Decisiones - 3

Si con sus primas Tony no lo llevaba especialmente bien, encima su tía, le prepara una pequeña encerrona

Decisiones - 3

Al día siguiente, tal y como supuse, mi madre regresó a casa incluso antes que mis “hermanas”, o “primas”, porque sinceramente, ya no sabía ni cómo llamarlas y como hasta ahora, por sus nombres, en esos momentos no creía la mejor opción… e hijas de puta que era como me apetecía, era obvio que no podía. Nuevamente negocie con ella cuando subió a mi habitación a verme, me hice a un lado y se tumbó en la cama conmigo…, vestida, que nadie piense mal, era algo que hacia muchas veces. Al final logré una especie de acuerdo entre mi madre y yo…

-      Entonces quedamos en eso, no le digo nada al tío si tú no bajas ninguna de tus notas y superas la mejor de cada asignatura de este año, ¿no es así?

-      Si mamá, así es, mejorare la mejor nota que he obtenido para cada asignatura este año, incluyendo los trabajos.

-      Sabes que es muy complicado y que aun estarás casi dos semanas sin poder ir, llegaras justito para los exámenes…

-      Lo sé…

-      Está bien, no diré nada si lo consigues, pero sino… veré que decidió que quiero de ti a cambio…

-      No podrías decírmelo ya… por favor…

-      No, de eso nada cariño, si gano ya me pensare como me cobro… y gracias, sé que lo haces para que no discuta con tu tío.

-      ¿Yo? –puse mi mejor cara de asombro.

-      Si, tú. A tus primas las engañaras… pero a mí a estas alturas ya es muy difícil que lo consigas…

-      Mamá, eso de “primos”… no sé si…

-      Tony, sabes que de verdad sois primos, no hermanos, eres consciente de ello, igual que yo soy tu tía y tu mi sobrino, no madre e hijo, aunque nos queramos como tal. Pero mis hijas contigo han sobrepasado el límite de mi tolerancia o de mis intentos de ir por las buenas con ellas... Según parece quieren distinciones, pues les voy a dar distinción con respecto a ti hasta en sus carnets de identidad.

Después de esta conversación me dio un beso en la frente y se marchó a ponerse cómoda, supuse que aprovecharía para darse algún chapuzón y tumbarse al sol… Tras lo que ocurrió entre nosotros, cuando estábamos solos como ahora, mi madre no se retenía como cuando estaban también mis primas o sus amigas, hacia topless e incluso nudismo para tomar el sol, tenía su bikini preparado cerca y se lo podía poner en cuestión de quince segundos, ese era uno de nuestros secretos.

Una de las cosas que quiero aclarar, es que si bien como ya he admitido antes, me había hecho alguna que otra paja con las amigas de mis hermanas, eso era algo que jamás había hecho con ellas o mi madre, y os aseguro que no es que no me gustaran, pero las respetaba, especialmente a mi madre. Tampoco diré que no tenía en mente lo que ocurrió entre ambos aquella vez, y que estaría más que encantado de volver a repetir la experiencia con ella, aunque era consciente de que eso sí que era todo un imposible… Mis “hermanas, primas” o como coño fueran, como digo también estaba fuera de esas experiencias solitarias, no las aguantaba ni para eso, y mira que las dos estaban buenas.

Cuando mi madre se marchó estuve pensando en ver a quién podía acudir para que me dejase fotocopias de sus apuntes de los días que no iría y organizar como poder hacerme luego con ellas. Al final me decidí por un amiguete de clase, Enrique, principalmente por una particularidad, aparte de que tomaba muy buenos apuntes, su letra. La letra de Enrique parecía la típica de un médico, que la entendía él, e incluso diría que solo a veces, yo lo cierto es que la llevaba bastante bien, en algunas ocasiones me costaba un poco, pero siempre terminaba por comprender todo lo que escribía. Le había elegido a él porque quienes tendrían que traerme las fotocopias serian mis hermanas.

Es triste pero lo confieso, había otros que me hubiesen venido mejor para pedirles los apuntes, me hubiese costado menos trabajo que con los de Enrique. Pero con los de este me pretendía asegurar reconocerlos cuando me los dieran, su letra era “infalsificable”, así que imaginaros porque lo hacía… no me fiaba de mis hermanas para nada, las creía capaces de cualquier cosa. Llame a Enrique pidiéndole el favor, de inmediato me dijo que lo que me hiciese falta, pero que le debía media docena de cañas, algo que acepte riéndome, también se alegró mucho cuando le dije que Laura o Belén recogerían los apuntes, le encanto tener una excusa para poder acercarse a ellas… Normalmente le hubiesen alejado si se colocaba a menos de cinco metros de cualquiera de las dos… Lo siguiente que me faltaba era lo más desagradable de todo el asunto, hablar con esas dos hienas para que los recogieran y me los trajeran…

Cuando llegaron lo primero que hicieron fue como siempre, cambiarse y después bajarse a la piscina para darse un chapuzón, tumbándose de seguido en una hamaca a tomar el sol para ir cogiendo el bronceado mientras estudiaban, que sinceramente no sé cómo eran capaces de hacerlo así. En cuanto las escuche salir quise acercarme a la ventana y llamarlas para que subiesen antes de que se metieran en el agua, pero con la costilla, una cosa era lo que quería, y otra muy distinta lo que realmente podía hacer. Cuando llegué a la ventana, con un dolor del demonio en el costado, las dos estaban ya en el agua. No veáis la cara que pusieron cuando las llamé y por favor les pedí que subiesen un momento… me miraron con ganas de matarme. Pero como mi madre estaba también allí, con el bikini ya puesto y levanto la cabeza, bajándose un poco las gafas mirándolas a las dos por encima de ellas… solo dijeron que si, poniéndose en marcha hacia mi habitación.

Cuando llegaron por fin a mi habitación, dado que me dio tiempo de sobra a volver a tumbarme, a colocarme y a que el dolor por los movimientos mitigara, tuve clarísimo que no es que se hubiesen matado a correr para subir.

-      ¿Qué quieres? –me pregunto Laura nada más entrar en mi habitación.

-      Le he pedido a Enrique que me pase sus apuntes… si no sabéis quien es, preguntadle a vuestras amigas Eva o a Carol que le conocen. Traedme por favor las hojas que os de para que pueda estudiar…

-      ¿Qué pasa, que ahora nos tomas por recaderas? –me preguntó Belén.

-      Mirad, os lo voy a poner a las dos muy facilito, si no apruebo os quedáis sin coche, además de que mamá se lo dirá todo a vuestro padre, lo que suponen problemas.

-      Vaya que generoso, seguro que lo haces por nosotras –dijo sarcástica Laura.

-      ¿La verdad?, lo hago por mamá, para que no discuta. Sinceramente, vosotras con vuestros castigos me importáis tres mierdas, y el hecho de que si vuestro padre se entera la emprende también conmigo por no contárselo yo, me la trae floja, pero no quiero que ella termine discutiendo por mi culpa… ¿os queda ahora más claro?

-      Meridianamente –dijo Laura cruzando los brazos.

-      Entonces perfecto, esto es por interés mutuo, no os equivoquéis…

-      Te lo traeremos, pero el que no se debe de equivocar eres tú, sigues sin gustarnos a ninguna, ¿te queda también claro?

-      Igual que vosotras, meridianamente…

-      Pues todo arreglado entonces…

Después de esto ambas se marcharon de mi habitación. Al día siguiente, mi madre otra vez regresó temprano, seguida solo poco tiempo después por mis “hermanas”, solo que esta vez, cuando entraron en mi habitación para darme las hojas, también entró mi madre…

-      Toma, no creas que me importa mucho, ¿pero no preferirías que te pasasen esos apuntes alguna de nuestras dos amigas?, eso no hay quien lo lea… -dijo Belén.

-      No gracias, me sirven estos…

-      A ver, déjamelos –apareció mi madre por sorpresa, cogiéndolos de las manos de Belén antes de que me los pudiese dar, para de seguido echarse a reír.

-      Vaya letra, ¿de verdad lo lees bien?

-      Si mamá, créeme, cuesta un poco, pero soy capaz de leerla bien.

-      Está bien, no digo que no entienda porque lo haces, pero no crees que quizá pudiese mejor recogerlos yo de alguien cuya letra te costase menos –me hizo un gesto sobre la letra.

-      No mamá, no hace falta, créeme que con estos me vale, solo es cuestión de esforzarme un poquito más…

-      Mamá, déjale, ya ves que no quiere, Belén le ofreció los de alguna de nuestras amigas y lo rechazó, si quiere trabajar más allá él…

-      No lo habéis entendido ninguna de las dos, ¿verdad? Vuestro primo quiere esos apuntes porque conoce perfectamente esa letra y no podréis darle el cambiazo por otros que solo sirvan para que suspenda. No entendéis que su desconfianza llega hasta esos extremos… pero dice muchísimos de vosotras, y creedme que lo que indica es muy triste… me decepciona mucho…

Sinceramente mis dos primas me sorprendieron, me dio la impresión de que lo que mi madre había dicho les había dolido, especialmente Belén que se puso pálida como una muerta, aunque en seguida lo deseché, pensando que sin duda había entendido mal sus gestos, algo de ese estilo estando yo por medio era del todo imposible. Claro que con lo siguiente que me dijo mi madre, porque lo de los apuntes lo zanjo tras decir aquello, eso, sí que les dolió a las dos de verdad.

Se sentó a mi lado en la cama y me dijo que el sábado de la semana siguiente, suponía que para entonces mi costado iría ya mejor, vendrían a comer e incluso quizá se quedaran esa noche, su mejor amiga del trabajo, con su esposo y puede que también sus hijas. Mis primas rápido saltaron con que ese fin de semana vendrían sus amigas y amigos, por lo que ellas no podrían estar, que se marcharían con ellos a la otra casa. Mi tía entonces les dijo que no, que el fin de semana no podrían llevar a nadie, primero porque lo de “usar” ellas la otra casa se terminó radicalmente, ya que esta era de “su primo” y era este quien debía de permitírselo… Casi me da un ataque cuando vi cómo se quedaron las dos…

Obviamente le dije a mi “madre” que no dijese eso, que sabía que ella podía disponer de “la casa de mis otros padres” como quisiese, como siempre se había hecho, pero tuve muchísimo cuidado con lo que dije, y ella lo notó. Se dio perfecta cuanta por un lado de lo de “mis otros padres” y por otro del hecho de que cuidadosamente había dejado fuera de ello a mis dos primas, dejando las decisiones al respecto en sus manos. Me miro sonriendo de forma ladina… me dio escalofríos, supe que en esto había gato encerrado, y no me equivocaba, por cierto. Les dijo a mis primas que podían usarla, pero que en todo momento la puerta de acceso interior entre las dos casa debería de permanecer cerrada, y que no quería ver a ninguno que no fueran ellas dos en la “casa grande”, además lo dijo de un modo en que pareció indicar, que si ellas no aparecían tampoco, mejor que mejor.

Cuando mis padres y mis tíos compraron las casas, estas estaban separadas por unos enormes setos de más de tres metros de altura y enormemente tupidos, por lo que hicieron una puerta entre ambas, justo a la altura de las piscinas, esta puerta era de doble hoja y tendría aproximadamente sobre 1.65 de altura más o menos y cada hora unos casi dos metros de ancho… No recordaba la última vez que vi esa puerta cerrada, la habían construido de modo que desde cualquiera de las dos piscinas se pudiese ver la otra, por si acaso, todo pensando en cuando tuviesen hijos, poder así estar pendientes de ambos sitios de ser necesario…

Una vez aclarado lo de mis primas, estas recibieron la segunda en la frente por parte de su madre, esta vez fue de forma directa ya que las excuso de tener que saludar a nadie o separarse de sus amigos para nada. Sin embargo me encargo a mí de hacer junto con ella de anfitrión, alegando que como no podría ir a ningún sitio por la costilla de ese modo me entretendría y podría hacer compañía a las dos “niñas” de sus amigos, incluso me dijo que quizá, también fuera con ellas una amiguita, pero que no lo sabía seguro. Mis primas vi que estaban en un punto en que no parecían muy seguras de si debían de alegrarse o enfadarse porque su madre esta vez las dejara completamente de lado, es que de hecho, prácticamente se podría decir que había dicho las cosas precisamente para que ni apareciesen a “molestar”. Nuevamente de no haberme dolido la costilla como lo hacía, dudo mucho que me hubiese podido aguantar la risa…

Esa semana, puntualmente mis “primas” me fueron llevando los apuntes de Enrique, y este por teléfono me contaba sus intentos de ligar con ellas, lo que sabía que las debía de estar jodiendo de lo lindo. Al final, llego el sábado dichoso, los que primero llegaron fueron los amigos y amigas de mis “primas”, después de saludar a mi madre, se marcharon a la otra casa todos. Mi madre antes de que se fueran ellas, les recordó en voz alta que quería la puerta intermedia cerrada… Obviamente, yo estaba en mi habitación y nadie se molestó siquiera en preguntar qué tal andaba, lo que me la traía al pairo. Lo cierto es que ese sábado ya estaba bastante bien. Me podía mover libremente y si iba con cuidado, aunque alguna que otra vez me llevase algún latigazo de dolor, este ciertamente era soportable.

Estaba en la piscina con mi madre, cuando esta recibió la llamada de su amiga de que estaban llegando, la acompañe a la puerta, la abrimos para que pudiesen meter el coche dentro, cuando este entro no me dejo cerrarla, pues dijo que su amiga le había comentado que su hija mayor y la amiga de esta, venían detrás en moto, pero tardarían un par de minutos más en llegar pues había parado a repostarlas. Me fui junto a mi madre para saludar a los recién llegados, cuando entraron la verdad es que ni me fije, estaba sujetándome el costado porque me había dado uno de esos “pinchacitos” tan agradables, cuando vi salir a los ocupantes creo que me quede con la boca abierta… De la puerta de atrás, salió una chica preciosa que pego un grito y corrió a abrazarme…

-      ¡¡¡¡SPEED!!!! –grito al verme allí, saltando a darme un abrazo.

-      ¡¡¡Romy!!! -exclame visiblemente sorprendido.

Lo siguiente fue ponerme pálido y sujetarme en Romy para no caerme, tanto mi madre como su madre que había llegado justo tras ella me sostuvieron también, mientras la madre de Romy la recriminaba por haberse olvidado de mi costilla y haberme abrazado de ese modo. Todo eso me indico que esta era evidente que sabía quién era yo, más que nada porque ella también me llamó Speed… y no Tony… Mire a mi madre que puso su mejor cara de inocencia, lo que suponía en ella tanto como decir que era culpable…

Mis hermanas, supongo que por curiosidad y porque mi madre les dijo que no hacía falta que fuesen, entraron cuando paso el coche por la puerta, con lo que vieron todo lo que ocurrió, sin olvidarme de escuchar a Romy llamarme Speed, cosa que no me hizo gracia. Por como miraban y la forma de mirarse entre ellas, estuve seguro de que no se iban a marchar tan fácilmente de allí sin enterarse de todo lo que pudiesen… Poco después llegaron las otras dos chicas con las motos… cuando vi a la que Romy me dijo con sorna que era su hermana, me entraron sudores fríos, estaba seguro de reconocerla…. Cuando se apeó de la moto y se quitó el casco, mis peores temores se confirmaron…

-      Vaya, vaya, vaya, pero si es Speed…

-      Hola Gata… no sabía que eras hermana de Romy…

-      Es que ella no quiere que se sepa, prefiere ir por libre… como otros… -me lanzó el puyazo ante el que no me di por aludido.

-      ¡¡¡Speed!!! –dijo la otra chica, que vino corriendo a darme un beso, aunque ella si recordó la costilla y no me abrazo.

-      Hola Aby, ¿Qué tal tu hermano?

-      Bien, gracias a ti. Ya se le ha pasado el susto, pero al menos esto ha servido para que se lo tome con más calma, creo que la charla que me dijeron que tuviste con él mientras te llegaba la ambulancia surtió efecto.

-      Me alegro, es un gran chico…

-      Sí, sí que lo es, además de mi hermano… -me dio un golpecito cariñoso en el brazo.

-      Mi madre y los padres de Gata y Romy, Annabella y Mauro, nos presentaron a los mayores.

-      Creo que ya conoces a Abigail y a mis dos hijas, Romina y Annabella, o Gata, como la llamáis vosotros –me dijo la madre de Gata-, y tú debes de ser el célebre Speed con el que estas tres me tienen medio loca, ¿verdad?.

-      Si, supongo que sí, y creo que tanto ustedes como mi madre ya sabían todo esto, ¿a qué si? -pregunté acusador.

-      Por supuesto, no pensarías que nos íbamos a perder esta oportunidad de sorprenderos a todos a la vez, y ver que caras poníais ¿no?, dijo mi madre irónica.

La pregunta provoco la risa de todos ellos, menos obviamente la mía, la de Romy, la de Aby y la de Gata, aunque esta última parecía centrada completamente en mí, no tenía claro de si había escuchado siquiera lo que dijo mi madre. Después de esto se acercaron mis “primas” a ser presentadas, mi madre las presento por sus nombres y como “sus hijas”, me fije en que las dos no perdían ojo de las otras tres chicas, especialmente Romy y Aby que me tenían cogido cada una por un brazo, aunque con mucho cuidado de no hacerme daño… También me fije en que mi madre frunció el ceño al mirar a mis “primas”, pensé que no le estaba gustando que se estuviesen allí tanto tiempo dejando solas a sus amigas, amigos y novios…, que por cierto, ninguno de los dos, le caía bien a mi madre… ni a mí, ya que estamos, especialmente el de Belén.

Según averigüe por Romy, que me lo explicó al oído medio muerta de risa, Gata y Aby solo habían ido para saludar, y eso había sido únicamente, porque su madre se puso en el mismo plan que lo hacia la mía cuando quería algo de sí o sí. Por lo que me dijo, habían metido ropa de recambio, bikinis y demás en el coche por “orden” de su madre también ellas dos, según Romy, tras verme allí, ahora estaba convencidísima que ninguna de ellas tenía prisa por marcharse, de hecho Gata ya les habían dicho a sus padres que se quedaban también. A ella le hizo mucha gracia, a mi ninguna, la verdad… Lo último que necesitaba era a Gata por allí…

Mis hermanas regresaron con sus amigos, amigas y novios, solo para regresar de nuevo media hora después, pillándonos a todos metidos en el agua hablando… Por cierto que no veáis el trabajo que me costó no babear cuando vi a Gata, si con ropa era espectacular, en bikini prefiero no deciros como estaba la niña. Tanto Aby como Romy no es que no fuesen también muy atractivas, que lo eran, estaban las dos buenísimas, pero al lado de Gata, creo que incluso miss Mundo parecería el patito feo. Di gracias al dolorcillo que estaba teniendo en el costado, ya que creo que eso fue lo que me impidió empalmarme al verla, y con mis bermudas que eran mucho más ajustados de lo que me hubiese gustado visto lo visto, no os dijo el carpazo que me hubiese marcado.

Estábamos, sentados en el borde de la piscina en mi caso y el de Romy que no se separaba de mí, mientras que los demás se movían dentro del agua, aunque no muy lejos para poder hablar. Mis “hermanas” también se metieron en el agua, mi madre las miro a las dos, pero no les dijo ni media palabra, discretamente mire y me fije en que las puertas entre las dos casas estaban cerradas, en el otro sitio se oía jaleo de gente divirtiéndose.

Cuando ellas se metieron en el agua, el padre de Gata era quien estaba hablando con nosotros…

-      Pero vamos a ver que yo me aclaré entonces, decidme, ¿qué problema tenéis vosotros dos? –nos señaló a Gata y a mí.

-      Yo por lo menos, que sepa, no tengo ninguno…

-      Sí, sí que lo tienes, no quieres ir conmigo a dar un recorrido…

-      ¿Y porque no vas una vez Tony? Así mi hija tiene lo que quiere y tú también, porque luego te dejaría en paz…

-      Eso sería si ella le ganase –dijo Romy riéndose-. Speed no quiere porque sabe que si gana no se la podrá quitar de encima…

-      ¿Y si prometo que te dejare tranquilo después? –pregunto Gata mirándome fijamente.

-      No me lo creo, serias incapaz de ello… y lo sabes… te conozco Gata… -menee la cabeza-, no te lo crees ni tú…

-      Sí, es verdad –se echó a reír-, tienes razón, en el más que improbable caso de que me vencieses, sería incapaz de dejarlo pasar, querría la revancha… -vi que Romy sonrió sarcástica ante la afirmación de su hermana-.

-      Entonces solo sería útil que andaseis juntos en una especie de competición entre ambos, si Anna gana, ¿no? –me pregunto su padre guiñándome un ojo.

-      Ni se te ocurra proponer que se deje ganar papa, no funcionaria, más o menos se lo que es capaz de hacer y no me dejaría engañar, si intentara una estupidez semejante lo sabría enseguida…

-      Especialmente por todos los que querrían verlo –añadió Aby.

-      ¿Vaya, tan famosos son los dos? –preguntó con sorna Laura.

-      ¿La Reina contra Speed?, ya lo creo, todo el que practique Parkour en esta ciudad querrá estar presente… -contesto Romy-, son los dos mejores, y todos lo sabemos.

-      Si, nadie querría perderse algo como eso, estaría todo el mundo…

-      Y a mí me meteríais justo en medio de todas las peleas y competencias por ver quién es el mejor, no me metí en esto para eso. Yo solo lo hago para divertirme, para sentirme bien yo, porque me gusta, y no pienso entrar en vuestros juegos, a mí, dejadme en paz… -argumenté.

-      A estas alturas eso es imposible –dijo Gata, luego me señalo-, quizá tú, Tony, pases desapercibido para todos a nada que modifiques tu ropa o cambies de sitios. Pero en cuanto te muevas, en cuanto empieces, entonces ante cualquiera que te vea, sabrá que eres Speed, y todo el mundo, los mejores, te guste o no, quieren probar contigo… fíjate en esto… Aby, ven conmigo por favor, la puerta… -señaló las que separaban ambas casas.

Vi como Gata y Aby salían de la piscina, se movían hacia el espacio despejado junto a ella, como movían rápido las piernas y luego dándose espacio una a otra empezaron a correr cogiendo velocidad, primero Gata y luego Aby… Vi como Gata salto por encima de la puerta, se apoyó sobre el pie derecho, se impulsó y girando sobre sí misma en el aire, sujetándose las manos en sus costados, poniéndose plana rotando, salto hacia el otro lado. Tan solo unos segundos después fue Aby quien lo hizo, excepto que ella realizó un doble mortal hacia atrás sobre la puerta, menos de treinta segundos más tarde, las dos volvían a hacerlo de nuevo, pero esta vez para entrar en nuestra parte.

Gata hizo honor a su apodo, apareció apoyándose con ambas manos sobre la puerta, con las piernas abiertas en una ángulo de casi 180º, para usar luego sus manos y dar un giro completo en el aire, aterrizando sobre un hombro, rodando sobre si y haciendo una doble pirueta para finalizar de pie con ambas piernas rectas y juntas. Luego apareció Aby, apoyo ambos pies sobre la puerta, deteniéndose allí un segundo, tomando luego impulso hacia delante y hacia arriba, pareciendo que se mantenía en el aire más tiempo del normal, dando un giro completo en el aire antes de hacer como Gata, caer sobre su hombro y rodar por el césped, incorporándose sobre la marcha para terminar tirándose a mi lado en la piscina. Aclaro que ese no era mi estilo, ellas dos, y hablo completamente en serio con esto, desde luego no hubiesen desentonado en ninguna pista de circo del mundo entre las mejores haciendo todo tipo de piruetas a cual más espectacular.

Como supuse, los amigos y amigas de mis hermanas tras ver eso se apelotonaron en la puerta, mirando hacia nosotros por encima mientras mis “hermanas” las miraban a ambas con los ojos abiertos como platos… Gata y Aby se tiraron al agua, saliendo junto a mí…

-      Ves, esa soy yo, la Gata… dicen que tengo ojos, elasticidad y agilidad felina, incluso han dicho que me muevo como un leopardo… o Aby, que vuela más que nadie, es capaz de estar en el aire casi segundo y medio más que ningún otro antes de hacer nada o volver a bajar al suelo…

-      Y es verdad, las dos sois impresionantes cuando os movéis… -admití.

-      ¿Y tú? –preguntó aby.

-      Yo que… no ent… -Gata me interrumpió

-      Sí, sí que entiendes, he escuchado mucho sobre ti a bastante gente que te ha visto, aunque nunca he logrado hacerlo yo, o cualquiera de mi grupo, o al menos no durante mucho tiempo. Dicen que eres excepcionalmente bueno, y quiero comprobarlo…

-      Exageraciones…

-      No, sabes que no –intervino Romy- recuerda que yo si te he visto, y los que te llamaron Speed tenían toda la razón, tus movimientos son como los del viento, eres muy rápido cuando quieres, muchísimo, de hecho puedes dejar a quien sea atrás, dudo que ni siquiera mi hermana sea capaz de seguirte haciendo lo mismo que tú haces pese a lo buena que es... Pero pese a ello, eso no es nada, lo verdaderamente increíble de ti viene cuando te mueves a tu propio ritmo, sin prisas, a tu aire. Tienes una forma muy precisa y suave de moverte, es como si fueses flotando, casi siendo uno con el viento cuando saltas o pasas de un obstáculo a otro, sincronizándote con él, moviéndote como si no te costase ningún esfuerzo entre, por y sobre los obstáculos.

-      Ni que esto fuese un anime… -dije sonriendo aunque un poco incómodo con tanto alago.

-      Di lo que quieras Speed, te he visto moverte “varias veces”, la última cuando sujetaste al hermano de Aby. Lo que hiciste, como pasaste por encima de las barandillas de los accesos a los portales, como llegaste al paso elevado, como subiste al primer descansillo, como te lanzaste hacia el segundo… Sabes que vi cuando paraste de golpe allí y cambiaste de dirección en una décima de segundo con un apoyo mínimo de tu pie… y entonces volviste de nuevo atrás, justo para sujetar al hermano de Aby por los tobillos e impedir que se cállese de cabeza al suelo desde los casi cuatro metros que había, creo que ni mi hermana hubiese sido capaz de poder hacerlo de ese modo…, girar tan rápido, cambiar de velocidad, hacerlo de ese modo y con esa facilidad…

-      Ya bueno si, facilísimo, estuvo chupado… y si no me crees, pregúntale a mi costilla… que me trague la barandilla del descansillo con ellas. De todos modos, sabes que no evite nada, el cayó igualmente al suelo, no pude sujetarle…

-      Sí, por supuesto que cayó, claro que cayó, pero únicamente lo hizo desde un metro de altura, y con tiempo suficiente de poner los brazos gracias a lo que tú le frenaste antes de soltarlo, además, por el grito que diste supongo que sí lo hiciste, si le soltaste, fue por el dolor de la costilla al jodérsete, no por otra cosa...

-      Si bueno, pero el caso es que aun así yo no lo evite, solo hice lo que cualquier otro hubiese hecho de haber estado en mi lugar –decidí irme porque la conversación se estaba volviendo muy incómoda para mí-. Creo que me voy a subir a mi habitación a tumbarme un rato, llevo mucho tiempo levantado o sentado, y la costilla está empezando a recordármelo, con vuestro permiso luego os veo, lo siento, pero es que no puedo más.

Todos me disculparon, como ya sabéis no estaba mintiendo con la costilla, me estaba doliendo desde hacía un rato, aunque era un dolorcillo soportable, pero también es cierto, y todos se dieron cuenta, que era una forma muy diplomática de terminar por mi parte con una conversación que como digo, me estaba resultando especialmente incomoda, supongo que aunque parezca una gilipollez, pasaba vergüenza por tanto halago, ya que me hacía sentirme mal por haberle soltado cuando la costilla me pegó el latigazo al golpear contra la barandilla, que fue lo que me produjo la fisura. Cuando entré en la casa vi como mis hermanas se marchaban con sus amigos, no sin antes invitar a las tres chicas a unirse a ellos, tanto mi madre como los padres de ellas las animaron, yéndose también ellas. Por un lado me preocupó, pues no sabía lo que podrían contar sobre mí, aunque por otro me sentí aliviado, ya que pensaba que de ese modo me libraría de seguir con el tema… especialmente en el caso de Gata, que parecía obsesionada conmigo.

Cuando llegué a mi habitación me tome un analgésico, luego me tumbe en la cama, mi libido al pasarse el dolorcillo empezó a despertarse, el recuerdo del cuerpo de Gata no es que ayudase mucho precisamente a que eso no pasase. Di gracias nuevamente por el dolorcillo, ya que era consciente que de no ser por ello, difícilmente hubiese podido esconder lo inocultable, dado el bermudas que en ese momento llevaba, como ya dije, hubiese hecho carpa sí o sí. Al final no tuve otra que hacerme una paja pensando en ella, estuve un buen rato acariciándome la polla, moviendo mi mano suavemente a lo largo del tronco, muy despacio, todo ello siempre con la imagen de Gata en mente…, procurando no forzar la situación para evitar que mi costilla me recordase la realidad sobre los esfuerzos, por placenteros que estos sean, antes de tiempo…

CONTINUARA