Declaración de Amor

Acepto que te amo y al fin tomo el valor de pedirte que seas mía, que me permitas ser tuya... Amor.

DECLARACIÓN DE AMOR

Hola amor, te he visto entrando y saliendo de muchos corazones. Te he visto convertido en llanto y en vanos recuerdos. Tú y yo nunca coincidimos. He pensado que a lo mejor te evito o que en el peor de los casos no soy tu tipo. Me pregunto:

-        ¿Por qué siempre te disfrazas de la persona equivocada? ¿Por qué estas mujeres toman tu forma y me enamoran? ¿Cuándo te conoceré al fin?

¿Cómo eres o a quien te pareces? Sólo dímelo para detallarte y no pasarte de largo. He de decirte que no soy perfecta, que tras de mi llevo el equipaje de los errores cometidos y empapadas mis ropas con el llanto que he provocado. He sido una fiera al acecho, una mala mujer. He roto corazones, me han llamado mentirosa y manipuladora… otras tantas cosas que duele aceptar.

Sé que te ignoré en muchas ocasiones, que apareciste y escogí mal. Me arrepiento, sabes. ¿Recuerdas la primera vez que me enamoré? Yo sí, era noviembre y decidió casarse con alguien más. Luego la segunda vez, fui tan ilusa que no capté las señales y terminé buscándole pareja… sí, esa soy yo. La tercera es la vencida, pero no lo fue. Ese tercer amor fue bello, inolvidable hasta el día de hoy. Al  final me engañó con mi primo y se fue. La amé en verdad. Con ella conocí lo que se siente amar y pedí conocer lo que se sentía ser amada. Fue entonces cuando conocí el cuarto amor, me amó a su manera. Fui su primera mujer. La quise, juro que la quise, pero no la amé. Para entonces el pasado me pesaba y no quería soltarlo. En ese momento me dije:

-        Sé lo que es amar y ahora sé qué se siente que te amen… pero deseo saber qué se siente amar y ser amada.

Y luego… luego conocí un amor diferente, volcánico, que sacó de mí cada impulso por conquistarla. Era muy pronto y muy vertiginoso para ella y fue allí cuando conocí el sexto amor. Ese amor por el que hoy te escribo. Me enseñó de diplomacia, de orgullo, de ego. Momentos bellos, sí los hubo, pero no eran ciertos. Caí de nuevo en esa pregunta de ¿qué se sentirá amar y ser amada?

Amor, por eso te escribo hoy. Porque es justo decirte que te amo, que sé que estás copando este mundo de muchas formas. Que vives, que te haces sentir. Yo quiero un poco de ti. De esa magia que sólo tú transformas en vida. De tu aire que nutre cada ser. El sol por ti brilla, la luna es romance por ti. Te amo, no te miento, sé que estás ahí. A veces me digo que aún no te tengo porque debo pagar mi karma, a lo mejor mi verdadero amor sea la soledad.

Al creer conocerte me comporto como niña, me vuelvo dócil y entregada. Ahí justo me falla el corazón, me da vueltas cuando no debe hacerlo. Caigo y de nuevo me levanto esperando poder verte al fin. Distinguir tu silueta en el camino, tu sonrisa y ese mirar con el que yo sepa certeramente  que ahí estás. Eres bello y lo sabes, tienes que ser mujer. Porque eres altivo, esquivo, caprichoso y dulce. Porque te lastimas con facilidad, porque rompes barreras y las pones, definitivamente… debes ser mujer.

Amor, eres mujer porque mira cómo me tienes preguntando por ti. Queriendo saber tu nombre, dónde vives, quien eres. En verdad, te amo… amor te amo, y son miles las canciones que hablan de ti. Otras tantas que reprochan tu llegada. Una vez te dije que eras materia que se transforma, que termina batallas o las empieza, que da vida. ¿Eres una mujer verdad?

Si no lo eres, dime ¿por qué duermo soñando con tus curvas, con tu cabello largo brillando con la luna? Dime lo que quieras decirme, pero susúrrame al oído quien eres, porque yo te amo.

Creo en ti, nunca he dudado… bueno, sí lo he hecho. Pero ya eso es cosa del pasado. Esta vez quería huir. Quería no saber más de ti. Ocultarme en la noche oscura, entre los árboles y el eco de tu voz. Renegaba del sol que no me alumbra, grité muchos nombres pensando que alguna serías tú. Y no llegaste, no has llegado aun. No quiero esperarte, ven cuando quieras. Sólo te pido que cuando aparezcas frente a mí, cuando nuestros caminos se crucen… por favor, dime tu nombre para ya no equivocarme al decirlo.

Refléjame en tu sonrisa, tu verdadera identidad. Quisiera buscarte, pero no me atrevo. Y por eso desde lejos te declaro mi amor, Amor. Hoy te pido que seas egoísta siendo sólo para mí. No te pido que seas mi amor por siempre, porque el tiempo es relativo. Sólo te quiero sentir, conocerte al fin. Andar tu camino y que tú andes el mío. Hacerte poesías mientras duermes y recitártelas al oído. Hacerte el amor, Amor, sin ocultarnos tras las sábanas. Mirarte a los ojos y ser para ti día a día. Componerte canciones, nuevas, sólo nuestras. Besarte… si supieras cuanto deseo probar un beso tuyo, sincero.

Aunque me evadas de vez en cuando, sabes que me tienes mal. Sabes que sin conocerte te extraño y de verdad, te quiero amar. Te quiero amar, Amor, porque nací sin piel y sin piel siento alegrías y dolor. Te quiero amar, Amor, porque los versos de quienes nacimos sin piel alguna, se escriben con sangre, Amor.

Cada lágrima derramada, será una alegría más tarde. Esa sensación de morir en vida terminará cuando pueda amarte, cuando me ames. Te amo, Amor. Y ahora sonrío porque un querer menos, es un paso más hacia ti. Enamorada del amor, no de él… sino de ti. De tu nombre desconocido, del sabor de tu piel, de la miel de tus besos, del calor tuyo que elimina la hiel.

Un brindis por los viejos amores, por su felicidad. A lo mejor ellas te encontraron con un nombre ajeno al mío. Salud… por no mirar atrás.

Entonces amor, ¿qué dices? ¿Aceptas ser mi todo, mi luna, mi sol, mi brisa y mi mar? ¿Mi poesía, mis letras, mi musa? Cuando decidas, házmelo saber. Mientras tanto te seguiré viviendo, preguntando por ti. Poniéndote algún nombre hasta que te reveles y pueda decirte sin más… te amo, Amor, que bella estás.

twitter@semperkia