habilidades.

  • La mejor, te lo aseguro

Mientras así conversábamos nuestras voces se iban alejando de aquellas chicas que habían compartido con nosotros una parte de nuestro encuentro. La verdad, desconozco que se quedarían pensando, o que sintieron… pero no tengo dudas de que más de una tendría que masturbarse a fondo cuando llegase a casa. Un espectáculo de ese calibre, y en vivo, no se contempla todos los días… y menos con una protagonista tan entregada y habilidosa. Se trataba de la segunda interrupción en una larga noche, en la que yo ya había perdido totalmente la noción del tiempo y ni siquiera me acordaba del examen que tenía al día siguiente, pero es que aún me quedaban muchas sensaciones por experimentar! Todas ellas las describiré en el capítulo final de esta serie, si no os importa. Haceos cargo de que han sido demasiadas emociones por hoy y tengo que ir a… desahogarme! No creáis que contar, y por tanto recordar todas estas escenitas le dejan a uno indiferente, así que espero que entenderéis que me ausente por el momento. Pero no me olvido de vosotr@s y no creo que tarde muchos días en ponerme de nuevo delante de un papel para completar mi historia… De todos modos si alguien tiene una curiosidad irreprimible hasta ese momento y/o quiere contactarme para hablar sobre relatos eróticos, erotismo en general, o preguntarme detalles que me hayan pasado por alto al relatar esta historia o simplemente porque no quiere tener que esperar a la próxima entrega puede hacerlo en xdye@ya.com