Decisiones - 6

Tony hace un inquietante descubrimiento que empieza a preocuparle muy seriamente, algo que desde luego no se esperaba en absoluto

Decisiones - 6

Una par de semanas después me lleve un susto de muerte. Mi Madre por lo que contó tenía ese fin de semana una convención, o lo que era lo mismo, tres días de desparrame con sus amigas. Por su parte, mi "hermana" Laura se marchaba con su clase a una especie de intercambio de estudiantes durante una semana o algo así, lo cierto es que no me entere muy bien ya que lo escuche de refilón y por casualidad. En definitiva que era mi felicidad máxima, quedarme todo un largo fin de semana con Belén, que no me podía ni ver.

El viernes medio lo llevé, por fortuna se marchó con sus amigas y yo por mi lado al centro. El Sábado llegó el problema, desde por la mañana había tenido a Belén inaguantable, por lo que fuese parecía cabreada de narices conmigo, pero aparte de cortes, ponerme mala cara, gruñirme en cuanto me acercaba y tratarme de pésimo para arriba, no soltó prenda sobre qué demonios se suponía que le ocurría conmigo.

Viendo el percal en casa, me decidí por irme esa noche a practicar parkour, me había buscado una zona nueva en verano, procurando evitar en lo posible sitio donde alguien conocido me pudiese ver... Pues bien, no llegue ni a bajarme de la moto, la metí entre dos coches para aparcarla y antes de quitarme siquiera el casco divise a Romy con Gata y algunas de las amigas del grupo de Parkour que siempre se movían con ella, con las mismas, saque de nuevo la moto y me puse en marcha para regresar a casa, eso sí, confiando en que Belén ya se hubiese largado con su novio y sus amigas para no regresar hasta su hora habitual, casi por la mañana.

Tuve suerte, cuando llegué Belén ya no estaba, se había debido de ir de marcha. Reconozco que no es que fuese un gran plan, pero me prepare unas palomitas y me dispuse a ver alguna peli online en el ordenador. No es que aguantase mucho con ello, vi una y parte de otra, al final opte por acostarme porque estaba pegando unos cabezazos de cuidado. No llevaría mas de dos o tres horas acostado cuando sentí ruido en la planta baja, rápido me levante a mirar que era lo que ocurría, evidentemente con cuidado de ver sin ser visto, no fuese que hubiese entrado alguien a robar o algo así.

Me encontré con el novio de Belén llevando a esta casi como un peso muerto, por las trazas dudaba de que alguien pudiese estar más borracho que ella en esos momentos. No sé lo que harían o no harían esos dos como novios, pero lo cierto es que no me gusto ni medio pelo ver como ese cretino aprovechaba para sobetearla bien sobeteada por todos lados. Cuando la dejo sobre el sofá y vi que empezaba a desabotonarla la blusa mientras le pegaba un buen repaso con las manos a sus pechos, opte por aparecer, y con cara de muy poquitos amigos le indique que ya me ocupaba yo, invitándole a marcharse a toda velocidad de allí.

Tras acompañar el flamante, enojado, cabreado y muy ofendido novio a la puerta, además de guardarme para mí las ganas de liarme a golpes con él y abrirle la cabeza como si fuese un melón maduro, regrese junto a la bella durmiente. Mi intención original era llevarla a su habitación y dejarla allí durmiendo la mona, pero eso de pensarlo resulto muchísimo más fácil que luego poder hacerlo. En primer lugar el 90% del tiempo Belén era como un peso muerto, una fardo que había que cargar a pulso, y en segundo la parte realmente problemática, que era el 10% del tiempo restante, que se "despertaba" y se ponía en plan "ayuda", era como una piedra atada al cuello cada vez que eso pasaba.

Al final lo conseguí, logre poder dejarla en su cama... o casi, al llegar a los pies de esta vacío completamente su estómago sobre ambos, no veáis como me puso, como se puso ella y como puso el suelo... Reconozco que no sé ni cómo fue que hice aquello, pero no se me ocurrió otra cosa que meternos a los dos tal y como estábamos en la ducha, vestidos y todo. El agua pareció hacer que se recuperara un poco, seguía con una borrachera de escándalo, pero al menos se medio podía sostener de pie ella sola. Dentro de la ducha empecé a desnudarnos a ambos, procurando no mirarla a ella y no tocar determinadas partes de su cuerpo, algo que me costó, porque la verdad es que Belén es una chica preciosa y con un cuerpo muy bien definido, vamos, que esta como un tren, pero es mi "hermana", por lo menos para mí.

Tras eso, me la lleve hasta su cama, tumbándola en ella y luchando por meterla bajo la ropa y dejarla tapada. Yo intentaba cubrirla mientras ella se empeñaba en justamente lo contrario, entonces fue cuando me dio el susto de muerte, me pillo a traición, por la espalda, sin esperármelo, con nocturnidad y alevosía, al punto que salí de allí corriendo... vamos, que hizo el pleno. Estaba intentando taparla cuando me engancho del cuello, se abrazó a mí con todas sus fuerzas y me derribo sobre la cama, o mejor dicho, justo sobre ella... y para empeorar la situación, los dos muy vestidos no es que estuviéramos precisamente.

Que me enganchase del cuello, abrazándose fuertemente a mi derribándome sobre ella al tirar, no es que me extrañase mucho, era una posibilidad que ya había barajado que ocurriera, pero el que me metiese la lengua hasta las amígdalas pegándome un beso de tornillo, eso sí que no me lo esperaba ni por la más remota de las casualidades. No digamos ya esperarme el que intentase de repente pasar una pierna sobre las mías y empezase a restregarse contra mí como una gata en celo, ni que cuando saco su lengua de mi boca me dijese con voz estropajosa que me quería y que estaba deseando que fuese suyo, que quería sentirme en su interior... Como dije, salí de allí a toda pastilla más muerto que vivo por el susto, y si alguien piensa que en algún momento pese a que estuviese borracha me tome a Belén a coña, que se olvide, porque me la tome muy, pero que muy en serio, no eran de las que bromeaban con según qué cosas, ni aun en ese estado. Además, ya sabéis el refrán ese que dice que los únicos que nunca mienten son los niños y los borrachos, y así precisamente era como estaba Belén, de modo que imaginad…

Esa noche no es que durmiese mucho que digamos, como a la media hora de escaparme de Belén volví a su cuarto a ver como estaba, y por fin pude taparla, se encontraba durmiendo apaciblemente. No creo necesario decir con que cuidado me moví por su habitación, lo último que quería era que despertase y regresase de nuevo a las andadas, recogí su vomitona del suelo casi de puntillas también. Cuando me acosté no pude parar de darle vueltas a lo sucedido, así como a la conversación con mi "madre", empezaba a entender su referencia a que Belén y Laura querían que fuese solamente su primo. Cuando desperté, me baje a la cocina a prepararme el desayuno.

Estaba tranquilamente terminando con el café cuando apareció Belén con peor cara incluso que la que llevaba la noche anterior, y además por las pintas la resaca debía de irle acompañada de un precioso dolor de cabeza bastante fuerte. Sin mediar palabra le prepare también café a ella junto a un par de tostadas que devoro en un instante, luego se quedó un momento pensativa dando vueltas a su taza en las manos hasta que por fin se atrevió a preguntar...

-      Oye Tony, ¿paso algo anoche cuando llegué?

-      Bueno, te trajo tu novio, que intento aprovechar la ocasión al tenerte en ese estado para él solito, y al que por cierto se la jodí justo cuando empezaba a desnudarte. Estuve tentado de partirle la cara, pero al final decidí que eso quizá luego te molestase, por lo que cuando le veas, la tendrá tan "bonita" como siempre... Fuera de eso no, no pasó nada...

-      Ya, gracias por lo de ese gilipollas, ya hablare con él a ver que explicación me da. Sobre la pregunta, bueno, es que desperté desnuda en la cama y...

-      Vale, eso reconozco que fue cosa mía, te lleve a la cama, pero antes de llegar decidiste que nos teníamos que dar una ducha y nos vomitaste encima a los dos, por eso no tuve otra que darnos a ambos un "aclarado", pero te aseguro que mire solo lo estrictamente indispensable para poder meterte en la cama, de verdad -levante la mano haciendo el gesto de prestar juramento.

Belén volvió a quedar pensativa, seguía durante todo el tiempo dándole vueltas a su taza, espere pacientemente a ver que decidía hacer, si seguir hablando, continuar en silencio o irse a su habitación... Creo que estaba deseando que escogiese esa última opción, de lo que menos ganas tenía en esos instantes era de seguir hablando con ella. Al final levanto la cabeza y me miró fijamente, incluso me dio la impresión de que enrojecía un poco...

-      ¿Cuándo me llevaste a la cama, dije o hice alguna cosa... "extraña"?

-      No, nada, ¿porque?

-      No, por nada, simple curiosidad -vi en su rostro un cierto alivio al escuchar mi contestación.

-      Vale, por cierto, una pregunta, ¿se puede saber que tienes contra mí?. Ayer no paraste de pasarte tres pueblos conmigo, muchísimo más de lo normal en tiempo de meterte conmigo, y mucho más alterada de lo habitual en tus comentarios...

-      No fue por nada, supongo que las mismas ganas de pincharte de siempre -sonrió un poco forzadamente-, creo que me gusta verte enfadado.

-      Entiendo...

Por la cara que puso tuve claro que Belén pensaba que no, que ciertamente no era capaz de entender nada de nada, y posiblemente hubiese tenido toda la razón del mundo de no darse lo de la noche anterior. Mi cabeza por otro lado, en esos instantes era un caos tras lo que ocurrió con ella, tenía serias dudas sobre cómo actuar y que hacer, si darme por enterado o no, si hablar con mi "madre" sobre ello o no hacerlo, pese a la fuerte sospecha por sus comentarios de que ella ya sabía lo que le ocurría a Belén conmigo, o cuanto mínimo, que lo sospechaba. Pero tras lo ocurrido en el pasado entre ambos, quizá este fuese el único tema en el mundo que no estuviese muy por la labor de hablarlo con ella, me daba un palo enorme hacerlo.

Por otro lado, en Belén, una vez roto el fuego de las preguntas y estar hablando, se le veían también unas ganas locas de seguir preguntando, y la impresión que me estaba dando era que le daba vueltas a la cabeza sobre cómo empezar con ello. Ante mi tenía en esos momentos dos opciones, levantarme a toda prisa y desaprovechar esta oportunidad de acercamiento con ella, justo ahora cuando no es que tuviese excesivas ganas, o bien, terminar tranquilamente para ver de hablar con ello, luego levantarme, recoger lo mío y entonces sí, desaparecer a toda velocidad de allí. Al final decidí optar por la segunda solución, por lo que me tome mi desayuno con calma, esperando a que se decidiese a preguntar algo o a levantarse y marcharse... al final ella también pareció optar por esa misma idea...

-      Oye Tony, ¿te puedo hacer una pregunta un poco personal?

-      Si claro, bueno -recule un poco-, supongo que sí, no veo problema con ello, pero a ver que preguntas...

-      Tranquilo que no será sobre nada... escandaloso...

-      Bueno, venga...

-      ¿Tienes algo con esa amiga tuya italiana?

-      ¿Quién? -pregunte un poco perplejo.

-      Esa tal "Gata"

-      ¡¡Ahhh, ella!! No, lo cierto es que no, para nada, además por si no lo sabias, te diré que Gata tiene novio...

-      Tenía novio, querrás decir...

-      ¿Cómo? -me sorprendí.

-      Bueno veras -se mordió el labio titubeando-, creo que anoche rompió con él, si es que era su novio... -me lo describió y sí, sí que era él.

-      Vaya, sí, sí que es él. Pobrecilla, debe de estar hecha polvo, ya mirare si la veo de como levantarle un poco el ánimo...

No sé por dónde, aunque me lo supusiese en cuanto vi su expresión, se tomaría Belén ese comentario mío sobre Gata, pero me quedo muy clarito que le había gustado tanto como un pisotón en el dedo gordo del pie, igual. De todos modos, vi como apretaba los dientes, ponía de nuevo su mejor sonrisa y volvía a la carga con las preguntas...

-      Ahora que está sola ya tienes vía libre con ella -me dijo forzando aún más su sonrisa.

-      Belén, te dije que no tenía nada con ella, en eso también se incluía cualquier tipo de interés de tipo romántico al respecto. Gata no me interesa de ese modo, y si quieres saberlo, te contestare incluso antes de que me digas nada al respecto. Si Belén, sí, me parece una chica de bandera, una autentica preciosidad, pero aun así y todo, continuo sin caer rendido a los pies de su belleza, no la veo en ese sentido.

-      Lo siento, es que yo pensaba... bueno, escuche algo entre mi madre y la de ella, y yo... bueno, por lo que oí creía que te interesaba... -parecía un poco apurada.

-      No, no es ella quien me interesaba, esa era Romy, no Gata.

-      ¿Su hermana? -respingó al escucharme.

-      Si, su hermana, ella era quien me gustaba, pero bueno, me dejo muy claro que solo éramos amigos, así que... he pasado página al respecto.

-      Vaya, no pensé que fuese ella, creía que era la tal Gata... -dijo más para sí misma que para mí.

-      ¿Y qué te importaba a ti en todo caso?, nunca te has preocupado de nada relacionado conmigo

-      No, ni Laura ni yo lo hemos hecho, pero... -entonces otra voz nos interrumpió.

-      Eso habla por ti, no por mí -repuso Laura entrando de repente en la cocina.

-      Vaya, ¿cómo es que has regresado tan pronto? -pregunto Belén.

-      Porque Jorge y yo hemos discutido

-      Pues sí que ha tenido que ser gordo para que regresases tan pronto...

-      Bastante gordo, si, al punto que no tengo claro si aún tengo novio o no... No estoy muy segura de querer seguir con esta relación...

-      Lo siento -dijo Belén mientras que yo hacía un gesto de "pésame" por ello.

-      Y yo, yo también lo siento, aunque por otro lado debe de decir, que me ha sorprendido entrar y encontraros a los dos conversando de forma tan animada, sin insultaros, sin meteros uno con el otro... muy curioso...

-      Veras, estábamos hablando... -Laura interrumpió a Belén.

-      Sé de qué estabais hablando, llevo un buen rato escuchando antes de entrar aquí, y debo de decir que lo de Tony con esa tal Romy ha sido toda una sorpresa también para mí, pensé que estaba tras de la tal Gata.

-      No, no estoy detrás de Gata, y ahora, si no os importa podríamos dejar el tema en cuestión. No estoy colado por Gata, y con la chica por la que si lo estaba, he tenido que pasar página porque no me ha dado bola, ¿más contentas así las dos?

-      Pues sí, ahora estamos más contentas, aunque tú no te lo creas -dijo Laura riéndose.

-      Bueno, entonces perfecto, ahora con vuestro permiso os dejo... "hermanitas" -dije, recalcando esto último adrede.

Ninguna de las dos dijo nada de nada, pero si vi que Laura se quedaba mirando a Belén y no a mi tras lo del "hermanitas", luego frunció el ceño y aunque yo ya salía, podría jurar ante quien fuese que clavo sus ojos en mi espalda. Salí de la cocina y me fui directo a las escaleras para subir a mi habitación, pero en el tercer peldaño me lo pensé dos veces, retrocediendo sin hacer ruido hasta la puerta de la cocina, una vez allí puse la oreja con intención de ver de que hablaban... En esos momentos escuche a Laura...

-      ¿Pero estas segura de ello? -preguntaba Laura.

-      No lo sé, no recuerdo casi nada, pero...

-      Pero crees que le besaste, ¿no?

-      Si, aunque le he preguntado y me ha negado que ocurriese nada de nada.

-      Pero no pasó, ¿verdad Belén?

-      No, con respecto a eso estoy segura, no tuve sexo con nadie esa noche... aunque por lo que dijo Tony estuve a punto de ello sin ser consciente...

-      Si, ya, lo del cerdo de tu novio. Pues ya puedes hablar con él antes de que yo me lo cruce, porque pienso cambiar cuatro palabritas sino le arranco antes la cabeza... Pero a lo que estamos, ¿segura que nada de nada entonces más allá de un probable beso?

-      Sí, estoy casi segura de ello...

-      ¿Cómo que casi segura? ¡¡¡Joder Belén!!!

-      Lo siento, pero es que llevaba una encima que no te digo, creo que no pero... -se calló de repente.

Escuche chistar suavecito a Laura justo cuando Belén se calló la boca de repente a mitad de la frase, como comprenderéis me largue de allí a escape, subí las escaleras casi de cuatro en cuatro para desaparecer de aquella zona cuanto antes. No os digo el tropezón que pegue arriba del todo con el ultimo escalón, casi le clave los dientes al suelo, me fue de un pelo no darme de boca. Tras escuchar todo esto, tenía meridianamente claro que lo de Belén era un marrón y de los gordos, amplificado ahora además por la intervención de Laura.

Por fortuna mi madre regreso antes de que llegase la hora de comer, con lo que ninguna de las dos tuvo la ocasión de poder pillarme a solas de nuevo para seguir con una conversación que desde luego no tenía el menor interés por que continuase por donde nos habíamos quedado. Era también evidente que antes o después alguna de las dos regresaría a ella, pero al menos no hacerlo ese mismo día me concedía un tiempo precioso para poder pensar que narices hacer con lo de Belén.

El domingo transcurrió sin sobresaltos, el lunes iba por el mismo camino hasta la aparición de Gata por la universidad, teóricamente para buscar a su hermana. Se presentó en nuestro aula, entro según salió el profesor de allí, como digo, según dijo después venía a buscar a Romy, aunque lo que hizo en realidad fue saludarla en el pasillo cuando se cruzó con ella, y venirse directa a donde yo me encontraba sentado recogiendo mis apuntes. Me fije en que más de una de las amigas de mis hermanas frunció el ceño al ver entrar a la morena y dirigirse hacia mí.

Estuve un buen rato hablando con ella, para mi sorpresa ni por un solo instante hizo mención alguna al Parkour o me pregunto sobre porque sitio me estaba moviendo ahora, fue una charla amena y divertida. Logre zafarme de ella en parte gracias a que Romy entro a por ella, mostrándose muy insistente con lo de irse y que yo por mi parte me disculpe para ir al servicio, donde por cierto, me dieron una sorpresita la mar de agradable.

No sé ni como si, o como no, como lo hizo o como se las apañó, pero lo cierto es que salía de orinar de unos de los retretes cuando al abrir la puerta me encontré frente a Clara, una de las mejores amigas de Laura, que me puso ambas manos en el pecho empujándome para dentro de nuevo. Retrocedí para terminar sentado sobre la taza, menos mal que tenía tapa y la había bajado cuando acabe. En treinta segundos y con plena colaboración por mi parte he de decir, tenía a Clara chupándome la polla con ansia, parecía que quisiera tragársela toda entera incluyendo mis huevos. Cuando la sacaba veía como caía saliva de la comisura de sus labios, como si babeara, haciendo un ruido de succión muy... "intenso".

En cuanto mi polla estuvo en su máximo esplendor dejo la mamada reincorporándose, me puso un preservativo, luego se levantó la mini, se hizo a un lado la braguita y sin más miramientos se empalo por completo en mi verga, su coño se la trago toda enterita en una sola sentada. Empezó a moverse, yo mientras aproveche para ir a su jersey, levantárselo y meter mis manos por debajo en dirección a sus pechos. Cuando por fin los alcance empecé a estrujárselos, arrancándole varios gemidos, logre subirle la camiseta y retirarle el sujetador, después de eso únicamente tuve que poner mis labios sobre sus durísimos pezones y empezar a mordisqueárselos para su más que evidente placer.

Cuando sus movimientos bajaron un poco el ritmo empecé a mi vez también a mover mis caderas, era agotador, pero increíblemente placentero. Reconozco que me tuve que morder la lengua más de una vez para hacerme daño y evitar de ese modo correrme, aguante justo hasta unos pocos segundos después de que Clara se corriese cayendo sobre mí, abrazándome completamente jadeante por el esfuerzo. Había sido un polvazo de narices, os aseguro que no me arrepentía de ello en lo más mínimo, el follar con Clara había merecido la pena. Se levantó arreglándose en un pis pas, luego me dijo que esperase un par de minutos para salir después de que lo hiciese ella, cosa que hice. Cuando salí para mi sorpresa nadie me miraba, ni llamaba la atención, ni nada, era como si nadie allí dentro se hubiese dado cuenta de lo que había pasado e incluso diría que de la presencia de una Chica en los servicios masculinos. De verdad que una cosa sí que os garantizo, yo desde luego, con las amigas de Belén y Laura, flipaba en colores, especialmente tras esto, es que no sabía por dónde cogerlas…

CONTINUARA